Apuntes sobre el nuevo cuadro político del país

14/06/2006
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

El modelo neoliberal al perder el consenso y la hegemonía social en la sociedad peruana, ha propiciado un nuevo mapa político en el país.

I. UNA INTRODUCCION NECESARIA

El pasado 4 de junio, ha culminado el proceso electoral para elegir un nuevo gobierno que a partir del 28 de julio del presente año tendrá a su cargo los destinos del país. Ha ganado la elección presidencial Alan García (APRA) que alcanzó 6’920,072 votos (al 99.246% de las actas computadas) que representa el 52.568% de los votos Validos. Ha perdido la elección presidencial Ollanta Humala (UPP) que alcanzó 6’243,858 votos, que representa el 47.467% de los votos validos.

Desde que se realizó el referéndum (30 de octubre del 2005) sobre la integración regional y que constituyó un rechazo masivo y plebiscitario contra el gobierno de Toledo, hasta la segunda vuelta electoral (4 de junio y aproximadamente cerca de 7 meses); el Perú ha vivido y seguirá viviendo un proceso político social de gran trascendencia que se ha expresado en una lucha abierta entre el continuismo neoliberal y la voluntad de cambio de la actual situación, que indudablemente marcará las tendencias políticas-sociales de los próximos años, que obviamente, incluye las próximas elecciones de los gobiernos regionales y locales que se realizarán en noviembre del 2006.

Pero también, este proceso se ha dado en el marco de un escenario internacional de América del Sur, donde sigue en marcha la construcción de una nueva correlación de fuerzas distintas y alternativas a los planes geopolíticos del imperio. Así, el 1° de mayo el gobierno boliviano presidido por Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos (petróleo y gas). La semana pasada dio inicio a una nueva reforma agraria entregando tierras a las comunidades campesinas y a los campesinos sin tierra. A ello se suma la ratificación de la convocatoria a la Asamblea Constituyente, para el 6 de agosto del presente año.

Las masivas luchas del movimiento campesino e indígena y popular de Ecuador (realizadas a fines de marzo), obligaron a que el gobierno ecuatoriano, decrete la caducidad del contrato con la empresa norteamericana OXY, que es responsable del 20% del petróleo ecuatoriano. Esta medida ha puesto en punto de quiebre el TLC con los EEUU, en tanto que el gobierno de Bush puso como requisito previo para aprobar el TLC, que se resuelva el litigio con la Occidental a favor de la empresa.

El gobierno de Venezuela presidido por Hugo Chávez con un discurso de abierto enfrentamiento a la administración de Bush y con propuestas de orden energético, ha tomado la incitativa de ponerse a la cabeza no sólo de la aglutinación de fuerzas con los gobiernos de Bolivia y Ecuador, sino con los movimientos sociales del Área Andina. Se puede decir que las elecciones peruanas, se han dado en medio de un gran debate y toma de posición sobre el destino de la CAN. Pero no sólo ello, sino que Hugo Chávez también afianza sus relaciones con países del MERCOSUR, en especial con Brasil y Argentina.

Pero también hay gobiernos y fuerzas políticas y sociales que se han puesto en marcha y en contra de este proceso bajo la iniciativa del gobierno de Washington. Veamos. En Colombia, ganó en primera vuelta (60%) el conservador neoliberal Álvaro Uribe lo que no hará sino ratificar su alianza estratégica con EEUU a través del Plan Colombia que como sabemos no pudo convertirse en plan andino. Sin embargo, en este país cafetalero las fuerzas políticas de oposición siguen vigentes, donde el Polo Democrático alcanzo el 22% de los votos váidos y las fuerzas sociales se enfrentan al TLC.

Ahora, que se ha producido el triunfo del APRA en alianza con la derecha, el Departamento de Estado Norteamericano, buscará construir y consolidar un eje integrado por Colombia y Perú, para enfrentar a los gobiernos y los pueblos que se distancian de las políticas de Washington y de sus planes geopolíticos que tiene para América del Sur. También se impulsará la política de incorporar a este eje al gobierno de Chile, situación que es poco probable si tomamos en cuenta que este país preside la OEA y requiere mantener un relativo equilibrio en el complejo panorama de Sudamérica.

Luego de esta breve mirada internacional de América del Sur, no podemos dejar de señalar que en Chile, país que es presentado por los medios de comunicación, como el ejemplo que debemos seguir (por moderno y estable), se ha producido de manera no prevista, como si fuera un “rayo en cielo sereno”, una gran movilización estudiantil de corte nacional, que exige la derogatoria de la Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza –LOSE (que los estudiantes la llaman la Ley Orgánica Comercial de la Ecuación). Estas lucha de lo estudiantes (que también los llaman los pingüinos), han puesto en la vitrina la desigualdad social que existe en dicho país, pero sobre todo ha develado los graves problemas que genera una educación que ha sido privatizada y ha puesto en evidencia que la escuela pública chilena se encuentra en una situación de deterioro.

