Lo dice el propio Banco Mundial

Con Vicente Fox, México se volvió ultradesigual

01/12/2006
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A horas de ceder el poder, el análisis de su desempeño económico es pésimo. Veinte familias manejan la economía, mientras la Justicia actuó a favor de los ricos.

 

El México que en horas va a cambiar de presidente ha simplificado muchas cosas. Por ejemplo, hablar de oligarquía en las tierras aztecas es referirse a las 20 familias multimillonarias que controlan la economía y tienen un ingreso 14.000 veces mayor que el promedio de la población. Y que la administración saliente, la del presidente Vicente Fox se encargó de agudizar. ¿Discurso chavista? En absoluto, esta es una conclusión a la que arribó el Banco Mundial (BM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que se dio a conocer esta semana.

 

Fox, un ex gerente de Coca Cola y presidente de México desde 2000, entregará hoy el poder a Felipe Calderón, de su mismo partido (el Partido de Acción Nacional, PAN), aunque a ciencia cierta nadie sabe si ganó las elecciones pasadas. A ciencia incierta –si se nos permite la expresión- hubo fraude electoral y el candidato Andrés López Obrador (del Partido de la Revolución Democrática, PRD) fue el más votado, y quien debiera tomar el control del Poder ejecutivo en la otrora capital del Imperio Azteca.

 

Tras 71 años de control por parte del Partido de la Revolución Institucionalizada (PRI) y de una forma nefasta de hacer política, Fox alcanzó la primera magistratura el 1º de diciembre de 2000. Con un discurso superador del “régimen priísta”, el nuevo administrador tuvo el triste privilegio de empeorar la situación social general del país con mayor cantidad de hispanohablantes. Según el BM y el PNUD, durante su sexenio como jefe del Estado, el poder de los grupos empresarios y los sindicatos corporativos ligados al PRI se consolidó, al punto de convertirse en los mayores generadores de desigualdad y frenar el crecimiento.

 

``En la actualidad, los grupos poderosos se benefician del status-quo y no tienen incentivos para cambiar su conducta. Hasta la fecha se ha observado un equilibrio político en el que estos grupos reciben rentas sustanciales a costa del dinamismo en el crecimiento``, señaló el informe conjunto.

 

El reporte identifica ``un grupo de 20 personas o familias``, a los que llama los ``multimillonarios mexicanos``, que han consolidado su poder económico en la administración Fox. En 2006, la riqueza de este pequeño grupo empresarial se elevó a poco más de 6 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) unos 50.454 millones de dólares. En 2000, al inicio del gobierno saliente, el ``valor neto de los multimillonarios`` era de 5 por ciento del PIB, es decir, 23.109 millones de dólares, si se toma en cuenta el valor del PBI de ese año.

 

Asegura que la mayoría de los integrantes de este grupo de 20 personas o familias ``heredó parte de su riqueza y casi la mitad se benefició de las privatizaciones realizadas a principios de los años 90``. Aunque no menciona nombres, los sitúa en sectores específicos que hace fácil identificarlos: minería, banca, telecomunicaciones, industria cervecera, del cemento, farmacéutica, comercio al menudeo, bienes raíces, televisión y tortillas.

 

``La desigualdad y el lento crecimiento son dos de los problemas más importantes que enfrenta México en la actualidad``, indica el informe titulado “La trampa de la desigualdad y su vínculo con el bajo crecimiento en México”. ``Con pocas excepciones, el sexenio del presidente Fox fue un periodo en el que no se atendieron los aspectos de las desigualdades que reducen el crecimiento``, agregó, para luego aseverar que “desde una perspectiva internacional, la proporción de la riqueza de los multimillonarios mexicanos con respecto al PIB es más cuantiosa que en la mayor parte de los países, pero no es la más alta``. Sólo superan a la economía maya en este renglón las de Kuwait, Arabia Saudita, Rusia, Singapur, Malasia y la joya latinoamericana: Chile.

 

El informe fue elaborado por Isabel Guerrero, directora del Banco Mundial para México; Luis Felipe López Calva, del PNUD México, y Michael Walton, profesor de la Universidad de Harvard.

 

Al analizar la forma en que los grupos de poder económico han logrado proteger sus intereses, el estudio asegura que ese selecto club de multimillonarios y sus familias ``tienen un ingreso casi 14 mil veces el del promedio de la población``.

 

``La concentración de la riqueza familiar puede llevar a concentraciones mucho mayores de influencia corporativa, por medio de estructuras piramidales de propiedad empresarial, en las cuales los patrones interconectados de propiedad corporativa implican que las familias controlan activos que son un múltiplo de su propiedad efectiva``, sentenció el paper.

 

Como conclusión más categórica, el informe sostiene que la forma de operar de este puñado de empresarios con alto poder económico y gran influencia política es también el principal freno al desarrollo económico.

 

El estudio analiza la forma en que empresas dominantes, como Teléfonos de México -propiedad de Carlos Slim, el latinoamericano más rico­ han obtenido amparos para evitar sanciones, cuando las autoridades regulatorias las acusaron de incurrir en prácticas monopólicas.

 

``Se encontró que algunas de las compañías que habían sido declaradas culpables de prácticas monopólicas habían obtenido amparos, como Teléfonos de México, Radiomóvil Dipsa, o Telcel, Ferrocarriles del Sur, Fomento Económico Mexicano (Femsa), Grupo Modelo y Grupo Televisa``. Añade que una cuarta parte de los casos de abuso de poder monopólico en México se relacionan con empresas controladas por los multimillonarios mexicanos que aparecen en la lista de Forbes.

 

El BM también acusa a los grandes sindicatos, -en México definidos como “sindicalismo charro”- el legado del pasado priísta como responsables, aunque en menor medida, del estancamiento mexicano. Cita específicamente al de los trabajadores petroleros, al de la Comisión Federal de Electricidad, de los trabajadores de la educación y del Instituto Mexicano del Seguro Social, a quienes identifica, en sintonía con los intereses de los grandes empresarios, como beneficiarios de un estado de cosas que impide el crecimiento económico y la mejor distribución de la riqueza.

 

Este es el México que debe administrar desde el primer minuto de hoy Felipe Calderón. Y decimos “administrar” porque su deslegitimada presidencia va a intentar mantener este estado de cosas y no cambiarlo radicalmente. Administrar la crisis, de eso se trata. Para que esas 20 familias sean cada vez más ricas.

 

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

http://www.prensamercosur.com.ar

 

https://www.alainet.org/es/active/14801?language=en
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