La batalla contra la discriminación y el olvido

30/09/1995
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A comienzos de septiembre, en Quito ocurrió uno de esos actos violentos y sin sentido que comienzan a aparecer en nuestras ciudades: un pistolero disparó indiscriminadamente contra la multitud que se encontraba reunida disfrutando de un festival artístico. La agresión dejó como saldo 4 muertos y seis heridos.

 

Como los muertos eran negros, humildes y sin influencias, poco avanzaron las investigaciones policiales para descubrir a los autores del múltiple asesinato. Pero a propósito de este hecho, un coronel de la Policía efectuó declaraciones que dejaron pasmados a los ecuatorianos: "hay un tipo de raza que es proclive a la delincuencia, a cometer actos atroces... Y es la raza morena.

 

Y la raza morena está tomándose los centros urbanos del país, formando cinturones de miseria muy proclives a la delincuencia, por la ignorancia en primer lugar y por la audacia que tienen", dijo el coronel Edmundo Egas, jefe del Regimiento Quito. Las declaraciones del oficial de policía sacudieron a las organizaciones negras que no tardaron en reaccionar y exigieron que el coronel se retracte públicamente. "El coronel, no puede, por hechos aislados, generalizar. Porque lo que hace una persona no se puede llegar a concluir que todos los negros son buenos o los negros son malos.

 

Yo creo más bien que eso es producto de la incapacidad e inoperancia del coronel, porque en primer lugar los muertos son negros, y si están muertos no pueden ser ellos los culpables", dijo Renán Tadeo, integrante del Centro Cultural AfroEcuatoriano. "En el país, expresa Tadeo, por ser un país pluricultural y multiétnico existimos blancos, mestizos, indígenas, mulatos, que son buenos y también son malos. La delincuencia, la violencia, no es cuestión de piel, no es cuestión de raza, es más producto de la injusticia, de las desigualdades que a diario se cometen en el país y precisamente de los prejuicios raciales, que ya uno lleva dentro de la mente". "Han pasado más de 400 años de la esclavitud, pero siguen en la mente esos prejuicios que no llevan a avanzar a los pueblos ni permiten su desarrollo", acotó.

 

No cesa la discriminación Este no es un hecho aislado sino que forma parte de un problema más general de discriminación que viven, desde hace 400 años, los 500.000 negros que viven en el país. Según Renán Tadeo, la discriminación racial se reproduce en los medios de comunicación, en la escuela, el trabajo, en las calles y en los buses.

 

Todos los días a todas horas

 

"En la prensa se escribe 'viernes negro', 'día negro'. Y todo lo que se refiere a lo malo se lo asemeja con lo negro. Incluso nosotros hemos tenido que sufrir con gran pena que en los colegios, por el color de la piel, no se quiere aceptar a nuestros hijos", dice Renán. Un hecho anecdótico y a la vez revelador de la situación de marginación del negro es que en los primeros 150 años de vida republicana los negros no tuvieron ni un solo profesional. Los primeros profesionales se graduaron en 1975. Aún hoy, son pocos los negros que llegan a las universidades.

 

Y si logran ingresar, a medio año lectivo, por razones económicas, se ven forzados a dejar sus estudios. "En ciertas instituciones no se permite, a pesar de que la Constitución es clara y condena todo tipo de discriminación racial, trabajar a nuestros profesionales administradores o contadores. Ud. en los bancos no verá jamás a una cajera negra; Ud. no verá en las Fuerzas Armadas a un negro oficial, la mayoría de negros que están ahí son de tropa", expresa nuestro entrevistado. "Siempre se ve a los negros de guardias o de mensajeros, a las mujeres de empleadas domésticas, no se les ve en lugares estratégicos, en donde ellos puedan tomar decisiones". Incluso en los deportes, y en el más popular de ellos, el fútbol, los negros no están libres de ser estigmatizados por el color de la piel. "Cuando la selección nacional de fútbol pierde se dice que es por culpa de los negros, pero cuando los negros hacen quedar bien a sus equipos no son reconocidos.

 

Entonces en el deporte también nos utilizan". Amnesia estatal Renán Tadeo, quien trabaja en el área de desarrollo del Centro Cultural Afro Ecuatoriano, señala que los gobiernos manejan ciertas estadísticas respecto al número de negros y eso hace que no se asignen los recursos para el desarrollo de las comunidades. "El gobierno trata de minimizarnos y con ello minimiza las obras que hay que hacer en las comunidades. Hay comunidades en donde ni siquiera podemos contar con un profesor para que eduque a nuestros hijos, no contamos con escuelas, no contamos con colegios, obras de infraestructura tampoco existen y en el caso de Quito, los negros estamos en los barrios urbanomarginales en donde se carece de lo más elemental, de agua, de luz, de vivienda".