Por ello, no deja de tener razón Humberto Campodónico, al referirse sobre este tema que en Chile: “El cobre está por los cielos, la educación por los suelos” (La República del 11/06/06). De modo, que se puede afirmar que el modelo neoliberal muestra diferentes grados de agotamiento en los distintos países de América Latina, es decir, en unos más que en otros.

Finalmente, cruzando las tendencias de ambos escenarios (nacional e internacional), buscaremos realizar un balance del proceso electoral nacional y arribar a algunas conclusiones (que las ponemos al debate), ya que el fin último de este breve documento, es afinar con la mayor precisión posible, nuestra propuesta y nuestras orientaciones que debemos desarrollar en la presente fase de la lucha política y social del país.

II. El BALANCE DE LAS ELECCIONES GENERALES DEL 2006

2.1 La polarización y la contundente derrota política de Unidad Nacional y de Lourdes Flores Nano.

A lo largo del proceso electoral y dando continuidad a la polarizacion social que se acumuló en los años previos; se ha producido una sostenida y profunda polarización entre las fuerzas del continuismo neoliberal y las fuerzas del cambio, que terminó en la primera vuelta electoral, con la aplastante derrota política de Unidad Nacional que constituye la representación política de la derecha neoliberal.

Es en esta primera vuelta electoral, en que la derecha perdió la opción de ser gobierno para los próximos 5 años, para lo cual se había preparando con todo esmero y que en determinados momentos le llevo incluso a cantar de manera prematura su supuesta victoria electoral. Su desaliento y sorpresa fue tan grande cuando comprobó, que no sólo quedó en tercer lugar, sino que era una fuerza básicamente limeña y centralista y profundamente aislada en las regiones del interior del país.

2.2 En la segunda vuelta electoral se profundizó la polarización.

Si en la primera vuelta electoral se produjo una abierta polarizacion política y social entre fuerzas del continuismo y las fuerzas del cambio; en la segunda vuelta esta polarización se profundizó. Este proceso se produjo, aún cuando se desarrollo intensas campañas de guerra sucia y de operativos sicosociales, que buscaron distraer a la opinión pública de los verdaderos problemas que vive el país.

La derecha política neoliberal al ser desplazada de la segunda vuelta y como revancha política, no le quedó otra alternativa, que organizar tras las bambalinas la derrota política electoral de UPP; más aún, si Ollanta Humala levantó las banderas de la Asamblea Constituyente, la Nacionalización de los Recursos Naturales, la renegociación del TLC, revisión de los contratos de estabilidad jurídica, la rebaja de los precios de los combustibles y del gas.

Es decir, para la derecha le era imprescindible derrotar electoralmente a esta opción llamada antisistema, en la medida que pone en peligro el agotado modelo neoliberal y al TLC, que es el instrumento geopolítico, mediante el cual se pretende blindar el modelo neoliberal que ha perdido el consenso en la sociedad peruana o hegemonía social. Para desarrollar y plasmar este objetivo contó con el solícito apoyo del gobierno de Toledo y del inefable PPK, quienes abiertamente hicieron campaña por el Alan García.

Le correspondió al sistema de comunicaciones que esta bajo control neoliberal (periódicos, radios y TV nacionales), ser el verdadero partido político de la derecha y jugar el rol de punta de lanza de este proceso contra Ollanta Humala; y convirtieron a Alan García, que meses antes lo repudiaban, en casi un patricio de la República, en adalid de la democracia y ejemplo de sana gobernabilidad, ajeno a la corrupción y a la violación de los derechos humanos.

Sin embargo, venciendo el miedo y estas campañas, la voluntad de cambio se mantuvo; y por ello, los temas que han estado en el centro de la polarizacion han sido: El TLC, la Asamblea Constituyente, la Nacionalización de los hidrocarburos y de los recursos naturales y la lucha contra la corrupción y la impunidad. En el debate presidencial, Ollanta Humala, no hizo sino confirmar de manera sencilla y popular su propuesta de cambio, que estuvo dirigida a los llamados segmentos D y E (llámense pobres) que constituyen aproximadamente el 51% del universo electoral del 2006, categorías “creadas imaginativamente” por lo medios de comunicación en su vano intento de negar las clases sociales que existen en el país.

Mientras que por otro lado, Alan García, al mismo tiempo, no hacia sino formular una propuesta con la finalidad de consolidar su alianza con la derecha, fuerzas que calificaron su intervención como “atildada” y donde además, según Juan Paredes (El Comercio) demostró con creces, un “desbordante rol de estadista”. Quizás por estas razones, la encuestadora Apoyo S.A. salió al día siguiente a decir que el debate lo ganó con el 57% Alan García y lo perdió Ollanta Humala con el 22%.

