La presa de la enemistad

18/03/2007
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Dos zonas fronterizas de nuestro territorio nacional se convirtieron en íconos de la soberanía nacional, nos referimos al tramo de tierra en Ciudad Juárez, Chihuahua, llamado El Chamizal, y en Ciudad Acuña, Coahuila, la Presa de la Amistad. El primero motivo de un litigio bilateral iniciado por el patricio Benito Juárez y devuelto, por cierto no todo, en tiempos de los presidentes Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz; en esos sus sexenios se inauguró conjuntamente con sus homólogos estadounidenses, John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, la Presa de la Amistad, que comparte límites con Del Rio, Texas, y que ahora por decisiones de funcionarios desnacionalizados, se puede convertir en la "Presa de la Enemistad".

Se dice en el argot periodístico, que cuando a una nota no se le da el espacio que merece, el medio que así lo hace, simplemente perdió la noticia. Eso ocurrió cuando menos en los diarios de la capital de la República y en no pocos noticiarios o de plano les pasó de noche. Por ello es de reconocerse que el Diario 21, periódico estatal guerrerense cuyo director es el buen amigo y colega, Jorge Albarrán Jaramillo, nos entregó la información respecto del cierre que intenta el gobierno de Estados Unidos de la Presa de la Amistad, otra vez con el falso argumento oficialista del terrorismo, que mantiene enajenado a la mayoría del pueblo estadounidense.

Ciudad Acuña, que debe su nombre al exquisito romántico de los románticos poetas de finales y principios de los siglos XIX y XX, Manuel Acuña, quien después de escribir su Nocturno a Rosario, la dama que nunca comprendió su amor, se suicido, tiene una historia de trabajo y de defensa de la soberanía nacional.

Conocida primero como Pasó o Congregación de Vacas, porque por ahí salían las reses que eran vendidas a los granjeros texanos para su engorda y comercialización, después le fue impuesto el nombre de Villa Acuña y finalmente Ciudad Acuña. Ahí el médico estadounidense, John R. Brinklyey instaló en 1934, la radiodifusora más potente del Continente, la XERA, con 500 mil watss de potencia -"La Border Blaster", Explosión Fronteriza-, financiada por el nazismo alemán y de acuerdo al famoso Telegrama Zimerman, por el cual se preparaba una supuesta invasión a la ya en aquel entonces recocida potencia mundial.

No obstante las constantes quejas del gobierno gringo, la radiodifusora no fue cerrada, pero cuando el concesionario, dejó de recibir la mesada alemana, construyó en Acuña una clínica e inventó un supuesto elixir de la vida, aprovechó la potencia de su radiodifusora para anunciar tanto la clínica como el brebaje, lo que le reportó multimillonarias ganancia de los incautos que creyeron en los anuncios radiofónicos para recuperar la potencia sexual. La "mafia blanca", así se le conoce a la comunidad médica gringa, armó un escándalo colosal y el gobierno del presidente, Lázaro Cárdenas incautó la radiodifusora; por cierto, con parte de su equipo, se construyó la XEX de Alonso Sordo Noriega.

Luego llegó otro sujeto, a quien el gobierno de Manuel Ávila Camacho le otorgó la concesión de la misma estación, Roberto González, nacionalizado gringo, puso la señal del canal libre internacional al servicio del Departamento de Estado de Estados Unidos, de las sectas religiosas y de algunos laboratorios, cuando menos de dudosa fama; en un momento dado también tuvo el desacato de trasladar a Del Rio los estudios de transmisión. En tiempos del presidente, Miguel de la Madrid nos tocó rescatar para México esta frecuencia ahora de 250 mil watts. Desde entonces forma parte del patrimonio del Instituto Mexicano de la Radio.

El presidente municipal de Ciudad Acuña, Evaristo Lenin Pérez Rivera, ha hecho la denuncia: como parte de las llamadas medidas de seguridad que aplica contra el supuesto terrorismo el gobierno de Estados Unidos, con el aval de su contraparte mexicana, pretenden cerrar los accesos a la presa internacional "La amistad", y el responsable visible es el jefe de la oficina local de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, Ignacio Peña Treviño.

Estamos de acuerdo con el alcalde acuñense: la monstruosa e intolerable medida violaría la soberanía nacional porque es una abierta intervención de las autoridades estadounidenses, que no se puede permitir bajo ningún argumento. Unámonos, no permitamos que la Presa de la Amistad, se convierta por unos cuantos desnacionalizados, en la "Presa de la Enemistad".

Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
www.ciap-felap.org
www.fapermex.com
https://www.alainet.org/es/active/16394
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