La semana política

Hay segundo round, pero la pelea de fondo no termina allí

18/12/2017
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Mañana será el segundo round de la pelea en Diputados entre el ajuste previsional y quienes lo resisten. Ahora supuestamente los números podrían darle al gobierno. De todos modos, la pelea continuará en ese y otros frentes.

Para Mauricio Macri será inolvidable el diciembre de 2017, aún cuando lograra los números para votar en Diputados su contrarreforma previsional en un segundo intento. Eso está por verse. No tiene nada asegurado, más que la buena voluntad del vocero de una veintena de diputados de Argentina Federal, un club del ascenso de gobernadores peronistas venidos a menos y muy necesitados de partidas de la Nación.

Cómo habrá quedado demudado el presidente, que las mejores noticias del día después de su derrota en Diputados, se las dio el viernes un ignoto diputado salteño de apellido Kosimer. Éste declaró que después de la reunión entre tres ministros macristas y siete gobernadores de esa segunda división de la política argentina, el tratamiento del engendro estaba asegurado.

El lunes a las 14 horas todas las miradas estarán puestas en el Congreso. También en las calles aledañas, porque los gremios de la Multisectorial Federal, con cabida de organizaciones de desocupados y cooperativas, han llamado a parar y movilizar en contra del latrocinio a los jubilados.

La CGT, en cambio, hasta ahora repite su táctica de amagar con movilizar. Pura espuma lo suyo, excepto gremios como la UOM de Quilmes que aportó a la protesta del jueves (¿los dirigentes de Camioneros estarían todavía festejando la Sudamericana del rojo de Avellaneda?).

Más allá del resultado concreto de esa votación, en política se palpa una dura crisis del gobierno y su primera derrota significativa, que fue en la calle y el recinto. Macri perdió el invicto un 14 de diciembre. Eso no se olvida.

Lo esencial no fue tanto la falta de quórum, o un dudoso quórum sostenido por unos pocos segundos, que viene a ser igual, con el consiguiente levantamiento de la sesión. Ese fue un papelón mayúsculo, como verlo al titular de la cámara, Emilio Monzó, tirar una trompada a un diputado kirchnerista y antes a los controles tratando de impedir el paso de los diputados de la oposición hacia el recinto.

El mayor papelón del gobierno se vio en la calle, con la Gendarmería de Patricia Bullrich como fuerza represiva interna, muy lejos del control de fronteras y de ser “Centinela de la Patria”. ¡Pobre Martín Miguel de Güemes, si viera las cosas que hace una fuerza que dice ser discípula suya!

Entre gendarmes, prefectos, federales y policía aeroportuaria reprimieron durante horas. Antes de la sesión, para dispersar manifestantes y contribuir a que el macrismo sacara el dictamen; después del fracaso, para descargar su furia. No lograron intimidar a la gente porque las calles siguieron muy concurridas hasta bien tarde y mañana es posible que también.

Daño sin arreglo

El presidente Macri ha vituperado dos años contra la falta de democracia en Venezuela y, por lo bajo, también contra Cuba, como si en Caracas y La Habana hubiera dictaduras.

Él ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. La represión policial ante el Congreso no fue un invento kirchnerista ni de la izquierda sino una triste realidad. Esas imágenes dieron la vuelta al mundo. De ninguna parte del planeta - al que la presidencia presume estar tan integrado – llegó ni un telegrama de solidaridad a Balcarce 50. Es que para propios y extraños quedó claro que lo sucedido había sido una represión antipopular, propia de épocas aciagas de la Argentina.

Eso no tiene arreglo para Macri. Quedó escrachado como un mandatario que reprime con fiereza a los jubilados y a quienes mañana serán también jubilados. Y todo para imponer ajustes que recortan sus de por sí magros ingresos de 7.246 pesos, que es la jubilación mínima, cuando la canasta familiar es de 15.000 (la del jubilado es mayor, por remedios y otros gastos).

A punto de levantarse la escandalosa sesión, Elisa Carrió dijo que “mañana o la semana que viene sesionaremos y vamos a ganar la votación”. Puede ser, en lo que al proyecto puntual se refiere. En cambio no habrá marcha atrás en el golpe tremendo a la credibilidad política del gobierno y el presidente.

Pobre democracia

El desprestigio del gobierno fue paralelo a la represión pero también al mayor conocimiento de la población sobre la “reforma previsional”. Se pretende “ahorrar” 100.000 millones de pesos provenientes de los jubilados para cubrir baches fiscales que dejará la rebaja de impuestos a los que más tienen, de modo que no aumente, o al menos no tanto, el déficit fiscal.

Nunca se les ocurrió a los cráneos del gabinete, provenientes de grupos económicos concentrados, aumentar impuestos a la riqueza o bienes personales y a los bancos, ni reponer las retenciones a las exportaciones agropecuarias, mineras e industriales de pulpos como Techint, Arcor, Barrick y Aceitera General Deheza.

