La integración regional como vía para alcanzar la autonomía

18/08/2009
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América Latina y el Caribe, desde los años sesenta, es una región en proceso de formación y, ahora, desde inicios de los años 2000 es una región en proceso de autonomización. El progreso en el proceso de integración regional, sobre todo desde el año 2000, ha puesto por delante la promoción del proceso de autonomización de ALC. Esto es, cuando se plantea en serio la integración de la región, como modo de alcanzar el desarrollo económico-social y la unidad, ésta tiende a desplegarse, configurarse y posicionarse en el mundo. En la actualidad, la integración regional se nos presenta como la vía para alcanzar la autonomía de la región. Ahora bien, esta realidad regional se encuentra atravesada por dos procesos opuestos y en disputa, se trata del ciclo político neoliberal y el del ciclo político de izquierda moderada; el primero cuenta con más de 30 años y declina y el segundo con solo 10 años emerge y se emplaza. El ciclo político de izquierda moderada se hizo manifiesto desde el arribo al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela en 1998, seguido por la instalación de otros gobiernos semejantes en numerosos países de la región, hasta el triunfo de Mauricio Funes en El Salvador en 2009. Así, este proceso trajo como consecuencia el retroceso de los gobiernos neoliberales en toda la región, aunque todavía permanece un “núcleo duro” neoliberal formado por los gobiernos actuales de México, Colombia y Perú. Además, en la confrontación entre las fuerzas políticas neoliberales y las fuerzas políticas de izquierda moderada se encuentra una contradicción de fondo: neolatinoamericanismo vs neopanamericanismo, en donde las ideas regionalistas y autonomistas (integración regional alternativa y autónoma) se contraponen a las ideas continentalistas (integración continental neoliberal y heterónoma). Este es un momento histórico extraordinario, pues lo que está en curso es un proceso inédito de reinvención regional que busca alcanzar la unidad y autonomía de la región latinoamericana-caribeña.

 
Ahora bien, el momento histórico que experimenta la región fue favorecido por un contexto mundial donde se ha dado el encadenamiento de varios procesos internacionales. En primer lugar situaremos la crisis del neoliberalismo y del Consenso de Washington, así como del neopanamericanismo multilateral (versión ALCA) y del Consenso de las Cumbres de las Américas. Esto implicó que se rompieran las dos ataduras (la ideológico-política-económica y la geopolítica-geoeconómica) que mantuvieron la dependencia de la región con los EE.UU., con toda nitidez, desde los años setenta (la primera) y desde los años noventa (la segunda) del Siglo pasado. En segundo lugar, el alejamiento de los EE.UU. de la región, debido a la dedicación del gobierno de George W. Bush a las guerras de Afganistán y de Irak, seguido de su posicionamiento en el Medio Oriente y el despliegue militar contra Al Qaeda. En tercer lugar, el declive de los EE. UU. en tanto superpotencia económica mundial y su coexistencia con los otros polos económicos mundiales tradicionales como Alemania, Francia y Japón, y también con los nuevos polos económicos emergentes como China, India, Rusia, Brasil y Sudáfrica. Una situación de multipolaridad económica que favorece el inicio de nuevas relaciones geoeconómicas (y geopolíticas) de la región con China, Rusia, Irán y Francia, por ejemplo. En cuarto lugar, el estancamiento de la globalización económico-comercial, debido a la imposibilidad de un consenso en la Ronda de Doha de la OMC. A la cual se añade la crisis económico-financiera global, que se generó en los EE.UU. y se extendió a todo el mundo. En quinto lugar, tenemos el arribo al gobierno de los EE.UU. del demócrata Barack H. Obama, quien ha comenzado por modificar el modelo de desarrollo económico neoliberal y relativamente la política exterior para ALC. En este contexto ALC logra tomar distancia de los EE.UU. y también logra aflojar las viejas ataduras del sistema mundo moderno-colonial. ¿Es esta una situación histórica propicia para la región latinoamericana-caribeña?
 
Primera parte: el proceso de integración regional
 
En esta parte abordaremos el análisis de un conjunto de procesos favorables y desfavorables al avance de la integración regional de ALC; además, pondremos el acento sobre el proceso que apuntala la integración de la región: UNASUR, el cual, si bien es uno sudamericano, cuenta con las potencialidades suficientes para consolidarse, desenvolverse y desplegarse en ALC.
 
I
 
Lo que está en curso en ALC no se puede entender sin dos procesos, de los cuales el primero fue el detonador del segundo. El primero es la radicalización de los movimientos sociales en los años 90, el Foro Social Mundial-FSM y el Foro de São Paulo-FSP. Con seguridad aquí se encuentra la génesis de todos los cambios que se están realizando en ALC, es decir la dinámica intensa de los movimientos sociales durante toda la década de los años noventa, cuyas fuerzas más radicales fueron los movimientos indígenas (de Ecuador y Bolivia), el movimiento zapatista (de México), el movimiento de los Sin Tierra (en Brasil), el movimiento de Villa el Salvador (en Perú), los movimientos de mujeres, entre otros tantos. Todos estos movimientos sociales convergieron el FSM y participaron en la elaboración de una propuesta alternativa al neoliberalismo reinante en el mundo y en ALC: “otro mundo es posible”, “otra ALC es posible”. Así desde el 2001 (Porto Alegre-Brasil), año en que se funda el FSM, hasta el año 2008, el FSM se convirtió en el laboratorio mundial de la alternativa al neoliberalismo y en el centro de la acción mundial contra las fuerzas neoliberales. Es entonces relevante considerar al FSM como un laboratorio de ideas y propuestas. Según Jorge Ceja, en el V Foro Social Mundial se presentaron una variedad importante de propuestas, las que pueden sintetizarse en los siguientes ejes temáticos: 1. Pensamiento autónomo, reapropiación y socialización de los “saberes” y tecnologías. 2. Defendiendo las diversidades, la pluralidad y las identidades. 3. Artes y creación: construyendo las culturas de resistencias de los pueblos. 4. Comunicación: prácticas contrahegemónicas, derechos y alternativas. 5. Afirmando y defendiendo los bienes comunes de la tierra y de los pueblos como alternativa a la mercantilización y al control de las transnacionales. 6. Luchas sociales y alternativas democráticas – contra la dominación neoliberal. 7. Paz, desmilitarización y lucha contra la guerra, el libre comercio y la deuda. Hacia la construcción de un orden democrático internacional y la integración de los pueblos. 8. Economías soberanas por y para los pueblos – contra el capitalismo neoliberal. 9. Derechos humanos y dignidad para un mundo justo e igualitario. 10. Ética, cosmovisiones y espiritualidades – Resistencias y desafíos para un nuevo mundo. Todo esto entre otras tantas no menos importantes.[1]
 
La dinámica del FSM ha sido la siguiente; 2001 (Porto Alegre-Brasil), 2002 (Porto Alegre), 2003 (Porto Alegre), 2004 (Mumbai-India), 2005 (Porto Alegre), 2006 (Caracas-Venezuela), 2007 (Nairobi-Kenia), 2008 (Foros sociales regionales europeo, asiático, de las Américas, entre otros) y 2009 (Belem do Pará-Brasil). En su Carta de Principios, punto 1, el FSM se presenta como un espacio abierto de encuentro para “articular acciones eficaces por parte de las entidades y los movimientos de la sociedad civil que se opongan al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital o por cualquier forma de imperialismo y, también, empeñados en la construcción de una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres humanos y de estos con la Tierra”[2]. En el punto 2, se incorpora la proclama de Porto Alegre “otro mundo es posible”[3]. En el punto 4, se anota que se “se contraponen a un proceso de globalización, comandado por las grandes corporaciones multinacionales y por los gobiernos e instituciones que sirven a sus intereses, con la complicidad de los gobiernos nacionales [… y se define…] como meta consolidar una globalización solidaria que, como una nueva etapa en la historia del mundo, respete a los derechos humanos universales, a todos los ciudadanos y ciudadanas de todas las naciones y al medio ambiente, apoyándose en sistemas e instituciones internacionales democráticos que estén al servicio de la justicia social, de la igualdad y de la soberanía de los pueblos[4].
 
El FSM no solamente permitió cristalizar una alternativa política y social al neoliberalismo, sino que también propició la renovación de las elites sociales y políticas, especialmente las de ALC. En la misma perspectiva, el Foro de São Paulo-FSP, fundado en 1990 y que realizó su XIV Foro con la participación 844 delegados de 35 países, representantes de 70 partidos y movimientos de izquierda, también ha participado en este proceso de elaboración de alternativas al neoliberalismo y de renovación de las elites políticas partidarias. Por ejemplo, este XIV FSP emite una declaración final donde se anota que “no vivimos una época de cambios sino un cambio de época” y que “el momento político de América Latina se caracteriza por el continuo avance de las fuerzas políticas de izquierda y fuerzas sociales que se refleja en la conquista del gobierno por parte de fuerzas progresistas pertenecientes al Foro. Esto se da en 13 países de América Latina y el Caribe”[5].
 
El segundo es la emergencia de un ciclo de gobiernos de izquierda moderada. El dinamismo de los movimientos sociales y la renovación de las elites políticas trajo consigo el proceso de emergencia de gobiernos de “izquierda moderada” en AL, primero en América del Sur, después en América Central y finalmente en el Caribe. Veamos este proceso político: Hugo Chávez en Venezuela (1998-1999), Lula da Silva en Brasil (2003), Ernesto Kirchner en Argentina (2003), Martín Torrijos en Panamá (2004-2009), Leonel Fernández Reyna en República Dominicana (2004), Tabaré Vásquez en Uruguay (2005), Evo Morales en Bolivia (2006), Michelle Bachelet en Chile (2006), René Preval en Haití (2006), Daniel Ortega en Nicaragua (2007), Rafael Correa en Ecuador (2007), Cristina Fernández de Kirchner en Argentina (2007), Lula da Silva en Brasil (2007, segundo mandato), Alvaro Colom en Guatemala (2008), Fernando Lugo en Paraguay (2008) y Mauricio Funes en El Salvador (2009)[6].
 
Este ciclo político nuevo ha implicado el cambio paulatino de las elites políticas gubernamentales neoliberales en cada uno de los países citados, una suerte de alternancia entre las élites políticas neoliberales y las elites políticas de la izquierda moderada. Alternancia que se ha dado en regímenes democráticos y dentro del sistema capitalista. Ahora, ¿por qué de izquierda moderada? De manera resumida, estas izquierdas son moderadas porque actúan dentro del sistema, aceptan sus reglas y se desempeñan en sus instituciones; aunque no todas hacen lo mismo dentro del sistema. La génesis de estas izquierdas se encuentra en el proceso de crítica y rechazo al neoliberalismo-Consenso de Washington y al neopanamericanismo.
 
Veamos algunos de sus rasgos comunes: son democráticas, simpatizantes de la democracia participativa; se proponen revertir las consecuencias nefastas del capitalismo dependiente de corte neoliberal (el llamado Consenso de Washington). La teoría económica y social que los ha inspirado es el neoestructuralismo latinoamericano; son progresistas socialmente e impulsan políticas que se proponen generar el bienestar social general de la población y, sobre todo, de los sectores sociales en situación de pobreza y extrema pobreza; son contrarias al neopanamericanismo en sus versiones multilateral (Cumbre de las Américas y ALCA) y unilateral (firma de acuerdos bilaterales con los EE.UU.); se inclinan por un enfoque regional-latinoamericano y una visión geopolítica mundial sur-sur, esto es un neolatinoamericanismo. Estos rasgos son comunes, aunque se matizan y convierten en diferencias entre ellos, al punto que se pueden distinguir tres grupos de gobiernos de la izquierda moderada.
 
