Escándalo terrorista

28/12/2006
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Amauri Sanmartino llegó a Santa Cruz con deseos de apoderarse de la ciudad. Casi lo logra, con la condescendencia de las logias derechistas que, aprovechándose de su capacidad histriónica, lo convirtieron en analista político invitado a los canales logieros, en organizador de sus pandillas y en guía de provocadores.

Amauri Sanmartino es prófugo de la justicia cubana, a la que debe rendir cuentas por estafa. Con la complacencia de Washington, llegó a la base de Guantánamo, declarándose anticastrista. Al parecer, los yanquis no le creyeron y se libraron rápidamente de él trayéndolo a Bolivia, entonces gobernada por uno de sus obsecuentes.

Amauri Sanmartino no quería trabajar, aunque ostentaba un título de médico cuando veía una ocasión propicia. En realidad, quería irse a Miami, donde el juego, la prostitución y el tráfico de drogas, son negocios apetitosos para vagos. Con tres o cuatro compinches, se instaló frente a la embajada norteamericana en La Paz, iniciando una huelga de hambre para que le diesen visa al país de sus sueños. No le hicieron caso y tuvo que irse con la música a otra parte. Fue entonces que descubrió las grandes posibilidades que le brindaba Santa Cruz.

Ya instalado en la cálida ciudad del oriente boliviano, se dedicó a toda clase de lindezas con el deliberado propósito de vivir bien sin trabajar. Casó bien, como dirían los abuelos y se relacionó mejor. Hablador como el mejor, pronto le abrieron espacio en los medios de comunicación controlados por las logias.

Al iniciarse el proceso de cambios, con la caída de Sánchez de Lozada, Amauri Sanmartino se convirtió en referente obligado de las posiciones más derechistas. Durante la campaña electoral de diciembre 2005, se mostró capaz de manejar todas las artes sucias que había aprendido. Primero utilizó a terceras personas a quienes convenció para que hicieran declaraciones en contra de dirigentes populares, sin olvidar la dosis de odio contra Cuba.
Viendo que tenía la cobertura suficiente, en las siguientes movilizaciones, apareció personalmente. Así, encabezó la campaña derechista contra los médicos cubanos voluntarios que actualmente prestan su concurso al mejoramiento de la salud en Bolivia. De ahí se lanzó a participar en la organización de las movilizaciones contra el gobierno y participar personalmente en éstas.

Obrando en consecuencia de las disposiciones nacionales e internacionales, el gobierno decidió su extradición, retornándolo a su país de origen. La reacción de los representantes de la asociación política PODEMOS, confirmó a plenitud la complicidad entre ambas partes. El terrorista de palabra fue cubierto con un paraguas de escándalo.
Claro que Amauri Sanmartino es sólo un pretexto para que, la derecha logiera y sus voceros se lancen contra el gobierno. En cuanto sea expulsado del país, conforme a ley, se olvidarán de él. Pero en estos días, los canales de televisión sensacionalistas no han tenido reparo en usar hasta quince minutos de sus informativos para escandalizar con el tema.

Amauri Sanmartino llegó a Bolivia, se apoderó de Santa Cruz como en un pantallazo de cine y fue expulsado. Ese es el tipo de personajes que las logias encumbran y luego se desentienden de ellas. Así fue con los narcotraficantes “Rey de la Coca” y “Techo de Paja”, después lo pusieron a Diodato. Los mismos gatos, las mismas mañas.
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