Por qué la deuda es impagable, otra vez

10/03/1999
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El presente trabajo tiene cinco tesis desarrolladas a partir de la experiencia de los años 80 y de la crisis iniciada en 1997. En breve lo que se argumenta es que lo que está mal es el sistema económico internacional, que existe una crisis sistémica y que en ese contexto se hace evidente que la solución al problema de la deuda de África y América latina no ha sido definitiva. Hay que darle una solución definitiva al problema de la deuda pero es preciso comprender los elementos que deben modificarse en el sistema internacional para hacer viable el desarrollo económico y la posibilidad de no repetir una crisis de esta magnitud nuevamente. Recapitulando Algunos datos que sirven de marco referencial son los que siguen: - El crecimiento económico de los años 50 al 70 fue el doble que el crecimiento económico de los años 90. - Entre 1970 y 1980, la deuda externa de América latina dobló. - Entre 1980 y 1990, el crecimiento económico de América latina se estancó y la región exportó 375,000 millones de dólares netos por servicio de la deuda. - A partir de mediados de los años 80 se comienzan a establecer las políticas de ajuste estructural en el mundo. el PBI per cápita de los diez países más ricos en el mundo dobló entre 1985 y 1995 y el PBI per cápita de los diez países más pobres perdió 30%. La distancia entre el país más rico y el país más pobre, per cápita, creció de 70 a 430 veces. Primera: La liberalización y desregulación en América latina, la falta de alternativas, los problemas y los resultados 1. La liberalización y desregulación en América latina tiene tres objetivos: - Incrementar el ahorro nacional, para evitar los niveles de endeudamiento externo ocurrido en la década del 70. - Nivelar el tipo de cambio, revaluado, que hace que las importaciones sean baratas y las exportaciones costosas. - Equilibrar el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos que era muy alto como resultado de los tipos de cambio bajos y de la política de sustitución de importaciones. 2. La manera como se introdujo este concepto llamado de ajuste estructural y acompañado de políticas de libre mercado fue la deuda externa. Para negociar la deuda externa es preciso tener un acuerdo con el FMI que coloca las condiciones para resolver el problema del tipo de cambio, del ahorro nacional y cerrar la brecha externa. Luego del acuerdo con el FMI es preciso un acuerdo de ajuste estructural con el Banco Mundial (BM) que tiene los siguientes elementos de políticas: - Liberalizar el comercio, interno y externo y desregularlo. - Desregular el mercado de trabajo, llamado flexibilización laboral. - Liberalizar y desregular el sistema financiero. - Reducir el tamaño del Estado: * eliminar los subsidios, * privatizar las empresas publicas, * reducir el personal y las funciones publicas. Luego de pactado lo arriba indicado, se puede negociar la deuda con el Club de París y con los acreedores privados tanto para el IDA facility del Banco Mundial para los países de ingresos bajos, como El Plan Brady para los países de ingresos medios. Los acuerdos con el FMI, BM/BID/BAF/, Club de París y Club de Londres están condicionados los unos con los otros de manera que si se incumple con uno, se incumple con todos. Usualmente acuerdos con la OMC (Organización Mundial del Comercio), los acuerdos antidrogas con el gobierno de Estados Unidos, y los acuerdos medio ambientales, cuando existen, están vinculados a estos. 3. El argumento utilizado para convencer a los gobiernos de estos cambios drásticos fue: No hay alternativa. El instrumento fue la coerción. La manera como se persuadió a los gobiernos a aplicar estas políticas fue la negociación de la deuda. Era preciso aplicar las políticas antes de ir a negociar las deudas con los acreedores públicos y privados. Es decir, o se sigue el mandato de los gobiernos del G7 a través del FMI y BM, o no hay dialogo. En 1979, Nicaragua fue la excepción. En 1990 no lo lograría hacer. 4. Los resultados no fueron los esperados en la década de los años 90. El efecto de la apertura en cuanto aumento del ahorro nacional no fue lo esperado. Tampoco el crecimiento, la inversión, o la reducción del déficit externo. El resultado es que la tasa de inversión no regresó a los niveles de la década del 70, el crecimiento económico es la mitad de lo que fue antes de la crisis de los 80, el ahorro interno se deprimió y fue sustituido por ahorro externo que ahora es privado cuando antes era publico. El ahorro nacional total fue 18% del PBI en la década de los 90 siendo 20% del PBI en la década de los 70. La explicación es que los flujos de capitales están orientados al incremento en el consumo importado y al aumento de las reservas internacionales. Esto tuvo un impacto negativo sobre el tipo de cambio que estuvo revaluado, haciendo las importaciones baratas y las exportaciones costosas. Eso comenzó a terminar con la crisis mexicana de 1994 y definitivamente en 1999 con la crisis de Brasil. 