VIH/sida: Mujeres haciéndose visibles

05/08/2008
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México

Una poderosa comunidad global de mujeres que viven con VIH/Sida decidió levantarse y luchar. Dialoga con los líderes de los organismos internacionales y con sus gobiernos, y ha establecido alianzas con el movimiento de mujeres y el feminista.

Se apersona entre quienes luchan por los Derechos Humanos; pide que la prensa las muestre. Plantean un cambio administrativo y social a las agencias de salud para garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Y también quieren poder, un lugar en la mesa donde se toman decisiones. Porque Nada para Nosotras sin Nosotras, dicen.

Se trata de la Comunidad de Mujeres Viviendo con VIH/Sida (ICW por sus siglas en inglés) que se adhiere a la lucha internacional por la defensa y promoción de los derechos humanos, que rescata del movimiento de mujeres la defensa de los derechos sexuales y reproductivos y que busca un lugar en el mundo para ser oídas.

Esta comunidad no se achica como dice el preámbulo de su libro sobre buenas prácticas, Código de Vida, presentado en la XVII Conferencia Internacional de Sida.

La comunidad de mujeres tiene como principio luchar por ellas mismas. "No necesita que otras personas hablen por nosotras" y sabemos "que ahora tenemos nuestra palabra".

Durante más de 15 años se han capacitado, han aprendido a relacionarse en el mundo de los dirigentes, gobernantes o grupos sociales que dicen luchar por la desaparición de la pandemia. "Hay quienes viven con sida y quienes viven del sida", subrayan.

Se trata de mujeres que lo mismo transitan por despachos de ministros, que vuelan de un continente a otro para exigir que se continúe en la búsqueda de una vacuna contra el VIH.

Ellas, de todas las nacionalidades se han hecho presentes en la XVII Conferencia Mundial del Sida para lograr apoyos, recursos y reconocimiento.

De esa historia breve, ya que todo comenzó en 1992 en Holanda, Patricia Pérez, la lideresa de América Latina, señala en entrevista con SEMlac que fue necesario aprender qué era el VIH y el Sida, qué eran los medicamentos y cómo podrían ser distribuidos en forma gratuita y segura.

Pero lo más importante, dice por su parte Maurin Elizabeth Brenson, del Uruguay, fue no temer a la participación política y a la visibilidad. Ella que es una activista contumaz contó que al saberse infectada no tuvo duda: "tenía que buscar a las otras".

Ruth Linares, de Costa Rica, menudita y audaz, le dijo a SEMlac "yo entendí que tenía tres opciones: dejarme morir; echarme a llorar e instalarme en la queja, o enfrentarlo con todo, fuera como fuera".

Ahora representa a las mujeres que viven con VIH en Costa Rica, cuenta que pone su grano de arena para fortalecer a la ICW Latina donde "me construyo y junto con las casi 2,500 mujeres de 18 países de la región, le damos al día, una forma de dignidad".

Y es que las mujeres entrevistadas por esta agencia de noticias decidieron materializar su lema "Nada para nosotras sin nosotras".

El plan estratégico, explica Elva Marina Soto, del Perú, se funda en 6 puntos: capacitar a las mujeres viviendo con VIH/Sida, en diferentes temáticas, desarrollar programas de Salud Sexual y Reproductiva y de Derechos Sexuales y Reproductivos; crear estrategias de abogacía con los distintos actores sociales y políticos para hacer visible la pandemia; difundir la información disponible entre las mujeres viviendo con la infección; lograr apoyos financieros y desarrollar una campaña de prevención.

Grisbel Escobar, responsable en Venezuela de la ICW Latina, a sus 28 años, con 6 desde que conoció que el virus entró a su cuerpo, reclamó a los gobiernos de la región la falta de políticas públicas para atender todas las infecciones de transmisión sexual y aunque reconoce que existen suficientes medicamentos en su país, es necesario, dijo, que haya políticas públicas para dar herramientas a las mujeres y eliminar la violencia y la discriminación.

Se consideran promotoras de un mensaje de paz. Porque la pandemia es un reto a la estabilidad de la sociedad y representa uno de los mayores desafíos del siglo XXI, porque el Sida es la primera causa de muerte en muchos países, porque la pobreza es también una causa y no existen suficientes recursos ni económicos, ni políticos, porque al estigmatizarse la enfermedad, se violan "nuestros derechos humanos", que muchas de nosotras ni conocíamos.

Martha Pérez, de Argentina, ahora propuesta para el Premio Nóbel de la Paz, explica que esta comunidad es la única Red Internacional organizada por mujeres viviendo con VIH para mujeres, que surgió en la preconferencia de mujeres con VIH en Holanda en 1992, que organizaron movidas por la falta de apoyo mundial e información disponible para las mujeres que adquirieron el virus.

Actualmente más de 4 mil mujeres en 57 países conforman la organización, realizan trabajo académico, de investigación, de promoción y de vigilancia a tratamientos y atención de los servicios médicos.

Actualmente ya empiezan a delinear programas estratégicos de prevención y educación, para detener el crecimiento de la epidemia. Se han replanteado el funcionamiento de las instituciones como la familia, el papel de la iglesia, el de los gobiernos y el de Naciones Unidas.

En la organización, afirma Ruth Linares "aprendimos a reconocer las identidades sexuales, el corazón e importancia de la sexualidad, la cultura de la discriminación y la exclusión", eso, "nos ha dado fuerza, porque pensamos en nuestras hijas e hijos, en las generaciones que vienen detrás de nosotras".

La ICW Latina nació en enero de 2003, reunidas en Pretoria, Sudáfrica, se acordó dar independencia a las distintas agrupaciones regionales. Entonces, según cuenta Patricia Pérez, había ya 16 organizaciones nacionales en América Latina, "éramos ya muy fuertes" y no "estábamos visibles".

Hacer incidencia política

Las entrevistadas, una a una, narran cómo surgió esta decisión de lograr una respuesta de los Estados, y decidieron coordinarse con sus gobiernos, vigilarlos, dialogar y discutir con ellos para avanzar en la atención específica de las necesidades diversas de las mujeres que viven con VIH.

Patricia Pérez cuenta que al prepararse y saber qué necesitábamos, "empezamos a sentarnos a negociar". Así, con ese conocimiento, armaron propuestas de solución, sin miramientos porque "somos absolutamente críticas", pero esas críticas, explica, se hacen cuando las cosas no funcionan, y desde la mesa de negociación.

Los testimonios hablan de su alianza con la Coalición de Primeras Damas "porque tienen poder", con algunos gobiernos empezaron a formar un Grupo de Cooperación Técnica Horizontal a nivel regional, donde se articularon todos los programas de SIDA de los países de América Latina.

En ese sentido hubo que aprender. Primero relacionarse con los jefes de los programas; relacionarse con los activistas y de ese modo, poco a poco, surgió "una especie de paridad entre los tomadores de decisiones de los gobiernos y de las agencias o del concierto internacional".

Ahora en la ICW latina, precisa Ruth Linares, sabemos hacer lobby, hablar personalmente con los presidentes de los países y reclamar el sitio para nosotras. "Yo una vez le dije al presidente de El Salvador, que me dijo que su esposa nos representaría, que con todo el respeto a la primera dama, quien nos debe representar es una mujer que vive con VIH".

Fuente: Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y Caribe

www.redsemlac.net

www.redsemlac-cuba.net

https://www.alainet.org/en/node/129074
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