En las dos últimas semanas previas al 4 de junio, el APRA y los medios de comunicación, atrapados por sus miedos al voto oculto por Ollanta, señalaron que no sólo estaba en juego la opción entre democracia (Alan) y la dictadura (Ollanta), entre el Perú (representado por el mismo Alan) y el llamado y supuesto “imperialismo petrolero” (Venezuela) que nos iba a invadir; sino que la verdadera contradicción era entre la democracia y la izquierda violentista senderista. Por ello, en el mitin de cierre del APRA (1° de junio) aparecían orgullosos los gampietris y participaban de manera efusiva el fujimorista Rafael Rey.

Así culminaba, probablemente, una de las campañas más polarizadas de las últimas décadas, que abren horizontes distintos al que se produjo en el año 2000, que con la marcha de los 4 suyos se expulsó del poder, a la dictadura fujimontesinista; mientras que ahora en el 2006, el centro de la lucha está alrededor de la modificación del modelo económico y del régimen político que lo sustenta, en medio de un escenario internacional, que también es distinto al existió en el año 2000.

2.3 Las características del triunfo del APRA: ¿Una victoria pírrica?

Para que Alan García gane la segunda vuelta electoral con el 52.568%, tuvo que conformarse un gran frente político de la derecha, con la particularidad de que el gran capitán y conductor de esta alianza es el mismísimo Alan García. Detrás de l la candidatura presidencial aprista, se colocaban desde Mario Vargas Llosa (su otrora archienemigo), pasando por El Comercio y terminando con Fujimori, que envió desde Chile su apoyo a Alan García.

A diferencia de otras épocas donde el APRA entregaba sus votos o realizaba iniciativas para realizar alianzas con la derecha (Prado, Odría, la dictadura de Morales Bermúdez, Fujimori); ahora en el 2006, la derecha le ha entregado sus votos para que salve el sistema ante el peligro humalista. Se puede afirmar que con lo ocurrido en la segunda vuelta electoral, cobra validez, lo que alguna vez se dijo: En determinadas circunstancias, el APRA, es el partido que necesita la derecha. En realidad esta es la versión “globalizada “y del siglo XXI, de los viejos postulados que Haya de la Torre, que formuló en la década del 60 en su libro “30 años de Aprismo”; que se distinguió por el abandono de las propuestas de libro “El APRA y el Antiimperialismo”, que Haya de la Torre, escribió en la década de los 30.

Veamos algunas cifras electorales que confirman lo dicho. En la primera vuelta electoral a nivel nacional, el APRA alcanzó la cantidad de 2’985,858 votos válidos. Al 99.246% de las actas escrutadas en la segunda vuelta, el APRA, alcanzó la cantidad 6’920,072 votos válidos. Es decir, entre la primera y segunda vuelta, la votación por el APRA se incrementó en 3’934,214 votos.

¿Cómo se explica este incremento ocurrido en menos de dos meses?

Este incremento corresponde aproximadamente al 77% del total de la votación (5’079,614 votos) que alcanzaron en primera vuelta Unidad Nacional, Alianza para el Futuro, Frente de Centro y Restauración Nacional. (Para un mayor detalle sobre este traslado de votos ver el anexo N° 1).

Desde el lado territorial este incremento se explica porque el crecimiento en votos para Alan García, provienen principalmente de Lima. Recordemos que el APRA en Lima, alcanzó en la primera vuelta electoral 945,645 votos y en la segunda vuelta alcanzó 2’834,378, produciéndose un incremento nada menos que de 1’888,733 votos, que corresponden aproximadamente al 80% de la votación total (2’311,914 votos) que en la primera vuelta alcanzaron Unidad Nacional, Alianza para el Futuro, Frente de Centro y Restauración Nacional. (Para un mayor detalle sobre este traslado de votos ver el anexo N° 2).

Más claro ni el agua. Por ello, de manera incesante Lourdes Flores Nano le recuerda a Alan García, que los votos por el APRA en la segunda vuelta han sido prestados, y que los ciudadanos que han votado no lo hecho tanto para que él salga de presidente, sino para impedir el triunfo de Ollanta Humala. Solo algún afiebrado aprista puede afirmar que Lima en dos meses se convirtió en aprista en una especie de “aprismo miraflorino” (aunque a veces, Alan García, pareciera ser el aprista afiebrado).

