Los tiempos están cambiando

Elecciones en Uruguay

06/12/1999
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"Mantengan sus ojos bien abiertos La oportunidad no vendrá de nuevo Y no se apuren a hablar Porque la rueda todavía gira Y no dice quién ganará Porque el perdedor ahora Podrá ganar después Porque los tiempos están cambiando" (Bob Dylan) ¡Vaya si están cambiando los tiempos en Uruguay! El pasado 31 de octubre, la coalición de centro izquierda Frente Amplio/Encuentro Progresista, ha logrado la mayor cantidad de votos que lograra partido alguno en la historia del país: 855 mil (234 mil votos más que en la elección de 1994). Ello equivale casi al 40% de los votantes habilitados. Si aquí los partidos tradicionales (Colorado y Blanco), el centrista Nuevo Espacio, e (insólitamente) algunas figuras del Frente Amplio/Encuentro Progresista, como su líder histórico Líber Seregni y el senador Danilo Astori, no hubieran impulsado la reforma de la Constitución que estableció el balotaje presidencial, hoy día el Presidente uruguayo ya sería el doctor Tabaré Vázquez. Las reglas del juego Cambiadas entonces las reglas del juego, el próximo 28 de noviembre los orientales deberán concurrir nuevamente a las urnas para elegir presidente entre los dos candidatos más votados: el opositor Tabaré Vázquez (Frente Amplio/Encuentro Progresista), y el oficialista Jorge Batlle (Partido Colorado). Como era previsible, el 10 de noviembre se formalizó la alianza entre los dos grandes partidos conservadores (Colorado y Nacional o Blanco) con vistas a la segunda vuelta. Colorados y Blancos han cogobernado el país mediante distintos tipos de alianzas durante al menos los pasados 15 años. En esta oportunidad, el compromiso de cogobierno se apoya en un documento programático presentado por el Partido Nacional -que lleva la firma de los representantes de todos los sectores de dicha organización política- en el que ambos socios prometen solucionar los problemas del país que no pudieron resolver hasta ahora, a pesar de haber tenido las mayorías parlamentarias necesarias en toda ocasión. El Partido Nacional efectuó la peor votación de su historia, alcanzando a reunir apenas el 21% de las voluntades de los uruguayos, lo que significa más de 161 mil votos menos que en la elección anterior. Es que el partido hoy liderado por el ex Presidente Luis Lacalle (ganador del 60% de los votos blancos), ha pagado el precio de cinco años de co-gobierno con los Colorados y de una pugna interna salvaje y fratricida. Ambas circunstancias propiciaron la emigración de muchos de sus votantes hacia una u otra de las demás opciones electorales. El minoritario Partido del Nuevo Espacio (4.36% de los votos) liderado por Rafael Michelini, enfrenta esta situación con la misma actitud ubicua que lo ha caracterizado siempre: ha dado libertad de acción a sus votantes, aunque la mayoría de sus dirigentes han anunciado que votarán por el doctor Vázquez. Es en ese sentido que, "a título personal", el senador Michelini ha anunciado que votará por Vázquez en el balotaje. Según las primeras encuestas de opinión conocidas esta semana, los dos candidatos a la presidencia cuentan con la misma cantidad de posibles votantes para el último domingo de Noviembre. Como suele suceder, la decisión la tendrán los indecisos, y hacia ellos se enfocan las campañas. Ambas han puesto el acento en aquellas regiones del país en las que sus votaciones han sido magras en ocasión de la primera vuelta del pasado 31 de Octubre. Cambia, todo cambia... Uno de los cambios más trascendentes derivados de la pasada primera vuelta, ha sido el triunfo del Frente Amplio/Encuentro Progresista en tres Departamentos del Interior de la República. Hasta ahora, la coalición de centro-izquierda sólo era mayoría relativa en el capitalino Departamento de Montevideo, y segunda minoría en los demás. Ahora no sólo es mayoría absoluta en el mismo (con alrededor del 51% de los votos), sino que es mayoría relativa en los Departamentos de Canelones, Maldonado y Paysandú, y la primera minoría en los de Salto, Río Negro, Soriano y San José. El Uruguay está dividido en 19 departamentos, los colorados ganaron en 9 de ellos y los blancos en 6. Los tres departamentos del interior en los que ganó el Frente Amplio/Encuentro Progresista, presentan singulares características. El de Canelones es el más poblado del país luego del de Montevideo, el de Paysandú es el más industrializado luego de los de Montevideo y Canelones, y el de Maldonado (donde está ubicada la sofisticada ciudad balnearia de Punta del Este) es el que más haberes recauda por concepto de impuestos (superando en esto incluso al de Montevideo, donde habita cerca de la mitad de la población). Colorados y Blancos oficialistas van a la segunda vuelta bajo el argumento fascistoide de oponer "lo nacional" a "lo foráneo". Pretenden medrar con la circunstancia de que en las filas del Frente Amplio/Encuentro Progresista están incluidos los comunistas y los ex guerrilleros Tupamaros. Olvidan adrede tanto su pasado violentista (causante de decenas de miles de muertos inocentes en el transcurso de las guerras civiles en las que se pelearon entre ellos hasta entrado el siglo XX), como el hecho de que desde el retiro de la dictadura cívico-militar en 1985, ni comunistas ni Tupamaros han trasgredido en forma alguna el orden institucional. "Las aguas han crecido" Si logran convencer a sus votantes de que -de todas maneras- están viviendo en "el mejor de los mundos posibles" y por ello es pertinente continuar así, su gobierno será menos cuesta arriba que un gobierno de la hoy oposición, ya que juntos siguen siendo mayoría (el 53%). Si ello así sucede, de todas maneras tendrán que negociar con la oposición la aprobación de ciertas leyes que exigen mayorías especiales. Si -por el contrario- sus votantes no creen en las promesas de solución a sus problemas que estos partidos no implementaron en los 15 años en que estuvieron en el gobierno, el Frente Amplio/Encuentro Progresista deberá negociar arduamente para lograr dichas mayorías. De todas maneras, el doctor Tabaré Vázquez ya adelantó hace un tiempo que para hacer un gobierno al servicio del pueblo no se precisan nuevas leyes: alcanza con aplicar a conciencia las ya existentes. Es difícil pronosticar hoy lo que sucederá el 28 de noviembre, faltan pocos días pero es mucha el agua que correrá por debajo de los puentes que ahora se tiendan. Sea como sea que sucedan los acontecimientos, lo que sí es una certeza, es que Uruguay necesita urgentemente cambios estructurales. Si los ancestrales gobernantes de este país siguen insistiendo con las mismas propuestas de siempre, podrán eventualmente postergar su ocaso por cinco años más, pero finalmente no serán capaces de evitarlo. Es decir: aun si el Frente Amplio/Encuentro Progresista perdiera la elección presidencial, el país ya no será el mismo. ¿Por qué? Porque como dice Bob Dylan: "Está trazada la línea, está marcado el destino / Y los primeros ahora, serán luego los últimos / Porque los tiempos están cambiando..."
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