Los culpables patrocinan la Cumbre del Clima COP25 en Madrid

11/12/2019
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Cuando todos somos culpables, nadie lo es de manera individual o corporativa. Esta vieja máxima hipócrita y cínica se utiliza por el capitalismo para que la responsabilidad de sus desmanes estructurales se disemine alícuotamente entre la ciudadanía tomada en su conjunto. Así se evaporan las culpas de las multinacionales y de los poderes públicos y privados corruptos.

 

A pesar de la voluntad de gentes de buena fe e idealistas biempensantes, la Cumbre del Clima COP25 de Madrid, tras las renuncias previas de Brasil y Chile por motivos políticos, negacionismo de Bolsonaro y situación social explosiva en el país andino respectivamente, no aportará nada sustancial para la emergencia climática a escala mundial.

 

La Cumbre de la capital española es un evento más de carácter publicitario donde los gobiernos pronuncian urbi et orbi bellas frases de cara a la galería y las empresas más contaminantes se lavan las manos en completa impunidad. La icónica inocencia infantil de Greta Thunberg, un atrezzo bien condimentado de indigenismo plural y una pasarela estilo photocall de los Oscar nutrida de estrellas de impacto mediático (Harrison Ford, Javier Bardem, Alejandro Sanz...) ponen luz rutilante a un espectáculo asumido, deglutido y transformado en mercancía por el neoliberalismo como tantos otros fetiches otrora rebeldes o revolucionarios: hoy en día hasta el famoso pañuelo de la resistencia popular palestina o la efigie mítica de Che Guevara son objetos de consumo en boutiques de lujo de todo el planeta.