Un nuevo movimiento estudiantil ha nacido

27/11/2013
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 La reacción de los estudiantes de la UNAH, denominados Grupo Anti Juan Orlando Hernández (JOH) o Camisa Negra, de manifestarse pacíficamente en contra de la corrupción y del fraude electoral por parte del Partido Nacional el 24 de noviembre de 2013, es completamente constitucional.
Foto: Resumen Latinoamericano
Continúo sosteniendo que seguimos en medio de un gobierno de facto y que de consolidarse el fraude electoral pasaremos a otro gobierno de facto. En este sentido “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que la Constitución y las leyes establecen. El pueblo tiene derecho de recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.” (Artículo 3 Constitución de la República).
 
 Estos universitarios y universitarias valientes —primeros en manifestarse contra el fraude electoral— no identificados con ningún partido político, es un fenómeno de vital importancia en la lucha estudiantil universitaria porque, desde la década del ochenta no se veía un fuerte aglutinamiento estudiantil manifestarse en contra de los problemas sociales, políticos y económicos que atraviesa el país.
 
 Se han alzado en protesta por el alto grado de corrupción que impera y se han alzado en protesta por el fraude realizado por los grupos de poder a través del Partido Nacional. El hecho de que se unan estudiantes de diversas carreras afines y no afines, solos y solas por una causa, nos indica que son portadores de una consciencia social que se ha venido tejiendo en los últimos años.
 
Las y los estudiantes que el 26 de noviembre de 2013 fueron brutalmente reprimidos por la policía militar de Juan Orlando Hernández para disolver la concentración a base de bombas lacrimógenas, tolete, patadas y tanquetas de agua, saben que de consolidarse el fraude y asumir el poder JOH, tendrá sus consecuencias en todos los ámbitos de la sociedad hondureña, principalmente en la educación pública a nivel universitario.
 
¡Ya era tiempo, ya era tiempo! que el estudiantado universitario tomara sus propias decisiones, la UNAH es autónoma pero es territorio del pueblo hondureño y más que todo territorio de las y los estudiantes por lo que están en pleno derecho de manifestarse pacífica e inteligentemente.
 
Ayer los espíritus de las y los estudiantes desaparecidos, torturados y asesinados durante finales de la década del setenta, la década del ochenta e inicios de la década de los noventa, seguramente desde ese lugar no identificado, sin cruces ni flores, aplaudieron la valentía de estas y estas jóvenes. Tomen compañeras y compañeros universitarios la bandera que enarboló Eduardo Becerra Lanza, el líder estudiantil que nunca se quebró y que consumó una lucha basada en el nacionalismo al defender los intereses de las y los estudiantes de media y universitarios, al defender los intereses del pueblo hondureño en la década más oscura de la historia hondureña.
 
Joven herido durante las protestas. Foto: Resumen Latinoamericano
Esa plaza que ustedes han denominado Eduardo Becerra Lanza, desde ya representa un símbolo trascendental en esta lucha y la marcha de ayer marca un nuevo, consciente y fuerte movimiento estudiantil que ha nacido en Honduras sin intervenciones partidarias como lo quería Eduardo Becerra Lanza quien tenía una vocación humanista-pacifista y no pertenecía, ni obedecía a ningún partido político.
 
Esta es una noticia inusitada pero la reacción de la Licda. Julieta Castellanos no ha sido correcta al dejar entrar a la policía militar y violentar nuevamente la autonomía universitaria y cerrar los portones de dicha institución para el día de hoy 27 de noviembre cuando las y los estudiantes continuarán con su válida protesta. Hoy se van a las calles donde la represión será mayor y descabellada, se van solas y solos sin ningún respaldo.
 
 Licda. Julieta Castellanos porque no acude al diálogo y deja que las y los estudiantes se manifiesten libremente dentro del recinto universitario de manera pacífica, sin intervención de la policía militar de lo contrario esa rectoría estará avalando las consecuencias que sufran las y los estudiantes durante las manifestaciones.
 
¿Acaso debemos dejarlos solos y solas enfrentar a la policía militar cuando están manifestándose por los mismos intereses que nos competen?
 
27 de noviembre de 2013
 
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