La consulta Caribe

08/03/2010
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Adicional a los tarjetones para elegir congresistas, parlamentarios andinos y candidatos presidenciales de dos partidos, el próximo 14 de marzo los ciudadanos de ocho departamentos del Caribe colombiano -no se incluyó a Urabá- recibiremos de los jurados de votación una papeleta con la cual podremos expresar nuestra voluntad de tener una región autónoma lo que sin duda impulsará su desarrollo y la convertirá en una herramienta clave para lograr también el progreso de toda Colombia, cuya unidad jamás se pretende romper con este acto como algunos dicen.
 
El proceso está en un plano diferente a las normales pretensiones partidistas y a las candidaturas. Es un acto de madurez política, pues sin importar ideologías ni apetencias individuales o de grupos, muestra la capacidad de analizar y luchar por temas suprapartidistas de interés general, trabajando en unión armónica regional.
 
Los habitantes del Caribe y de todo el país debemos tener claros el sentido y los alcances de esta consulta para evitar desengaños por falsas expectativas, prevenciones y también para motivarla. Si se logra una mayoría importante no tendrá efectos jurídicos, pero será un hecho político difícil de desconocer por quienes llevan 18 años en mora de expedir la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT), que permitirá dar vida institucional, no sólo a la Región Caribe, sino también a otras regiones de Colombia.
 
Ese voto caribe es sólo el principio de un proceso que, aunque no es nuevo, tiene en éste acto un renovado aire democrático con argumentos sólidos y poder popular. Si bien este esfuerzo hoy lo hace la Región Caribe, varias regiones con identidad y fines comunes han expresado ante su interés por un reordenamiento territorial, que además es un mandato nacional obligado por la Constitución.
 
Entre otros, Antioquia, parte de la misma Costa Caribe, y los departamentos de Tolima, Cauca y Nariño ya han clamado antes por territorios acordes a la realidad social y económica vigente, con un manejo administrativo, fiscal y político más autónomo. El último líder de esta causa fue el asesinado gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria Correa en el año 2001, conjuntamente con Guillermo Alfonso Jaramillo, Floro Tunubalá y Parmenio Cuellar, gobernadores en ese entonces de Tolima, Cauca y Nariño, respectivamente.
 
Contrario a lo que algunos aquí piensan, está comprobado en el mundo que unas regiones vigorosas y cohesionadas interna y externamente fomentan el desarrollo, la solidez y la unidad nacional; son claves para enfrentar los retos de la globalización y del competitivo mundo actual e incrementan el peso específico de un país en el concierto internacional.
 
Un todo fuerte está conformado por partes fuertes y funcionalmente entrelazadas entre sí, y las ricas diversidades sociales, culturales, económicas, ambientales y geográficas deben reflejarse cabalmente en el espacio y en su composición.
 
Así pues que no se trata de un capricho aislado de los caribes (y no “costeños”, como algunos dicen), sino que responde a estudios serios y comparativos, que van de la mano de la historia y de los múltiples cambios que ha tenido Colombia, los cuales se deben evidenciar en una recomposición del territorio que conlleve una autonomía territorial con una redistribución y traspaso de funciones y competencias del Gobierno central a las regiones, y entre estas en algunos casos.
 
Luego de este Voto Caribe vendrán análisis más profundos bajo la concepción moderna del territorio, según la cual este implica no sólo la superficie sólida de los países, sino también el subsuelo, el aire y los mares, al igual que elementos inmateriales, como son los culturales, sociales y económicos, entre otros. Una lectura clara del territorio nos dará necesariamente nuevas regiones de diferentes rangos y fines, permanentes unos y temporales otros, con diversas funciones.
 
La campaña por la Región Caribe ha mostrado un inmenso entusiasmo popular, y el ahora tan de moda “guiño” -efectivo y sincero- de candidatos al Congreso, a la Presidencia y del mismo Uribe sería fundamental y benéfico para guiñadores y guiñados.
 
- Álvaro González Uribe es Abogado y columnista.  Integrante del Centro de Investigaciones en Gobierno y Políticas Públicas y coordinador de la Cátedra Abierta Rafael Celedón, Universidad del Magdalena, Santa Marta.
 
Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 197, Corporación Viva la Ciudadanía, Bogotá, marzo 13 de 2009. HUwww.viva.org.coU
 
https://www.alainet.org/es/active/36594

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