5. Según Andrés Solimano, en su presentación en la Conferencia sobre Globalización y Desarrollo, realizada en La Habana entre el 18 y 22 de enero de 1999, la desregulación y liberalización tiene tres efectos: - Volatilidad financiera. - Aumento en la desigualdad del ingreso - Pérdida de autonomía para efectuar políticas económicas. 6. Al final de la historia de la desregulación y liberalización hay lo siguiente: - Una baja del ahorro interno. - Un alza pequeña del ahorro externo. - Un leve aumento de la inversión real. - Bajo crecimiento económico. - Gran volatilidad financiera. - Mayores desigualdades del ingreso. - Pérdida de autonomía para definir la política económica. Segunda: Sobre la crisis del dólar, el fin del viejo orden internacional y la creación del nuevo orden internacional donde los países en desarrollo no tienen un papel definido. 1. A partir de la década de los años 70, de la crisis del dólar de 1971, cuando se rompió la relación dólar/oro, y de la crisis del petróleo en 1973, se dio por concluido el orden internacional establecido luego de la segunda guerra mundial basado en: - Políticas económicas de bienestar. - Tecnología basada en el petróleo. - Las instituciones de Bretton Woods como estabilizadoras del sistema mundial configurado por la relación dólar/oro y la estabilidad de los tipos de cambio. 2. Surgió un nuevo orden económico internacional, pero no era el sugerido por los países del Tercer Mundo bajo el NOEI pactado en 1974. El nuevo orden se encuentra anclado en lo siguiente: - Políticas de mercado. - Tecnología basada en la información. - Las instituciones de Bretton Woods se convirtieron en las colocadoras y supervisoras de las nuevas políticas económicas y la supervisión de los acuerdos de deuda. 3. El nuevo orden que emergió, tuvo la debilidad de sostenerse sobre la tecnología de la información cuyo principio es la innovación acelerada. De este modo, la inversión en nueva tecnología fue haciéndose poco rentable conforme las innovaciones van saliendo hasta crear inestabilidad en el sistema mundial. A fines de la década del 70, para cambiar la base tecnológica, la tasa de interés en Estados Unidos subió para recapturar capitales circulando en el mundo y en 1982 se produjo la llamada crisis de la deuda externa de América latina como consecuencia de ello. En ese momento, agosto de 1982, se hizo una conferencia en Washington, llamada del Consenso de Washington, entre banqueros, intelectuales y funcionarios de organismos internacionales. Entre la llegada al acuerdo del Consenso, que son las políticas de mercado y su aplicación de manera estable y homogénea, pasó la década de los 80. Seria, en América Latina, recién en 1990 cuando se integraron todas las economías a estas políticas. La población, fatigada del ajuste de los 80, las aceptó. Se vuelven un sentido común. Tercera: Sobre el agotamiento ideológico, la desorganización social y la crisis del Milenio 1. La década de los 90 es el escenario para que los diversos gobiernos, junto con el FMI y BM, lleven a cabo las aperturas económicas. Las poblaciones, fatigadas, les dan la bienvenida. De gremios a sindicatos, todos le dan la bienvenida y se abre una esperanza breve. Ante la caída del Muro de Berlín (1989), la desaparición del URSS (1991), la derrota del FSLN en Nicaragua (1990), y los libros de Soto El otro sendero (1986), el de Fukuyama, El Fin de la Historia (1990), y el de Ohmae, El mundo sin fronteras (1990), el pensamiento totalitario de No hay alternativa caló en las sociedades. Al no haber alternativa, no había nada de que hablar ni de que pensar. Esto abrió paso a regímenes políticos de nueva derecha en América latina, dejando en la oposición a la vieja derecha. 2. Todos los gobiernos entraron en este cauce, menos Cuba, y se desorganizaron, de modo que la aplicación de políticas no encontró oposición social de ninguna importancia. Se introdujo, con la apertura, esquemas de reducción de deuda tanto en el Club de París como en el Club de Londres. Los multilaterales se mantuvieron al margen de las reducciones de deuda. 3. La promesa fue mayor que la realidad y una década más tarde se observa un crecimiento económico bajo, grandes déficits en cuenta corriente y tipos de cambio retrasados que se están nivelando con ajustes bruscos, como en los casos de México de 1994, Brasil de 1999 y se observarán otros venir. Se produjo también una polarización económica entre los beneficiados por las políticas, alrededor del 20% de la población, y el 80% restante que las observa pero no las goza y que son los excluidos. Cuarta: Sobre la crisis sistémica que llega a su profundidad en 1997 y sus efectos. 