Qué tan lejos de la política

28/09/2006
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“Los países (igual que los dragones,
Los unicornios o los vampiros) no pueden verse,
Solo pueden imaginarse”
Tania Hermida
Países sin espejos/espejos sin países En el Ecuador no hemos tenido cine, tampoco política. Hoy nos inventamos otro proceso electoral para cerrar la catarsis de una democracia que ha alcanzado y beneficiado a muy pocos. Los candidatos representan en este escenario sus roles a cabalidad. Sobre el guión y su reestructuración bianual electoral trata este artículo. Vamos a hacer un esfuerzo por separarlo en cuatro partes: La realidad política del país hoy en día; algunas aberraciones del proceso electoral; las candidaturas presidenciales y el espejo de esta sociedad. La realidad política del país Para entender el proceso electoral que enfrenta el Ecuador en octubre y noviembre del 2006 repasaremos muy brevemente la historia política del país en los últimos diez años. Las élites políticas desde 1978(1) hasta 1996, se habían turnado el poder en gobiernos con pocas variantes desde el Partido Social Cristiano en la derecha, a la Izquierda Democrática en un vacuo intento socialdemócrata. En el año 1996 el abogado Abdalá Bucaram es electo Presidente de la República del Ecuador. El populismo regresa al poder tras cuarenta años de ausencia en el ejecutivo, habiendo sido su último exponente Velasco Ibarra en los sesentas. Bucaram duró en el poder solamente seis meses, pues en febrero de 1997, tras fuertes movilizaciones populares en contra de las medidas económicas impuestas por el régimen y las particulares formas de gobernar del presidente Bucaram(2), las Fuerzas Armadas regresaron al campo político, para quitarle su apoyo al Presidente constitucional de la República. Asumió el poder con muchos cuestionamientos, el entonces Presidente del Congreso, Fabián Alarcón. En el año 1998, el doctor Jamil Mahuad es electo Presidente de la República del Ecuador. Un año más tarde el país sufrió la crisis financiera más fuerte de los últimos quince años. Mahuad en el inútil intento de solucionar la situación, declaró la dolarización de la moneda del país; al mismo tiempo que la prensa develó el estrecho vínculo de su campaña electoral(3) con grupos financieros que habían sido privilegiados, tanto con información como con influencias y aún así habían quebrado dejando sin ahorros a gran parte de la sociedad ecuatoriana. El 21 de enero del 2001 un golpe de Estado derrocó a Mahuad tras semanas de movilización indígena en todo el país, con la complicidad de un grupo de coroneles encabezados por Lucio Gutiérrez. Asumió el poder su Vicepresidente Gustavo Noboa. En el año 2002, el Coronel Lucio Gutiérrez es electo Presidente de la República del Ecuador. A pesar de que ofreció gobernar con los sectores sociales y excluidos del país, durante dos años lo hizo con los grandes Partidos Políticos. En diciembre del 2004 tras medir fuerzas con León Febres Cordero, --como lo hacían los Capos en las grandes ciudades rusas de los noventas--, en un asalto a la institucionalidad del país, derrocó la Corte Suprema de Justicia e impuso una nueva con nombres altamente cuestionados, apoyándose en otra coalición de partidos políticos pequeños en el Congreso Nacional. La sociedad sobretodo de la capital de la República protestó con fuerza desde diciembre hasta abril del 2005, recibiendo como respuesta constante los agravios de un tercer Presidente que caía del Gobierno tras el anuncio de los militares --sus ex compañeros de cuarteles y de golpes de estado-- de que le quitaban su apoyo. Asumió el poder su Vicepresidente Alfredo Palacio. En octubre del 2006 los ecuatorianos y ecuatorianas iremos a las urnas por cuarta vez en diez años, con las siguientes certezas: Los militares son quienes tienen la última palabra en nuestra democracia constitucional. Los golpes de Estado fueron la posibilidad de expresar el descontento mayoritario, al mismo tiempo que demostraron que con los derrocamientos pocas cosas han cambiado. Las élites económicas se reacomodan magistralmente con cada gobernante y sostienen el Statu Quo sin que ninguna reforma social, política o económica haya modificado, ni siquiera mínimamente, la realidad de desigualdad del país. El voto en lugar de compromiso significa renuncia. La raya en la papeleta al mismo tiempo que es el contacto más cercano de la ciudadanía con el poder, parecería haber sido diseñado para generar la renuncia a una participación sostenida de la mayoría, en las decisiones cruciales del país. Algunas aberraciones