En su desesperada defensa por sostenerse en el puesto, el todavía Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral, Luís Carlos Ugalde, se auto flagela, al exponer en palabras llanas que el correrlo sería tanto como aceptar el fraude electoral en los comicios presidenciales del 2006.

El chantaje está implícito, pero a la vez la mea culpa de los que organizaron, dirigieron y aprobaron la elección presidencial pasada. Para Ugalde y socios, perdón, y demás consejeros todo está perdido, y así lo deja claro el coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa Patrón, cuando afirma: El consejero presidente del IFE, ya no garantiza imparcialidad y por tal razón todos los partidos representados en el Congreso federal contemplan remover a los integrantes del Consejo General del órgano responsable de organizar los próximos comicios federales de 2009 y 2012.

Sólo cuestión de días la remoción o mejor dicho la depuración en el IFE, no obstante las impertinentes intromisiones en defensa de los impugnados consejeros electorales por parte del secretario de gobernación, el ínclito Francisco Ramírez Acuña, -quien casi a diario daña con esas sus constantes inoportunas e impropias intervenciones al gobierno de su jefe, el presidente Felipe Calderón Hinojosa-, y también del recién aparecido, Diego Fernández de Ceballos.

Como era de esperarse dichas impertinencias fueron paradas en seco por el Senado, puesto que es a quien corresponde legislar sobre la Reforma Electoral que fundamentalmente consiste en un renovado organismo con, obvio, nuevos consejeros.

Ramírez Acuña se alcanzó la puntada de decir que por un “capricho” las negociaciones de la Reforma Pectoral se habían roto, por lo que los coordinadores del Partido Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones y del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Navarrete reclamaron al del Partido Acción Nacional y nuevo presidente del órgano legislativo, Santiago Creel Miranda dicha intromisión ofensiva y provocadora con una oportuna pregunta: ¿Desde cuando negocia Bucareli los acuerdos con el Congreso?

Textual, Luís Carlos Ugalde, en su defensa de chantaje, esgrime equivocado que “Si el Congreso aprueba la remoción de los consejeros electorales estaría aceptando que, políticamente hablando, hubo fraude electoral en 2006, porque no se podría entender de otra manera por qué tenemos que irnos cuando hemos cumplido de manera legal con nuestra responsabilidad”. Y en esa su desvergüenza asegura que por esa razón los funcionarios electorales no tienen previsto renunciar y lo único que procedería sería implementarles juicio político.

Bueno sería que le tomaran a Ugalde la palabra y llevaran a juicio político a todos los consejeros electorales. En una o en otra forma, de dos en dos o todos juntos, para estos individuos del desprestigio, del descrédito y de la deshonra sus días están contados.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.  

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