Comité Ejecutivo de Universidad Boliviana y universidades públicas de El Alto y de Montero

02/09/2007
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Santa Cruz

En forma casi paralela a las movilizaciones sociales, al menos durante el sexenio 2000-2005, comenzaron a surgir en varias de regiones de Bolivia movimientos tendientes a crear nuevas universidades, que tengan una visión renovada frente a la tradicional autonomía universitaria.

El primer paso fue la creación de la Universidad Nacional Siglo XX-UNSXX (Norte Potosí) que desde el 1 de agosto de 1985 forma a los denominados “profesionales orgánicos”, comprometidos con los postulados de los trabajadores mineros de Bolivia.

Esta Universidad tiene un “tri-gobierno” de docentes, estudiantes y trabajadores mineros. Estos últimos tienen incluso un “poder de veto” ante algunas decisiones que vayan en contra de los objetivos históricos del movimiento obrero-minero.

En 2000 le tocó el turno al movimiento social alteño, que obligó al débil gobierno de Hugo Bánzer a crear la Universidad Pública de El Alto-UPEA que introdujo el poco difundido precepto del “voto universal” (donde el voto de un estudiante es equivalente a otro de un docente), opuesto al tradicional “voto ponderado” por el cual un promedio de 100 votos de estudiantes son “equivalentes” a... un voto docente, como ocurre en todas las universidades públicas excepto la UPEA y UNSXX.

Desde el año pasado, las organizaciones sociales de Montero (provincia Santistevan, en el Norte Integrado del Departamento de Santa Cruz) buscan implementar el funcionamiento legal de la Universidad Marcelo Quiroga Santa Cruz, con el novedoso sistema del “control social”, o sea con fiscalización de organizaciones sociales de base, en el funcionamiento administrativo y académico de la nueva casa de estudios superiores.

En los tres casos, y especialmente en el de Montero, según el senador Gastón Cornejo, el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana-CEUB ha demostrado renuencia y rechazo al funcionamiento de esas universidades impulsadas por movimientos sociales.

Por lo menos en los dos últimos casos, el CEUB, que representa institucionalmente a todas las universidades públicas de Bolivia, mostró su desacuerdo con estos emprendimientos sociales, con diferentes argumentos, casi pretextos: Afectación al presupuesto de las universidades públicas departamentales, rechazo al control social, hacer “intocable” la autonomía universitaria y hasta prejuzgar sobre la calidad de enseñanza a cargo de docentes graduados, en su mayor parte, de las mismas universidades a las que representa y defiende el CEUB...

El CEUB, en 2000 y 2006 ha influido para que las universidades San Andrés-UMSA de La Paz y Gabriel René Moreno, de Santa Cruz, salgan a la calle a marchar y a protestar, casi en contra del derecho de estudiar que tiene la gente alteña o la del norte cruceño integrado.

Lamentablemente, el CEUB y la mayoría de autoridades, y dirigentes, de las universidades públicas y autónomas, no comprende tres cosas esenciales: 1) El CEUB no se opone o al menos no se conoce su oposición a la proliferación de universidades privadas, que convirtieron a la educación superior en mercancía. 2) Las tres universidades (de Siglo XX, de El Alto y de Montero) aumentan el presupuesto para la formación universitaria del área fiscal de Bolivia y; 3) Todos los ciudadanos, hijos de familias de clase alta y media, de campesinos y de indígenas o de colonizadores, también tenemos derecho de estudiar.

Oponerse a los proyectos sociales minero, alteño y del norte cruceño solo es mantener esa denominada “oligarquía académica”, dañina y desconectada de la realidad social de Bolivia.

Fuente: Agencia Nacional de Noticias Chaco-Amazonía–ANC (Bolivia)
https://www.alainet.org/es/active/19400
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS