Los bosques nos dan vida

06/07/2009
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Las mujeres, en la amazonía peruana, son quienes se encargan de cuidar el espacio que habitan. Ellas poseen y conservan conocimientos ancestrales que transmiten a las nuevas generaciones y son las que, junto a sus compañeros, resisten y denuncian el proceso de degradación ambiental provocado por la deforestación y contaminación de las empresas petroleras.
 
"Los madereros tumban los árboles, grandes y chicos, malogrando el medio ambiente no sólo para los pueblos indígenas, sino para el Perú. La empresa petrolera no cumple las reglas como en su país, acá botan los desperdicios, contaminan el agua y matan los peces", dijo a SEMlac Luzmila Chiricente Mahuanca, presidenta de la Federación Regional de Mujeres Ashaninkas, Nomatsiguengas y Kakintes de la Selva Central (FREMANK).
 
Para las comunidades nativas, cada día es más difícil sembrar ecológicamente sus productos, pues la contaminación de los suelos lo impide y les obliga a migrar en busca de mejores zonas.
 
"Ahorita estamos produciendo ecológicamente, tenemos que cuidar nuestro territorio para las generaciones que vienen porque de allí una se alimenta, saca para su vivienda, su medicina y su artesanía. Para nosotras, la tierra es el pulmón de nuestra generación. Nuestros padres, abuelos, tatarabuelos, han muerto defendiéndola; es nuestra madre, es nuestra sangre", afirmó.
 
La explotación de los recursos naturales de la amazonía peruana no ha reportado ningún beneficio para los nativos. "Las mujeres nunca nos hemos beneficiado de los convenios del gobierno con empresas madereras o petroleras, solamente vienen a engañar con una ollita, con cuadernitos, lo cual es una burla para las comunidades nativas", dice Chiricente.
 
"Uno a uno han ido cayendo nuestros árboles. Los madereros llegan y se llevan los mejores y no cumplen con reponerlos, pues no hay supervisión del gobierno. A nosotros no nos hacen caso y estamos preocupadas porque ingresan al bosque y los cortan sin importarles que quede pelado. La naturaleza es nuestra vida, como nuestros pies, nuestras manos, nuestra cabeza", reafirmó.
 
Por su parte, Sari Salinas Ponce, integrante del FREMANK, dijo a SEMlac que el gobierno no reconoce que la población indígena es el único grupo humano que protege la naturaleza.
 
"Al cuidar el medio ambiente, no solamente estamos pensando en nosotros sino en todas las generaciones. Somos los únicos que protegemos el medio ambiente, usamos todo natural, no traemos nada y ni siquiera contaminamos nuestras chacras, al contrario, prevemos eso, que no se lastime más la naturaleza", abundó.
 
Al referirse al desarrollo de la selva, la dirigente sostuvo que "a las comunidades nativas no llega y, si (los funcionarios del gobierno) lo hacen, es para mostrarnos papeles, nos hacen ver presupuestos participativos donde, realmente, no participamos, porque no se nos considera, por la diferencia del lenguaje principalmente".
 
En el Perú, la amazonía comprende 69 millones de hectáreas de bosque, patrimonio natural que está en serio peligro si consideramos que, en 2000, la superficie total deforestada ascendió a 7.172.953,97 hectáreas, de acuerdo con estimaciones del Programa Nacional de Fortalecimiento de Capacidades para manejar el impacto del Cambio Climático y la Contaminación del Aire.
 
La explotación del petróleo y gas en la selva peruana, en los últimos años, ha venido aumentando. De los 30 lotes que se explotaban en 2002, se elevó considerablemente a 151 en 2006, el 89 por ciento de estos se encuentran en la fase de exploración.
 
También tiene efectos nefastos en la amazonía y en la salud de sus habitantes, los cuales han sido debidamente documentados por los especialistas.
 
Desde noviembre de 2006 a marzo de 2009 se produjeron 48 derrames de petróleo entre los lotes 8 y 1 de Pluspetrol, lo que afectó los ríos Tigre y Corrientes y sus afluentes, ubicados en Loreto, región nororiental peruana.
 
Los efectos nefastos en la salud de los 7.000 pobladores de la zona próxima a los derrames, agrupados en 34 comunidades nativas, han sido recogidos en un informe del Ministerio de Salud, según el cual 98 por ciento de los menores sobrepasa los límites de cadmio en la sangre, problema que también se presenta en 21 por ciento de adultos.
 
Asimismo, se reporta que 66 por ciento de menores superan los límites permisibles de plomo.
 
Maritza Casancho Rodríguez, secretaria de tesorería de FREMANK, denunció que se está vulnerando el derecho a la salud de los nativos. "Los más afectados con la contaminación del agua son nuestros niños, aquí sufrimos de desnutrición crónica y otras enfermedades como diarrea crónica, tos, tuberculosis, anemia, paludismo", refirió.
 
"No tenemos los medicamentos necesarios, como pueblos indígenas somos totalmente olvidados, porque realmente las comunidades nativas somos muy lejanas, el personal de salud llega una vez al mes, queremos una atención permanente y que respeten nuestra interculturalidad", afirmó Casancho.
 
La amazonía peruana concentra 30 por ciento de los bosques tropicales, 25 por ciento del agua dulce y 40 por ciento de la biodiversidad del mundo. En este territorio viven unos 60 grupos étnicos como los Aguarunas, Huambisas, Ashaninkas, Shipibos, Candoshi, Bora, entre otros.

Lima, julio (Especial de SEMlac)
Fuente: http://www.redsemlac.net

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