de este proceso electoral En abril del año pasado el mundo veía las imágenes de un pistolero que desde una ventana del ministerio de Bienestar Social disparaba a la manifestación ciudadana que buscaba la salida del Presidente Gutiérrez. Quien presumiblemente ordenó disparar --absuelto por la justicia por falta de pruebas-- hoy es el primer candidato a la diputación de Pichincha, la provincia en la que está la capital, Quito. El equipo de fútbol Barcelona de Guayaquil ha llegado en dos ocasiones a la final de la Copa Libertadores de América, el arquero que no pudo impedir los goles que hicieron que el equipo no haya ganado el campeonato se llama Carlos Luís Morales. Luego de un fugaz paso por el periodismo deportivo hoy es el segundo candidato a diputado por Guayas, la provincia en la que está el puerto principal del Ecuador, Guayaquil. En mayo del año 2004 el Partido Verde Alemán auspició a varios grupos de mujeres para la Organización de un foro sobre “mujer y legislación”. Quien abrió este foro es Luís Almeida --en ese entonces diputado por Guayas del Partido Social Cristiano-- cuya esposa había ganado una curul, con las cuotas garantizadas para las mujeres en cada lista de candidatos, para que Almeida, marido y suplente, asuma la labor parlamentaria. Durante la exposición del suplente diputado una joven increpó en que el entonces diputado suplente pisoteara las cuotas, camuflando la candidatura en su esposa y además abriera el foro. Almeida ante la mirada incrédula de los diputados alemanes respondió: “Señorita lo que usted todavía no ha entendido es que en este país el que monta manda”. Hoy Luís Almeida encabeza las listas para diputados de Guayas por el partido del defenestrado ex presidente Gutiérrez, Sociedad Patriótica. Y el partido Social Cristiano propone a Cintia Viteri como la opción de las mujeres para la Presidencia de la República en esta elección. Estos ejemplos son solamente algunos de los muchísimos a nivel nacional, con los que puede percibirse que este sistema democrático deformado por los Partidos Políticos está tocando fondo. Nos transportan a la gris y plana realidad de unas elecciones que indignan a alrededor del 40% de los votantes a nivel nacional, quienes vislumbran en el voto nulo para diputados del Congreso Nacional, la posibilidad de validar la tesis de una nueva Asamblea Constituyente. Las candidaturas presidenciales En agosto de este año, el Tribunal Supremo Electoral validó las candidaturas de trece binomios aspirantes a la Presidencia de la República. De ellos, cuatro tienen alguna posibilidad de alcanzar el sillón presidencial. Dos de los candidatos han sido ya citados: Álvaro Noboa y Cintia Viteri. En las últimas encuestas publicadas ambos tienen el once por ciento de intención de voto a nivel nacional. El tercer binomio es el de León Roldós y Ramiro González, representantes de una tendencia de centro izquierda que componen la alianza de un candidato presidencial con muy buena acogida a nivel nacional por su desempeño político desde hace treinta años(4) y un joven militante del Partido de Izquierda Democrática. Este binomio comenzó el proceso electoral encabezando por largo las encuestas con el veinte y ocho por ciento de intención de voto, cayendo a veintitrés en las últimas mediciones. La clave de dicha caída ha sido el enunciado de buscar un cambio con estabilidad, cacofonía que ha hecho que la población gire a su mirada a otra candidatura. Por último está Rafael Correa. A quien tres meses como ministro de economía(5) le sirvieron para constituirse en el candidato con mayores posibilidades de alcanzar la Presidencia de la República en estas elecciones. Sus firmes pero en momentos demagógicos postulados, le han llevado a posicionarse con fuerza ante el electorado que le entrega casi el 33% de intención de voto en primera vuelta. El primero de ellos fue el anunciar que no presentará listas de diputados(6) pues su segundo decreto será llamar a consulta popular para preguntar si los ecuatorianos y ecuatorianas quieren ir a una Asamblea Constituyente. El segundo que se cortará la mano antes de firmar el TLC con Estado Unidos. El tercero que los norteamericanos saldrán de Manta en el 2009. Así la ciudadanía se debate entre el cuarenta por ciento de posibles votos nulos para los congresistas y el mismo porcentaje que potencialmente le daría a Correa la victoria en primera vuelta si Roldós, Noboa o Viteri en contraposición, no consiguen más del treinta por ciento de los votos válidos. El espejo de esta sociedad Mientas la vorágine electoral devora encuestas, las oscuras salas