Los tres grupos de gobiernos de izquierda moderada son:
 
Primer Grupo: los transformadores
 
Conformado por los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), Rafael Correa (Ecuador) y René Preval (Haití). Son de posturas antineoliberales, se inclinan por un enfoque económico-social de tipo neoestructuralista radical, lo cual es acompañado de una formulación doctrinaria neosocialista (el “Socialismo del Siglo XXI”). Se puede decir que estos gobiernos son proclives a un neodesarrollismo nacional-regional radical, acompañado de proyectos económicos, sociales y culturales que buscan desbordar el marco del desenvolvimiento capitalista dependiente. También son de posiciones antineopanamericanas y claramente neolatinoamericanistas, pues les importa de sobremanera la unidad, autonomía e integración de la región. La mayoría de estos gobiernos han practicado transformaciones constitucionales profundas, definido planes de desarrollo nacional nuevos y elaborado políticas públicas nuevas, lo cual ha provocado las resistencias activas de las derechas neoliberales. Todos ellos llegaron apoyados por las amplias mayorías populares e indígenas (como en Bolivia y Ecuador) y continúan sustentados en éstas. Además, son partidarios del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), una corriente política integracionista que propone la refundación “desde abajo” del proceso integrador regional de ALC. La cabeza más visible de este grupo es el presidente Hugo Chávez de Venezuela; quién buscó acrecentar su liderazgo (muy discutido) durante los últimos años en los espacios latinoamericano, americano y mundial
 
Segundo Grupo: los reformadores
 
Conformado por los presidentes Lula da Silva (Brasil), Néstor Kichner y Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Tabaré Vásquez (Uruguay), y Fernando Lugo (Uruguay). El nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes, ha manifestado sus simpatías por este grupo. Son de posiciones antineoliberales, se inclinan por un enfoque económico y social neoestructuralista y promueven un neodesadesarrollismo nacional-regional, acompañado de proyectos de generación de empleo, combate de la pobreza y atención de las demandas sociales por seguridad social, salud, vivienda, educación, atención de los niños y de los ancianos. En este grupo se ha cuestionado seriamente el neopanamericanismo y son muy (neo)latinoamericanistas, es decir reflexionan y trabajan para lograr la unidad y autonomía de la región. Todos estos gobiernos elaboraron planes de desarrollo nacional-regional nuevos y definieron nuevas políticas públicas; son neodesarrollistas y las políticas públicas han estado orientadas a propiciar cambios parciales en las dimensiones económica, social, política y cultural de sus países. Además, llegaron al gobierno apoyados en las amplias mayorías populares, los ejercicios gubernamentales continúan sustentados en los movimientos populares, mismo si algunas veces estos movimientos se han puesto en contra de los gobiernos que eligieron. La apuesta por el MERCOSUR sigue estando en primer lugar y la apuesta por la Comunidad Sudamericana de Naciones (ahora UNASUR) continúa en segundo lugar. La cabeza más notable en este grupo de gobiernos es la de Lula da Silva. Este presidente ha jugado el rol articulador de los tres grupos de gobiernos de izquierda moderada y siempre trató de contribuir en la formulación de una suerte de “consenso político” latinoamericano-caribeño que posibilitara apuntalar los intereses de la región en las Américas y en el mundo.
 
Tercer grupo: los modernizadores
 
Integrado por Michel Bachelet (Chile), Martín Torrijos (Panamá, que acaba de salir de la presidencia, después de ser derrotado por un candidato de derecha), Leonel Fernández (República Dominicana) y Álvaro Colom (Guatemala). Son críticos del neoliberalismo dogmático tipo Consenso de Washington y cercanos de las propuestas del post-Consenso de Washington, razón por la cual practican políticas sociales de combate de la pobreza. En el continente son proclives al neopanamericanismo bilateral de los TLCs, en primer lugar, aunque también son neolatinoamericanistas, es decir las políticas exteriores de sus gobiernos privilegian las relaciones económicas y políticas bilaterales con los EE.UU. Para este grupo la integración de ALC se encuentra en el segundo lugar en las prioridades de las relaciones exteriores de sus países. Son visibles por haber introducido algunos ajustes en el modelo de desarrollo neoliberal y aplicado políticas públicas afines al post-consenso de Washington, esto es neoliberalismo suave más políticas sociales. Llegaron al gobierno con el apoyo de mayorías electorales, más no cuentan con el apoyo de los movimientos populares. La presidenta Michel Bachelet es la líder de este grupo, el que no ha logrado formarse claramente.
 
A pesar de las diferencias entre estos gobiernos de “izquierda moderada” por sus proyectos políticos: el societalista, lejano del neoliberalismo y del neopanamericanismo; el estatalista, distante del neoliberalismo y del neopanamericanismo; y el mercatalista, cercano del neoliberalismo y del neopanamericanismo, todos son progresistas[7] y contribuyen al avance económico y social de sus países y están propiciando una nueva dinámica e imagen de la región.
 
Antes de continuar, considero importante presentar algunos desarrollos para explicar el concepto de “izquierda” que he elaborado y usado en este trabajo. Por izquierda entendemos el posicionamiento político de diversas fuerzas socio-políticas contrario u opuesto a un fenómeno o proceso de naturaleza regresiva o negativa para la sociedad en su conjunto en un momento histórico determinado. El posicionamiento contrario a lo regresivo es lo progresivo. Y con lo progresivo comienza el movimiento de izquierda y hacia la izquierda. Estas fuerzas socio-políticas son los gobiernos de izquierda moderada y sus bases de sustento. Izquierda moderada porque se desenvuelven dentro del sistema, sus instituciones y las reglas de juego establecidas. El fenómeno es el neoliberalismo, los gobiernos y fuerzas sociales que lo impulsan. Este es regresivo porque usa el sistema como instrumento al servicio de la sola clase burguesa y, esencialmente, de su elite de millonarios y multimillonarios, dejando al margen a las clases medias y grandes mayorías populares; lo que pone en riesgo las conquistas fundamentales los seres humanos y las condiciones de vida de la humanidad en el planeta tierra. El momento histórico abarca el espacio- tiempo regional latinoamericano-caribeño y más de tres décadas (década de los setenta hasta la década de los años noventa); una situación donde la región ha involucionado en todas sus dimensiones. Esta, indudablemente, no es una definición doctrinaria (derecha = liberalismo, centro = populismo e Izquierda = socialismo), es una definición posicional. En esta izquierda moderada encontramos fuerzas progresistas, antiimperialistas, nacionalistas, democráticas, humanistas, pacifistas, desarrollistas, reformadoras, modernizadores, transformadoras, autonomistas, diferencialistas, liberadoras, emancipadoras, etc.[8]
 
II
 
En seguida, para comprender lo que está en curso en ALC es fundamental entender tres procesos de integración subregional estrechamente relacionados. Primero, el fortalecimiento y consolidación del MERCOSUR[9]. El MERCOSUR, desde su creación en 1991, ha atravesado las siguientes etapas: 1991-1994, los inicios y la conformación de un TLC con base en el Tratado de Asunción; 1994-2000, avance sustantivo en la creación de instituciones e implementación de una Unión Aduanera apoyados en el Protocolo de Ouro Preto; 2000-2005, relanzamiento, fortalecimiento y profundización; y desde el 2006 se busca su consolidación. Es decir, estamos ante un proceso integrador que ha cobrado una importancia de primer nivel para ALC por varias razones: por Brasil que juega el rol de Estado catalizador del proceso de integración; debido a que el MERCOSUR se ha transformado en un proceso integrador alternativo y se ha convertido en un centro de gravitación de los procesos de integración y de los países de ALC, especialmente de América del Sur (Venezuela se encuentra en proceso de asociación y Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Ecuador han sido incorporados como países asociados); en tercer lugar, porque está dirigido por gobiernos de izquierda moderada, mismo si hay diferencias entre ellos.
 
Segundo, el debilitamiento y decaimiento de la CAN[10]. En la CAN, si bien cuenta con un esquema político-institucional importante, los Estados comprometidos en el proceso integrador se comportan cada vez más de manera divergente. Venezuela fue el primero en salir, porque consideraba a la CAN como un esquema totalmente neoliberal y sin posibilidad alguna de ir hacia delante en su proceso de integración. A Perú, después de firma de un TLC con los EE.UU., le importa más esta relación geoeconómica (geopolítica para los EE.UU.) que su despliegue en la CAN. Bolivia (que ya solicitó formalmente su ingreso) y Ecuador cada vez más se orientan hacia el MERCOSUR. Y, Colombia es un Estado cautivo de los EE.UU., afín a su geopolítica y geoeconomía desplegada en Sudamérica. De esta manera, todo parece indicar que la CAN se encaminaría hacia su dispersión y fracaso. Pero, aunque parezca paradójico, la CAN tiende a mantenerse y trascender en el proceso de convergencia con el MERCOSUR.
 
Tercero, el avance del proyecto integrador sudamericano[11]. Desde la realización de la I Cumbre Sudamericana en el año 2000, hasta los momentos actuales, no cabe duda que se encuentra en movimiento el proceso integrador sudamericano. Y este proceso solamente se puede entender por el rol jugado por Brasil (como potencia regional y jugador inicialmente global) y por la importancia que reviste el MERCOSUR. Desde al año 2000 hasta el 2004 se realizaron cuatro Cumbres Sudamericanas, las que permitieron reavivar los aspiraciones latinoamericanistas de integración con la creación de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), la voluntad de conformar un espacio común sudamericano, concertar la creación del Área de Libre Comercio de Sudamérica (ALCSA) entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR y conformar laComunidad Sudamericana de Naciones(CSN). La CSN emprendió su camino a lo largo de los años 2005 (I Cumbre y una Cumbre extraordinaria), 2006 (II Cumbre) y 2007 (I Cumbre Energética Sudamericana), hasta definir una Agenda Prioritaria y un Programa de Acción, aprobar la creación de la Comisión Estratégica de Reflexión sobre el Proceso de Integración Sudamericano, definir los principios rectores y objetivos del “nuevo modelo de integración para el Siglo XXI” y crear una Comisión de Altos Funcionarios (luego Consejo de Delegados). Finalmente, en el mes de abril año de 2007 (Isla Margarita-Venezuela), durante la I Cumbre Energética Sudamericana, se decide por consenso renombrar este esfuerzo integrador como Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)y, un año más tarde, mayo de 2008, en la I Cumbre de la UNASUR se firma su Tratado Constitutivo.
 
