Por fin, nosotros los chuquisaqueños podemos, nuevamente, sentirnos orgullosos de haber nacido en esa tierra bendita, digna del sacrificio y la lucha de nuestros verdaderos héroes como la inmortal guerrillera  con alma latinoamericana doña Juana de América, de intelectuales tan extraordinarios como Jaime de Zudañés, Manuel de Zudañes, Lemoine, Mercado, los dignos doctores de Charcas, de personalidades dignísimas como don Jaime Mendoza o personalidades extranjeras pero que se hicieron chuquisaqueños de espíritu y de alma, como Bernardo Monteagudo, Antonino de Medina, etc, etc.

El 25 de enero, volvió la dignidad a Chuquisaca de la mano, otra vez, de nuestros valerosos y humildes campesinos tarabuqueños, de nuestros campesinos de Yamparáez, de los Cintis, del chaco guaraní y de las barriadas periféricas de Sucre.

Lejos de los olañetas modernos, lejos de los burrones, de los infideles, de las sabinas semialfabetizadas, de las navas y cabas que hoy, circunstancialmente tienen embobados a sucrenses que alguna vez han creído que su sangre es azul, que descienden de la "princesa de la Glorieta", que la Torre Eiffel está ubicada en el parque y que los arcos de triunfo son creaciones nativas.

Lejos de los mestizos tirasacos que han hecho de la bandera de los cruzados templarios, que jamás ha sido ni será una bandera del heroico pueblo chuquisaqueño, un símbolo de la infamia, el racismo, el colonialismo y el fascismo más repugnantes un 24 de mayo de 2008 y que, con sus desmanes miserables, han desacreditado y desacreditan el nombre inmaculado del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre y Alcalá.

 El 25 de enero de 2009, por fin, un 52% del electorado chuquisaqueño ha dicho NO a los burrones y que, con toda seguridad, crecerá como las sombras cundo el sol se pone; ha derrotado a una infeliz "aristocracia" falsa y mestiza que odia a los indios porque ya no puede explotarlos. Una "aristocracia" adulona de los privilegiados que ha logrado levantar nuevamente cabeza cuando ya era un simple despojo de la historia, de la mano de la media luna oligárquica que también periclita en el oriente.

¡Viva Chuquisaca!

- Jorge Echazu Alvarado, PCmlm. Chuquisaqueño de nacimiento. www.liberacion.web.bo