A Brasil le gusta el PT

14/11/2000
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Los electores brasileños esperaron octubre para dar el regalo de aniversario de 20 años al Partido de los Trabajadores (PT). Nosotros solo tenemos que agradecer y redoblar compromisos y esfuerzos para continuar a la altura de esta enorme confianza. Vencimos en 187 municipios, que concentran 28,8 millones de habitantes (y 19,6 millones de electores). Los alcaldes petistas van a administrar nada menos que el 17,5 por ciento de la población brasileña. Elegimos además 131 vice-alcaldes y 2.485 concejales. Recibimos, solamente en la votación para alcaldes, más de 18 millones de votos. Con ese resultado, el PT, que viene creciendo electoral y políticamente desde su nacimiento, está consagrado entre las cuatro mayores fuerzas políticas del país, y es el partido que gobierna mayor número de capitales y ciudades con más de 200 mil habitantes de Brasil. Es por eso que están inventando esa historia del PT color de rosa, PT "light" y otras bobadas. Quieren hacer creer que la razón principal de nuestra victoria se debería a una postura "nueva" del PT, que estaría abandonando sus principios, sus objetivos, y su firmeza -y por eso estaría siendo aceptado por gran parte del electorado. La historia es otra: quien está cambiando, y para mejor, es el nivel de conciencia del pueblo brasileño. El PT, en esencia, es el mismo: nació para defender la democracia, ampliarla, profundizarla, hacer oposición a los gobiernos de las élites conservadoras, ayudar a concientizar y organizar la gran mayoría de la sociedad, competir y vencer elecciones en todos los niveles y, un día, que no debe estar lejos, gobernar Brasil, para cambiar su historia a favor del pueblo brasileño. Es obvio que el PT está mucho más maduro y con experiencia de lo que hace 10 o 20 años. Pero tiene el mismo carácter. He dicho que nuestra victoria en São Paulo, por ejemplo, con "doña Marta del PT"(*), como la llamaba en tono irónico el candidato de la extrema derecha, fue conquistada en nombre del rojo, de la izquierda, de la estrella y del Partido de los Trabajadores, deletreado con todas las letras. Fue así en el primer turno y continuó así en el segundo, cuando se formó el más amplio frente democrático contra el malufismo en el Estado. Las razones del triunfo Visité este año más de 420 ciudades haciendo campaña a favor de los candidatos del PT y de los partidos aliados. Llegué a visitar en una sola semana 19 municipios en 12 estados, haciendo caminatas, marchas y hablando en todos los comicios. Dio para sentir en la piel la desilusión del pueblo con las élites conservadoras, con la corrupción y con las campañas mentirosas, corruptas y prejuiciosas que gran parte de la prensa vendida a los poderosos hizo contra las fuerzas democrático-populares en este país. Reafirmo aquí las tres razones principales que fueron responsables de nuestro buen desempeño: competencia en las administraciones municipales y estaduales bajo nuestra responsabilidad; oposición firme a la grave situación económica del país, en la que se destacan el desempleo y la falta de seguridad; y la defensa de la ética en la política, con el combate firme a la corrupción, que ya se volvió una marca registrada de nuestros gobernantes y parlamentarios. El modo petista de gobernar vino para quedarse. En todo lugar en que llevamos a la práctica nuestras propuestas, el pueblo luego percibe la diferencia: presupuesto participativo, beca-escuela, renta mínima, banco del pueblo, médico de familia, primero empleo y muchas otras. Claro que también cometemos errores, pero procuramos enfrentar los problemas y buscar las correcciones con transparencia y participación popular. El Partido, por ejemplo, sabe muy bien de las dificultades por las cuales pasan las alcaldías brasileñas y del significado de la Ley de Responsabilidad Fiscal. Pero, en lugar de quedarnos llorando por la falta de recursos, vamos a continuar probando que, gobernando con creatividad, competencia y honestidad, el dinero alcanzará. Por fin, quiero dedicarme a las elecciones del 2002, que todavía están lejos, pero han sido uno de los asuntos preferidos de los medios políticos brasileños en este momento. Que quede claro que el PT va en este final de año y en el primer trimestre del 2001 a hacer todo el esfuerzo posible para que podamos construir una amplia alianza política en este país -una alianza de la cual participen todas las fuerzas progresistas y democráticas brasileñas y que sea capaz de construir un programa común y de escoger una candidatura presidencial para vencer en el 2002 y cambiar el Brasil. * NDLR: En São Paulo, una de las victorias más sonadas, la candidata petista Marta Suplicy (58.51% de la votación) venció a Paulo Maluf (41.49%), líder del derechista Parido Progresista Brasileño. * Luiz Inácio Lula da Silva es Presidente de Honor del Partido de los Trabajadores y Consejero del Instituto Ciudadanía.
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