Aquí bien vale la pena detenerse para profundizar en el análisis del proceso integrador sudamericano. En cuanto a la CSN, primero, se constituye el Foro de Presidentes América del Sur (1 de septiembre de 2000, en Brasilia, en el contexto de las conmemoraciones de los 500 Años del Descubrimiento de Brasil), donde el liderazgo de Brasil es remarcable; segundo, se formula una reivindicación central: el “espacio común suramericano”, como un “área singular de democracia, paz, cooperación solidaria, integración y desarrollo económico y social compartido”. Asimismo, se acuerda crear una “zona de paz suramericana”, consolidar la “identidad suramericana” y propiciar la “cohesión de América del Sur”. Esta afirmación en Sudamérica no descarta la región íntegra de ALC: “Articular América del Sur significa, por lo tanto, fortalecer América Latina y el Caribe”[12]; tercero, se apuntala la creación de una Zona de Libre Comercio entre el MERCOSUR y la CAN. Esta ZLC es entendida como un “espacio económico-comercial ampliado en América del Sur”, lo que implica la participación de Chile, Guyana y Surinam; cuarto, en infraestructura, se prevé un Plan de Acción para la Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur-IIRSA; quinto, el proyecto de “espacio común sudamericano” alcanza mayor precisión. Tres son las dimensiones que lo conforman: integración política, integración económica e integración física. Acto seguido se avanza en cada una de las tres dimensiones. En la primera dimensión se establece un “Mecanismo de Diálogo y Concertación Política”, además, se adopta la “Declaración sobre la Zona de Paz Sudamericana”. En la segunda dimensión, se sigue trabajando para concretar la Zona de Libre Comercio de América del Sur. En la tercera dimensión, se reafirma la vigencia e importancia de la “Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur-IIRSA” [13]; sexto, en Cusco-Perú, el 8 de diciembre de 2004, se logró el consenso para la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones-CSN, Así pues, la CSN nace de un trascendental consenso político de los presidentes sudamericanos; séptimo, el documento “Declaración de Cusco sobre la Comunidad Sudamericana de Naciones”[14], consta de tres partes: 1. La conformación de la CSN. 2. El espacio sudamericano integrado. 3. La acción de la CSN. En la primera parte, se anota que la CSN se conforma teniendo en cuenta “su determinación de desarrollar un espacio sudamericano integrado en lo político, social, económico, ambiental y de infraestructura, que fortalezca la identidad propia de América del Sur y que contribuya, a partir de una perspectiva subregional y, en articulación con otras experiencias de integración regional, al fortalecimiento de América Latina y el Caribe y les otorgue una mayor gravitación y representación en los foros internacionales”. En la segunda parte, se prescribe que su desarrollo y perfeccionamiento dependerá de los siguientes procesos: concertación y coordinación política y diplomática; profundización de la convergencia entre el MERCOSUR, la CAN, Chile, Surinam y Guyana; la integración física, energética y de comunicaciones; transferencia de tecnología y cooperación horizontal en todos los ámbitos de la ciencia, educación y cultura, entre otros. En la tercera parte, se consideran las instancias político-institucionales de conducción política (la Reunión de Presidentes), de decisión ejecutiva (la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores) del proceso y de gestión (una Secretaría Pro-témpore).
 
En el Tratado Constitutivo de la UNASUR[15], encontramos: es considerada como un “espacio de integración y de unión en lo cultural, social, económico y político entre sus pueblos”; que sus objetivos específicos son: el diálogo político y la concertación para reforzar la integración suramericana, el desarrollo social y humano con equidad e inclusión, erradicación del analfabetismo, el acceso universal a la educación de calidad, la integración energética, entre otros; que sus órganos institucionales son (ver ORGANIGRAMA: UNIÓN DE NACIONES SURAMERICANAS-UNASUR): el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, el Consejo de Ministras y de Ministros de Relaciones Exteriores, el Consejo de Delegadas y Delegados y la Secretaría General; también se consideran las fuentes primeras del naciente derecho regional; y se prevé la participación de la ciudadanía y la creación de un Parlamento Suramericano.
 
Presentamos enseguida un análisis sintético de la CSN/UNASUR. Estamos ante un proceso abierto de integración regional y es evidente que el proceso avanza rápidamente. El proceso tiene una fuerte connotación política, está liderado por Brasil e impulsado por los gobiernos de izquierda moderada de Suramérica, aunque también se han sumado los gobiernos neoliberales de Colombia y de Perú. El espacio de integración previsto es Suramérica y en base a la convergencia entre MERCOSUR y CAN. El MERCOSUR es referente y pivote del proceso de integración. El proceso de integración, por las dimensiones que se incluyen, es multidimensional, es decir es amplio. El proceso de integración está dotado todavía de una institucionalidad sencilla y liviana, de naturaleza intergubernamental; solamente la Secretaría General es inicialmente supranacional. La participación ciudadana esta prevista a futuro, como a futuro está prevista la institución de un Parlamento Suramericano. Es remarcable la emergencia de diversas instituciones suramericanas. Hay problemas políticos en el proceso de integración: los gobiernos neoliberales y neopanamericanos de Colombia y Perú, y las prácticas golpistas de las derechas oligarquías de Bolivia, Venezuela y Ecuador. La crítica importante que se puede hacer a este proceso integrador es que es uno ancho (por sus alcances y multidimensionalidad) pero superficial (por su intergubernamentabilidad). El proceso integrador suramericano está conducido directamente por las elites políticas gubernamentales nacionales y el funcionamiento de las instituciones dependen de ellas, es decir están supeditadas a los consensos ocasionales que permiten los múltiples intereses nacionales en juego. Es muy grave que no se haya previsto la conformación de un núcleo endógeno supranacional con capacidad para impulsar el proceso de integración. Este núcleo endógeno supranacional podría impulsar la dinámica del proceso integrador regional y defender y hacer progresar el interés regional.
 
Son remarcables en la dinámica de este proceso integrador sudamericano la concreción del Área de Libre Comercio de Sudamérica-ALCSA (2004), el diseño de su primer esquema político-institucional, la creación del Observatorio Social de América del Sur, la institución del Banco del Sur (2007), la puesta en marcha de la iniciativa energética con la creación de PETROSUR, PETROAMÉRICA y del Consejo Energético de Suramérica, el avance en la conectividad de la región por medio de la IIRSA, entre otros. El proceso de convergencia del MERCOSUR y de la CAN en la UNASUR es creador de Sudamérica, es decir de un espacio político y social nuevo para los sudamericanos, de un proceso de integración regional capaz de conformar un mesosistema de integración regional y de un proceso histórico inédito portador de la esperanza de unidad y autonomía de ALC.
 
III
 
También, tenemos que tener presente a dos procesos que se encuentran vinculados. Primero, el proceso inicial de convergencia entre el SICA y la CARICOM en el espacio del Gran Caribe. Antes algunas notas sobre estos dos procesos de integración subregional. Respecto de la SICA habría que decir que se ha orientado fuertemente hacia América del Norte, quedando vinculada a esta región por medio de la firma de un TLC con los EE.UU. (CAFTA-RD) y el proceso de integración en curso entre México y Centroamérica. Aunque la SICA intenta concretar un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, como manera de diversificar sus vínculos, todo parece indicar que esta subregión ha quedado muy ligada hacia América del Norte, el TLCAN y especialmente EE.UU. y México. Todo lo cual se muestra como no muy positivo para la concreción del objetivo de lograr la unidad y autonomía de la región. Pero, ha sucedido algo positivo, como lo veremos a continuación. Encambio la CARICOM, se muestra más dinámica y más cercana a la causa de la integración regional latinoamericana. Mismo si se trata de un proceso de integración regional pequeño, éste proceso ha logrado avanzar. Así, se ha decidido dar pasos hacia la concreción del Mercado y Economía Únicos, para lo cual un grupo de seis miembros decidieron establecer el Mercado Común de la CARICOM y los restantes han comprometido su adhesión para un poco más adelante (2008 posiblemente). Bien, lo que ha sucedido de interesante, entre estos dos contextos subregionales, es la apertura del proceso de acercamiento para concretar un área de libre comercio entre el SICA y la CARICOM, un TLC CA-CARICOM[16]. Por supuesto, esto es muy importante puesto que se estaría relanzando la idea de un Gran Caribe, lo que de alguna manera podría contribuir a dinamizar y hacer avanzar la Asociación de Estados del Caribe-AEC. Ahora, si bien este es un proceso muy inicial podría cobrar fortalezas e ir hacia adelante. Empero, esa ida se presenta como muy complicada de realización por la presencia de otro proceso que pasamos a analizar.
 
Segundo, el proceso de integración en marcha entre México y Centroamérica[17]. Es importante el avance de este proceso integrador Mesoamericano impulsado por México, desde los inicios de los años noventa. Veamos lo que esto implica. Es un proceso gobernado por el Foro de Diálogo y Concertación de Tuxtla-Gutiérrez y que se despliega en cuatro ámbitos de acción: el ámbito político; el ámbito del desarrollo; el ámbito de la Cooperación Técnica Regional y el ámbito económico, comercial y financiero. En estos cuatro dominios, siguiendo la estructura del esquema presentado, se realiza el Foro de Tuxtla-Gutiérrez que reúne a los presidentes de México y Centroamérica, se impulsa el Plan Puebla Panamá-PPP, al cual se ha integrado Colombia; se promueve la cooperación de México con Centroamérica, por medio de instituciones ad hoc de las partes; y se implementa el intercambio comercial sobre la base de TLCs bilaterales y de un TLC México-CA. Todo esto, visto desde el ángulo de la cooperación y el desarrollo, es sumamente positivo para el desenvolvimiento de los países centroamericanos y para el mismo México, sobre todo de sus entidades federativas sureñas (nueve Estados) comprendidas en el proceso integrador mesoamericano.
 
ESQUEMA
CAMPO DE LAS RELACIONES GEOPOLÍTICAS Y GEOECONÓMICAS DE MÉXICO CON CENTROAMÉRICA
 
 
Ahora, vista la misma situación desde otro ángulo, es decir desde el ángulo de la geopolítica, donde México aparece en alianza estratégica principal con los EE.UU. e integrado al TLCAN y el ASPAN, inmediatamente se plantean interrogantes ineludibles sobre la adhesión del proceso mesoamericano: ¿Es un proceso integrador neolatinoamericano o uno neopanamericano? ¿Este proceso es funcional al proyecto integrador norteamericano o al proyecto integrador latinoamericano? Como podemos ver las preguntas tocan cuestiones de fondo y las respuestas necesariamente pasan por el análisis de la política exterior de México y sus apuestas en América del Norte-AN y América Latina. En todo caso, por el momento, Mesoamérica aparece como una región central entre Norteamérica y Suramérica; una región articulada a Norteamérica por medio de México (miembro del TLCAN); y, además, una región situada al costado y vecina de Suramérica. Razones por las cuales el continente americano puede ser visualizado como tres regiones y América Latina vista como la suma de dos regiones. ¿Son estos escenarios de un futuro cercano? También podría suceder que México, aunque desde el TLCAN, apoyara la integración regional de toda ALC y la situación de la integración regional general avanzara rápidamente y un futuro promisorio se dibujara en el horizonte.    
 
IV
 
Ahora nos encontramos con otro proceso, el despliegue de la ALBA como una corriente integracionista latinoamericanista. LaAlternativa Bolivariana para las Américas-ALBAes unainiciativa lanzada por el presidente Hugo Chávez Frías de Venezuela en el contexto de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe en la Isla de Margarita, diciembre de 2001. Pero lacreación formal del ALBA solamente tuvo lugar en La Habana, Cuba, el 14 de diciembre de 2004, en una reunión de los presidentes de Fidel Castro de Cuba y Hugo Chávez de Venezuela, tal como consta en la Declaración Conjunta firmada por ambos.
 
En la Declaración Conjunta[18] se enuncia el “principio cardinal” que debe guiar la ALBA: “la solidaridad más amplia entre los pueblos de América Latina y el Caribe” y una “amplia visión latinoamericanista”. También se define su objetivo: “la transformación de las sociedades latinoamericanas”, que implica: sociedades más justas, cultas, participativas y solidarias; que aseguren la eliminación de las desigualdades sociales y fomenten la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos en la conformación de su propio destino.Además, se establecen 12 principios rectores del ALBA:
 
1.        El comercio y la inversión no deben ser fines en sí mismos, sino instrumentos para alcanzar un desarrollo justo y sustentable, pues la verdadera integración latinoamericana y caribeña no puede ser hija ciega del mercado, ni tampoco una simple estrategia para ampliar los mercados externos o estimular el comercio. Para lograrlo, se requiere una efectiva participación del Estado como regulador y coordinador de la actividad económica.
    1. Trato especial y diferenciado, que tenga en cuenta el nivel de desarrollo de los diversos países y la dimensión de sus economías, y que garantice el acceso de todas las naciones que participen en los beneficios que se deriven del proceso de integración.
    2. La complementariedad económica y la cooperación entre los países participantes y no la competencia entre países y producciones, de tal modo que se promueva una especialización productiva eficiente y competitiva que sea compatible con el desarrollo económico equilibrado en cada país, con las estrategias de lucha contra la pobreza y con la preservación de la identidad cultural de los pueblos.
    3. Cooperación y solidaridad que se exprese en planes especiales para los países menos desarrollados en la región, que incluya un Plan Continental contra el Analfabetismo, utilizando modernas tecnologías que ya fueron probadas en Venezuela; un plan latinoamericano de tratamiento gratuito de salud a ciudadanos que carecen de tales servicios y un plan de becas de carácter regional en las áreas de mayor interés para el desarrollo económico y social.
    4. Creación del Fondo de Emergencia Social, propuesto por el Presidente Hugo Chávez en la Cumbre de los Países Sudamericanos, celebrada recientemente en Ayacucho.
    5. Desarrollo integrador de las comunicaciones y el transporte entre los países latinoamericanos y caribeños, que incluya planes conjuntos de carreteras, ferrocarriles, líneas marítimas y aéreas, telecomunicaciones y otras.
    6. Acciones para propiciar la sostenibilidad del desarrollo mediante normas que protejan el medio ambiente, estimulen un uso racional de los recursos e impidan la proliferación de patrones de consumo derrochadores y ajenos a las realidades de nuestros pueblos.
    7. Integración energética entre los países de la región, que asegure el suministro estable de productos energéticos en beneficio de las sociedades latinoamericanas y caribeñas, como promueve la República Bolivariana de Venezuela con la creación de Petroamérica.
    8. Fomento de las inversiones de capitales latinoamericanos en la propia América Latina y el Caribe, con el objetivo de reducir la dependencia de los países de la región de los inversionistas foráneos. Para ello se crearían, entre otros, un Fondo Latinoamericano de Inversiones, un Banco de Desarrollo del Sur, y la Sociedad de Garantías Recíprocas Latinoamericanas.
    9. Defensa de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas e indígenas. Creación de la Televisora del Sur (TELESUR) como instrumento alternativo al servicio de la difusión de nuestras realidades.
    10. Medidas para que las normas de propiedad intelectual, al tiempo que protejan el patrimonio de los países latinoamericanos y caribeños frente a la voracidad de las empresas transnacionales, no se conviertan en un freno a la necesaria cooperación en todos los terrenos entre nuestros países.
    11. Concertación de posiciones en la esfera multilateral y en los procesos de negociación de todo tipo con países y bloques de otras regiones, incluida la lucha por la democratización y la transparencia en los organismos internacionales, particularmente en las Naciones Unidas y sus órganos.
 
El mes de enero de 2006, Evo Morales llega a la presidencia de Bolivia y difunde su iniciativa para impulsar el Tratado de Comercio de los Pueblos-TCP el 22 de enero de 2006[19]. El TCP considera que la integración comercial debe comprender principios como la complementación, la cooperación, la solidaridad, la reciprocidad, la prosperidad y el respeto a la soberanía de los países; además incorpora objetivos como la reducción efectiva de la pobreza, la preservación de las comunidades indígenas y el respecto a la naturaleza.
 
De esta manera, se establecen las bases para una convergencia entre el ALBA y el TCP y en abril de 2006 Bolivia-Cuba-Venezuela acordaron profundizar la construcción de un Tratado de Comercio de los Pueblos basado en los principios del ALBA y reiterar la Declaración Conjunta de Venezuela y Cuba de diciembre de 2004, en la que se expone un primer conjunto de bases conceptuales del ALBA. Bolivia se incorpora al ALBA, tal como se puede corroborar en el Acuerdo para la Aplicación de la Alternativa Bolivariana para las Américas, firmado por los presidentes Evo Morales Ayma de Bolivia, Hugo Chávez Frías de Venezuela y Fidel Castro Ruz de Cuba. Tiempo después se produjo la incorporación de nuevos socios. Daniel Ortega firmó en enero de 2007 un acuerdo para la incorporación de Nicaragua. En febrero de 2007 los Estados caribeños de Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas, pertenecientes a la CARICOM, suscriben un Memorando de Entendimiento para incorporarse al ALBA.
 
Así la ALBA ha servido de plataforma para que Cuba y Venezuela firmen acuerdos bilaterales sobre macroproyectos diversos; para que Argentina y Venezuela concreten la firma de 17 instrumentos de cooperación bilateral y 11 acuerdos bilaterales, se impulse la idea de creación del banco del Sur, se firme el Tratado Energético que establece la creación de Organización de Países Productores-Exportadores de Gas de Sudamérica (OPEGASUR), entre otras acciones importantes. Durante el año 2007 se realizó la V Cumbre del ALBA, lo que permitió institucionalizar la ALBA, entre otras propuestas de realizaciones.
 
Cierto, la ALBA es una corriente política integracionista latinoamericana y latinoamericanista, ella ha insistido en la importancia social y la conformación multidimensional de los procesos de integración subregional existentes, sobre todo ha reclamado un MECOSUR menos comercial, más social, más justo y más multidimensional; además, desde el ALBA se han desplegado iniciativas diversas de cooperación bilateral y multilateral basadas en los recursos petroleros importantes con los que cuenta el actual Gobierno de Venezuela. De esta manera, la ALBA ha comenzado a desplegar su influencia en la CARICOM, el SICA, el MERCOSUR y la CAN; una influencia moderada pero con la capacidad para lograr efectos en la dirección de la integración regional de ALC.
 
ORGANIGRAMA
ALTERNATIVA BOLIVARIANA PARA LAS AMÉRICAS-ALBA
 

FUENTE: ALBA (2009). Portal ALBA. Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, consultado a través del sitio web: http://www.alternativabolivariana.org/index.php (última consulta julio de 2009)

   

 

 
 
Aquí algunas críticas a la ALBA: ésta es sobre todo una corriente integracionista latinoamericanista y también es un proceso integrador inicial, pues todavía no logra conformar un esquema de integración; en este proceso se practica la cooperación internacional entre países asociados y amigos, sin que todavía se hayan logrado plasmar algunos niveles de interdependencia; las instituciones creadas son intergubernamentales, no hay ningún rasgo de supranacionalidad (no hay un núcleo de supranacionalidad), es decir dependen de la voluntad política de las elites gubernamentales; no hay vecindad y continuidad geográfica entre los países asociados, éstos países están dispersos en la región latinoamericana-caribeña; se pretende un movimiento integrador de “abajo hacia arriba”, pero en realidad es uno donde se combinan los procesos de “arriba hacia abajo” y de “abajo hacia arriba”, es decir se logra producir un encuentro positivo y creativo entre las élites políticas gubernamentales (Consejo de Ministros del Alba) y las élites de los movimientos sociales (Consejo de Movimientos Sociales del ALBA); esta corriente se ha sustentado en la diplomacia petrolera de H. Chávez y en la ideología del “Socialismo del Siglo XXI”, sustentos que posiblemente no sean muy duraderos (el primero) y consistentes (el segundo). Desde nuestro punto de vista, esta corriente integracionista latinoamericana y latinoamericanista podría jugar roles extraordinarios impulsando y dinamizando los procesos y esquemas de integración ya existentes, como la CARICOM, el SICA, la CAN, el MERCOSUR y la UNASUR.
 
Segunda parte: el proceso de autonomización regional
 
Ahora veamos algunos procesos políticos latinoamericano-caribeños favorables y desfavorables al proceso de autonomización de ALC. Pero, antes de avanzar será necesario apuntalar la idea de que no se puede entender el proceso de autonomización sin el proceso de regionalización de ALC y viceversa. Esta es una cuestión de suma importancia para entender lo que está sucediendo en nuestra región.
 
V
 
El primer proceso a referir es el ciclo neoliberal que cuenta con más de treinta años; se inicia con el golpe de de estado del General Pinochet en Chile (1973) y en la actualidad todavía permanece un “núcleo duro” constituido por los gobiernos de México, Colombia y Perú. La doctrina neoliberal se plasmó con el llamado Consenso de Washington[20] y fue aplicada de diversas maneras por los gobiernos de turno, encontrándose, en la actualidad en una situación de crisis y retirada. En México, Colombia y Perú todavía sigue vigente la aplicación de políticas neoliberales, pero con algunas modificaciones como la introducción de políticas sociales. En realidad, debido a su situación de crisis, el llamado Consenso de Washington ha ido evolucionando hacia una versión corregida y, después, hacia el Post-Consenso de Washington. Y desde este momento, se ha pasado a la experimentación y elaboración de propuestas alternativas, sobre todo en lo que se refiere al modelo de desarrollo económico-social. Los gobiernos de izquierda moderada y cada uno de los tres grupos de ellos se encuentran realizando dichos experimentos y ensayando nuevas políticas públicas.
 
Seguimos con el proceso de Cumbres de las Américas y de negociaciones para un ALCA. Estuvimos envueltos y casi quedamos cautivos de una nueva edición del neopanamericanismo. En 1990 se postula la Iniciativa de las Américas y con ella se impulsa una dinámica continental americana que buscará abarcar a toda ALC. Primero, se crea en 1992 el Tratado de Libre Comercio de las Américas-TLCAN (que incluye a México) y, segundo, se emprende el proceso de Cumbres de las Américas, cuyo objetivo fundamental es concretar el Área de Libre Comercio de las Américas-ALCA, es decir, un mercado de extensión continental. El proyecto era el de una integración continental heterónoma para ALC, cuyas consecuencias mayores podría haber sido el abandono del proceso de integración regional de ALC. Ya sabemos que este proyecto se estancó en el año 2005. Pero desde 1994, año en tuvo lugar la Primera Cumbre de las Américas, se sucedieron muchos acontecimientos, como el inicio de las negociaciones para el ALCA en la segunda Cumbre de las Américas de 1998, las discusiones sobre el primer y segundo borradores del Proyecto ALCA en la tercera Cumbre de las Américas de 2002; hasta llegar al punto de no acuerdo y el fracaso en la IV Cumbre de las Américas en el Mar del Plata-Argentina[21].
 
Los gobiernos de “izquierda moderada” pusieron por delante los fueros políticos de ALC en la IV Cumbre de las Américas[22]. En esta cumbre no se logró un consenso para la firma del tercer borrador del proyecto ALCA, debido a la resistencia de los países con gobiernos de “izquierda moderada”, sobre todo de los dos primeros grupos (los del ALBA y los del MERCOSUR). Los 34 presidentes de las Américas discrepan y se dividen en dos grupos: Primer grupo, liderados por los EE.UU., México y Colombia. Segundo grupo, liderados por Venezuela, Brasil y Argentina. El primer grupo se muestra afín al Consenso de Washington y al Neopanamericanismo. El segundo grupo se presenta como simpatizante de un “Consenso Latinoamericano” y de un Neolatinoamericanismo. En consecuencia, ALC se libera del proceso de Cumbres de las Américas (realizadas en función del neoliberal Consenso de Washington) y se desvincula del ALCA (Proyecto para formar un mercado continental). Así, se abren las posibilidades para experimentar e inventar un modelo de desarrollo económico-social alternativo y definir de un rumbo político propio para la región.
 
De esta manera cesó el neopanamericanismo multilateralista, impulsado por William Clinton durante sus dos periodos de gobierno (de enero de 1993 a enero de 2001). La apuesta del presidente demócrata Bill Clinton fue la de buscar un acuerdo político y económico para fundar una suerte de gobierno supranacional y un mercado transnacional continental, con lo cual se habría plasmado la refundación de la hegemonía norteamericana en el conjunto de países de las Américas. Ahora bien, como era de imaginarse, las cosas no quedaron tal cual, pues de la primera apuesta estadounidense se pasa a una segunda apuesta: el neopanamericanismo unilateralista, que se propone concretar acuerdos comerciales bilaterales entre los EE.UU. y algunos países de ALC. De esta manera, del intento para concretar un ALCA se pasa a las tentativas para formar “alquitas” (término usado por el presidente H. Chávez), habiendo los EE.UU. logrado firmar acuerdos bilaterales con Chile, Centroamérica-Rep. Dominicana (CAFTA-DR), Perú y Colombia (en espera de firma), entre otros intentos. Los propósitos del neopanamericanismo unilateralista del gobierno de G. W. Bush son los de desplegar su geopolítica y su geoeconomía en Centroamérica y Sudamérica para establecer una barrera de contención a las proyecciones de Brasil en Sudamérica y obstaculizar el avance de la UNASUR. Y no lo está logrando, pero si está creando serios problemas.
 
