Migración, desarrollo y remesas

11/05/2007
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“Aliviar la pobreza en casa significa vivir en la pobreza en el otro lado de la frontera”

 Muchas veces tenemos  una lectura predominantemente negativa de las migraciones. En los últimos anos, esta visión ha cambiado y se ha pasado una visión también positiva de las mismas. Uno de los factores que han contribuido a esto es la contribución financiera que los migrantes envían a sus familiares a través de las remesas. Todavía hay que reflexionar sobre esto, porque las cosas no son tan simples. Muchos dicen que las remesas son un fuerte impulsor del desarrollo.

Las remesas tienen un carácter temporal, o sea, pueden cesar o disminuir a causa de las crisis económicas,  por restricciones legales de los países receptores de migrantes,  o, incluso por el hecho de que los migrantes decidan quedarse  en el país de destino y se lleven a sus familiares a residir con ellos.

Para resolver el problema de la pobreza en los países de origen de las migraciones, son necesarias reformas estructurales como la reforma agraria, políticas públicas inclusivas con inversiones del Estado, que logren disminuir las desigualdades en América Latina.

 Además de esto, el desarrollo de los países pobres es tarea de los gobiernos y de los organismos multilaterales y no se puede exigir que las remesas sean el impulsor del desarrollo. Las remesas sí ayudan a mitigar la situación de los familiares en el país de origen, son un capital de las personas que han emigrado y solo ellas tienen el derecho a decidir en donde deben ser invertidas. Hay que considerar que muchos migrantes,  ya fueron castigados al emigrar forzosamente a otro país por no encontrar condiciones de vida dignas en su país de origen, y no pueden ser castigarlos doblemente destinando parte de sus recursos,  obtenidos con mucho sacrificio,  para el desarrollo, como señalan algunas propuestas de los  gobiernos.

Remesas en 2006

País

Remesas recibidas en 2006
en millones de dólares

México

23,053

Brasil

  7,373

Colombia

  4,200

Guatemala

  3,600

El Salvador

  3,316

Ecuador

  2,900

R. Dominicana

  2,900

Perú

  2,869

Honduras

  2,359

Haití

  1,650

Nicaragua

  0,950

(Remesas, Antonio Pérez, Idas y Vueltas, Montevideo, Uruguay)
 
  En números absolutos quienes más reciben son México y Brasil, pero si consideramos la relación con el PIB de cada país, podemos darnos  cuenta que las remesas representan mucho para los países que tienen un PIB pequeño, como indica el cuadro de abajo.


País

Porcentaje del PIB %

Porcentaje de las Exportaciones

Haití

 33%

 333%

Nicaragua

 29%

 127%

Jamaica

 23%

 117%

El Salvador

 18%

  71%

Honduras

 16%

  61%

R. dominicana

 11%

  43%

Guatemala

   9%

  76%

Ecuador

  7%

  31%

Perú

  2%

  20%

Colombia

  2%

  20%

Brasil

  1%

    8%

México

  3%

    7%


¿Quiénes  reciben las remesas?

 Varía de un país para otro. En primer lugar se destinan para los hermanos (34%); en segundo lugar para los padres (24%) y,  en proporción más pequeña, para los hijos y cónyuges.

 Alrededor del  70% se destina para gastos vitales como el pago de deudas, alquiler, alimentos y servicios públicos y el 7%  para ahorrar. O sea, las remesas contribuyen para mejorar la vida de su familia, para superar la situación de pobreza.

Pero todo esto con mucho sufrimiento. En las 12 remesas anuales que en promedio los migrantes envían a sus países, un 50% de sus ingresos ahorrados gastan en el país de destino. Según el testimonio de un migrante mexicano esto puede significar: “aliviar la pobreza en casa significa vivir en la pobreza en el otro lado de la frontera”.

Rodolfo García Zamora, en su libro Migración, Remesas y Desarrollo, señala: “en México y en el mundo se difunde la ilusión de que la migración y las remesas son la clave para el desarrollo económico y social  de los países y regiones pobres, pretendiendo ocultar la implacable  lógica destructiva del modelo económico vigente, que aniquila las estructuras productivas y sociales de los países, obligando que masas crecientes recurran a la migración como única alternativa para buscar un empleo y mejores niveles de bienestar.

“La migración y las remesas no pueden compensar, ni remediar, los estragos que sobre la mayoría de los países que genera este modelo.

“La experiencia de México demuestra que las organizaciones de migrantes, sus diversos recursos financieros, y proyectos sociales y  productivos, pueden actuar como un aliado transnacional estratégico del desarrollo regional y local  del país,  siempre que existan políticas públicas comprometidas con esos objetivos, y que las comunidades de origen y organizaciones de migrantes promuevan un proceso permanente de organización y capacitación que les permita acceder al desarrollo integral en ambos lugares”.

- Luiz Bassegio: Grito de los Excluidos Continental – Servicio Pastoral de los Migrantes/

https://www.alainet.org/es/active/17415
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