 

Renán Tadeo cree que el Ecuador se ha vuelto indigenista, porque "a los indígenas se les está apoyando en todo. Yo creo que los compañeros indígenas tienen todo su derecho de luchar por sus reivindicaciones y de un presupuesto justo para atender a sus comunidades, pero el Estado debe pensar en los afroecuatorianos, y así como se asignan recursos a los indígenas se deben asignar los mismos recursos también a los negros. "A los indígenas se les está legalizando sus tierras, se les da créditos para que compren tierras.

 

A los negros que tienen los mismos problemas no se les ayuda, no se les da un financiamiento para que compren tierras y más bien tratan de ocultar y tapar con un dedo esta situación que es palpable, visible". Destrucción del medio ambiente La incursión de empresas madereras y camaroneras en la provincia costera de Esmeraldas, en donde se ubica el 50% de la población negra, ha provocado graves problemas de deforestación, división y migración. "Nosotros hemos manejado de una manera racional el bosque, pero estas madereras lo que hacen es ahuyentar a las especies, a los animales, destruyen la flora y la fauna, y esto hace que vayan convirtiéndose en desiertos y también terminando con la vida del hombre negro", indica Tadeo. "Resultado de eso son las migraciones.

 

Por eso cuando se dice que los negros venimos a las ciudades a cometer actos de barbarie, no somos nosotros los que venimos, son los mismos ricos los que nos traen obligados por esta situación. Si ellos van a robarnos los pocos recursos que tenemos en nuestras comunidades, nosotros tenemos que venir a las ciudades a vivir de alguna cosa". "Las madereras, las camaroneras no nos han ayudado en nada y lo que es más han creado un clima de división entre los mismos negros, porque los madereros van, cogen a ciertos dirigentes, pagan una cantidad de dinero y el resto de la población se ve sumida en la pobreza".

 

"Orgullosa de ser negra"

 

Alexandra Ocles, joven de 23 años que preside el Movimiento Afro Ecuatoriano Conciencia, MAEC, señala que ni el Estado ni las instituciones de ayuda se preocupan de los negros. "En los programas de televisión poco se dice de los negros, en los programas culturales todo es a nivel de los indígenas y del resto del país, pero ¿y de los negros?". "A veces una siente que no está dentro del país, y si está, es totalmente ignorado", agrega. Para Alexandra, ser mujer negra, en esta sociedad, es estar sujeta a que le ofendan en la calle, porque se "piensa que la mujer negra tiene que estar inmersa en todo lo que es prostitución". "Yo he tenido problemas en la universidad con profesores que creen que porque una es negra no tiene la capacidad suficiente de salir adelante, de progresar, de protestar", agrega.

 

"Pero por otro lado yo me siento orgullosa de ser negra, yo soy feliz con lo que soy, con mi pueblo. Al sentirse una identificada y al haber asumido su identidad, a una no le importa que en la calle le digan negra en un sentido ofensivo e insultante. Al contrario, yo no hago caso, yo se que soy negra y soy feliz con eso". Alexandra sueña con un país justo, "un país que, con la verdad a flor de piel, respete los derechos de cada grupo étnico, sepa valorar los aportes de cada grupo étnico, sepa dar a conocer al mundo cuáles son los grupos étnicos que lo conforman y sepa apoyar a cada uno de ellos".

 

Despacio pero seguro

 

Las comunidades negras, pese a la adversidad, en los últimos 25 años han venido organizándose para reclamar sus derechos. Actualmente hay unas 100 organizaciones del más variado tipo: culturales, de mujeres, religiosas, juveniles y por supuesto las tradicionales comunas y cabildos. Estas agrupaciones actúan en las principales provincias de población negra, esto es Esmeraldas, Pichincha, Guayas, Imbabura y Carchi. "Lo que nos une, es poder compartir como negros...

 

Los mestizos cuando se encuentran en la calle no se saludan, pero a nivel de negros siempre decimos hola mi sangre, hola hermano, así no seamos conocidos, porque existe algo que nos une, algo que nos identifica y creo que es la opresión misma que hemos sufrido en este país, y esto hace que nos sintamos más unidos, más hermanos". Los negros no creen que deban copiar procesos como en el de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, que logró aglutinar a todos los pueblos indígenas, alcanzando fuerza y protagonismo en el país.

 

"Aspiramos, eso sí, llegar a consolidar un movimiento negro fuerte y estamos trabajando en eso. A nivel regional estamos formando organizaciones más fuertes en el Valle del Chota, en Esmeraldas, en Quito y Guayaquil. Y cuando estén constituidas estas regionales vamos a formar un solo movimiento, pero eso lleva tiempo, y no estamos preocupados porque eso se dé ahora. Lo importante es que vayamos avanzando a pasos firmes, aunque despacio", finaliza Renán Tadeo.

 

Este artículo  es parte de "Afroamericanos: Buscando raíces, afirmando identidad", serie Aportes para el Debate No. 4. (ALAI)

https://www.alainet.org/es/active/1010
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