\"Potencia energética\"

20/11/2007
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PLAYAS DE ROSARITO, BAJA CALIFORNIA. Ideologías aparte, es de tomarse en cuenta no sólo la denuncia de Andrés Manuel López Obrador de que “sólo los tecnócratas acomplejados y vendepatrias pueden argumentar que hoy Petróleos Mexicanos, PEMEX no puede salir adelante con sus operaciones y que su entrega al sector privado, nacional o extranjero es, según ellos, la única salvación”, sino principalmente su plan de rescate para convertir a nuestro país en una "potencia energética".

Este programa implica fundamentalmente, en una primera etapa, invertir, con carácter de urgente, cuatrocientos mil millones de pesos para la exploración de campos, el desarrollo de yacimientos de gas natural, perforación de pozos, construcción de tres refinerías, modernización y ampliación de plantas petroquímicas y mantenimiento de las instalaciones.

Desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, pasando por los de Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada y ahora con Felipe Calderón Hinojosa, no son pocas las voces, que han insistido en ese especie de proceso privatizador que va desde negarle a la paraestatal los recursos necesarios para su reinversión hasta el régimen fiscal a la que tienen sometida en forma por demás absurda.

El disparate más grande consiste, por las políticas gubernamentales aplicadas desde hace aproximadamente tres décadas, en que México siendo un país eminentemente petrolero se vea en la necesidad de importar conforme pasa el tiempo una cantidad más creciente de gasolinas para atender el mercado interno. Vendemos por consecuencia, también cada día más y más barriles de crudo y nos los devuelven procesado a los precios a la alta siempre, desde países tan cercanos como son Estados Unidos y Canadá y tan lejanos como China.

El país debe convertirse, si rescatamos al sector, en una "potencia energética” afirmó el ex candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática, quien convocó a los asambleístas de la Convención Nacional Democrática, celebrada en el Zócalo (Plaza de la Constitución), a realizar una campaña nacional “pueblo por pueblo, colonia por colonia” en defensa del petróleo y a prepararse para impulsar acciones de resistencia civil pacífica en toda la República, si el gobierno de Felipe Calderón insiste en entregar esa industria a la iniciativa privada, y particularmente a extranjeros.

Durante la reunión citadina, como siempre, no podían faltar los actos de intolerancia, ahora fueron llevados al cabo por los administradores de la Catedral Metropolitana, quienes sin medir consecuencias trataron de boicotear el acto masivo al hacer sonar las campanas de templo mayor de la feligresía nacional. Eso provocó la reacción correspondiente de más de 3 mil perredistas que irrumpieron al interior donde cometieron algunos destrozos. Sin ninguna necesidad ahora la Arquidiócesis amenaza con cerrar la Catedral si no se otorgan las garantías de seguridad.

Nadie en su sano juicio puede negar la afirmación de López Obrador en el sentido de que "los gobiernos neoliberales han tratado con saña a las empresas públicas del área”. La pregunta se antoja inmediata: ¿A titulo de qué o en beneficio de quien no se han construido en tres décadas ni una sola refinería y prácticamente se han ido desmantelándolas, por falta de mantenimiento, las existentes?

Ideologías aparte, es de simple sentido común el rescate de PEMEX; nadie puede oponerse salvo los desnacionalizados en convertir, porque tiene el recurso, a México, en una potencia energética.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano.
teodoro@libertas.com.mx
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