Reelección: paso de corruptores

17/09/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
En el largo y tortuoso camino para mantenerse en el poder, el régimen despótico de Álvaro Uribe Vélez está dispuesto a hacer lo que sea necesario. Tal y como estuvo dispuesto a hacer lo que fue necesario para llegar al mismo.
 
A partir de la fabricación de mayorías mediáticas y de una imprescindibilidad mesiánica, cada acto de este Gobierno ha estado dirigido a crear condiciones para perpetuarse, por encima de la legalidad y de la legitimidad.
 
Con la utilización de la táctica chapulinesca del “fue sin querer queriendo”, aún por estos días el padre de los “falsos positivos” o ejecuciones extrajudiciales repite incesantemente que no quiere perpetuarse en el poder mientras sus acciones y componendas demuestran todo lo contrario.
 
Sin querer queriendo, uno de sus áulicos se dio a la tarea de recolectar firmas y presentar al Congreso un “proyecto de referendo reeleccionista”. La supuesta iniciativa popular estuvo respaldada por grupos económicos entre los cuales estuvo DMG con un aporte de 5.000 millones de pesos según el propio David Murcia Guzmán y gran parte de contratistas y ex contratistas del Estado, además de que se violaron los montos establecidos por la ley. A estas alturas, el Consejo Nacional Electoral no ha hecho un pronunciamiento definitivo sobre esas violaciones como tampoco la Fiscalía General de la Nación que investiga a algunos de los miembros del “Comité Promotor” por fraude procesal.
 
El trámite del referendo estuvo colmado de burdas irregularidades. A punto de hundirse el proyecto en las postrimerías de la legislatura del año 2008, sin querer queriendo, a la medianoche del 16 de diciembre, madrugada del 17 de diciembre de 2008, el Gobierno expidió el decreto 4742 mediante el cual citó a sesiones extraordinarias.
 
Como si lo anterior fuera poco el texto fue modificado para enmendar el error con el cual se formuló la pregunta y que le permitía a Uribe Vélez postularse, pero en el 2014. En consecuencia, el texto inicial se cambió en el trámite ante el Congreso y así fue aprobado para permitir la postulación en el 2010. Se pasaron por encima los impedimentos y el país pudo ver en directo el espectáculo vergonzoso del ministro Valencia Cossio saltando de pupitre en pupitre hablando al oído de los congresistas.
 
En el trámite del referendo reeleccionista una vez más afloraron los ofrecimientos y las dádivas para votar a favor del empeño de perpetuarse en el poder. No hay dinero para aliviar el hambre de los 20 millones de pobres pero si para apropiar ciento catorce mil millones de pesos para realizar el referendo reeleccionista. Nuevamente se repartieron Notarías. El ex superintendente de Notariado y Registro Manuel Cuello Baute, denunció la compra de votos a favor de la reelección por Notarías. El “honorable” senador del partido conservador, Alirio Villamizar Afanador está detenido por estos hechos y en su residencia de Bucaramanga el CTI encontró cerca de 1.000 millones de pesos en efectivo, de los cuales deberá dar explicación.
 
Para quedarse en el poder, el régimen uribista ha venido utilizando los recursos públicos desde el momento mismo en que asumió el poder de la mano de los paramilitares. Los insulsos consejos comunales le han servido para recorrer el país en proselitismo permanente y los subsidios que ofrece dadivosamente a “Familias guardabosques” y “Familias en acción” - que llegan a 1.800.000 – son apenas un mecanismo para mantener activa y cautiva su “clientela”. Indudablemente, a los desamparados les asalta el temor de perder la limosna que han venido recibiendo durante 7 años, que lejos de solucionar su situación de desamparo los hunde en el abismo de la exclusión y la dependencia.
 
Sin querer queriendo, para mantener despejado el camino de su permanencia en el poder, el uribismo ha utilizado tácticas de seguimiento e interceptación ilegal de sus opositores, de periodistas y de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia con el único fin de minar las posibilidades democráticas de sus contradictores y deslegitimar a quienes han investigado y condenado a decenas de congresistas uribistas por vínculos con el paramilitarismo.
 
En desarrollo de su estrategia dictatorial, el gobierno de Uribe Vélez sojuzgó desde un comienzo los principios democráticos al quebrar el equilibrio de poderes previsto en la Constitución Política. Al impedirse la renovación, la designación de Procurador General de la Nación y Fiscal General de la Nación, por ejemplo, se han convertido en una opereta en la cual se escoge de ternas amañadas. Precisamente, en el caso del Fiscal, vacante desde el 1º de agosto, la Corte Suprema de Justicia acaba de considerar que la “terna” enviada por Uribe Vélez no es viable para votar, sustrayéndose de esta manera del juego y de la burla uribista.
 
El desequilibrio se presenta desde el momento en que el uribismo, con claras intenciones, se tomó por asalto el Consejo Superior de la Judicatura. Como se sabe, el artículo 254 de la Constitución Política dispone que la Sala Disciplinaria integrada por siete magistrados elegidos para un período de ocho años, son elegidos por el Congreso Nacional de ternas enviadas por el Gobierno. Como se sabe, el Congreso está integrado mayoritariamente por feudatarios uribistas, mayoritariamente investigados o en la cárcel por sus vínculos con el paramilitarismo. Mario Uribe Escobar, primo del Presidente, Álvaro Araujo Castro, Miguel Pinedo Vidal, Juan Manuel López Cabrales, Miguel de la Espriella y Zulema Jattin son apenas unos de ellos. Y estos “honorables” congresistas fueron los que aprobaron leyes y eligieron altos funcionarios.
 
El Consejo Superior de la Judicatura, en el bolsillo del uribismo, es el encargado de elaborar las listas para elegir magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado, por disposición del artículo 231 de la Constitución. Por ello, hoy las altas cortes albergan magistrados elegidos por iniciativa uribista.
 
Todo indica que en ejercicio de su consigna “Paso de corruptores”, los uribistas no se detendrán. Que a pocos días de aprobado el referendo reeleccionista, el ministro Valencia Cossio hubiese lanzado al aire la idea de “depurar” el censo electoral, aunque luego se desmintiera como es su costumbre, es fiel muestra de ello, tanteando el terreno y ambientando esa posibilidad que denota que se ven a gatas para obtener los 7.200.000 votos que se requieren y que intentarán asegurar el resultado de una eventual elección a como de lugar.
 
La tragonería reeleccionista de Uribe Vélez, su afán y talante dictatorial, acabaron con la incipiente democracia colombiana al cerrarle los espacios a fuerzas diferentes al parauribismo. Cada día que pasa se obstruyen aún más los canales democráticos e institucionales para hacer oposición. Tal y como aconteció durante el negro período del Frente Nacional (1958-1974) en el que liberales y conservadores se alternaron el poder en detrimento de otras fuerzas políticas y sociales, el país avanza bajo la consigna “Paso de corruptores” hacia la alternancia del poder entre el uribismo y el uribismo. El poder del uribismo para el uribismo.
 
La sociedad colombiana está en mora de reaccionar, de levantarse y sacudirse de la apatía que la envuelve. Las mayorías uribistas no son tales. Las encuestas las hace el que las paga y en las votaciones Uribe ha sido elegido con una abstención del 55%. ¿En dónde están las mayorías?
 
- José Hilario López es Abogado
 
Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 176, Corporación Viva la Ciudadanía, Bogotá, septiembre 18 de 2009. HUwww.viva.org.coU
https://www.alainet.org/es/active/33152
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS