La pugna por su petróleo

19/04/2013
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La supuesta pugna por el resultado de las recientes elecciones venezolanas, poco y nada tiene que ver con esos comicios, el asunto es otro y se llama petróleo.
 
La llegada al gobierno de ese país del recientemente fallecido presidente Hugo Chávez, cuya trayectoria como militar y político lo muestra como un personaje distinto a todos los que lo habían antecedido en el gobierno marcó una nueva época.
 
Para los sectores venezolanos que con dictaduras y democracia a medias habían gobernado hasta entonces, resultaba hasta ofensivo que un militar sin pergaminos sociales y que había encabezado un movimiento armado, con respaldo popular, ganara las elecciones presidenciales de 1998.
 
El movimiento militar se había transformado en uno de carácter popular que inició y realizó importantes cambios en lo político, económico y social, con un respaldo mayoritario como lo revelaron esa y las elecciones siguientes.
 
En ese gobierno Venezuela recuperó el manejo real de su gran riqueza petrolera, lo que conllevó a una confrontación con el gobierno estadunidense, iniciada por el país del norte que entonces estaba presidido por George W. Bush.
 
El “agravio” principal para el “bushismo”, clan petrolero, fue que los privaran de la explotación del petróleo de la Faja del Orinoco, que ya estaba a punto de caer en manos de empresas a las que estaba vinculada la entonces secretaria de Estado, Condoleeza Rice.
 
La confrontación entre los intereses venezolanos y los del clan Bush condujeron incluso al secuestro de Chávez para imponer a un presidente afín a los intereses de ese clan petrolero.
 
La acción de los militares venezolanos, unida a la movilización popular hizo fracasar a los golpistas y Chávez regresó al gobierno para continuar con su proyecto de defensa de las riquezas del país y los intereses populares.
 
Junto a los Bush y a las petroleras extranjeras, habían perdido también los grupos venezolanos de poder económico
 
Mientras, crecía el respaldo popular al mandatario, quien fue reelecto varias veces y sólo perdió una consulta relativa a modificaciones constitucionales.
 
Posicionamiento internacional
 
Los cambios conllevaron también una nueva política internacional, de la que son prueba tanto la creación de la Unión de Naciones del Sur, Unasur, como Petrocaribe y el Banco del Sur, entre muchas otras.
 
También se han establecido nexos con los países africanos y se han efectuado varias reuniones entre estos países del ámbito sur del planeta.
 
América Latina y el Caribe habían llegado a puntos antes inalcanzables en sus relaciones y cooperación, todo lo cual resultaba intolerable para Estados Unidos. La Unión Europea buscó abrir un nuevo tipo de relaciones con esta área del mundo.
 
También se ampliaron las relaciones con los países africanos, con los que se han realizado varias reuniones cumbres y la apertura ha llegado crear lazos con los países árabes, con Rusia y con China.
 
Los acuerdos económicos alcanzados son de gran envergadura y lo que más molesta a las petroleras estadunidenses y europeas, es que el petróleo de la Faja del Orinoco fue dividido en varios campos, uno de los cuales será explotado por Rusia, según el convenio suscrito con el gobierno venezolano.
 
La Faja está dividida en cuatro campos y se estima que en total hay allí 1,3689 billones de barriles de petróleo y según los cálculos, la inversión rusa será de decenas de miles de millones de dólares.
 
Cabe agregar que también durante el gobierno del Presidente Chávez se le dieron nuevos bríos a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, y que de acuerdo a ese organismo Venezuela habría desplazado a Arabia Saudita como primer productor mundial de crudo.
 
De Chávez a Maduro
 
En este contexto apareció el cáncer que segó la vida del presidente Chávez y que como ya hemos visto se puede inocular.
 
Para los que ansían recuperar el poder y a los que con ellos recuperarían el control sobre las riquezas del país, la muerte del mandatario abrió nuevas perspectivas, como quedó en claro en los recientes comicios, que estuvieron lejos de ser una medición de fuerzas en el plano político.
 
El hoy presidente electo, Nicolás Maduro, fue y sigue siendo objeto de una campaña para mostrarlo como un personaje que no tiene los tamaños ni el linaje para ser presidente de la República.
 
Así también miraron al presidente Chávez cuando fue elegido, lo que confirma que tras el cuestionamiento al ganador de esta elección hay un elemento clasista por parte de quienes han sido desplazados del poder.
 
El candidato opositor, Enrique Capriles, aunque alardea de ser descendiente de Simón Bolívar, lo que obviamente no ha podido comprobar, se siente humillado porque lo derrotó un hombre que viene del pueblo.
 
Amparado en la riqueza familiar y en el apoyo de la derecha, que lo considera un elemento útil para recuperar el poder, Capriles se embarcó en un juego al que además lo impulsa el gobierno estadunidense porque así le conviene ahora, quien sabe si mañana.
 
Capriles sabe que no hubo fraude electoral, pero tiene que seguir el juego de quienes lo impulsaron a jugar y entre las cosas que “no ve”, están las razones por las que lo respaldaron, que no son otras que volver a tomar las riendas de Venezuela.
 
Para lograr sus fines, el candidato derechista descalifica el sistema electoral, aunque éste ya no puede ser alterado “a mano” como antes y desconoce lo que declaran los expertos, que afirman que ya no se pueden manipular los resultados.
 
La prensa internacional también participa de este peligroso juego, con el cual se busca recuperar la influencia que sus gobiernos tenían sobre los países latinoamericanos.
 
Y fue el accionar del presidente Chávez lo que abrió el camino del cambio.
 
Todos los expertos en la materia han señalado que con el voto electrónico no se puede alterar la elección del votante y el más conspicuo defensor del sistema venezolano es el ex presidente estadunidense Jimmy Carter.
 
Y queda un elemento que la oposición no considera en su riesgoso juego y es la actitud de las fuerzas armadas, que hasta ahora no han intervenido ni se han pronunciado sobre las elecciones.
 
Pero si las maniobras ponen en riesgo el grado de independencia real logrado desde el triunfo de Chávez, la situación podría modificarse y la advertencia ya se ha formulado.
 
El presidente de la Asambleas Nacional, Diosdado Cabello, ex militar, que fue vicepresidente de la Repúbica en los gobiernos chavistas y preside ahora la Asamblea Nacional, parlamento, anunció que solicitará a ese organismo que investigue los hechos violentos ocurridos en este lapso.
 
Acusó a Capriles de propiciar la violencia y tildándolo de “fascista” afirmó: ”Fascismo puro, asaltaron y destruyeron los CDI, persiguen a los médicos, queman viviendas, tú generaste todo esto, Capriles, irresponsable,”
 
- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
 
 
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