Por otro lado, descontando Lima y Callao, que son plazas de gran influencia electoral de Lourdes Flores y Alex Kuori respectivamente, el APRA, ha ganado en 8 regiones, de las cuales:

· Ha triunfado con solidez y fuerza propia en cuatro departamentos, aunque en alianza con la derecha lo cual aumentó su caudal electoral, y son: La Libertad (72.55%), Lambayeque (61.20%), Ica (59. 24%) y Piura (55.55%).

· Ganó de manera estrecha siempre en alianza con la derecha en Tumbes (53.43%), Pasco (53.31%), Ancash (52.81%) y en Ucayali (50.43%), y que se puede afirmar que en este último departamento hay casi un empate.

Hemos analizado estas cifras electorales que ha obtenido el APRA para hacernos una sola pregunta: ¿Puede post 28 de julio del presente año, el gobierno de Alan García, implementar una política distante de las fuerzas políticas que lo ungieron como presidente? Mejor dicho: ¿Puede Alan García cambiar de caballo cruzando el tormentoso rio de la actual polarizacion política social que vivimos?

Nosotros consideramos que NO, porque la derecha - más temprano que tarde - le va cobrar la factura política a Alan García, en la medida que todos sabemos que en política y economía no “hay lonche gratis”. Incluso esta factura ha comenzado ya a pagarse por adelantado. Veamos algunos hechos que rebelan lo que estamos afirmando. En la primera vuelta electoral, Alan, sostuvo enfáticamente y con la energía del caso, que este congreso no debía aprobar el TLC y en caso de que el gobierno actual firme el TLC, de salir Presidente de la Republica, él retiraría la firma de Toledo.

En la segunda vuelta, ya en curso su alianza con la derecha, afirmó que estaba de acuerdo con el tratado señalando: “TLC a prueba”, como si los tratados con EEUU, se firmasen como si este país estuviera jugando, como cuando un niño (a) juega a los yaces.

En todo caso, en otro momento también afirmó, siempre en la segunda vuelta electoral, que aprobaba el TLC, sólo que había que mejorar las llamadas compensaciones. Más aún, el Secretario General Colegiado del APRA, Jorge del Castillo, el 20/05/06 declaró en la Republica, lo siguiente:

No es posible la sierra exportadora sin TLC porque no se puede competir con barreras arancelarias o fitosanitarias. Si no tengo TLC con EEUU me sacan del mercado, así de simple”.

En realidad, tanto Alan García como Jorge del Castillo, son coherentes con lo que está consignado en su propuesta de gobierno, donde señalan estar de acuerdo con el TLC, aunque afirman que hay que buscar que los costos sean menores. Por ello, el lunes 5 de junio, día en que la Comisión de Constitución del Congreso de la República, archivó el derecho de los ciudadanos para que se realice un referéndum, para que sea el pueblo quien decida, los congresistas apristas se retiraron y el que se quedó se abstuvo.

Cuando se manifestaron abiertamente las denuncias contra los contratos de estabilidad tributaria mediante los cuales las empresas trasnacionales evaden sus impuestos y mantienen privilegios y se planteó la necedad de aplicar el impuesto extraordinario a las sobre ganancias mineras, petroleras y gasíferas; Alan García, no dijo que había que modificar los contratos, ni aplicar el impuesto extraordinario, como mandato de Ley, sino que había que dialogar para convencer a los “nuevos patrones” neoliberales para que voluntariamente aporten al desarrollo del país. Esta vez para el APRA, dialogar es pactar, con la finalidad de mantener en lo fundamental, los privilegios de los poderosos.

Del mismo modo, cuando se propuso la propuesta de rebajar los precios de los combustibles, el APRA, pasó responder con generalidades que no hacían sino evadir el tema planteado, al sostener que el país necesitaba cambiar de matriz energética y producir Etanol, como si ya fuéramos el mismo Brasil, que opera con esta alternativa desde hace mas de 50 años.

Y para cerrar el círculo en las últimas semanas de la campaña, para gusto de la derecha, paso a usar “balas democráticas” contra los Humalistas (caso Cuzco) y calificó a quienes se oponen al modelo neoliberal y a su régimen político, de izquierdistas violentistas o de neosenderistas. En resumen, el APRA hará un gobierno de mano con la derecha y dará continuidad al continuismo neoliberal, aunque con su propio estilo y sus propias costumbres que ya conocemos.

Es indispensable anotar aunque sea de manera esquemática, una primera valoración de lo que va hacer el APRA en su lógica de gobierno. Porque además de sostener los ejes medulares del modelo neoliberal y el régimen político que lo sustenta; buscará casi de inmediato, la reestructuración del Estado, en particular de la FFAA, en la medida, que para enfrentar a las luchas del movimiento social, requiere de políticas represivas.