de cine se cubren con un largometraje(7) que a manera de espejo nos ha devuelto ese Ecuador que no necesariamente se ha mirado en este artículo. Nos reconocemos en los personajes del Road Movie y sentimos la necesidad de regresar la vista al país más profundo, al que se ríe de si mismo, al mismo tiempo que sale todos los días a trabajar temprano por la mañana y regresa con la noche, sin que con el pasar de los años, vea progreso alguno, para su vida o la de los demás. Nos muestra el Ecuador en verde, azul y rojo --que es como debería componerse la bolivariana bandera de nuestros países por los diarios colores de sus vidas-- aquel que hoy está pintado de campañas que se envejecerán hasta que pasen unos años y otros políticos pidan el mismo espacio para repetir las mismas consignas. Cuando regreso la vista a la elección siento júbilo y preocupación. Preocupación porque entiendo como tantos otros ecuatorianos y ecuatorianas, que para cambiar este país necesitaremos de muchos años de trabajo paciente, de formación conjunta, de reconocernos en todas las dimensiones del Ecuador, buscando construir colectivamente un horizonte que acaso se está comenzando a trazar, con el enorme temor de que tomemos un atajo más y lo inmediato nos tiente a seguir dejando colgada alguna perspectiva de futuro. Júbilo porque puede verse que la población despierta y ya no se entrega incondicionalmente a los colores, canciones y números de las distintas candidaturas, sino que entiende tener un papel protagónico y poco a poco se irá involucrando más en las decisiones álgidas, aquellas que han sostenido las élites en sus manos cristalizando sus mezquinos beneficios. Este país camina a pesar de que sus politiqueros con sus maquinarias electorales y sus maquilladas elecciones “nos sigan pegando abajo”. Nos queda imaginar que las tan nombradas riquezas del Ecuador algún día se volcarán para volver más feliz la vida de tantos ecuatorianos para sobre esa utopía trabajar tan placentera como duramente, teniendo al tiempo como cómplice y encubridor, hasta hacerla real. Quito, 28 de septiembre del 2006 Notas: (1) Ecuador fue el primer país de Suramérica que regresó a la democracia en 1978, en la llamada tercera oleada democrática del continente. Con excepción de Colombia, Venezuela y México, todo el resto de países de Latinoamérica habían pasado entre los años sesenta y ochenta por dictaduras militares auspiciadas por los Estado Unidos. (2) Bucaram después de anunciar medidas económicas que quitaban los subsidios de los combustibles en diciembre del noventa y seis, sacó un disco musical que regaló a los presidentes sudamericanos en una cumbre en el mismo mes; en enero aceptó la designación de presidente del equipo de fútbol Barcelona Sporting Club con el que se quedó entrenando durante dos semanas sin ir al Palacio Presidencial a enfrentar las graves protestas en contra de su gestión y su forma de gobernar. (3) Fernando Aspiazu, mayor accionista del Banco del Progreso, tras la quiebra de su Banco -el segundo más grande del país hasta 1999- denunció haber entregado tres millones de dólares a la campaña de Mahuad. (4) León Roldós fue nombrado, por el Congreso Nacional, vicepresidente de la República tras la muerte de su hermano Jaime Roldós, Presidente de la República entre 1978 y 1981. Luego fue diputado por el Partido Socialista del Ecuador y candidato Presidencial en dos ocasiones. (5) Desde abril hasta junio del 2005 fue uno de los ministros de economía más controversiales de los últimos veinte y cinco años de democracia, tanto por sus firmes posiciones ante los organismos internacionales como por su oposición ante el Tratado de Libre Comercio con los Estado Unidos o la Base Militar Norteamérica en Manta Ecuador. Se autoproclama un Humanista Cristiano de Izquierda, develando algunas de sus fortalezas e incongruencias en el solo postulado. Tiene dos maestrías- una en Lovaina y otra el Illinois- y un doctorado, todos en economía. Es alto, guapo, simpático y se desenvuelve extraordinariamente frente a los medios de comunicación, casi todos opositores suyos. (6) Decimos anunciar porque en tres provincias sí lo hizo, Cañar, Bolívar y Zamora Chinchipe. Además de ir en alianza con el Partido Socialista y pasear en misma camioneta que sus candidatos a diputados por todo el país. (7) El nombre de la película es “Qué tan Lejos” y su directora es quien daba sentido a las líneas del epígrafe de este artículo, Tania Hermida. Fuente: Corporación Viva la Ciudadanía.
https://www.alainet.org/es/active/13671

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