¿Por qué titulas con el Paro que se prepara en Arequipa contra el TLC y no con el asunto de la muerte del camarada Clay, la virginidad de Lourdes Flores, las maldades de Hugo Chávez y Humala, o el bailetón de Alan García? Tal vez la pregunta debiera ser: ¿por qué los diarios titulan tan monótonamente desde hace un buen número de años que hace tan difícil distinguirlos? Está en camino una amplia medida de lucha, no sólo en la ciudad blanca, sino en un espacio mucho más extenso, bautizado como macroregión sur. Si se recuerda, la lucha contra la privatización de Arequipa en el 2002, cambió el rumbo de la historia e hizo desistir a este gobierno de un plan de privatizaciones masivas que traía en su cartera el martillero estadounidense Pedro Pablo Kuczynski. Ciertamente el gobierno se quedó con las ganas y pudo hacer una que otra venta de patrimonio público cuando la gente se descuidaba o cuando se pudo chantajear a pueblos como Cerro de Pasco al que se le puso en la disyuntiva o entregan el proyecto eléctrico de Yuncán o no habrá agua potable. Hasta ahora no hay agua. Hace algunos días, Toledo viajó sin aviso a Arequipa y desde el aeropuerto salió a Majes, donde ensayó una disculpa y un pedido de perdón a los arequipeños por el intento del 2002 que costó la vida a dos jóvenes alcanzados en la cabeza por las bombas lacrimógenas del ministro Rospigliosi. Y estaba entusiasmándose con los aplausos hasta que se le ocurrió hablar del TLC y los asistentes reventaron en pifias que no terminaron hasta que el fallido Pachacútec se retiró por donde había venido. Entonces: ¿cómo no va a ser un titular que el próximo miércoles 22, los mistianos le salgan al paso a la pretensión de liquidar lo del TLC como sea para el próximo 6 de abril, a tres días de las elecciones?; como para regalarle el hecho consumado al próximo presidente. Si la mayoría de candidatos, incluidos el del APRA y el Frente de Centro, han negado legitimidad al actual Congreso para que con los fantasmales votos de Perú Posible, el FIM y a través de la alianza cada vez más evidente entre el gobierno saliente y el frente de Lourdes Flores, se imponga ,en medio de la distracción electoral, un compromiso de largísimo plazo que condicionará la vida de los peruanos, y no se les hace el mínimo caso, como se hacía con las pacíficas demostraciones arequipeñas que advertían que no se debía seguir adelante con la privatización, ¿qué se puede esperar que empiece a pasar en un escenario de hechos consumados como el que se está preparando? El gobierno de Toledo no ha respetado las opiniones técnicas discrepantes; las negociaciones con organizaciones gremiales como CONVEAGRO, con las que tenía compromisos firmados; el reclamo de entidades representativas como el Foro Salud, que traducían preocupaciones que existen en el propio gabinete de PPK; las decenas de miles de firmas que demandan un referéndum de consulta sobre el TLC; etc. Tampoco ha respetado a sus socios andinos, ni a sus propios negociadores que fueron reemplazados por una intervención del primer ministro que cerró a la mala una discusión de año y medio. Es decir ha sido totalmente coherente con el mandato de sí o sí de Toledo. ¿Entonces, como no va a ser un titular que una parte del país empiece a rebelarse?, ¿cómo no va a ser más importante que la canalización de la política que practican tantos medios y los sicosociales internacionales como los voto de Chávez por Ollanta Humala que se publican un día y luego se callan para no avergonzarse?