Movimiento estudiantil de 1971 y 2011: semejanzas y particularidades
10/11/2011
- Opinión
“El mundo es vuestro, y también nuestro; pero, en última instancia, es vuestro. Los jóvenes, plenos de vigor y vitalidad, se encuentran en la primavera de la vida, como el sol a las ocho o nueve de la mañana. En ustedes depositamos nuestras esperanzas” Mao Tse Tung
A principios de los años setenta del siglo pasado irrumpió en nuestro país el más portentoso movimiento estudiantil hasta entonces. Las elites gobernantes trataban de imponer una política educativa en todos los niveles de acuerdo a los criterios modernizantes que venían moldeando en distintos escenarios de América Latina las entidades controladas por el gobierno y la banca norteamericana, como la OEA, el BID, la AID y el Banco Mundial. Se trataba de adecuar el sistema educativo a la dominación económica, cultural y política de la potencia del Norte.
Nelson Rockefeller, enviado especial de Nixon para América Latina en 1967, definió los propósitos últimos y el verdadero objetivo de la modernización educativa, en su renombrado informe, en el que recapitulaba las experiencias de dos décadas. Decía que “lo que ahora se requiere es una ampliación de la división del trabajo entre las naciones del hemisferio occidental”. Los EEUU “están produciendo a un alto costo bienes que podrían ser producidos más económicamente por otras naciones del hemisferio”. Agregaba que “Los bienes que los Estados Unidos producen ahora ineficientemente serían importados, principalmente de los países menos desarrollados” y que “estas naciones entonces se convertirían en mejores compradores de los productos de alta tecnología de los Estados Unidos”.
Al respecto, José Fernando Ocampo en su escrito “Reforma universitaria 1960-1980” publicado por el Centro de Investigación Educación Popular (Cinep) afirma:
“Para lograr la preparación de estos países en la división hemisférica del trabajo, era necesario modernizar toda la educación. En esta forma podría aprovecharse al máximo una mano de obra barata pero bien calificada que iría a proveer a los norteamericanos de artículos manufacturados que ya no podían ser producidos rentablemente en Estados Unidos, mientras los países subdesarrollados de América Latina seguirían aumentando sus compras de productos de alta tecnología producidos allí. El país ha ido acomodando su economía a esta realidad de la división hemisférica del trabajo. En la misma forma ha avanzado la adecuación del aparato educativo y del sistema universitario.”
La reforma de Galán y el estallido estudiantil de 1971
Los lineamientos de Rockefeller, Rudolph Atcon y las reuniones hemisféricas ministeriales dieron como resultado el llamado Plan Básico para la reforma universitaria. Para institucionalizar esta política, Luis Carlos Galán, ministro de Educación del gobierno espurio de Misael Pastrana Borrero, presentó al congreso el proyecto de reforma universitaria, en medio de una protesta nacional estudiantil generalizada.
Galán planteaba, primero, el control centralizado del sistema universitario nacional a través de un Consejo Nacional Universitario con Consejos Regionales. Segundo, garantizar el funcionamiento de las universidades privadas, entroncándolas en los Consejos anteriores. Tercero, se consagra el crédito educativo, se abre el camino de la financiación internacional y se apoya financieramente a las universidades privadas. Cuarto, las universidades oficiales se organizan como establecimientos públicos, dependientes del Ministerio de Educación, cuyo rector será nombrado por el Presidente de la República y cuyos colaboradores son empleados públicos como el profesorado. Quinto, se le exige a las universidades que armonicen sus políticas educativas con los planes de desarrollo económico y social. Esta reforma fue presentada al congreso por Pastrana el 4 de mayo de 1971. Los estudiantes siguieron su lucha y el profesorado universitario se manifestó en completo desacuerdo con ese proyecto de reforma.
El programa mínimo de los estudiantes de 1971
La bandera de lucha lo constituyó el Programa Mínimo de los Estudiantes Colombianos que era el resultado y síntesis de una lucha llevada a cabo por los estudiantes contra la política gubernamental de “modernización” universitaria durante diez años. Los tres puntos generales de este programa fueron: 1) Abolición de los Consejos Superiores Universitarios y que fueran reemplazados por Organismos Provisionales de Gobierno conformados mayoritariamente por estudiantes y profesores. La conformación de una comisión compuesta por los estamentos universitarios y un representante del Ministerio de Educación para reformar la Ley Orgánica.; un sistema democrático para elegir las autoridades universitarias. 2) Presupuesto para la educación superior, congelación de matrículas. 3) Una comisión que estudie el carácter del rector de la Universidad Nacional, la liquidación del ICFES, financiación estatal de la educación superior, investigación científica financiada por el Estado, revisión de todos los contratos celebrados con organismos extranjeros.
La contundencia del movimiento estudiantil llevó a la derrota del proyecto de reforma de Galán, que fue retirado, y a la conquista de dos Organismos Provisionales de Gobierno en las Universidades Nacional y de Antioquia, los cuales estaban integrados mayoritariamente por estudiantes y profesores consecuentes. En los meses que estuvieron vigentes estos organismos, dichos campus universitarios gozaron de un ambiente democrático, se hicieron reformas académicas, el bienestar universitario volvió a resurgir, se revisaron convenios internacionales, etc. Luego a principios de 1972 el gobierno pastranista abolió este experimentó democrático y sobrevino una prolongada época de reflujo del movimiento democrático en las universidades.
Movimiento estudiantil de 2011 a la ofensiva
Siete meses lleva el estudiantado universitario oponiéndose al proyecto de reforma a la ley 30 de 1992, a través del cual el gobierno de la Unidad Nacional de Santos pretende avanzar en la privatización de las universidades públicas utilizando la figura de las instituciones mixtas público-privadas y el Fondo de Investigaciones Universitario regido por el derecho privado. También quiere avanzar en los créditos del Icetex, privilegiando el subsidio a la demanda que endeuda a los estudiantes, sobre la financiación de las necesidades de la oferta universitaria.
Esta política gubernamental está enmarcada en la adecuación de la educación universitaria a los requerimientos de los Tratados de Libre Comercio, según la cual para una economía atrasada y enclenque como la colombiana, basta una educación por competencias de baja calidad sin profundización en los conocimientos complejos que requiere un verdadero desarrollo del país.
Ante la actual ofensiva histórica del movimiento universitario, bajo la dirección única de la Mesa Nacional Estudiantil (MANE), alrededor de 50 universidades paralizadas y el ímpetu creciente de la rebeldía de la juventud, el gobierno de Santos ha sido obligado a proponer el retiro de la pretendida reforma, tratando de desmovilizar al estudiantado. Sin embargo la lucha continúa, la marea sube de nivel y la dirección estudiantil determinará la táctica correcta a seguir para derrotar las pretensiones neoliberales y conquistar la victoria de una educación universitaria gratuita, de alta calidad y al servicio del desarrollo independiente del país.
Barranquilla, 9 de noviembre de 2011
https://www.alainet.org/es/active/50801
Del mismo autor
Clasificado en
Clasificado en:
