Oscar Arias: sumisión e ignorancia

28/12/2006
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Es costumbre de los políticos tradicionales, sumisos al imperio y rabiosamente anticomunistas, intentar recuperar algo de imagen recurriendo a terceros, no importando si para ello haya que calumniar y faltar a la decencia. Razón tiene el profesor Helio Gallardo, cuando señala que en Costa Rica ser anticomunista es un requisito para ocupar la presidencia. Este el caso del pacífico Arias Sánchez.

Sus recientes desvaríos contra la Revolución Cubana y la salud del líder Fidel Castro, desnudan al Nobel de la Paz, presentándolo como un residuo antropológico de la Guerra Fría (repite frases que no dicen nada y peroratas huecas). Ninguno de los presidentes latinoamericanos se ha expresado como él.

Los serios problemas que vive su administración en el afán de aprobar un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, lo tienen desesperado desde hace varios meses, pues pronto debe dar cuenta al amo imperial. Desubicado, todavía cree que insultando al gobernante cubano (La Nación 22-12-06), traería agua para su molino. No entiende que los costarricenses, no solo no comparten sus desatinos respecto a Cuba -entrometiéndose en asuntos internos de un país hermano y solidario-, sino que esperan que se dedique a los problemas propios de Costa Rica (aunque haya sido elegido con solo el 25% de los votos).

Semejante a quienes difaman en los medios de la mafia cubanoamericana de Miami (en El Nuevo Herald por ejemplo), Arias compara a Fidel Castro con Pinochet. Es el único presidente de América Latina que ha mostrado un total desprecio e irrespeto por la vida del gobernante cubano. Dice: “no hay ninguna diferencia. El siglo ideológico es diferente pero ambos fueron salvajes, brutales y sangrientos”. Expresarse así pareciera no ser propio de un Nobel de la Paz; denota por un lado sumisión al emperador del Norte y por otro ignorancia sobre los logros sociales alcanzados en Cuba y reconocidos a nivel mundial.

Invitemos al pacífico Arias a ver a continuación -solo- algunas salvajadas logradas por la Revolución Cubana bajo el liderazgo de Fidel Castro.

El índice de mortalidad infantil es de 65 por mil nacidos vivos en varios países de América Latina; en Cuba es menos de 6,5. Es la más baja del hemisferio, con excepción de Canadá, desde Estados Unidos a la Patagonia. Cuba es hoy el país con el más alto índice de médicos per cápita; casi duplica el número de los que le siguen detrás. Con razón el presidente de UNICEF ha dicho que si América Latina tuviese el nivel de asistencia médica y de salud que tiene Cuba, 700 mil niños se salvarían cada año.

Posee el más alto índice de retención escolar –más del 99% entre el preescolar y noveno grado- de todas las naciones del hemisferio. Sus estudiantes de primaria ocupan el primer lugar del mundo en conocimientos de lenguaje y matemáticas. Ocupa igualmente el primer lugar mundial en maestros per cápita y menor cantidad de estudiantes por aula (20 en la primaria y 15 en la secundaria). La totalidad de los niños con dificultades físicas o mentales estudian en escuelas especiales.

La seguridad social abarca al ciento por ciento de los ciudadanos del país. El 85% de la población es propietaria de la vivienda, libre de todo impuesto. El 15 por ciento restante paga un alquiler absolutamente simbólico que apenas se eleva al 10 por ciento del salario.

La tasa de desempleo en Cuba es de 1,9%, que técnicamente equivale al pleno empleo y se compara ventajosamente con cualquier país del mundo.

En el año que finaliza la economía cubana creció 12,5%, el mayor crecimiento alcanzado en los años de Revolución en el poder y el más alto de América Latina.

En este año Cuba recibió (Arias seguro no se enteró) la noticia de que la importante organización no gubernamental WWF (World Wild Fund) declaró a Cuba como el único país del mundo que combina un alto desarrollo humano (reconocido en Informes Anuales sobre Desarrollo Humano elaborados por el PNUD) y una adecuada sostenibilidad ambiental.

El 80 por ciento de las medidas en defensa de los derechos humanos que aprueba la Comisión de Derechos Humanos de la ONU son propuestas de Cuba.

¿Para qué seguir? Y no hemos dicho nada sobre la Operación Milagro que le ha devuelto la vista -sin cobro alguno- a 83,662 personas. ¿Sabrá el Nobel quién ha enviado más médicos, más maestros y ha prestado más colaboración gratuita al mundo, siendo un país pobre? ¿Qué país pequeño tiene diez mil jóvenes de Latinoamérica estudiando medicina gratuitamente? ¿Estas son las salvajadas de Fidel Castro?

Las declaraciones de este flamante demócrata y pacífico, además de anidar sumisión e ignorancia, contienen odio y envidia. La calumnia no es de valientes. ¿Qué está haciendo él por Costa Rica? Que muestre los ‘logros’ de cualquiera de sus gobiernos a ver si se comparan con las salvajadas cubanas.
https://www.alainet.org/es/active/15707
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