Sin duda, siempre hará falta una organización que impulse los cambios y transformaciones que necesita la Patria y su Pueblo, pero la deformación de los partidos políticos hacen dudar que un partido único logre blindarse de las aberraciones instauradas dentro de estos, que para mí sólo han sido reductos de un poder mal entendido. Siempre lo he dicho y espero que algún día sea comprendido y entendido por todos que el pueblo por mayoría le otorga la responsabilidad a quienes se ofrecen como candidatos para administrar los recursos del Estado y buscar el beneficio en lo que se refiere a educación, salud y seguridad para todos los ciudadanos; por lo tanto, tenemos el poder de removerlos cuando estos nos fallen”. Claro para saber cuando, debemos estar vacunados contra las manipulaciones y los engaños de los manejadores de gente.

Partiendo de esa premisa, esta clarito que algunos están destinados a gobernar y por lo tanto buscarán quien los catapulte y como lamentablemente no encuentran apoyo en las comunidades, que no han comprendido todavía que tiene el poder para hacerlo, no les queda otro camino que inscribirse en una organización política. Sin embargo, creo en la plena libertad del ser humano, sin amarras, ni solidaridades automáticas, ni condicionados a líneas partidistas que disgusten a las mayorías. Para mí un partido único no sería relevante, si no supiera cuantos caimanes y camaleones hay en el foro político y no me importaría quien lo conformara (el oposicionismo también quiere crear uno) si la mayoría de los venezolanos hubiésemos adquirido una verdadera madurez política, pero como ya vimos, en las elecciones pasadas una buena cantidad de personas cayeron en el engaño de la tarjeta parásita y sobran los fanáticos que aplauden cualquier barbaridad dicha.

Por tal razón prefiero seguir sin inscribirme en partido político alguno, ni siquiera en el nuevo que formará el Comandante Chávez, que si no cuenta con un buen filtro se llenará de inmediato de aprovechadores de oficio, quizás más de los que hoy llenan los espacios en todas las Instituciones con poder de decisión, control y mando. Por eso sigo haciéndole un llamado a los que aman a su tierra, para que se postulen contra viento y marea, que sigan trabajando para su comunidades y que éstas los apoyen por encima de los que quieran imponer los partidos políticos; porque de esta manera el vínculo entre: elector y elegido, será más fuerte y sus decisiones y acciones no dependerán de una línea partidista, sino de las necesidades y demandas de la comunidad que lo llevó al cargo público.

Y para acotar el debate sobre el partido único les dejo esta interrogante ¿Qué pasará con aquellos que apoyan las buenas ideas y el camino al socialismo pero no les gusta estar inscrito en partido alguno? Sólo con corroborar cuantos inscritos existe en cada grupo electoral y compararlos con los votos obtenidos por cada uno se podrá comprobar que la mayoría de los venezolanos no se encuentra inscrito en ningún partido político. Personalmente estuve dos veces a punto de hacerlo pero al leer sus estatutos (les invito hacerlo), me percate de que me sería imposible jurar fidelidad a las irregularidades y las vivezas, y que muy poco ascendería para ayudar verdaderamente en la transformación de Venezuela, porque no soy capaz de adular, ni de jalarle bola a nadie, por eso prefiero permanecer en mi modesta tribuna, siempre pensando en el bienestar de la Patria y su Pueblo, para tener la libertad de criticar lo que crea se esta haciendo mal y honrar lo que vea se esta haciendo bien.