Manifiesto de Bolivia al mundo

19/06/2008
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El mundo actual es diferente y más tecnointeligente que el del siglo XX y muchísimo más que antes todavía. Ante todo la humanidad ha madurado miles de años luz en poco tiempo y ahora es muy difícil decirle a la gente que la construcción de nuevas sociedades más justas y equitativas o nuevas civilizaciones sociales no es posible de realizar. La humanidad sabe en su interior que sí es posible construir un mundo nuevo partiendo del nuevo mundo que es Sudamérica o del mismo viejo mundo como es Europa, Asia, Medio Oriente y también África. Es la tecnointeligencia en acción.

De la misma manera Bolivia y los bolivianos han cambiado estos últimos 50 años al extremo que en 2008 se está eliminando el analfabetismo en forma casi total, existen casi 200 universidades y tecnológicos de primera al servicio de juventud y trabajadores, se cuenta con seguro universal tipo bonos para gente anciana y niños.

¿Cómo es posible que un país como Bolivia, considerado hasta ahora pero por inercia el más pobre de Sudamérica, el más explotado por siglos, el más variopinto en sus mezclas raciales y con dictaduras sangrientas como las de Bánzer y García Meza en el siglo XX, ahora esté exportando más de siete mil millones dólares con y sin valor agregado, que tenga un PIB individual de 4 mil dólares equivalente año y que 5 millones de bolivianos trabajando y estudiando en Europa y Norteamérica envíen a Bolivia más de mil millones de euros porque consideran que el futuro de sus vidas, familias y empresas individuales y de la humanidad toda se encuentra nomás en este territorio rico en recursos, naturaleza, historia, cultura ancestral y biodiversidad. Es el resurgir del ave fénix boliviana. Ese es el manifiesto al mundo.

La nueva CPE elaborada y aprobada por la Asamblea Constituyente en 2007 no es extremista ni estalinista como asegura la derecha boliviana y mundial. Pero sí es socializante, integradora, previsora social, de economía mixta y respeto a las normas técnicas internacionales como ISO 9000 de calidad, ISO 14000 de protección ambiental y otras referentes a la seguridad empresarial, higiene y salud ocupacional.

Plantea esta CPE toda clase de formas de producción, como la cruceña de cooperación entre dueños y trabajadores en los ingenios de azúcar de Guabirá y Montero, por ejemplo, eliminando lógicamente el desamparo social y la falta de seguro social obligatorio. Como también el sistema de MPyMES, cooperativas agrupadas en CONALCOBOL, comunidades campesinas que son cinco mil al menos, empresas mixtas y estatales o públicas como YPFB, COMIBOL, ENDE, ENTEL, ABC, ENAF, COFADENA, etc. Y también las empresas privadas medianas y grandes.

Es decir que el camino hacia el socialismo boliviano o tecnosocialismo pasa por respetar y apoyar con recursos del Estado boliviano a todas y cada una de las formas de propiedad, sin excepción. Pero para que esto funcione plenamente y funcione adecuadamente la clave radica en que el Estado boliviano debe ser fuerte, organizado y pudiente en términos de ahorro y acumulación de riqueza.

Algo en que todos los bolivianos deberían estar de acuerdo es que el Estado boliviano con el Gobierno popular actual - primera vez desde la revolución nacional de 1952 - se ha reforzado integralmente, de tal manera que hoy tanto bolivianos como extranjeros deben respetar las leyes emanadas del parlamento y la constituyente. Es decir no se trata de un país salvaje donde no hay control de ningún tipo. Aunque todavía sectores latifundistas y ganaderos consideran que están al margen de la ley estatal.

Para reforzar el Estado boliviano - única manera que un país atrasado y dependiente como el boliviano o cualquier otro pueda desarrollarse integralmente, industrializarse y avanzar planificadamente hacia el futuro - se necesita apoyo externo de la humanidad y de países amigos. De hecho Bolivia recibirá en gran medida ayuda de su propia cosecha como son los Bancos Sur y Alba, Petroandina, UNASAUR, Venezuela Bolivariana, Cuba, Nicaragua y otros. Ayuda que consistirá en optar a créditos internacionales con garantía del BCB y en condiciones blandas.

En la nueva política económica planteada recientemente se asegura que el Estado boliviano entregará créditos, asistencia técnica y procurará mercados en países UNASUR, CE y Japón principalmente para los productores bolivianos, con la única condición que sus productos manufactureros y alimenticios para el mercado interno sean seguros y con ganancia no mayor al 15%. Es decir que el Gobierno popular pone como condición abastecer al mercado endógeno y después exportar con apoyo y facilidades otorgadas por el Estado boliviano. Algo que parece justo y necesario.

Pero donde los bolivianos y Bolivia como nación y Estado deben pedir colaboración al mundo entero es en el objetivo nacional de convertirse en potencia energética con la instalación pronta de al menos 20 millones de KW de potencia en ríos andinos, amazónicos, platenses y endorreicos. Y 50 millones de KW en quince años.

Como también apelando a la energía termoeléctrica ya que el país posee 60 TPC de reservas de gas al menos por ahora. Pero también a la energía renovable producto de la geotermia, solar y eólica, donde Bolivia es rica por demás en estas fuentes de pronto y fácil aprovechamiento, como es ejemplo Laguna Colorada Geotermal en Potosí que pretende con dirección de ENDE y japoneses instalar 480 KW hasta el año 2014.

El hecho de que Bolivia pueda generar potencia eléctrica, exportarla y distribuirla en más de 1,1 millones de Km2 como es el territorio nacional, le daría pie al Gobierno popular actual para justificar el modelo de acumulación actual basado en que materias primas le pertenecen al Estado boliviano y con inversiones mixtas se puede acumular el capital necesario para apoyar a todos los agentes económicos actuales, sin excepción. Incluso la llamada grande agroindustria cruceña, beniana, chaqueña y tarijeña podría recibir apoyo integral, si previamente se compromete a cumplir las leyes INRA, a mejorar tecnologías, reemplazar diesel de sus maquinarias agrícolas por GNCV o GLP, pagar impuestos y contratar trabajadores bajo el sistema de la ley laboral nacional. Bolivia de esta manera se constituye un ejemplo para europeos y suramericanos.

El Gobierno popular de Evo Morales debe ser consciente que sólo producciones gigantescas y sostenibles en infraestructura, alimentos, energía, aceros y manufacturas puede demostrar al mundo y bolivianos la verdadera validez de su modelo económico, social y cultural actual y así avanzar también ordenada y pacíficamente hacia el verdadero tecnosocialismo autoregulado.

Ricardo Ángel Cardona
www.redbolivia.com
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