La Hora de la Constitucional

08/06/2013
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Ante el contundente triunfo del NO en el plebiscito, el Presidente Obama, en actitud despótica e irrespetuosa, ignora nuestra voluntad y propone una consulta dirigida a que nuestro pueblo revoque su decisión y consienta al colonialismo. Por su parte, el Comisionado Residente radica un proyecto de Estadidad Si o No cuyo efecto neto será, al no ser aprobado, una victoria por confiscación para el colonialismo. Y no será aprobado porque parte de un cuestionable e ilusorio triunfo de la estadidad y porque requiere del Congreso un inaceptable compromiso con esa opción.
 
Ambas reacciones son manifestaciones de la ley de inercia del colonialismo que consiste en la movilización de las fuerzas e intereses que instintivamente se activan tan pronto está amenazada la colonia de la cual se benefician.
 
De otro lado, se abre una magnífica oportunidad para nuestra descolonización. Si actuamos pronto, con arrojo y flexibilidad, podemos dar un gran salto adelante.
 
La estrategia del PNP es clara. Primero: presentar un proyecto natimuerto cuyo propósito fundamental es apaciguar a los estadistas más recalcitrantes. Segundo: concentrar en los problemas cotidianos, convencidos de que la creciente marea del descontento general con la bancarrota y descomposición del régimen colonial los lleve al poder en el 2016. Tercero: luego de las elecciones convocar un plebiscito criollo de Estadidad SÍ o NO con el fin de obtener una mayoría pro estadidad.
 
En condiciones normales el PPD preferiría buscar un pretexto para no hacer nada respecto al status. Ahora, sin embargo, teniendo el control de la gobernación y ambas cámaras, con un compromiso programático de convocar una Asamblea Constitucional de Status y, para colmo, con un cheque en blanco presidencial para una consulta local, la inacción no es una alternativa viable. Esto es así porque si el PPD no adopta una estrategia de status que entusiasme y movilice a su sector soberanista (cuyo peso quedó demostrado en el voto por el NO y por el ELA Soberano) sus posibilidades electorales para el 2016 serían exiguas. Argumento de mucho peso para los inmovilistas, cuyo interés primario es el poder y que saben que las pasadas elecciones se decidieron por apenas 11,000 votos. 
 
Los inmovilistas en el PPD se aferrarán al salvavidas de Obama e insistirán en un plebiscito que incluya el ELA colonial. Pero a la luz del pasado plebiscito, esa ruta también sería inaceptable para los estadolibristas soberanistas al igual que lo es para los independentistas. Más aún, los estadistas, disimulando su satisfacción protestarían pero participarían en el mismo convirtiéndolo en un referéndum “García Padilla SÍ o NO”. Saben que una votación de esa naturaleza profundizaría la división en el PPD, posibilitaría un triunfo de la estadidad y allanaría el camino para una victoria del PNP en las elecciones.
 
A la luz de lo anterior, si el PPD pretende tener opciones reales en las próximas elecciones no tendrá más alternativa que adoptar una estrategia osada que pueda agrupar, por convicción o por interés a los diversos sectores de ese partido. Esa es la Asamblea Constitucional de Status.
 
Para los independentistas la Asamblea Constitucional entre alternativas descolonizadoras es, en las actuales circunstancias el mecanismo más eficaz y viable para crearle a los Estados Unidos una crisis política que los fuerce a cumplir con su obligación descolonizadora.
 
Los estadistas, por su parte, cónsonos con su invariable electoralismo, aunque a regañadientes participarían en dicha asamblea, como lo hicieron en la Constituyente colonial de los 50.
 
Las verdaderas alternativas son sencillas. O una Asamblea Constitucional de Status convocada en el 2014 y que comenzaría sus deliberaciones lo antes posible en este cuatrienio; o un potencial plebiscito estadidad SÍ o NO luego de las próximas elecciones, controlado y timoneado por el PNP.
 
Llegó la hora de la Asamblea Constitucional de Status. En ese empeño debemos estar comprometidos todos los que creemos en un régimen no colonial ni territorial y que aspiramos a que nuestra nacionalidad se perpetúe en la historia y a que en nuestra patria mandemos los puertorriqueños. Lo único que hay que perder es el miedo.
 
 
- Rubén Berríos Martínez es presidente del Partido Independentista Puertorriqueño.
 
 
 
 
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