Contundente triunfo del SI: Ahora la Asamblea

15/04/2007
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Los resultados de la consulta popular realizada el pasado 15 de abril no dejan dudas. El pueblo se pronunció contundentemente por la instalación de una Asamblea Constituyente que permita avanzar en un proceso de cambio de las actuales estructuras vigentes, como demuestra el siguiente cuadro.

 

Resultados oficiales de la consulta PREGUNTA ¿Aprueba usted, que se convoque e instale una Asamblea Constituyente con plenos poderes de conformidad con el Estatuto Electoral que se adjunta, para que transforme el marco institucional del Estado y elabore una nueva Constitución?

 

SI:  5.348.152 (81, 71%)

 

NO:  813.854 (12, 43%)

 

Votos Blancos: 51.022 (0, 78 %)

 

Votos Nulos 332.010 (5,07%)

 

 Fuente: Tribunal Supremo Electoral, 16h02, 17 de abril, escrutado el 99,75% de las juntas electorales http://www.tse.gov.ec/Resultados2007

 

Días antes hubo una campaña para sembrar miedos e incertidumbres en la población. Junto con spots anti-comunistas, los canales de televisión y algunos periódicos se dedicaron a decir que la gente estaba desinformada y apática, que desconocía el estatuto con el que funcionará la Asamblea. Pero el día de ayer 15, hubo una gran concurrencia a las urnas. La gente fue sin temor a votar. Luego de superar algunos problemas de instalación de las mesas electorales en las primeras horas de la mañana, la jornada se desarrolló sin contratiempos y como una fiesta cívica. La gente demostró que sí sabe porque votó.

 

Evidentemente, la Asamblea no va a solucionar inmediatamente los problemas cotidianos de la gente, pero abre un camino para la participación ciudadana en función de superar la actual crisis económica, social y política.

 

Los derrotados son no solo los actores políticos y los grupos económicos que se oponen al cambio sino todo lo que ellos representan y defienden: la política entendida como instrumento para el enriquecimiento personal o grupal, un modelo neoliberal que ha concentrado la riqueza y empujado al desempleo, a la miseria y a la emigración a millones de ecuatorianos/as; un sistema de justicia mercantilizado que castiga a los pobres y deja la impunidad a los delincuentes de cuello blanco; un Congreso que ha dejado de cumplir sus funciones de legislar y fiscalizar y se ha convertido en la fuente de corrupción.

 

El Estatuto aprobado contempla la finalidad, los plazos, la composición, el calendario electoral, entre otros temas.

 

Tras el triunfo del SI en la consulta, el siguiente paso es la convocatoria a elecciones de 130 asambleístas (100 por circunscripción provincial, 24 por circunscripción nacional y 6 por los ciudadanos domiciliados en el exterior) que posiblemente se realizará en octubre.

 

Tanto los partidos políticos como los movimientos políticos y ciudadanos están en igualdad de condiciones para participar en el proceso eleccionario.

 

 En primer lugar, todos los actores deberán recoger el 1 por ciento de firmas del padrón electoral para poder intervenir en el proceso. En segundo lugar, el Estado financiará las campañas publicitarias de todas las listas inscritas, prohibiéndose la financiación privada.

 

La Asamblea elaborará una nueva Constitución que reemplazaría a la de 1997/98 y entraría en vigencia únicamente cuando el pueblo ecuatoriano la ratifique mediante una segunda consulta popular.

 

Para adelantar el trabajo de la Asamblea, el Presidente Correa encargó a una comisión del Consejo de Universidades y Escuelas Politécnicas que elabore un proyecto de Constitución que será sometido a la Asamblea. Esta Comisión ha receptado ya más de 50 propuestas de textos constitucionales elaborados por distintos sectores de la sociedad civil.

 

 La Asamblea Constituyente, que estará dotada de plenos poderes para transformar el marco constitucional del Estado, durará 180 días a partir de su instalación, pudiendo ella misma establecer una prórroga de otros 60 días más. La sede de la Asamblea será Montecristi, una pequeña ciudad ubicada en la provincia de Manabí, que linda con el Océano Pacífico. El Presidente escogió Montecristi porque allí nació el general Eloy Alfaro, el dirigente que encabezó la revolución liberal de finales del siglo XIX y comienzos del XX, que llevó a cabo profundas transformaciones en el país y fue asesinado y quemado por las fuerzas conservadoras de Quito en 1912.

 

Otro elemento interesante de anotar es que la toma de decisiones de la Asamblea será por mayoría absoluta; no se requerirá, por tanto, los tres cuartos de los asambleístas que ha torpedeado y entrampado la Asamblea Constituyente de Bolivia.

 

El nuevo espacio de disputa

 

El presidente Rafael Correa es el principal artífice del triunfo del SI (no es casual que sus niveles de aceptación, 80%, a comienzos de abril, coincida con el porcentaje que obtuvo el SI por la consulta). Correa, luego de conocer los resultados, dijo que en esta contienda no hay vencedores ni vencidos y anunció que el siguiente paso será obtener una mayoría en la Asamblea para que viabilice el cambio propuesto.

 

Pero ni el gobierno ni las fuerzas progresistas tienen todavía la batalla ganada. Algunas agrupaciones de derecha y populistas como el Partido Social Cristiano o el Partido Sociedad Patriótica (dirigido por el expresidente Lucio Gutiérrez), el PRIAN (feudo del magnate bananero Álvaro Noboa) y la Unión Demócrata Cristina, que intentaron boicotear la consulta popular, ha salido derrotadas, pero no van a dar brazo de torcer, y ahora se aprestan a participar en las elecciones de asambleístas, contando para ello maquinaria electoral y dinero. Estos partidos, más los movimientos ciudadanos de derecha liderados por empresarios, va a tratar de ganar mayoría en la Asamblea en función de mantener inalterable el statu quo, disfrazados en la defensa de la “economía de mercado”, la “libre empresa”, la “libertad de prensa”, etc.

 

En el espectro del centro izquierda y la izquierda, de los movimientos ciudadanos y políticos, vale de decir de las fuerzas progresistas, tenemos un amplio espectro de fuerzas que se encuentra disperso. El punto más fuerte de la oficialista Alianza País es su líder, el Presidente Correa y su alta credibilidad, pero su lado débil es la carencia de estructura política y de cuadros (la mayoría están en funcionarios de gobierno) que impulsen la campaña para asambleístas.

 

 Del lado de los movimientos sociales, se ha conformado instancias como Poder Constituyente, integrada por la CONAIE y otros organizaciones; la Asamblea Nacional Constituyente, conformada por la FENOCIN y otros.  A ello, se suma el movimiento Pachakutik, el Movimiento Popular Democrático y el Movimiento Bolivariano Alfarista. Estos últimos son los que han venido impulsando las acciones más radicales.

 

En Quito están algunas asambleas ciudadanas (formadas a partir del movimiento de los “forajidos” que derrocó a Lucio Gutiérrez en abril de 2004) y grupos como Gente Común, etc. En estos espacios, se ha venido barajando la posibilidad de conformar una lista unitaria, pero Alianza País preferiría ir sola en las próximas elecciones, realizando alianzas puntuales en provincias, para que las distintas fuerzas progresistas confluyan en la Asamblea.

 

Todavía es prematuro, sin embargo, tener criterios definitivos sobre las alianzas. Pero lo que si es cierto es que los resultados de la consulta popular abren un escenario inédito y una oportunidad que quizá no se vuelva presentar para derrotar a la derecha e impulsar una propuesta de transformación profunda de las estructuras e instaurar un nuevo orden económico. (Actualizado 17-04-2007)

 

 

 

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