Oviedo precipita crisis política

25/08/1998
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La crisis política surgida en Paraguay, cuatro días después de que el Presidente Raúl Cubas Grau inició su mandato el pasado 15 de agosto, cuyo trasfondo son las pugnas dentro del Partido Colorado en el poder desde 1946, pone una vez más en entredicho la frágil estabilidad democrática del país. El Decreto presidencial firmado por Cubas el 18 de agosto, para conmutar la pena y liberar de la cárcel al general retirado Lino César Oviedo, provocó una tormenta política que ha unido a la oposición del país en torno a la defensa de la institucionalidad democrática, y amenaza con aislarle al presidente, cuando no hacer tambalear su mandato. Oviedo fue condenado a 10 años de prisión por un tribunal militar en el pasado mes de abril, por liderar un intento golpista en 1996. La sentencia le impidió seguir en la campaña presidencial. El rechazo proviene no solo de los sectores políticos de oposición, sino también de la cúpula del propio Partido Colorado, más cercana al Vicepresidente Luis María Argaña, amigo del ex-dictador Alfredo Stroessner, quién perdió contra Oviedo en las primarias presidenciales del Partido Colorado, el año pasado. El Congreso Nacional repudió el Decreto por mayoría y autorizó a los máximos dirigentes del organismo solicitar su anulación al Poder Judicial. Es más, en un hecho casi sin precedentes, los presidentes de los principales partidos políticos se declararon en Asamblea permanente para defender la institucionalidad del país. A ella acudieron: Bader Rachid, por el oficialista Partido Colorado; Domingo Laino, por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA); Carlos Filizzola, por el Partido Encuentro Nacional (PEN); y Carlos Ljubetic por el Partido Revolucionario Febrerista (PRF). Los partidos anunciaron un juicio político al Presidente; no obstante, reconocen que no tendrán la mayoría de dos tercios del Congreso necesaria para iniciarlo. Pero sí pueden llevar a cabo su amenaza de bloquear todos los proyectos de ley que envíe el Presidente, entre ellos los referidos a créditos por unos 800 millones de dólares de Japón y Taiwán, destinados a la reactivación de la frágil economía paraguaya. La Corte Suprema de Justicia, por su parte, dio a conocer que el Decreto carecía de sustento legal. Medida anunciada El gesto de Cubas en sí no sorprendió, puesto que fue ampliamente anunciado en su campaña electoral. Incluso hizo campaña con el lema: "Cubas al Gobierno y Oviedo al poder". Pero se esperaba que emplee los recursos legales del Parlamento para lograrlo. Cubas fue el binomio de la candidatura presidencial de Oviedo, hasta al arresto de éste, 20 días antes de las elecciones del 10 de mayo. Se estima que fue el propio Oviedo quien decidió precipitar el momento de su liberación, lo cual no permitió preparar las alianzas necesarias para evitar el aislamiento, con el resultado de que incluso la propia familia de Cubas se disoció del Presidente. Dos hermanos suyos renunciaron a sus puestos en el gobierno: el Ministro de Industrias y Comercio, Carlos, y Luis, portavoz del mandatario. Por su parte, otro hermano, el Senador Emilio Cubas denunció que "el presidente ha sido sometido por este hombre", en referencia a Oviedo. Las pugnas políticas No cabe duda de que el arresto de Oviedo en abril tuvo un motivo enminentemente político. Se estima que el propio Oviedo ayudó a Wasmosy a llegar al poder, incluso con fraude electoral. Pero luego se distanciaron. El intento fallido del golpe de abril de 1996, tenía como origen las pugnas internas por la candidatura presidencial del partido (ver ALAI 232, 10/5/96). Oviedo, hasta entonces comandante del ejército, fue retirado del servicio militar activo. El militar fundó entonces la Unión de Colorados Éticos, un sector del coloradismo que apoyaba su postulación a la presidencia. Pero fue después de que ganó las primarias presidenciales del Partido Colorado, el 7 de septiembre 1997, dejando fuera a Argaña y Carlos Facetti, ambos leales al entonces Presidente Wasmosy, que éste retomó la acusación de haber intentado derrocarlo, e inició la campaña para su arresto. No obstante, Oviedo goza de creciente popularidad. Su figura se destacó ya desde su rol en el derrocamiento del dictador Stroessner, en 1989. Y se estima que los votos por Cubas en mayo fueron esencialmente votos por el general. Con este respaldo popular, más la influencia que sigue teniendo en el aparato del Partido Colorado, mucha gente que se ha beneficiado de los sucesivos regímenes de la rosca de poder colorado en Paraguay ven amenazados sus intereses, si él regresa al escenario político. En cambio, para los sectores democráticos, aceptar la liberación de Oviedo fuera de toda legalidad constitucional, representaría un grave retroceso para el difícil proceso de democratización del país. Además, saben que Oviedo representa un poder detrás del trono presidencial que no responde a ningún mandato. Así, han denunciado al gesto de Cubas como un acto dictatorial.
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