En esa perspectiva, el neopanamericanismo unilateralista implica también una geoestrategia para apuntalar los intereses nacionales norteamericanos en ALC. Estamos ante la puesta en plaza de acuerdos, iniciativas y planes de seguridad, desde América del Norte, pasando por México, hasta Colombia. Todo esto fue tomando forma bajo el nombre de Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte-ASPAN[23](2005),de la cual deriva la Iniciativa Mérida[24](2007),también llamado Plan México, que se articuló muy bien con el ya existente Plan Colombia (1999).Ahora bien, no olvidemos que estos procesos, a finales del Gobierno de G. W. Bush, fructificaron enlos Caminos a la prosperidad en las Américas,cuya I Cumbre Presidencial tuvo lugar en Nueva York-EE.UU., el 24 de septiembre de 2008[25]. En esta reunión estuvieron presentes los Jefes de Gobierno y de Estado de los países de América del Norte, de América Central (sin Nicaragua), República Dominicana, Colombia, Perú y Chile. Esta fue una reunión de los países que han alcanzado a firmar o se encuentran en vías de firmar algún TLC con los EE.UU., por eso en la declaración final se anota: “nos reunimos (…) para resaltar los significativos logros que hemos alcanzado en nuestro hemisferio por medio de un compromiso común con la liberalización del comercio y la inversión, la inclusión social, el desarrollo, el imperio de la ley y la democracia”[26]. También, se resalta “la importancia de los tratados de libre comercio integrales para promover la liberalización comercial y los regímenes de inversión […] y la continuación de los esfuerzos para promover la integración económica en el hemisferio”[27]. Esta Cumbre Presidencial fue seguida de la I Reunión Ministerial[28], el 10 de diciembre de 2008, en la Ciudad de Panamá-Panamá. Estuvieron presentes los Ministros de Relaciones Exteriores de los países de Norteamérica, Centroamérica (incluida Nicaragua), República Dominicana, Colombia, Perú y Chile. Además, también asistieron como observadores los representantes gubernamentales de Brasil, Ecuador y Uruguay. En esta reunión se adoptan los lineamientos y acciones siguientes: 1. Aumentar las oportunidades para nuestros ciudadanos, en particular los pequeños empresarios y agricultores, se beneficien del comercio, mediante el fomento de la capacidad comercial entre otras iniciativas (…) 2. Fomentar y profundizar una estructura abierta para el comercio regional que sea compatible que sea compatible con el sistema multilateral de comercio (…). 3. Expandir la cooperación regional relativa al desarrollo económico y la competitividad (…). 4. Mejorar la cooperación y el intercambio sobre mejores prácticas en materia de normas laborales y ambientales y su cumplimiento (…). 5. Conseguir la colaboración de la sociedad civil y del sector privado para el logro de estos objetivos, entre otros medios, por el fomento de las asociaciones público-privadas (…). Además se encargan algunos trabajos específicos: incrementar las oportunidades (Honduras), profundizar la arquitectura (Chile), ampliar la cooperación para el desarrollo y la competitividad (Panamá) y, aumentar la cooperación laboral y ambiental (Perú).
 
Durante el segundo mandado de George W. Bush (2004-2008) todavía se continuó colocando el énfasis en el tema de la seguridad (de los EE.UU. en primer lugar), pero se tuvo que rescatar el tema del comercio para colocarlo en un nivel de paridad en la agenda internacional. Esto sucedió, sobre todo, después de que el proyecto ALCA fue derrotado en la IV Cumbre de las Américas a finales del 2005. En consecuencia, el tema de la seguridad fue acompañado con el tema de la liberalización comercial y sus complementos como el desarrollo, el bienestar y la prosperidad. No es pues nada extraño que el ASPAN combine seguridad y prosperidad, como dos de sus componentes centrales. Ahora bien, es notable que a finales del segundo mandato de G. W. Bush se haya puesto mucho más énfasis en la prosperidad que en la seguridad, tal como se puede percibir en el proceso abierto de “Caminos a la Prosperidad en las Américas”. Todo indica que se buscaba dejar establecida una pauta para continuar con el afán para liberalizar el comercio y la inversión y promover la cooperación en el hemisferio, es decir una pauta para continuar con el neopanamericanismo unilateral o con lo que algunos autores han llamado el “Plan B del ALCA”. En fin, no podemos dejar de anotar que mientras, por un lado, se colocaba el énfasis en la prosperidad, por otro lado, se ponía el acento en la seguridad y se reactivaba la Cuarta Flota Naval (con destino Sudamericano), sin olvidar las acciones de desestabilización contra los gobiernos de izquierda moderada en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, entre otros.
 
Entre estos otros, está la capacidad de generar crisis política en ALC, como aquella que resultó del ataque por parte de las FF.AA. colombianas a un campo de las FARC. Como ya sabemos, el ataque de las FF.AA. de Colombia, apoyado desde las bases militares de los EE.UU., a un campo de las FARC en territorio ecuatoriano provocó una crisis política en AL. El ataque militar se realizó desde territorio colombiano a territorio ecuatoriano. En el ataque se usó asesoría y alta tecnología militar norteamericana. La base de las FARC preparaba las condiciones para un intercambio de rehenes por un grupo de sus militantes en prisiones del Estado colombiano. Como consecuencia, fueron asesinados los miembros de las FARC y algunos estudiantes mexicanos que se encontraban presentes, quedando algunas sobrevivientes; además se generó una crisis político-militar trilateral entre Colombia, Ecuador y Venezuela, la que repercutió en toda ALC.La crisis es encarada por dos vías diplomáticas: 1. La diplomacia de la OEA; 2. La diplomacia del Grupo de Río. La primera vía diplomática condujo a una reunión extraordinaria del Consejo de la OEA[29], que logró solamente paliar el conflicto, procediendo a nombrar una Comisión encargada de elaborar un informe con recomendaciones. La siguiente reunión de la OEA, después de analizar el citado informe[30] donde se reconoce de hecho la violación de las fronteras y la soberanía de Ecuador, tampoco emite una condena sobre la agresión de Colombia a Ecuador, pues los EE.UU. se encargaron de desactivar toda crítica fuerte. La segunda vía diplomática llevó a una reunión del Grupo de Río[31], que fue la que finalmente resolvió la crisis: el presidente Uribe pide perdón y se da un apretón de manos y un abrazo con los presidentes Correa y Chávez.
 
Claro está que el encono, las acusaciones y las discrepancias continuaron. Ahora bien, en esta coyuntura un problema de fondo se presentaba con toda claridad en el panorama político latinoamericano-caribeño: la política exterior norteamericana del Gobierno de G. W. Bush detrás (e impulsando) de la política exterior (e interior) del Gobierno de A. Uribe y en confrontación con las políticas exteriores de la mayoría de gobiernos de la región. A estas alturas de los acontecimientos, en ALC queda en claro que tanto la política exterior (e interior) del Gobierno de Álvaro Uribe (neoliberal, neopanamericano y militarista) como el accionar de las FARC (movimiento guerrillero de corte estaliniano y militarista) son negativos para el proceso de afirmación de la UNASUR y de la región latinoamericana y caribeña, pues, en la actualidad, el gobierno de A. Uribe no se explica sin el movimiento guerrillero de las FARC y el movimiento guerrillero de las FARC no se explica sin el gobierno de A. Uribe.
 
Como resultado de la crisis política regional, que fue resulta parcialmente gracias a la Diplomacia del Grupo de Río, se formuló la necesidad de crear una Organización de Estados Latinoamericanos o en su caso de una Organización de Estados Sudamericanos-OES. Y, posiblemente, si no se avanzó más en esta iniciativa es porque se estaba por fundar la Unión Sudamericana de Naciones-UNASUR, es decir un esquema de integración suramericano más prometedor que un simple régimen internacional. Por otro lado, en el contexto todavía de la Comunidad Sudamericana de Naciones-CSN, se reúne la I Conferencia de ministros de defensa de la CSN (julio de 2006) y se considera necesario promover mecanismos que, basados en los principios de soberanía y no intervención, faciliten la cooperación para luchar de manera más efectiva contra las amenazas a la defensa y seguridad de América del Sur conforme al ordenamiento jurídico de cada país. A finales del 2006, la Comisión Estratégica de Reflexión proponía la elaboración de una doctrina de defensa regional y la creación de una Junta Sudamericana de Defensa[32]. Finalmente, en la I Cumbre de la UNASUR, que tuvo como finalidad la firma de su Tratado Constitutivo, se contempló la creación del Consejo de Defensa Sudamericano.
 
VI
 
América del Sur y toda América Latina y el Caribe se encaminaron en el 2008 hacia niveles notables de autonomía política. En mayo de 2008 se firmó el Tratado Constitutivo de la UNASUR e, inmediatamente después, se vio obligada a realizar una demostración de capacidad política autónoma ante la inestabilidad política de Bolivia, una suerte de golpe civil propiciado por los gobernadores de derecha y secesionistas de los Departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija, aunque también apoyado por Chuquisaca. Los sucesos se desencadenaron después del “referendo revocatorio” (10 de agosto de 2008) que impulsó el Presidente Morales con la finalidad de probar la legitimidad del Presidente, el Vicepresidente y de ocho gobernadores, dentro de los cuales se encontraban los opositores al Gobierno de Evo Morales. La revuelta de la derecha tuvo como centro al Departamento de Pando y se desencadenó alrededor del 11 de septiembre de 2008. Ante esto el Gobierno de Evo Morales recibió el apoyo de la UNASUR, tal como consta en la Declaración de la Moneda[33]: “decidido respaldo al Gobierno Constitucional del Presidente de la República de Bolivia Evo Morales”; “rechazan enérgicamente y no reconocerán cualquier situación que implique un intento de golpe civil, la ruptura del orden institucional o que comprometan la integridad territorial de la República de Bolivia”; “condenan el ataque a instalaciones gubernamentales y a la fuerza pública por parte de grupos que buscan la desestabilización de la democracia boliviana”; “hacen un llamado a todos los actores políticos y sociales involucrados a que tomen las medidas necesarias para que cesen inmediatamente las acciones de violencia, intimidación y desacato a la institucionalidad democrática y al orden jurídico establecido”; “expresan su más firme condena a la masacre que se vivió en el Departamento de Pando”; “Instan a todos los miembros de la sociedad boliviana a preservar la unidad nacional y la integridad territorial de ese país”, etc.
 
La UNASUR estrenó sus capacidades Político-diplomáticas estabilizadoras ante el “golpe civil” de la derechas secesionistas de Bolivia, logrando respaldar al Gobierno democrático de Evo Morales y solucionar la crisis interna coyuntural que se había producido. Como es conocido, la oposición de los Gobernadores de Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando y Chuquisaca al Gobierno de Evo Morales ha continuado. Pero, esto no ha impedido, que el Presidente de Bolivia realice el referendo constitucional para aprobar la nueva Constitución de la República (25 de enero de 2009). Así, la demostración de fortaleza político-diplomática de la UNASUR se habría constituido como un paso importante hacia el logro de mayores niveles de autonomía para ALC.
 
