Entrevista a Pedro Martínez Pirez

El periodismo no se puede hacer si no es crítico

30/05/2011
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 465: Cuba: "transformaciones necesarias" 06/02/2014

 

En los innumerables balances realizados sobre el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba por propios y extraños, se puede encontrar un particular reconocimiento respecto a la amplia discusión popular que marcó la fase preparatoria de este evento. Al decir de Pedro Martínez Pirez, Sub Director General de Radio Habana Cuba, aunque el Congreso “demoró bastante en realizarse”, su proceso “resultó maravilloso, en la medida en que desató una gran discusión y un debate participativo de toda Cuba”. ¿Y qué rol jugaron los medios de comunicación? En torno a esta interrogante giró el diálogo que sostuvo ALAI con este periodista cubano, cuyas expresiones van a continuación.
 
- Hay quienes consideran que la profundidad de los debates no logró ser recogida en los medios de comunicación y que, a la postre, éstos no estuvieron a la altura del momento.  ¿Cuál es tu opinión?
 
Bueno, yo como periodista siempre me he sentido insatisfecho en cuanto al papel los medios. Una vez dije, y puedo seguirlo repitiendo siempre, no ha estado el periodismo cubano a la altura de la revolución. Sin embargo, sí creo que en los últimos tiempos y gracias a que también en la alta dirección del partido y del gobierno se está tomando una conciencia mayor y además proclamando la necesidad de la crítica, como decía José Martí: “la crítica no es más que el ejercicio del criterio”, no es la crítica destructiva, no.
 
El periodismo no se puede hacer si no es crítico pero con el sentido del ejercicio del criterio. Yo creo que fue muy rico el debate en el Congreso y que bastante se recogió en la televisión, en la prensa escrita incluso, la cual está cada vez más ocupando espacio; la radio tiene un peso, un papel muy importante. Hay algunos programas de radio muy relevantes en el tema de la crítica y sobre todo la crítica constructiva, porque no es tampoco que vamos criticar por criticar, hay cosas que son verdades pero uf… hay errores que la revolución ha cometido y que los tiene que rectificar y los ha rectificado y hay otros que tendrán que seguir rectificándose. Hay algunos que son provocados por el diferendo histórico entre Cuba y Estados Unidos. Por ejemplo, a Cuba se le critica porque no hay libertad de viajar y nadie critica a Estados Unidos por prohibirles a los norteamericanos viajar a Cuba.
 
De hecho, no se puede de ninguna manera mantener algunas trabas burocráticas, prescriptivas, porque no cabe la menor duda que violan derechos y algunos derechos fueron violados por la época, por el momento, incluso por la propia cultura; como por ejemplo debido a que somos y fuimos un país machista. Ahora no, por ejemplo en Cuba se está librando una batalla contra la homofobia liderada por una hija de Raúl Castro, Mariela, y que simplemente no es otra cosa que la continuación de todo un proceso para que la sociedad sea verdaderamente democrática, para que no se cometan los excesos y abusos que en un tiempo se cometieron. Lo mismo en el tema de las creencias y en eso hemos avanzado muchísimo.
 
Yo creo que la prensa aunque pueda estar todavía algo rezagada en cuanto a las necesidades del momento histórico de la revolución, sin embargo ha demostrado esfuerzos por avanzar y además que la gente está tomado conciencia de que esto es indispensable. Más allá de que el enemigo pueda aprovechar alguna de las informaciones que salgan, es necesario darla en medio de la lucha por eliminar la burocracia, por mejorar la economía, por hacer realmente un país más productivo, por mejorar en los niveles de todo tipo de educación, de cultura, sanitario. No creernos perfectos porque además la revolución es una obra inconclusa y el perfeccionamiento tiene que ser constante y permanente.
 
- ¿Pero hay esfuerzos en este sentido?
 
En el caso de la prensa, no creo que estemos en el peor momento, no.  Creo que estamos en el mejor momento para que cada vez más desempeñe el papel que le corresponde; pero, por supuesto, es responsabilidad nuestra, de los periodistas, los que tenemos que ser críticos en serio, pues la crítica festinada y ligera no debe caber de ninguna manera en nuestro periodismo. Nosotros siempre vamos a ser y tenemos que ser verídicos, objetivos, pero no imparciales. Nosotros no estamos imparciales con el imperio, nosotros estamos contra el imperio. Nosotros estamos contra la guerra, contra la xenofobia. Es decir, que nuestro periodismo tiene que ser crítico pero es militante, es revolucionario, tiene que estar al servicio del pueblo.
 
- Más allá del rol que puedan jugar los y las periodistas en sus respectivos medios, la cuestión es que también se impone considerar la pluralidad y diversidad de voces, por decir algo.
 
Yo creo que estamos en ese tema también porque allí entran las nuevas tecnologías. Es decir, ya el periodismo no tiene el monopolio de la difusión y de la verdad, porque cada vez más hay en el seno del pueblo el acceso a las nuevas tecnologías. Yo creo que es inevitable que eso se sienta en el ejercicio del propio periodismo porque, como bien dijo Eduardo Galeano, el pueblo cubano es muy criticón, el pueblo cubanos se caracteriza por eso. Pero si ésta es una gran ventaja, tiene otra desventaja muy grande: la de vivir a 90 millas del imperio que tiene un presupuesto enorme para subvertir el orden de Cuba, con una radio Martí, con una televisión Martí, con un montón de gente tratando de ir a Cuba a subvertir el orden con plata, con dinero, con soborno para reclutar sobre todo a la juventud.
 
- El que se apunte a la juventud obviamente no es gratuito, ¿No te parece?
 
Así es. Mira, por eso el Congreso fue dedicado a la juventud. Está claro que la juventud es el futuro del país. En este plano, no creo que haya una ruptura generacional, por el contrario la juventud cubana en este momento está en un instante de protagonismo grande.
 
Por cierto, hay gente que dice que la juventud está perdida, sin considerar que no estamos en una urna de cristal pues estamos recibiendo las influencias del mundo entero y eso llega de las telenovelas, de la música. Hay personas, por ejemplo, que están opuestas completamente a algunos géneros musicales pero el gobierno no puede hacerlo porque estaría limitando libertades. Ahora, la sociedad cubana está dando ejemplo de cómo se van dando pasos para reconocer los derechos del otro, la diversidad. 
 
Entonces, ¿qué hay que hacer? Hay que hacer que la radio cubana, que la televisión cubana, que la prensa cubana sean verdaderamente creíbles, que tengan la credibilidad y el prestigio necesarios y para eso hay que ir acompañando este proceso. Y este es un proceso que tiene el nombre de actualización, pero esa actualización significa perfeccionamiento y cambio. No hay que temerle a la palabra cambio ni a la palabra reforma.  Hay cosas que hay que reformar, hay cosas que cambiar, hay cosas que hay que modificar, hay prohibiciones que hay que levantar y cosas que tenemos que cuidar y que han costado tanta sangre.
 
* Este texto es parte de la revista América Latina en Movimiento, No. 465 de mayo de 2011, sobre Cuba: "transformaciones necesarias" (http://alainet.org/publica/465.phtml)

 

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