Los ataques personales

30/01/2007
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Decía con valor y con atinado análisis, el presidente Adolfo López Mateos, en el tiempo del Machartismo absurdo y asesino por el cual Estados Unidos veía comunistas hasta en la sopa y hoy ve terroristas hasta debajo de las almohadas, que el mundo en lo general y el Continente Americano en particular son como grandes ciudades deportivas donde se ubican canchas de todos los deportes y que lo sabio era que nadie de los jugadores invadiera la cancha de una disciplina diferente.

Lo que quería significar el desparecido mandatario es que cada nación tiene derecho de darse el sistema político que considere conveniente y ningún otro tiene derecho intervenir en las cosas internas de las naciones que por naturaleza y derecho son soberanas.

Es esta la parte sustantiva de nuestra llamada Doctrina Estrada, la que creara el gran internacionalista, Genaro Estrada: México no reconoce ni desconoce a gobierno alguno, sólo mantiene o no relaciones, porque así como no acepta críticas, no las debe realizar en contra de otros.

Es esto también la parte profunda del gran axioma juarista: "Entre los pueblos como entre las naciones el respeto ajeno es la paz".

Qué necesidad tenía el presidente Felipe Calderón Hinojosa de echar reversa a sus dichos en Davos, Suiza, para ahora salirnos con que “por beneficio de Latinoamérica pido que se dejen de lado los ataques personales entre mandatarios”, para contestar las últimas declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Aquellas terribles frases espetadas el domingo pasado por el mandatario venezolano: “Parece que este caballerito va por el mismo camino que su antecesor, Vicente Fox”, a quien recordó que lo llamó "cachorro" del imperialismo.

Estamos de acuerdo con el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, al apoyar al presidente Felipe Calderón, en el sentido de que ningún mandatario de otro país debe criticar al presidente de México; pero también es de considerarse quién fue el que inició la camorra. Pendencia que ni la inocente secretaria de Relaciones Exteriores pudo revertir con aquello de que su jefe no se refería a los presidentes latinoamericanos.

Efectivamente no son de desdeñarse los apoyos europeos: "España está profundamente agradecida por la generosa y firme colaboración que México nos ofrece, para que podamos alcanzar el objetivo irrenunciable de poner fin al terrorismo”, del rey Juan Carlos de Borbón, al recibir al presidente Calderón.

Y el respaldo del primer ministro británico, Tony Blair, con aquello de que la política de trabajo del presidente Felipe Calderón asegura que "las medidas duras y de seguridad" del mandatario azteca son la mejor manera para que México se desarrolle en un mundo de crecimiento abierto.

La lección es muy dura, ojalá la aprendamos. Juguemos en nuestra propia cancha sin violentar invadir las otras. Enseñémonos a convivir. No le hagamos el trabajo sucio al imperio voraz. Dejémonos de ataques personales.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.

teodoro@libertas.com.mx

www.ciap-felap.org

 www.fapermex.com


https://www.alainet.org/es/active/15297
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS