Contando el mismo cuento Parece que el viejo cuento de que si no hay ampliación de atribuciones, favores, oportunidades, intereses o la entrega de cierta cantidad de tierras a una determinada empresa la minería fracasa, las operaciones se cierran, la economía colapsa o los inversionistas fugan del país, se va convirtiendo en un común denominador en el libreto de “lucha” de los empresarios mineros. Decimos esto por los hechos ocurridos el martes 18 de julio en la ciudad del Cerro de Pasco, donde mas de mil trabajadores de las contratas acompañados de los “contratistas”, funcionarios y asistentas sociales de Volcán Compañía Minera realizaron una marcha y luego una concentración al frente de la Municipalidad Provincial de Pasco para apoyar la propuesta de expansión del tajo abierto, con el argumento de que “si no hay tajo, no hay trabajo”. Esta modalidad de “movimientos obreros” no es raro, ya que como recordaremos lo mismo ocurrió en La Oroya donde la norteamericana Doe Run movilizó a sus servidores en una campaña para la ampliación del plazo de cumplimiento del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental alzando el mensaje de que “si no hay ampliación hay cierre de labores, similar acción ocurrió con la empresa minera Atacocha donde sus trabajadores con el cuento de cierre de mina y de sus operaciones realizaron una marcha exigiendo mas terreno para el depósito de relaves, sin contar otras acciones similares en otras partes del país. Somos concientes de que la minería genera divisas al país, mueve la economía regional, brinda empleo y es una de las actividades económicas estratégicas del Perú, creo que por esta razón los trabajadores contratados de Volcan Cia. Minera se movilizaron, cuidando también sus empleos y sus salarios, gritando a viva voz: “si no hay mina, no hay Pasco”, “minería es progreso”, “minería es desarrollo y no es política” entre otros lemas, en un enfrentamiento verbal con la población afectada. La Marcha Minera…¿A dónde? Sin embargo, también la minería en estos cien años de actividad en Cerro de Pasco ha generado grandes daños, desde la explotación del hombre por el hombre, las ínfimas condiciones laborales, el daño ambiental irreversible y los problemas sociales (alcoholismo, prostitución) desde la Cerro de Pasco Cooper Corporation, pasando por Centromín Perú y lo mismo con Volcan Cia. Minera, aspectos que parecen no importar a los propios trabajadores mineros. En este año al interior de las minas de Volcan se han registrado cuatro accidentes fatales, la mayoría de ellos trabajadores de contrata cuyos familiares, por esta condición laboral, no reciben beneficios sociales; sabemos que al interior de la empresa los servidores contratados no cuentan con todas las condiciones de seguridad e higiene que la norma exige, incluso los trabajadores salen a sus viviendas con el mismo mameluco con que laboran contaminando también a su familia, sin beneficios sociales, sin seguro de vida, ni atención médica, sin beneficios económicos por trabajo en sub suelo, trabajo nocturno, labores en zonas de riesgo por exposición de gases tóxicos, entre otros, sin contar por las horas extras trabajadas. Al parecer estos aspectos poco importan a los propios mineros. Otro aspecto, es que buen número de servidores de las contratas son foráneos al igual que los “contratistas”, indicador que incrementa la poca identificación del trabajador con la tierra cerreña, ya que el dinero que reciben en Pasco lo invierten en otros lugares, donde viven sus familiares, a excepción de una pequeña suma que lo invierten en alimentación, alojamiento o lugares de diversión, especialmente nocturna, clara muestra de la fuga de inversiones económicas. Han dicho que gracias a Volcan Pasco existe, frase no tan cierta, ya que en esta provincia trabajan ocho empresas mineras, las que también mueven la economía de la región, Volcan es una más. Mejor marchemos juntos…a la vida “Los mineros salieron de la mina”, dice parte de un poema de César Vallejo, pero salieron obligados y presionados (que no denuncian por temor a perder sus empleos) exigiendo la ampliación del tajo abierto y consecuentemente la destrucción del “Centro de la Ciudad” (Chaupimarca), olvidándose que esta zona fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación (R.D. 1031 INC, Lima 24 de octubre de 2002), lugar donde se proclamó la primera Independencia del Perú (07 de diciembre de 1820), lugar histórico testigo de luchas, penas y alegrías de cerreños y visitantes. Es urgente también que los niveles de representatividad de los líderes sociales y autoridades elegidas se consoliden a fin de que no existan celos, desconfianzas, malos entendidos y los procesos de negociación entre la empresa minera y la población tengan la legalidad, reconocimiento y validación social e histórica. Es urgente, que dejando de lado emociones, intereses personales y político-partidarios, nuestras autoridades regionales, locales y los dirigentes sociales, acompañados de los técnicos, profesionales conocedores del tema prioricen el tema del desarrollo urbano de la ciudad del Cerro de Pasco y generen una propuesta única y viable y la defiendan hasta la últimas consecuencias, porque Cerro de Pasco también merece vivir. ¿Responderá Volcan? Haciendo eco a los acuerdos del Consejo de Regidores de la Honorable Municipalidad Provincial de Pasco, antes de iniciar las conversaciones para la ampliación del tajo abierto, Volcan debe responder: ¿Ha cumplido con el 100% de los PAMAs y Proyectos de Cierre?, ¿Cuánto será la inversión económica para atender a los niñ@s víctimas de plomo en sangre y cuáles serán sus niveles de intervención en el corto y mediano plazo?, ¿Cuál será el destino de las 1800 viviendas rajadas por las explosiones diarias que ocurren al interior del tajo abierto?. Volcan también debe responder por los daños ambientales causados a las zonas de Champamarca, Ayapoto, La Cureña, Paragsha, José Carlos Mariátegui, entre otros, donde las áreas verdes prácticamente han desaparecido, los desmontes mineros se han incrementado, los polvos metálicos son constantes y la presencia de plomo en sangre en niños menores de doce años supera los límites máximos permisibles, las aguas ácidas circundan en rededor de los stock piles afectando a la población, sin contar con el daño social causado destruyendo la ciudad, sus calles, sus monumentos; destruyendo sus normas de convivencia sus costumbres y desintegrando familias. La minería es buena siempre y cuando se cuide el medio ambiente, se valore los recursos naturales, se piense en la generación y protección de otras actividades económicas, se ejerza una verdadera responsabilidad social y se convierta en un verdadero buen vecino y que cumpla de manera responsable con sus pagos de regalía minera, como lo hacen, incluso mineras mas pequeñas que Volcan. En Cerro de Pasco seguiremos conviviendo con la minería exigiendo un equilibrio entre el desarrollo minero y el desarrollo urbano ambiental de la ciudad, los mineros saldrán de las minas para hacer de Cerro de Pasco un lugar digno y sano donde vivir. Chaupimarca, 18 de julio de 2006