Nada de ello impedirá que al mismo tiempo realice algunas políticas populistas con alto efecto publicitario, como por ejemplo de bajar los altos sueldos parlamentarios, o incrementar en algún nivel el gasto social. Para este objetivo hará un “afeite del Presupuesto General de la República, pero no realizará una verdadera reforma tributaria, para que los que tienen mas tributen más; ni mucho menos tocará la lógica neoliberal del Presupuesto General de la República, que se sostiene en una estructura de impuestos indirectos (IGV, ISC), que reduce drásticamente los gastos sociales y productivos (entre ellos Inversión Publica), para mantener el pago puntual de la deuda externa.

2.4 Ollanta Humala perdió la presidencia, pero obtuvo una victoria política social, pese a sus conocidas vulneralidades.

UPP, en la primera vuelta electoral alcanzó a nivel nacional 3’758,258 votos válidos y en la segunda vuelta alcanzó 6’243,858 votos validos (al 99.246% de actas escrutadas), creciendo en cerca de 66%, que en términos absolutos significó un incremento de 2’485,600 votos.

Lejos de estancarse como vaticinó la mediática neoliberal aumentó de manera significativa y estuvo cerca de la meta del 50%+1, al alcanzar 47.43% del voto valido. Es decir, casi logra ganar a todo el sistema neoliberal que como máquina demoledora se le enfrentó. Como sabemos no contó con aliados políticos tradicionales, ni con el apoyo de algún medio de comunicación masiva (radios, periódicos y canales de TV) y enfrentó durísimas campañas sicociales. Aquí reside el valor cualitativo de su votación y se puede afirmar que perdió electoralmente pero logró una victoria política social.

¿Pero de donde salio el incremento de la votación por Ollanta Humala?

Desde el punto de vista político se puede afirmar que proviene porque mantuvo a lo largo del proceso las banderas de cambio que empatan con la mitad del país. Ollanta “no se blanqueó” como esperaba la derecha y Alan García, sino que incluso en algunos momentos (en los mítines) radicalizo algunas de sus propuestas.

Desde el punto de vista geográfico su votación viene del interior del pais al haber ganado en 15 regiones. Así:

· En cinco (05) departamentos arrolló o ganó aluvionalmente, como es el caso de Ayacucho (83.44%), Huancavelica (76.40%), Apurimac (73.82%), Cusco (73.00%) y Puno (69.58%).

· En otras siete (07) regiones ganó con solvencia como en Arequipa (64.58%), Huanuco (63.78%), Junín (62.71%), Tacna (60.83%), Madre de Dios (59.16%); San Martin (58.84%) y en Amazonas (56.44%).

· En tres (03) regiones ganó de manera apretada comos el caso de Moquegua (53.43%), Loreto (52.81%) y Cajamarca (52.03%).

Desde el punto de vista estrictamente electoral viene de un traslado importante del voto en blanco hacia su candidatura. Recordemos que en la primera vuelta electoral el voto en blanco fue 1’737, 045 que representó el 11.9 % del total de votos emitidos y en la segunda vuelta electoral los votos en blanco son apenas 151,878 votos, es decir, que disminuyeron en cerca del 91%, respecto a la primera vuelta electoral.

Obviamente, este proceso se ha producido principalmente en las regiones del interior del pais, sobre todo en las regiones del centro y del sur del país. Veamos el siguiente cuadro que da cuenta de algunos ejemplos que corresponden a varios de los departamentos en los que ganó Humala en ambas vueltas:

VOTACIÓN DE HUMALA Y SU RELACIÓN CON EL VOTO EN BLANCO

Departamento

Votación

1ra vuelta electoral

(%)

Voto Blanco

1ra vuelta electoral

(%)

Voto blanco

2da vuelta

electoral

(%)

Voto

2da vuelta

electoral

(%)

1. Ayacucho

63.04

20.90

1.52

83.42

2. Huancavelica

59.40

24.02

2.37

76.47

3. Apurimac

57.13

20.90

2.32

73.88

4. Cusco

57.15

15.20

1.20

73.00

5. Puno

51.59

15.27

1.00

69.59

6.Junín

41.01

13.80

1.10

62.80

7. Cajamarca

28.40

20.06

2.20

51.89

8. Loreto

29.82

13.70

1.10

52.77

Fuente: ONPE

Lo importante a destacar es el hecho de que quienes votaron por Ollanta Humala, ya no lo han hecho porque sólo esperan que llegue el famoso “chorreo económico” o que sólo exigen la construcción de algunas escuelas o postas medicas acompañadas de las llamadas políticas sociales o ser finalmente invitados al sistema.