Ese hachazo a los menos pudientes y tantas medidas para la acumulación del gran capital (verbigracia, los bancos ganaron 83.000 millones de pesos en los últimos doce meses), empieza a abrir los ojos de mucha gente. Comienzan los damnificados directos y sus familias, que sienten esos ajustes en carne propia.

Ese es el fondo del asunto, con obediencia debida a los organismos financieros internacionales responsables de catástrofes anteriores , pero también irritan las formas o el modo de la estafa.

Por ejemplo, citar de apuro a una sesión especial en Diputados, sin debate previo. Decir que hubo quórum cuando no lo tuvo. Amenazar con aprobar el ajuste por decreto DNU. Chantajear a los gobernadores peronistas, cuya mayor parte se deja chantajear. Sacar de la manga un bono harto insuficiente para “el empalme” del cambio de sistema de actualización de las jubilaciones. El mismo se pagará por única vez en marzo, de 350 y 700 pesos según los años de aportes de los jubilados que ganan hasta 10.000 pesos.

Esta última es una admisión directa que la mentada reforma es un ataque al bolsillo de los jubilados y que se los compensará sólo en parte y por única vez. De marzo en adelante, a sufrir más necesidades.

El detalle de que ese bono irá por decreto y no en el texto de la ley se vuelve como bumerán contra Macri pero también el obsecuente senador Miguel Pichetto, renegado del kirchnerismo. Es que si fuera incorporado al texto, el proyecto debería volver a la Cámara Alta y se demoraría la ley y su puesta en marcha, lo que desvela al macrismo. Parece que si no puede echar mano a la plata de los jubilados el 1 de enero de 2018 se le viene el mundo abajo.

¿Y Cristina?

Pichetto es el otro gran responsable de lo sucedido, a la cola del PRO-Cambiemos. Él votó el 29 de noviembre una media sanción sin bono. Y no quiere que vuelva un proyecto desprestigiado porque debería votarlo otra vez, con mucho costo político. Y tendría un costo extra, porque ahora estará en la cámara Cristina Fernández de Kirchner, que se haría un picnic en ese debate.

Cuando el Senado aprobó el engendro ella aún no había asumido, ahora sí estará para cuestionarlo punto por punto. Por eso, si hay cambios, serán por DNU y no tras un debate donde el gobierno y sus socios irían a pura pérdida.

Hablando de líderes, llamó la atención el silencio atronador de CFK sobre el escándalo previsional comenzado el martes 12 en la Comisión de Previsión en Diputados, seguido el miércoles 13 con la represión a manifestantes de la Ctep y diputados opositores en el Congreso, y rematado el jueves 14. Cristina hizo cric cric cric.

En cambio fue positivo el despliegue de los diputados que se jugaron para entrar al edificio, como Máximo Kirchner, Araceli Ferreyra, Mayra Mendoza, Leonardo Grosso, Leopoldo Moreau, Horacio Pietragalla, Axel Kicillof, Victoria Donda y otros, varios de los cuales fueron agredidos por los gendarmes.

También se notó que el líder de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, volvió al cargo con las pilas recargadas. Aunque la prensa hegemónica quiso atribuir los méritos del levantamiento de la sesión a Carrió, la fruta cayó madura tras las varias sacudidas de Rossi al árbol-escritorio de Monzó.

¿Venceréis?

En esos pasajes se vio una postal que el macrismo tratará de evitar en el futuro: una oposición variopinta que batalló unida contra el latrocinio. A los diputados nombrados hay que añadir Graciela Camaño, Felipe Solá y Mirta Tundis del Frente Renovador, Nicolás del Caño del FIT y muchos más que negaron el quórum y denunciaron la maniobra del macrismo para sesionar de cualquier modo. Normalmente estas bancadas actúan por la propia, con muchas diferencias entre sí, pero el horripilante proyecto de Macri logró la proeza de unirlos fraternalmente.

Hubo otra circunstancia posterior, fortuita, que favoreció la convergencia. Por razones de turno, el juzgado que entendió en las 40 detenciones, muchas de ellas al boleo por efectivos policiales, fue el de Claudio Bonadío. Cels, Correpi, Liga, Gremial de Abogados y varios organismos que no siempre se llevan bien, ese día lo hicieron de maravillas.

Suponiendo que los negocios de Macri con 7 gobernadores rindan frutos y lograran una victoria pírrica en Diputados, en tal caso y parafraseando a Miguel de Unamuno en su filípica al general franquista Millán de Astray, se podrá decirles: “venceréis pero no convenceréis”.

http://www.laarena.com.ar/opinion-hay-segundo-round-pero-la-pelea-de-fon...
 

https://www.alainet.org/en/node/189941
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