Después vino lo más importante, la I Cumbre de América Latina y del Caribe[34] y la creación del Consejo de Defensa Sudamericano-CDS[35] y del Consejo Suramericano de Salud[36]. Esta fue una reunión presidencial de ALC y tuvo lugar en Sauípe-Bahía, Brasil, el 16 y 17 de diciembre de 2008. Asistieron los presidentes y presidentas de todos los países de ALC, salvo los de Colombia, Perú y El Salvador, que fueron representados por sus Ministros de Relaciones Exteriores. El presidente Lula da Silva de Brasil fue quién impulsó esta iniciativa. Esta fue la primera Cumbre con el objeto de debatir sobre la “unidad de la región”, sin la presencia de los EE.UU. y de modo alternativo a los “Caminos hacia la Prosperidad de las Américas”, que había realizado su I Reunión Ministerial días antes, el 10 de diciembre en Panamá. Este fue un acontecimiento político-diplomático de primer orden, que no se había producido desde hace 200 años en toda ALC. También fue una Cumbre sin la presencia de España y Portugal y de la UE, es decir sin la influencia de las Cumbres Iberoamericana y Euro-Latinoamericana. Antes de esta Cumbre latinoamericana-caribeña tuvieron lugar las Cumbres de la SICA, la CARICOM y de la ALBA. Esta Cumbre implico un movimiento político-diplomático sin igual en toda ALC, pues se tenía previsto realizar cuatro Cumbres a la vez: la del MERCOSUR, la de UNASUR, la del Grupo de Río y la de ALC. Esta Cumbre permitió resolver problemas político-diplomáticos pendientes, como la incorporación plena de Cuba al Grupo de Río y a la misma Cumbre de ALC, las diferencias entre México y Cuba, entre Venezuela y México, entre otras. Muy importante es la condena de los 50 años de bloqueo por parte de los EE.UU. a Cuba y la demanda de su levantamiento. Los temas centrales de la Cumbre fueron la integración y el desarrollo, profundizar la integración regional (mediante el diálogo, la interacción y la sinergia entre los mecanismos regionales y subregionales de integración de ALC) y avanzar hacia el desarrollo (mediante la articulación de proyectos comunes y complementarios); también se planteó la cuestión de la integración regional como modo de interacción de ALC con el mundo. Entre otros temas importantes que fueron tratados tenemos:
 
*         Promoción de la democracia, la justicia social, la erradicación de la pobreza, el combate al analfabetismo, el enriquecimiento de la cultura, el desarrollo tecnológico y el crecimiento de las economías de sus países.
*         Promover la articulación y convergencia de acciones, por medio del intercambio de experiencias y la identificación de áreas de cooperación entre los distintos mecanismos de integración (…)
*         Compromiso para un desarrollo regional sustentable, integrado, no excluyente y equitativo (…)
*         Un orden internacional más justo, equitativo y armónico (…)
*         Subrayaron que la democracia, los derechos humanos, las libertades fundamentales y el desarrollo son interdependientes (…)
*         Superar la pobreza y la exclusión social; reafirmaron la determinación de poner en marcha una vigorosa agenda social en la región; subrayaron la importancia de políticas y programas destinados a ampliar las oportunidades para toda la población, particularmente para los sectores más vulnerables, erradicación del hambre y la pobreza, asegurar el acceso a la vivienda, trabajo digno, y decente, así como el acceso universal y de calidad a los servicios básicos de salud y educación.
*          
*         Fortalecimiento de la cooperación sur-sur
 
En realidad no solamente de reflexionó sobre la unidad de la región, sino ante todo sobre su autonomía. Esta Cumbre de ALC fue una demostración de su capacidad alternativa frente los “Caminos hacia la Prosperidad de las Américas” y de fortalezas ante la cercanía de la V Cumbre de las Américas. Unidad y autonomía, integración regional y desarrollo, pues bien, estos son algunas de las ideas fuerza con las cuales, en la Declaración de Salvador-Bahía, se esboza otra idea de ALC, otro proyecto para ALC, otro camino para ALC y otro futuro para ALC. Estas ideas, proyecto, camino y futuro para ALC están lejos del Consenso de Washington (y del Post-Consenso de Washington) y del neopanamericanismo multilateral y unilateral.
 
La creación del Consejo de Defensa Sudamericano-CDS ha significado también un paso importante en la dirección de la concreción de la autonomía de ALC. El 5 de julio de 2006 Hugo Chávez declaraba: “debe llegar el día en que el MERCOSUR tenga una organización de defensa donde vayamos fusionando las fuerzas armadas de nuestros países”[37]. Y, al parecer, estas ideas no quedaron en el olvido. Así, en Bogotá, el 14 de julio de 2006, se realizó la I Conferencia de Ministros de Defensa de la Comunidad Sudamericana de Naciones[38]. En ella se consideró necesario promover en la región mecanismos que, basados en los principios de soberanía y no intervención, faciliten la cooperación para luchar de manera más efectiva contra las amenazas a la defensa y seguridad de América del Sur conforme al ordenamiento jurídico de cada país. Para fines de 2006, la Comisión Estratégica de Reflexión ya consideraba una doctrina de defensa regional y una Junta Sudamericana de Defensa. Finalmente, en la II Cumbre de la UNASUR, Sauipe-Bahía, diciembre de 2008, se aprueba la creación del Consejo de Defensa Sudamericano y, en Santiago de Chile, 10 de marzo de 2009, en su I Reunión será sancionado su respectivo Plan de Acción 2009-2010. [39]
 
En el documento “Decisión para el establecimiento del Consejo de Defensa Suramericano de la UNASUR”,[40] se define la naturaleza de este órgano: “Créase el Consejo de Defensa Suramericano como una instancia de consulta, cooperación y coordinación en materia de Defensa en armonía con las disposiciones del Tratado Constitutivo de la UNASUR (…)”. Asimismo, se enuncian sus objetivos generales: “a) Consolidar Suramérica como una zona de paz, base para la estabilidad democrática y el desarrollo integral de nuestros pueblos, y como contribución a la paz mundial. b) Construir una identidad suramericana en materia de defensa, que tome en cuenta las características subregionales y nacionales, y que contribuya al fortalecimiento de la unidad de América Latina y el Caribe. C) Generar consensos para fortalecer la cooperación regional en materia de defensa". El CDS no se propone, en estos momentos, la formación de unas fuerzas armadas convencionales suramericanas con la finalidad de realizar operaciones militares regionales o extrarregionales.
 
VII
 
El año 2009 aparecieron las fortalezas y debilidades en el proceso integración-autonomización de ALC, pues el Gobierno de Barack H. Obama comenzó a elaborar y precisar una política exterior para ALC. En primer lugar, retomó el Proceso de Cumbre de las Américas (estancado desde 2005) y, en segundo lugar, reemprendió la vía que se había trazado al final del segundo Gobierno de G. W. Bush, esto es los “Caminos hacia la Prosperidad de las Américas”.
 
La V Cumbre de las Américas era el primer contacto del nuevo presidente demócrata de los EE.UU. con todos los presidentes de ALC (excepción de Cuba). Respecto de esta reunión político-diplomática había muchas expectativas, aunque también mucho escepticismo. Las expectativas se fundaban en las nuevas posibilidades de cooperación que se podrían abrir cuando el nuevo jefe demócrata de la casa Blanca se reuniría con sus pares los jefes y jefas de gobierno de los países de América Latina y el Caribe y. entre ellos, con aquellos y aquellas de izquierda moderada. El escepticismo se basaba en las prácticas distantes y unilaterales de los dos gobiernos de G. W. Bush respecto de toda ALC. Todo parece indicar que el encuentro entre los presidentes y presidentas de las Américas fue sumamente constructivo y prometedor. El presidente de los EE.UU., quien había visitado previamente al presidente Felipe Calderón H. de México, pudo departir amigablemente con todos y todas sus pares de las Américas; también logró acercarse a sus pares del SICA, la CARICOM y la UNASUR. En síntesis, todo indica que se lograron restablecer los canales de diálogo y cooperación entre los gobiernos de las Américas, que un clima de respeto político-diplomático mutuo se instaló en el sistema político interamericano y, que América Latina y el Caribe se mantuvo cohesionada, soberana y autónoma. Debido a ello se logró planear la demanda general de todos los presidentes y presidentas de los países de ALC para que EE.UU. levante el bloqueo injusto e ilegal contra Cuba y para su reincorporación al Sistema Interamericano y a la OEA. En clima político diplomático fue tal, que incluso el presidente H. Chávez de Venezuela decidió reponer su embajador en Washington, el había sido retirado por diferencias políticas. Pero, al final de la Cumbre se presentaron algunos problemas con la firma de la Declaración de Compromiso de Puerto España, que por haber sido redactada y acordada con anterioridad, estaba bajo la influenciada de la diplomacia del gobierno saliente de G. W. Bush y no tomaba en cuenta la crisis financiera global en curso en el mundo.
 
Ahora echemos una mirada rápida en la “Declaración de Compromiso de Puerto España: Asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sustentabilidad ambiental”[41]. En el preámbulo del documento aparecen las ideas fuertes: renovación de la cooperación, integración y solidaridad; compromiso de protección y promoción de las libertades públicas y civiles, de mejoramiento del bienestar social, económico y cultural de todos los pueblos; crear condiciones para lograr justicia, prosperidad, seguridad y paz para los pueblos de las Américas, entre otras ideas importantes. Enseguida, el documento se encuentra organizado en torno a cuatro ejes temáticos importantes: prosperidad humana, seguridad energética y pública, sostenibilidad ambiental y gobernabilidad democrática.
 
En fin, lo importante a subrayar es que la V Cumbre de las Américas, en primer lugar, ha permitido retomar y relanzar el llamado Proceso de Cumbres de las Américas, esto es se continuarán reeditando las Cumbres de las Américas, las Reuniones de Ministros de las Américas (en los diversos ramos contemplados) y otras reuniones complementarias, y también se reactivará el esquema institucional creado para la implementación y seguimiento de las decisiones tomadas por los presidentes de las Américas; en segundo lugar, se ha logrado establecer una conexión entre el espíritu de de las Cumbres de las Américas y el aliento de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte; en tercer lugar se mantiene la idea de la integración comercial hemisférica, aunque no se busca retomar y reactivar el fracasado proyecto ALCA; finalmente, queda latente la posible continuidad con la firma de TLCs bilaterales entre los EE.UU. y otros países de ALC.
 
Poco tiempo después, tuvo lugar la II Reunión Ministerial de los “Caminos hacia la Prosperidad de las Américas”[42], el 31 de mayo y pudimos ver con claridad cómo el gobierno de Barack H. Obama retomaba el legado de política exterior dejado por George W. Bush para ALC. En esta Reunión Ministerial participaron los países miembros del TLCAN y SICA-RD, así como Colombia, Perú y Chile; además asistieron como observadores los representantes gubernamentales de Brasil, Ecuador y Uruguay. Esta reunión sirvió para que se siguieran apuntalando los objetivos trazados en la I Reunión Ministerial: “Reconocemos que los Tratados de Libre Comercio contribuyen al crecimiento económico y desarrollo integral de nuestras sociedades, y resolvemos trabajar en la profundización de los lazos comerciales que nos unen, promoviendo nuestras iniciativas comerciales y de inversión con un espíritu de inclusión social”; “Resolvemos además redoblar nuestros esfuerzos para adoptar políticas y programas que fomenten la prosperidad y el desarrollo sostenible (…)”. Además, en esta reunión se utilizó como “termómetro” para mediar la temperatura de las opiniones acerca del tema de la reincorporación de Cuba a la OEA, tema que se abordaría en la XXXIX Asamblea General de este organismo continental.
 
Esta II Reunión Ministerial, con toda certeza, es la rehabilitación del neopanamericanismo unilateral o del llamado “Plan B del ALCA”. El Gobierno de Barack H. Obama continúa con la política exterior de George W. Bush para ALC, pues ha logrado reagrupar a todos los países que han firmado algún TLC con los EE.UU. con la finalidad de lanzar una estrategia de intervención en toda la región, claro está de manera más diplomática, consensuada y colocando el acento en el tema de la prosperidad, aunque sin dejar de lado el tema de la seguridad. ¿Pero qué más se busca con una alianza de gobiernos que comienza en América del Norte, sigue en Mesoamérica y Centroamérica (incluye la República Dominicana) y continúa por Colombia, Perú y Chile?
 
