En Nueva York se dio la noticia del regreso al pacto que integran Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Pero su regreso va a ser fundamentalmente comercial, coherente con la política exterior de Santiago de Chile. Como estaba previsto, hubo reunión ayer en Nueva York entre los cancilleres de Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú en un aparte de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El motivo fue formalizar el retorno de Santiago de Chile a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) de la que fue fundadora en 1969, pero que había abandonado en 1976 en épocas del dictador Augusto Pinochet. De esta forma, la Administración de la presidente Michelle Bachelet consiguió el retorno al “vecindario”. "Chile fue uno de los países fundadores del Pacto Andino", dijo el canciller chileno Alejandro Foxley, quien agregó que "hoy (por ayer) se reincorpora como miembro asociado". No obstante, la integración de su país se limita al ámbito comercial, ya que va a revestir el rango de miembro asociado. Foxley fue explícito, al sostener que su país "cree en una política de regionalismo abierto, y por lo tanto tenemos ahora la condición de miembro asociado en el Mercosur y en la Comunidad Andina". La aclaración del acento en lo comercial fue implícita en otra declaración posterior. "Ese regionalismo abierto significa que ahora tenemos acuerdos de libre comercio con 54 países que representan a 3.800 millones de personas". Ese es el Norte de la nación trasandina: establecer acuerdos de libre comercio (TLC) con la mayor cantidad de naciones posibles. Y los miembros de la CAN –con la excepción de Bolivia y en menor medida Ecuador- son propensos a esta política. Colombia, Perú y el recién reingresado tienen suscriptos TLC con Estados Unidos, motivo de la salida de Venezuela de este pacto regional a principios del corriente año. El canciller chileno explicó a la prensa que "nos vamos a dar un plazo de 60 días para determinar en qué áreas de la Comunidad Andina nos vamos a incorporar sustantivamente para hacer nuestro aporte. Este es un paso adelante en la globalización de la economía chilena, que es una de las más globalizadas del mundo". Por su parte, su par peruano José Antonio García Belaúnde dijo que la incorporación del vecino del sur significa "una de las decisiones más importantes que hemos tomado". La incorporación de Chile, explicó, fue una iniciativa del presidente peruano Alan García cuando lo propuso en Santiago, como presidente electo, en julio de este año. La invitación se formalizó en Colombia el 7 de agosto durante la segunda posesión del presidente colombiano Alvaro Uribe. "Celebramos la celeridad con que se dio este proceso", comentó la canciller colombiana María Consuelo Araujo, quien agregó que la decisión "significa un fortalecimiento para la comunidad andina". Y el canciller boliviano David Choquehuanca aplaudió el ingreso de Chile, nación con la que han mantenido conflictos por la salida al mar de Bolivia. "Somos un país integracionista", explicó Choquehuanca, "y lo consideramos un primer paso positivo". Pese al énfasis en lo comercial, la vuelta de Chile a la CAN debe ser festejada porque significa el estrechamiento de los lazos entre las naciones del Cono Sur. No debemos olvidar que muchos eventos que fueron programados en un sentido, luego fueron apropiados por las poblaciones y resignificados. La pobreza y el atraso de la región se lo merecen, y el esfuerzo bien lo vale. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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