La votación canalizada por la UPP implica que medio Perú demanda la modificación sustantiva de las políticas del Consenso de Washington, el capitalismo salvaje que implementó Fujimori y mantuvo Toledo, así como el régimen político que le da viabilidad. No le falta la razón, cuando Alberto Adrianzén, en el diario La República del 09/06/06, al presentar sus conclusiones del nuevo escenario, sostiene:

De ahí que estemos frente a una elección especial al plantearse la posibilidad del nacimiento de una nueva fuerza política. La elección de este último domingo es similar, guardando las distancias, a la de inicios de los años 30 que dio origen al APRA. Y también, a la de 1956, que permitió la emergencia de AP; y a las de los 80, que posibilito la creación de la otrora Izquierda Unida. El dato, si se toma en cuenta lo dicho, además de la emergencia de una nueva fuerza política, es el talante progresista y popular de ésta, al igual que en las tres coyunturas mencionadas anteriormente.”

Desde esta perspectiva el pronunciamiento de Humala en la noche del 4 de junio, sobre la necesidad de conformar un Frente Nacionalista Democrático y Popular, el llamado a la izquierda y a las organizaciones sociales para que se sumen a este esfuerzo, así como su posterior pronunciamiento de declarase como fuerza de oposición al futuro gobierno del APRA y llamar a la lucha en las calles contra el TLC, pueden ser indicadores iniciales de lo que afirma el analista Alberto Adrianzen.

Al respecto, vale la pena hacernos la siguiente interrogante: ¿Podrá Ollanta Humala hacer sostenible esta propuesta en un tiempo político y social que desde ya son difíciles y complejos?. Nos hacemos esta pregunta por que el liderazgo de Ollanta Humala (a diferencia de Evo Morales) no surge de una persistente movilización social, ni está asentado en una visión política programática. El reconocimiento de esta trayectoria de Ollanta Humala no niega la posibilidad que pueda hacerlo, más aún, si en la propia campaña electoral mostró audacia y astucia política. En todo caso, esto constituye un reto para quienes seguimos con la decisión de dar continuad a la voluntad de cambio que se anida en la sociedad.

III. CAMINAMOS EN EL MEDIANO PLAZO (MAS TEMPRANO QUE TARDE), A UNA NUEVA CONFRONTACION POLÍTICA SOCIAL.

El Perú de hoy ya no es el mismo del Perú de hace seis meses atrás. La lucha entre el continuismo y el cambio, ha pasado a otra fase que en el plano nacional ya no es electoral, donde tendremos a un gobierno conducido por el APRA en alianza con la derecha, que aún cuando pueda hacerle algunas variaciones epidérmicas, mantendrá los ejes fundamentales del modelo neoliberal.

En este nuevo escenario post 28 de julio del presente año, se puede afirmar que se ha reducido de manera sustancial el margen de juego para las opciones de centro, porque de alguna manera la disyuntiva que viene desde la propia sociedad es la siguiente: O se está por el cambio o se está por el continuismo (que puede tener variantes más o variantes menos).

Desde esta lectura del actual escenario podemos señalar que hay un nuevo mapa político social que en rasgos breves es el siguiente:

· Las fuerzas que apuntalaran la gobernabilidad neoliberal que se aglutinará en un gran frente de derecha que incluye al Fujimorismo y se ubicará detrás del gobierno de Alan García, cuya unidad básica girará alrededor de la mantención del modelo económico neoliberal, la implementación del TLC, la mantención en lo fundamental del centralismo y la complicidad con la corrupción y la impunidad (principalmente respecto Fujimori).

Indudablemente que esta base de unidad no niega las naturales contradicciones que existen en este gran frente y que se acrecentarán a medida que pase tiempo, aunque en el corto plazo, estas discrepancias se presentarán en las elecciones regionales y municipales, en particular en Lima Metropolitana.

· Las fuerzas que se comprometan a desarrollar consecuentemente la voluntad de cambio, buscarán probablemente unificarse en una amplia mayoría social y política, para construir una nueva gobernabilidad que defienda la soberanía, democrática y que incorpore de manera sustantiva lo popular y nuestras raíces culturales. Hay que reconocer que actualmente la cabeza de este proceso está depositado en Ollanta Humala.

La construcción de un gran frente de las fuerzas progresistas, nacionalistas que debe incluir a la Izquierda (que debe mantener y consolidar su propia identidad socialista) y las organizaciones sociales, será una tarea difícil y no está exenta de contradicciones, que pueden resolverse adecuadamente si ponemos por delante el destino del pais.

Es importante que para construir este frente se hace indispensable contar con algunos criterios rectores: (a) Contar con una propuesta común que debe ser trabajada por las fuerzas que conforman el frente; (b) El frente debe preservar y respetar celosamente la identidad de las organizaciones políticas integrantes; (c) Contar con un sistema de dirección y participación para la conducción política; y (d) El frente debe respetar la independencia política y gremial de las organizaciones sociales.