1. A mediados de 1997 comienza a sentirse fuertemente la crisis sistémica. Al inicio en Asia, luego en Rusia, luego en Brasil, las bolsas de valores de los países más desarrollados se mostraron altamente inestables y se abrió el horizonte para la resolución final de una crisis que comenzó, en realidad, en el primer quinquenio de los años 70. 2. Súbitamente hay una toma de conciencia generalizada que los créditos de corto plazo son muy altos en todo el mundo. Que los niveles de endeudamiento interno son altos, igualmente. También hay una alerta sobre la volatilidad financiera y el efecto contagio. Las bolsas de valores de todos los países en desarrollo se desplomaron entre 1997 y 1998 cayendo entre 66% y 30%, mientras las bolsas mayores, aunque muy inestables, terminaron sacando alguna mejora. Salta la voz de alarma que la economía del mundo esta al borde del abismo. Recién se recapitula. En eso estamos. - Para África, América Latina y Asia, la deuda externa de los años 70 no se resolvió definitivamente, como se pensaba. - Las políticas enllavadas e irreversibles aparentemente van a cambiar. - La población en su conjunto ha progresado, pero hay un sector pequeño que ha avanzado mucho y otro mayor que se ha quedado rezagado. - Los tipos de cambio de América Latina están retrasados y por lo tanto las mediciones del PBI están sobrevaluadas. - Los déficits externos son en 1998 más grandes que nunca. - El ahorro nacional en 1998 es menor que lo que ha sido en su historia contemporánea. - Hay mucho más deuda en América Latina, es de corto plazo y es básicamente del sector privado, la que se contrató a partir de 1990. Quinta: Sobre las soluciones definitivas y lo que se tendría que pensar para un nuevo orden más sostenible para el Sur. 1. En el marco de la crisis sistémica se puede apreciar una caída brusca de los precios de las materias primas y el debilitamiento de los acuerdos de integración regionales. Las caídas de ingresos exportadores para los países de América Latina entre 1997 y 1998 son de alrededor de 20% promedio, con excepciones. Las tasas de interés internacionales están descendiendo temporalmente pero en un plazo relativamente corto se anticipa un alza brusca de la tasa de interés norteamericana y del Euro. Esto es un horizonte de conflicto sobre el tema de la deuda que debe ser prevenido porque es una repetición exacta a la crisis de 1982. Sin duda es idéntico al problema de 1930, 1876 y 1825. 2. Hay que darle una solución definitiva al problema de la deuda de los años 70. - Cancelación total de la deuda de los países más pobres. - Reducción de la deuda de los países de ingresos medios contraída hasta 1981. - Limitar el servicio de la deuda utilizando el precedente de Perú de 1945 y de Alemania de 1953, poniendo como tope 3% de los ingresos fiscales o su equivalente en las exportaciones en una cláusula Bisque. - Poner condiciones al uso del presupuesto para evitar el clientelismo político y el derroche. Los recursos deben estar orientados al desarrollo sustentable y a la población más pobre para promover su desarrollo. Salud, educación y alimentación deben ser una prioridad. - Exigir políticas económicas que coloquen al ser humano primero. - Reconocer que existe una crisis sistémica y que por lo tanto: * la teoría económica no opera como debería. * las instituciones internacionales no responden al problema y se han vuelto parte de él. * la tecnología debe modificarse 3. Se requiere de una nueva institucionalidad internacional que: - Elimine al FMI al ser parte del problema y no de la solución. Induce depresiones económicas e incrementa los niveles de endeudamiento para rescatar a los bancos internacionales a través de créditos a los países del Tercer Mundo como México, Corea,. Rusia y Brasil (hasta ahora). - Se cree un Banco Central Mundial con Bancos Centrales regionales para asegurar que todas las monedas tengan reservas. Hoy, el dólar americano es una moneda sin reservas. De este modo también se asegura que habrán encajes y que el multiplicador del crédito será limitado. Hoy el multiplicador es infinito y el crédito no es supervisado en la fuente. - Crear un Club de deudores para la negociación tanto con los multilaterales como con los Clubes de Londres, y París. - Introducir cláusulas bisque en los acuerdos definitivos. - Redefinir al BM y BID/BAF para que se orienten a proyectos y dejen las políticas que deben ser el papel de las instituciones políticas. Su fin debe ser el bienestar de la población y no el de las transnacionales y de los bancos internacionales. - Fortalecer el sistema de Naciones Unidas para que se oriente a la paz y no a la guerra. Oscar Ugarteche, economista peruano, especialista en finanzas internacionales, es autor de seis libros sobre deuda externa. El presente texto fue preparado para la conferencia latinoamericana de Julibeo 2000, cuyo pronunciamiento final fue publicado en ALAI, No. 188, 24/02/99.
https://www.alainet.org/es/active/679
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