La Secretaria de Estado de los Estados Unidos Hillary Clinton, que estuvo presente en la II Reunión Ministerial de los “Caminos hacia la Prosperidad de las Américas”, también participó en la investidura del nuevo Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, que tuvo lugar un día después, el 1 de junio de 2009. Dicho sea de paso, también en El Salvador arribó al gobierno un político de la izquierda moderada. Esta estadía de la Secretaría de Estado del Gobierno de los EE.UU. fue muy corta, puesto que al día siguiente debería estar presente en San Pedro de Sula- Honduras para asistir a la XXXIX Asamblea General de la OEA. Efectivamente, la XXXIX Asamblea General se realizó en san Pedro de Sula los días 2, 3 y 4 de junio. Como se trataba de un periodo ordinario de sesiones la agenda era muy densa, pero uno de ellos se refería a la situación de Cuba, excluida de este organismo desde 1962, es decir desde hace algo más de 47 años. La propuesta para levantar sin condicionamiento alguno la exclusión de Cuba fue apuntala por los gobiernos de izquierda moderada y era en general aceptada por todos los gobiernos de ALC. No era el caso del Gobierno de los EE.UU. representado por su Secretaría de Estado Hillary Clinton, pues se argumentaba que primero el Gobierno de Cuba debería demostrar su buena voluntad emprendiendo cambios y reformas encaminados a fortalecer la defensa de los derechos humanos y el sistema democrático. Finalmente, un Grupo de Trabajo Especial de Cancilleres buscó resolver el impasse y se logró una salida condensada. La Resolución sobre Cuba[43], aprobada en la tercera sesión plenaria, el 3 de junio, resuelve: 1. Que la Resolución VI adoptada el 31 de enero de 1962, en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, mediante la cual se excluyó al Gobierno de Cuba de su participación en el sistema interamericano, queda sin efecto en la Organización de Estados Americanos (OEA). 2. Que la participación de la República de Cuba en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del Gobierno de la República de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA.
 
Respecto de lo acontecido en la XXXIX Asamblea Genaro de la OEA, se puede anotar que fue notable la manera como ALC mantiene su unidad política y logra apuntalar la propuesta para anular la resolución de 1962 y así deja la puerta abierta para una posible reincorporación de Cuba a dicho organismo multilateral. Este fue un acto de solidaridad con la hermana República Socialista de Cuba y un acto de compromiso con un neolatinoamericanismo. Ahora, habrá que reconocer también la moderación con la que actuó el Gobierno de los EE.UU.; que dicho sea de paso es mucho más avanzado que el nefasto gobierno paso de George W. Bush. Ahora, queda todavía en la agenda del gobierno demócrata de Barack H. Obama un problema mayor: levantar el ignominioso bloqueo contra Cuba. ¿Acaso hay justificante alguno para mantenerlo?
 
Bien, las fortalezas son evidentes, ALC se cohesiona y fortalece políticamente debido al rol constructivo, progresista y de avanzada de los gobiernos de izquierda moderada. Esto sucede durante la V Cumbre de las Américas y la XXXIX Asamblea general de la OEA. Pero, las debilidades ya están manifiestas, pues un grupo de países de ALC se han asociado a la nueva estrategia de intervención de los EE.UU. en la región, lo cual posiblemente generará problemas nuevos entre los gobiernos de ALC.
 
A modo de conclusiones
 
Se ha abierto un proceso que apunta hacia la autonomía política y económica de la región latinoamericana y caribeña, debido a las luchas de los movimientos sociales y la activación de las sociedades civiles, la renovación de las elites políticas partidarias, la constitución de un ciclo político de gobiernos de izquierda moderada, el fortalecimiento y consolidación del MERCOSUR, la creación de un proceso integrador sudamericano como el UNASUR, el liderazgo suave de Brasil, el impacto propositivo y constructivo de la corriente integradora de la ALBA, la puesta en marcha de un importante número de proyectos como el Banco del Sur, Petrosur, Telesur, Consejo de Defensa Sudamericano, entre otros. También, es de suma importancia que se haya creado un espacio político-diplomático para el encuentro y debate de todos los gobiernos de la región, esta es la Cumbre de América Latina y el Caribe.
 
Los gobiernos de izquierda moderada en ALC han propiciado la apertura de un proceso de profundización de la democracia, de progreso económico-social, de mayor bienestar para los pueblos y, sobre todo, para las poblaciones que viven en situación de pobreza y de extrema pobreza. Esto proceso sigue en curso y cuenta con una duración de diez años. Pero debemos recordar que estas izquierdas moderadas se erigieron en base a la crítica del Consenso de Washington (neoliberalismo made in USA para ALC) y del neopanamericanismo multilateral (proyecto ALCA), es decir sobre la base del rechazo al modelo de desarrollo económico financiero y comercial de orientación neoliberal y del proyecto de integración continental de naturaleza neopanamericana, las dos ataduras con las cuales los EE.UU. buscaba sujetarnos por largo tiempo más. Todo esto fue criticado y revertido, más no completamente. La reactivación del Proceso de Cumbres de las Américas y la continuación con los Caminos para la Prosperidad de las Américas dejan planteadas interrogantes muy serias.
 
¿Todavía cuenta con energías para seguir su curso el ciclo de gobiernos de izquierda moderada? Para ensayar una respuesta se impone una evaluación seria sobre las realizaciones impulsadas por los gobiernos de izquierda moderada en lo económico, social, político, cultural, regional e internacional. En algo hemos avanzado en esta importante tarea académica. Así, anotaremos que se han realizado importantes cambios en todos los países donde han gobernado y siguen gobernando las izquierdas moderadas. Se han buscado innovaciones en el modelo de desarrollo económico-social, colocándose el énfasis en los sectores productivos industrial, agrícola y minero; se han impulsando políticas públicas sociales para combatir la pobreza y la extrema pobreza; se ha promovido la participación ciudadana y reforzado la democracia; se ha impulsado la integración regional y se ha buscado una nueva reinserción internacional para la región. Empero, mismo si todas estas realizaciones son positivas, es evidente que quedan muchas tareas pendientes y, sobre todo, queda sin mucha claridad si se logrado plasmar, aunque sea inicialmente, un modelo de desarrollo económico-social nacional-regional en ALC. Es preocupante, que el ciclo político de gobiernos de izquierdas moderadas, solamente tenga una existencia de 10 años y ya muestre algunas debilidades, como la derrota de sufrida por los continuadores de Martín Torrijos y la llegada al poder de un nuevo gobierno de derecha en Panamá, la derrota de los candidatos del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones parciales recientes de Argentina y la incertidumbre que existe en Brasil sobre el final del gobierno de Luiz I. Lula da Silva. A esto se añaden los acontecimientos en Honduras, donde la derecha oligárquica ni siquiera ha sido capaz de tolerar un gobierno liberal de centro-izquierda como el de Manuel Zelaya, que se había acercado e incorporado a la ALBA.
 
Es relevante anotar que la crisis mundial del capitalismo financiero, caracterizado por ser desregulado (sin regulación estatal), desbocado (en la explotación de recursos humanos y naturales) e hiperclasista (solamente favorece a la burguesía y su elite se millonarios y supermillonarios), ha afectado el crecimiento económico que la región latinoamericana-caribeña ha vivido durante gran parte de esta primera década del Siglo XXI. Esto merma las posibilidades de más y nuevas realizaciones de los gobiernos de izquierda moderada, como continuar innovando en las perspectivas de un capitalismo endógeno nacional-regional, de carácter productivo, regulado, social, solidario con los pobres y de bienestar general, más afín con las realidades latinoamericana-caribeñas..
 
 Antes de finalizar, no dejaremos de plantear la siguiente pregunta: ¿Se están agotando los gobiernos de izquierda moderada? No tan rápido. Nosotros pensamos que todavía seguiremos experimentando unos buenos años más con los gobiernos de izquierda moderada. Y que si el pensamiento crítico, que emerge y despliega en toda América Latina y el Caribe, trabajara para establecer la conexión de la propuesta de desarrollo endógeno nacional-regional de la corriente neoestructuralista (Oswaldo Sunkel y otros), es decir un desarrollo capitalista latinoamericano-caribeño (que es grosso modo el camino que siguen los gobiernos de izquierda moderada), con la propuesta de descolonización económica, política, social y cultural de la corriente neomarxista radical (Aníbal Quijano, Enrique Dussel y otros), que consideran posible un socialismo reinventado para la región, y con la propuesta del Buen Vivir del Movimiento Indígena, entonces se sostendrá y prevalecerá el curso histórico abierto en nuestra región.
 
Guadalajara-Jalisco, México, julio de 2009.
 
-Alberto Rocha Valencia es Profesor-investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos. Universidad de Guadalajara.
Para este trabajo he contado con el apoyo del Mtro. Daniel E. Morales Ruvalcaba, a quién le manifestamos nuestro reconocimiento y agradecimiento. El Mtro. Daniel E. Morales es Master en Estudios Contemporáneos de América Latina por la U. Complutense de Madrid y Maestro en Ciencia Sociales por la U. de Guadalajara.

 