· Otro actor del actual escenario será el desarrollo de un movimiento social que exigirá y demandará no sólo el cumplimiento de las promesas ofrecidas, sino que demandará los cambios que requiere el pais para su progreso y desarrollo. El escenario principal (en un primer momento) para estas movilizaciones y luchas está en las regiones, pero siempre orientándolas con una perspectiva e impacto nacional.

· Dada las tendencias políticas sociales que vislumbramos, en el sentido que se mantendrán los ejes básicos de la distribución neoliberal de la riqueza, que se agudizará con el TLC; y dado que la mitad del país exige cambios profundos; no es exagerado señalar que caminamos a una nueva confrontación política y social, que se producirá mas temprano que tarde.

IV. EN ESTE MARCO SE REALIZARA LA TERCERA VUELTA: LAS ELECCIONES PARA GOBIERNOS REGIONALES Y LOCALES.

Como parte y en medio de este mismo escenario post 28 de julio, se desarrollarán las elecciones de los gobiernos regionales y locales. Si bien es cierto que estos procesos tienen sus propias dinámicas regionales y locales; también es cierto, que ellas no podrán desligarse de las acumulaciones de los partidos nacionales, particularmente del APRA (que usará el aparato estatal para sus objetivos electorales) y de la fuerzas que aglutina Ollanta Humala (PN y UPP).

Pero lo más importante a destacar es que este proceso, que la llamamos tercera vuelta electoral, no puede tener como referente básico, la llamada “Ley de bases de la descentralización “ que aprobó el Gobierno de Toledo con el apoyo del APRA en el 2002, y que para los pueblos del interior del país poco o nada significaron; y por ello, en el referéndum del 30 de octubre del año 2005, no la tomaron en cuenta.

Requerimos de nuevas bases para realizar una auténtica descentralización y regionalización, que debe tener como punto de partida la modificación del actual patrón de acumulación neoliberal centralista y de su régimen político también centralista. Necesitamos general polos de desarrollo geopolíticos regionales, que dejen de lado el actual departamentalización.

Una palanca para avanzar en esta orientación es la modificación del Presupuesto General de la República, donde la inversión productiva y social (Inversión Publica) juega un rol sustancial. Es en ese marco, que la transformación del agro y de la sociedad rural es un factor fundamental para realizar una autentica descentralización. No olvidemos que los pueblos y los departamentos del interior del país son predominantemente rurales, aunque (dependiendo de cada región) tienen diferentes grados de articulación y relación, sea con los mercado regionales o el mercado nacional.

Finalmente, hay que acabar con la lógica de la llamada acreditación de competencias que no era sino una manera velada de mantener el centralismo político, como hay que tener una nueva Ley de Municipalidades que distingan a los municipios urbanos de los rurales, que permitan atender las necesidades productivas y sociales del intenso proceso de urbanización que se ha producido en la sociedad rural.

Por ello, el auténtico proceso de descentralización, requiere también y de manera inmediata la modificación del régimen político descentralista, para dar curso a Gobiernos regionales con niveles de autonomía y asentados en el desarrollo de la democracia participativa.

V. NUESTRAS ORIENTACIONES TACTICAS

Para tratar este tema de vital importancia para el movimiento campesino y popular, hay que señalar de entrada y con claridad (para no inducir a equívocos), que todavía no se cuenta con una correlación de fuerzas integrales, como para afirmar que ya estamos en la crisis terminal del modelo económico y político; que como sabemos, aún cuando está desgastado y en crisis, está todavía vigente. El triunfo de Alan García le ha dado un “nivel de aire”, aunque no de manera suficiente, que actuará como un pulmón artificial.

Sin embargo, hay que señalar también que para quienes seguimos apostando por el cambio, se nos ha abierto una oportunidad para acumular, lo cual significa que sobre la base de lo conquistado, hay las condiciones para avanzar y construir una correlación de fuerzas políticas y sociales que haga sostenible un alternativa política de gobierno y poder para el 2011. Ello implica gestar los referentes políticos desde el movimiento social, con una vocación unitaria y una expresa voluntad de hacer el frente amplio con las fuerzas que estén dispuestas a enfrentar al modelo neoliberal y sus representantes políticos. Pero la condición para dirigirnos en esa correcta dirección, es que sin vacilaciones y desde ahora tenemos que ser una fuerza coherente y consecuente de oposición al próximo gobierno del APRA y de la derecha.

No está demás señalar, que esta decisión de construir una fuerza de oposición nacional tiene que vencer las tentaciones de aquellas visiones localistas que desligan concientemente estas acumulaciones focalizadas de la acumulación nacional, así como también tenemos que vencer a las fuertes tendencias hacia la desarticulación y disgregación que existe en movimiento social.

