¡tome las debidas precauciones!
En marcha una ley para regular los transgénicos
21/06/2004
- Opinión
El Comité Nacional de Bioseguridad del Ecuador ha manifestado la
necesidad de establecer urgentemente en el Ecuador una Ley que
norme el uso de organismos transgénicos dada la posibilidad de
que el país firme un acuerdo de libre comercio con los Estados
Unidos. Frente a esta afirmación, cabe señalar que una norma
sobre Bioseguridad no se debe establecer para satisfacer los
requerimientos de un acuerdo comercial sino para proteger el
ambiente, la biodiversidad, la salud humana y el bienestar
socioeconómico de los ecuatorianos.
En este sentido, la norma debería ser el reflejo de una política
de Bioseguridad de nuestro país, que sea establecida en base a
una participación real de todos los involucrados y tomando en
cuenta que somos un Estado pluricultural y un país megadiverso.
Más aún, para el establecimiento de esta política se debería
contar con estudios independientes, actualizados que demuestren
la inocuidad de la introducción de transgénicos en los sistemas
agrícolas de nuestro país y si estas tecnologías son social y
éticamente justificables.
Estos procedimientos deberían ser la base para confrontarlos al
riesgo de la introducción de organismos transgénicos al Ecuador.
Es necesario tener en cuenta la información actualizada,
recolectada y sistematizada por gobiernos, e instituciones
científicas que muestra las evidencias de los impactos negativos
de los organismos genéticamente modificados, especialmente en la
Biodiversidad. La contaminación genética es un hecho que se ha
comprobado penosamente en México, centro de origen del maíz.
También, se debe evaluar el riesgo para la producción indígena,
campesina y otros sectores de agricultores y el impacto de
violar sus derechos con este tipo de tecnología.
Desde junio del 2003 en el país se está ejecutando un proyecto
para que el Ecuador tenga un marco nacional de Bioseguridad, en
este ámbito se crea este "Comité Nacional" que ahora habla de la
necesidad de una regulación, seguramente porque el proyecto
termina en noviembre de este año y tiene que presentar como
resultado del mismo una norma escrita. Lamentablemente y a
pesar de que el Proyecto lo contempla, no se ha cumplido con dos
componentes importantes: a) La definición de una política de
Bioseguridad, b) La participación pública.
Después de varios meses de ejecución, el mencionado proyecto no
ha sido capaz de establecer los mecanismos ni las estrategias
para que el proyecto pueda informar y permitir la participación
de los representados.
El proyecto busca la formulación de normas jurídicas y
administrativas sin tomar en cuenta que para que la norma cumpla
con su función debe existir, entre otras cosas, la capacidad
técnica independiente, de parte del Estado que garantice un
control y monitoreo real de los organismos transgénicos. En el
país no existe ningún laboratorio con estas características que
pueda determinar si un producto es o contiene organismos
genéticamente modificados.
Siendo consecuentes con esta realidad y tomando en cuenta lo
anteriormente mencionado, se debería establecer expresamente una
norma que contemple una moratoria a la introducción de
organismos transgénicos. De lo contrario, se contará con una
cantidad de normas administrativas y procedimientos sin ninguna
capacidad de control o vigilancia de esas actividades. Tal como
ha sucedido en otros países de América Latina, la existencia de
una norma jurídico administrativa posibilita el ingreso de
transgénicos, dejándonos expuestos a los impactos negativos
causados por estos organismos.
La moratoria es un proceso activo, adoptado ya en otros países
como por ejemplo Croacia o Benín, que permite al Ecuador
garantizar los derechos de su población; conservar, promover y
potenciar el uso de la biodiversidad en beneficio de todos los
ecuatorianos y crear capacidad técnica nacional, independiente.
* Ana Lucía Bravo es integrante de Acción Ecológica.
https://www.alainet.org/es/active/6355?language=es
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