[1] CEJA MARTÍNEZ, Jorge (2006). “Propuestas para la construcción de otro mundo: El caso del V Foro Social Mundial”, Rev, Perspectivas No 29, enero-junio, Sao Paulo-Brasil.
[2] FSM (2002). “Carta de Principios del Foro Social Mundial”, documento consultado a través del sitio web: http://www.forumsocialmundial.org.br/main.php?id_menu=4&cd_language=4 (última consulta junio de 2009), punto: 1
[3] Ibíd., punto 2
[4] Ibíd., punto: 4
[5] FORO DE SAO PAULO (2008). “Declaración final. XIV Encuentro del Foro de São Paulo”, documento consultado a través del sitio web: http://www.pt.org.br/portalpt/foro/noticias.php?codigo=41 (última consulta julio de 2009)
[6] ROCHA VALENCIA, Alberto (2008a). “América Latina entre el ciclo político neoliberal en declive y el ciclo político de izquierda moderada en auge”, en revista electrónica Configuraciones Latinoamericanas, no. 1: http://www.cucsh.udg.mx/sitios/deila/revista_configuraciones/pdf/al_ciclo_politico.pdf (última consulta julio de 2009); ROCHA VALENCIA, Alberto (2008b). “La autonomía política y económica de América Latina”, en revista electrónica Configuraciones Latinoamericanas, no. 2: www.configuracioneslatinoamericanas.com/pdf_n2/introduccion_n2.pdf (última consulta junio de 2009)
[7] Cfr.: ELIAS, Antonio (2006). Los gobiernos progresistas en debate: Argentina, Brasil, Chile Venezuela y Uruguay, CLACSO; ZIBECHI, Raúl (2009). “La irresistible decadencia del progresismo”, en La Jornada, viernes 3 de julio. Sobre el tema de la izquierda en ALC también consultar Stolowicz , Beatriz (coordinadora) (2007): Gobiernos de izquierda en América Latina. Un balance político. Ediciones Aurora, Colombia.
[8] Dejo sentado que gustó mucho el artículo de Immanuel Wallerstein: “¿Qué tan a la izquierda se ha movido América Latina?¨, en la Jornada, México, Lunes 19 de mayo de 2009. En este trabajo I. Wallerstein escribe: “Entonces, ¿qué suma todo esto? Ciertamente no es una “revolución” en el sentido tradicional del término. Lo que significa es que el punto medio de la política latinoamericana, el locus del “centro”, se ha movido considerablemente a la izquierda de donde estaba hace apenas diez años. Esto debe ponerse en el contexto de un movimiento mundial Este viraje hacia la izquierda está ocurriendo en Medio Oriente y en Asia Oriental también. De hecho ocurre también en Estados Unidos. El impacto de la recesión económica, que probablemente pronto se vuelva aun más severa, sin duda empujará todavía más estas tendencias”.
[9] ROCHA VALENCIA, Alberto (2006a). “La dimensión político-institucional creciente y dinámica del MERCOSUR”, en: AMAYO ZEVALLOS, Enrique, Jaime Estay Reyno, Jaime Preciado Coronado, Alberto Rocha Valencia y Germán Sánchez Daza (Coordinadores). El MERCOSUR en la integración latinoamericana y caribeña: contextos, dimensiones y procesos, UdeG/BUAP, páginas: 165-228.
[10] MORALES RUVALCABA, Daniel Efrén (2008). “El proceso histórico de la integración andina: del Grupo Andino a la CAN, 1967-2007”; en revista electrónica Configuraciones Latinoamericanas, no. 2: http://www.configuracioneslatinoamericanas.com/pdf/d_morales.pdf (última consulta junio de 2009).
[11] ROCHA VALENCIA, Alberto (2008c). “Geopolítica y geoeconomía de la Comunidad Sudamericana de Naciones: Brasil el ‘catalizador’ y MERCOSUR un ‘centro de gravitación’”, en: ROCHA VALENCIA, Alberto y Jaime Preciado Coronado (Coords.). Proyectos y estrategias de integración. América Latina y el Caribe en el contexto de América del Norte y de Europa, Universidad de Guadalajara, páginas: 287-317; MORALES RUVALCABA, Daniel Efrén (2009a). “Arquitectura de la integración regional: UNASUR en obra negra”, documento consultado a través del sitio web: http://dialogosudamericano.com/blog/?p=136#more-136 (última consulta julio de 2009); MORALES RUVALCABA, Daniel Efrén, Aldo Rogelio Ponce y Alberto Rocha Valencia (2004). “La integración sudamericana: El proceso de convergencia del MERCOSUR y la CAN a través del ALCSA”, en: MEDINA NÚÑEZ, Ignacio (Coord.). Integración, democracia y desarrollo en América Latina: retos para el siglo XXI. SEP/CEDeFT; Morelos-México, páginas: 175-233.
[12] REUNIÓN DE PRESIDENTES DE AMÉRICA DEL SUR (2000). “Comunicado de Brasilia”, documento consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/documentos/dec_int/di1-9-00.htm (última consulta julio de 2009).
[13] REUNIÓN DE PRESIDENTES DE AMÉRICA DEL SUR (2002). “Consenso de Guayaquil sobre Integración, Seguridad e Infraestructura para el Desarrollo”, documento consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/documentos/dec_int/Consenso_guayaquil.htm (última consulta julio de 2009). Sobre la Primera y Segunda Cumbre Presidencial Sudamericana, cfr.: SECRETARÍA PERMANENTE DEL SELA (2002a). “Las Cumbres Suramericanas: la nueva ruta de la convergencia”, documento consultado a través del sitio: http://www.sela.org/DB/ricsela/EDOCS/SRed/2005/11/T023600001217-0-Notas_Estrat%E9gicas_N%B0_41.htm (última consulta julio de 2009); SECRETARÍA PERMANENTE DEL SELA (2002b). “El Consenso de Guayaquil sobre integración, seguridad y desarrollo: elementos para el análisis de la viabilidad de sus propuestas”, documento consultado a través del sitio web: http://www.sela.org/public_html/AA2K2/esp/docs/globa/spdi23/spdi23-1.htm (última consulta julio de 2009).
[14] REUNIÓN DE PRESIDENTES DE AMÉRICA DEL SUR (2004a). “Declaración del Cusco sobre la Comunidad Sudamericana de Naciones”, documento consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/documentos/dec_int/cusco_sudamerica.htm (última consulta julio de 2009). Vale la pena registrar que después de reunión en Cusco, los presidentes sudamericanos se trasladaron a la ciudad de Ayacucho, para celebrar los 180 años de las batallas de Junín y Ayacucho, que sellaron la independencia de Hispanoamérica, y de la convocatoria del Congreso Anfictiónico de Panamá. Cfr., REUNIÓN DE PRESIDENTES DE AMÉRICA DEL SUR (2004b). “Declaración de Ayacucho”, documento consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/documentos/dec_int/ayacucho_sudamerica.htm (última consulta julio de 2009).
[15] UNASUR (2008). “Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas”, consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/unasur/tratado_constitutivo.htm (última consulta julio de 2009).
[16] MORALES RUVALCABA, Daniel Efrén (2009b). “Hacia la consolidación de la integración caribeña: CARICOM, 2006-2009”, documento consultado a través del sitio web: http://dialogosudamericano.com/blog/?p=143#more-143 (última consulta julio de 2009)
[17] ROCHA VALENCIA, Alberto (2006b). “La geopolítica de México en Centroamérica: ¿una hegemonía regional?”, en: VILLAFUERTE SOLÍS, Daniel y Xochitl Leyva Solano (Coords.). Geoeconomía y geopolítica en el área del Plan Puebla-Panamá. CIESAS-Porrúa Editores, páginas: 39-83.
[18] ALBA (2004). “Declaración Conjunta”, documento consultado a través del sitio web: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2004/esp/d141204e.html (última consulta julio de 2009)
[19] ALBA (2006). “Acuerdo para la aplicación de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y el Tratado de Comercio de los Pueblos”, documento consultado a través del sitio web: http://www.alternativabolivariana.org/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=516 (última consulta julio de 2009)
[20] WILLIAMSON, John (1990). “What Washington means by policy reform”, documento consultado a través del sitio web: http://www.petersoninstitute.org/publications/papers/paper.cfm?ResearchID=486 (última consulta junio de 2009); WILLIAMSON, John (2002). “Did de Washington Consensus Fail?”. documento en línea consultado a través del sitio web: http://www.iie.com/publications/papers/paper.cfm?researchid=488 (última consulta junio de 2009)
[21] Cfr., ROCHA VALENCIA, Alberto y Jaime Preciado Coronado (2008). Proyectos y estrategias de integración. América Latina y el Caribe en el contexto de América del Norte y de Europa, Universidad de Guadalajara.
[22] CUMBRE DE LAS AMÉRICAS (2009). “Declaración de compromiso de Puerto España”, documento consultado a través del sitio web: http://www.summit-americas.org/V_Summit/decl_comm_pos_sp.pdf (última consulta julio de 2009)
[23] ASPAN (2005). “Declaración Conjunta”, documento consultado a través del sitio web: http://aspan.fox.presidencia.gob.mx/?c=56 (última consulta julio de 2009)
[24] EMBAJADA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MÉXICO (2009). “Seguridad y fronteras. Iniciativa Mérida”, consultado a través del sitio web: http://mexico.usembassy.gov/sborders_Iniciativa_Merida.html (última consulta julio de 2009)
[25] CAMINOS A LA PROSPERIDAD EN LAS AMÉRICAS (2008a). “Communiqué: Pathways to Prosperity in the Americas”, documento consultado a través del sitio web: http://www.pathways-caminos.gov/112547.htm (última consulta julio de 2009).
[26] DEPARTAMENTO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS (2008). “Comunicado sobre los Caminos hacia la prosperidad en las Américas”, documento consultado a través del sitio web: http://www.america.gov/st/peacesec-spanish/2008/September/20080924173336pii0.2130854.html (última consulta julio de 2009); punto: 1.
[27] Ibíd., punto: 3
[28] CAMINOS A LA PROSPERIDAD EN LAS AMÉRICAS (2008b). “Caminos a la Prosperidad en las Américas: lineamientos y acciones para aumentar las oportunidades económicas y la justicia social a través del comercio y la inversión”, documento consultado a través del sitio web: http://www.pathways-caminos.gov/docs/113158.htm (última consulta julio de 2009).
[29] OEA (2008a). “Resolución de la Vigésimo Quinta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores”, documento consultado a través del sitio web: http://scm.oas.org/doc_public/SPANISH/HIST_08/RC00118S04.doc (última consulta julio de 2009).
[30] OEA (2008b). “Informe de la Comisión de la OEA que visitó Ecuador y Colombia”, documento consultado a través del sitio web: http://www.oas.org/CONSEJO/SP/docs/RC00089S01.DOC (última consulta julio de 2009).
[31] GRUPO DE RÍO (2008). “Declaración del Grupo de Río sobre la decisión de los gobiernos de Colombia y Ecuador de reanudar relaciones diplomáticas”, documento consultado a través del sitio web: http://www.sre.gob.mx/dgomra/grio/Documentos/Comunicados/08_5_Ecu-Col.htm (última consulta julio de 2009).
[32] COMISIÓN ESTRATÉGICA DE REFLEXIÓN (2006), “Documento final de la Comisión Estratégica de Reflexión. Un nuevo modelo de integración de América del Sur: hacia la Unión Sudamericana de Naciones”, consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/documentos/dec_int/dec_cochabamba_reflexion.htm (última consulta julio de 2009); punto: 3.
[33] CONSEJO DE JEFAS Y JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DE LA UNASUR (2008a). “Declaración de La Moneda”, consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/unasur/15-9-08com_bolivia.htm (última consulta julio de 2009)
[34] CALC (2009). “Declaración de la Cumbre de América Latina y el Caribe”, documento en línea consultado a través del sitio web: http://www.presidencia.gob.mx/prensa/?contenido=40965 (última consulta julio de 2009)
[35] CONSEJO DE JEFAS Y JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DE LA UNASUR (2008b). “Decisión para el establecimiento del Consejo de Defensa Suramericano de la UNASUR”, consultado a través del sitio web: http://www.ssg.cl/portal/documentos/unasur/DecisionUNASUR11DIC0804.doc (última consulta julio de 2009)
[36] CONSEJO DE JEFAS Y JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO DE LA UNASUR (2008c). “Decisión para el establecimiento del Consejo de Salud Suramericano de la UNASUR”, consultado a través del sitio web: http://www.minsal.cl/ici/ocai/unasur2.pdf (última consulta julio de 2009).
[37] EL CLARÍN (2006), “Chávez propone una fuerza militar común en el Mercosur”, documento consultado a través del sitio web: http://www.clarin.com/diario/2006/07/05/um/m-01228425.htm (última consulta julio de 2009)
[38] MINISTROS DE DEFENSA DE LA CSN (2006), “Declaración de Bogotá”, documento consultado a través del sitio web: http://www.defesanet.com.br/docs/casa.pdf (última consulta julio de 2009).
[39] I REUNIÓN DEL CONSEJO DE DEFENSA SURAMERICANO (2009). “Declaración de Santiago de Chile”, documento consultado a través del sitio web: http://www.comunidadandina.org/unasur/10-3-09com_defensa.htm (última consulta julio de 2009).
[40] III REUNIÓN ORDINARIA DE LA UNASUR (2008), “Decisión para el Establecimiento del Consejo de Defensa Suramericano de la UNASUR”, op.cit.
[41] CUMBRE DE LAS AMÉRICAS, op. cit., documento en versión electrónica.
[42] CAMINOS A LA PROSPERIDAD EN LAS AMÉRICAS (2009). “Declaración, II Reunión Ministerial, Caminos a la Prosperidad en las Américas”, documento consultado a través del sitio web: http://www.pathways-caminos.gov/docs/125263.htm (última consulta julio de 2009).
[43] OEA (2009). “AG/RES. 2438 (XXXIX-O/09). Resolución sobre Cuba”, documento consultado a través del sitio web: http://www.oas.org/39ag/documents/AGRES-2438S.doc (última consulta julio de 2009)

 

 

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