Los límites del Foro Social Mundial

05/02/2011
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Este 2011 se cumplen 10 años desde aquel primer Foro Social Mundial en Porto Alegre. 10 años en los que en las sucesivas ediciones en Porto Alegre (Brasil), Mumbai (India), Caracas (Venezuela), Nairobi (Kenia) y Belem do Para (Amazonia brasileña) se ha tratado de repensar ese otro mundo posible. 10 años que han coincidió con una crisis profunda del sistema-mundo capitalista, y que nos han llevado a transitar por nuevos rumbos, en la búsqueda de nuevos paradigmas que nos ayuden a superar la crisis estructural y civilizatoria que vivimos.
 
En América Latina hemos vivido 10 años en los que la izquierda, a la cabeza de algunos compañeros con los que compartimos espacios de reflexión y debate en los propios foros, ha tomado el poder por la vía electoral. Ahí tenemos a Evo, Fernando, o Hugo y Lula que se incorporaron a la discusión ya siendo presidentes. Especialmente significativo el caso boliviano, en el que los movimientos sociales y pueblos indígenas son los que toman el poder colocando a un plebeyo como ellos al frente del viejo Estado con el mandato de derribarlo para construir algo nuevo en base a conceptos como plurinacionalidad, Vivir Bien, cambio de modelo económico…que ya se debatían en el foro social mundial entre otros espacios.
 
5 novedades conceptuales
 
Chico Whitaker, amigo y compañero de numerosos debates en el seno del Consejo Internacional, explicaba recientemente en una entrevista 5 novedades conceptuales que ha introducido el Foro Social Mundial desde sus inicios. Una primera novedad se refiere al foro como punto de encuentro, como espacio común a nivel global de los movimientos, donde antes solo había encuentros temáticos, sectoriales o partidarios. Una segunda novedad es la propia organización del foro de tal manera que facilite aprendizajes mutuos e intercambio de experiencias. La tercera, la diversidad de acciones y autonomía de los diferentes actores. Como cuarta novedad coloca la horizontalidad y la búsqueda del consenso, y una quinta novedad considera Chico que podríamos llamar a la consolidación del movimiento antiglobalización como un movimiento que amplia y va mas allá de la acción política de los partidos y del propio poder político.
 
Desde luego podemos coincidir en varias cosas con Chico Whitaker. El Foro Social Mundial es el único marco común de encuentro en todo el año, ahora cada dos años, en el que prácticamente todos los movimientos a nivel global se encuentran, dialogan y articulan. También es interesante la organización más o menos horizontal, con talleres autogestionados en los que actores de todo tipo y diversidad pueden presentar un taller o espacio de dialogo, así como la búsqueda del consenso en la toma de decisiones. Y desde luego no se le puede negar al foro su referencialidad en la aglutinación y consolidación del movimiento antiglobalización.
 
Limites y potencialidades
 
Sin embargo, esas potencialidades, novedades en palabras de Chico Whitaker, son más que matizables, esa potencia se convierte en límite que ha llevado al Foro Social Mundial a la situación actual.
 
Un primer limite nos lo encontramos en la propia Carta de Principios del Foro Social Mundial. La no presencia de partidos políticos u organizaciones armadas, lleva a vetar la presencia de movimientos de liberación nacional que desde su  propia experiencia de lucha están en continua resistencia frente al imperialismo, el capitalismo o la globalización. Hasta el extremo de que los hermanos zapatistas, probablemente uno de los principales impulsores de la ruptura con la modernidad y la globalización cuando allá por 1994 se levantaran frente a la opresión de un estado colonial, no pueden participar y compartir sus experiencias. En cambio si pueden participar todo tipo de ONGs, que con multitud de interés económicos, y también políticos, y aferrándose a otro de los mandatos de la Carta de Principios, la búsqueda del consenso, lo interpretan a su propia conveniencia, transformando el consenso en un derecho a veto según sus intereses.
 
Otro limite importante, dentro de esa horizontalidad y búsqueda del consenso, es la no toma de decisiones. No hay un documento final del foro, un llamado a la acción, una agenda de movilización colectiva…nada. Cuando el foro termina, las ONGs ya tienen nuevos proyectos y nuevos foros en su agenda, pero no hay una resistencia organizada respecto al afuera del foro. Este límite ha sido salvado por los grandes movimientos que en paralelo pero de forma autoconvocada y autónoma, conforman la Asamblea de Movimientos Sociales, que el ultimo día del foro si discute y articula un documento político y una agenda común de movilizaciones para todo el año.
 
En definitiva, se nos plantea que estamos avanzando mas allá que los partidos, pero no se ven las rupturas por ninguna parte. Solo desde una verdadera articulación de movimientos sociales con partidos políticos, sindicatos e intelectuales comprometidos, consensuando desde las diferencias posiciones políticas y una agenda mínima en común, es donde los límites del foro se podrían transformar en potencialidades, demostrando que otro foro social mundial también es posible.
 
En esa dirección si podemos pensar en rupturas epistemológicas y socio políticas, y el Foro Social Mundial también debe convertirse en un espacio de lucha ideológica, en un campo de batalla política, en el que se construyan realmente alianzas y articulaciones, y especialmente se pueda aprender de las luchas del Sur, de la periferia del sistema, y también de las periferias del Norte, de las y los excluidos en el Norte con los que hay mucho que articular en la búsqueda de horizontes comunes de lucha.
 
Dakar, Senegal
 
Del 6 al 11 de febrero se celebra en Dakar, Senegal, en el África negra, la actual edición del Foro Social Mundial. Tras el último foro realizado hace dos años en Belem do Para, exitoso en cuanto a participación, con más de 150 000 personas y 2300 actividades inscritas, y también exitoso a nivel político, pues aunque los limites eran bien visibles ya entonces, cristalizados en una incapacidad de dar una respuesta conjunta a la coyuntura de crisis económica global, se introdujeron nuevos elementos para el debate como el Vivir Bien o los Derechos Colectivos de los Pueblos, impulsado por una presencia fuerte del movimiento indígena continental, y se dieron respuestas y articulaciones desde la Asamblea de Movimientos Sociales a cuestiones como el cambio climático o el genocidio en Palestina.
 
Ya hace dos años exactamente, al hacer un balance del FSM de Belem escribíamos lo siguiente:
 
La realización del próximo Foro Social Mundial probablemente en África (a pesar de algunos intentos por llevarlo a EEUU) tiene a su vez riesgos y posibilidades. Las posibilidades inherentes a la realización en un continente oprimido, con un movimiento social campesino, rural, pero también urbano, en expansión, desarrollando nuevos modelos de luchas diferentes a los esquemas tradicionales…son elementos positivos, pero por otro las ONG africanas dependen política y económicamente de las ONG europeas. Y ahora mismo la izquierda europea, como se demostró por ejemplo durante la preparación de la Asamblea de Movimientos Sociales, esta también sin propuestas (discurso tiene, pero es el mismo de los últimos años) y solo plantea respuestas concretas (ante las reuniones del G-8 o G-20) pero nunca propuestas y alternativas.
(Arkonada, Katu, Generar contradicciones para avanzar en el proceso foro)
 
 Sin querer sacar conclusiones prematuras, y por encima de ese gran mercado y feria institucional en el que la industria del foro quiere convertir este espacio, viajamos a Dakar para aprender de las luchas africanas, y también asiáticas, y compartir la experiencia boliviana y su proceso de cambio con otros pueblos en lucha en el Sur.
 
- Publicado originalmente en el semanario boliviano La Época
https://www.alainet.org/en/node/147342
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