Desde esta perspectiva de cambio, señalamos que:

5.1 Nuestras propuestas alternativas se deben expresar con nitidez en seis (06) banderas centrales y son:

· No al TLC… REFERENDUM YA

· Asamblea Constituyente. No a la constitución Fujimorista y neoliberal de 1993.

· Nacionalización de los Recursos naturales

· La soberanía y seguridad alimentaría del pueblo peruano

· Por una descentralización autentica: el 50% del Presupuesto General de la Republica debe pasar a los gobiernos Regionales y locales.

· Lucha abierta contra la corrupción y la impunidad. Cárcel para Fujimori.

5.2 Nuestras principales estrategias son:

· Organizar la lucha contra el TLC y modelo neoliberal como un proceso, cuyas fases son las siguientes:

Primera fase (junio, julio y agosto), en la cual debe concentrarse las movilizaciones, paros regionales y macro regionales, que le den sustento y sostenibilidad al Paro Agrario indefinido;

Segunda fase (setiembre) lucha de carácter nacional que debe desembocar en un gran Paro Nacional del Pueblo Peruano.

· Organizar y consolidar la Unidad de las organizaciones de la sociedad rural, es decir, fortalecer el Comité Nacional de Gremios Agrarios del Perú, así como CONVEGRO como foro y a la Agenda Agraria Andina,

· Consolidar la Coordinadora Nacional de lucha contra el TLC, fortaleciendo la unidad de las organizaciones agrarias y rurales con las organizaciones urbanas, en especial con la CGTP, CUT y CONPYMEP

· Contribuir a la construcción de las alianzas en las próximas elecciones regionales de las fuerzas políticas y sociales que buscan el cambio, bajo la reorientación de conquistar una verdadera descentralización y regionalización como parte de la construcción de la nación peruana.

· Contribuir la forja de un Frente Nacional, Democrático y Popular.

· Construir alianzas estratégicas con los movimientos urbanos, campesinos e indígenas de la CAN

Lima, 10 de junio del 2006

- Confederación Campesina del Perú (CCP)

ANEXO N° 1

VOTACION NACIONAL SEGUNDA VUELTA ELECTORAL

(AL 99.246% de las actas computadas)

PARTIDO

1a vuelta electoral

2da vuelta electoral

%

Crecimiento

1. APRA

2,985,858

6,920,072

52.568

3,934,214

2. UPP

3,758,258

6,243,858

47.432

2,485,600

Diferencia

772,400

676,214

5.136

PARTIDO

VOTACION 1° Vuelta

APRA

%

UPP

2,985,858

3,758,258

1. UN

2,923,280

2,250,926

2. AF

912,420

702,563

3 Frente de Centro

706,150

543,736

4 .Rest. Nacional

537,764

414,078

5,079,614

3,911,303

77%

5. Justicia Nacional

65,936

6. Alianza Progreso

49,332

7. Con Fuerza Perú

38,919

8. Otros

127,960

282,147

28,215

10%

9. CD

76,106

10. PS

60,955

11. MNI

33,918

DEPARTAMENTOS GANADOS POR UPP

Departamento

Región

%

1. Ayacucho

Región centro

83.425

2. Huancavelica

Región centro

76.477

3. Apurimac

Región Sur -centro

73.885

4. Cusco

Región sur

73.005

5. Puno

Región sur

69.598

6. Arequipa

Región sur

64.585

7. Huanuco

Región Selva

63.949

8. Junín

Región centro

62.808

9. Tacna

Región Sur

60.807

10. Madre Dios

Región Selva

59.161

11. San Martín

Región Selva

58.736

12. Amazonas

Región Selva

57.670

13. Moquegua

Región sur

53.447

14. Loreto

Región selva

52.770

15. Cajamarca

Región Norte

51.896

ANEXO N° 2

VOTACION LIMA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL

(Al 99.246% de las actas computadas)

PARTIDO

1a vuelta electoral

2da vuelta electoral

%

Crecimiento

1. APRA

945,645

2,834,378

61.996

1,888,733

2. UPP

1,070,582

1,737,503

38.004

666,921

Diferencia

124,937

1,096,875

23.992

PARTIDO

VOTACION

APRA

UPP

945,645

1,070,582

1. UN

1,543,519

1,234,815

2. AF

307,538

246,030

3 Frente de Centro

255,378

204,302

4. Restauración Nacional

205,484

164,387

2,311,919

1,849,535

80%

5. Justicia Nacional

25,699

6. Con Fuerza Perú

16,163

7. Alianza / Progreso

6,204

8. Otros

25,458

73,524

36,762

50%

9. CD

40,048

10. PS

25,543

11. MNI

5,373


https://www.alainet.org/es/active/11875?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS