Comercio salud y ambiente: difícil combinación para ALCA

15/11/2002
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El Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) será el instrumento de integración regional que los pueblos latinoamericanos sean capaces de realizar. Será el resultado de los múltiples factores que se combinan como consecuencia de esta fase de transición que vive el mundo. Desde su gestación original en 1994 ha estado en manos de pequeñas elites que han trabajado con esmero para darle una estructura en función de sus intereses. Se han definido objetivos que benefician a sólo un sector de la sociedad. Los pueblos de la región e, igualmente, de Norte América, han sido marginados de las discusiones en torno al Acuerdo, así como de las negociaciones y de las decisiones que se toman. Muchos reclaman la necesidad de que en las negociaciones para crear un hemisferio donde exista un flujo comercial libre deben participar todos los sectores sociales interesados. Se reclama en forma cada vez más insistente, en todos los niveles, que las negociaciones de ALCA deben efectuarse con absoluta transparencia.

Los diferentes sectores sociales tanto de la parte norte del hemisferio como en el resto, reflejan dos grandes preocupaciones que se complementan como los dos lados de una misma moneda. Por un lado, las grandes empresas dueñas de las más avanzadas tecnologías, se percatan con aprehensión que sus ganancias disminuyen. La solución que proponen para enfrentar este problema es incrementar las ventas en otros países. Otra solución es reducir los costos de la fuerza de trabajo permitiendo una disminución de los salarios reales. La otra gran preocupación radica en el incremento del desempleo, la pobreza y la violencia como consecuencia de políticas de ajuste económico que incluyen privatizaciones, flexibilización y desregularización.

Según Eduardo Mayobre, “debemos considerar que el ALCA sólo puede ser beneficiosa -más allá de los análisis de costo-beneficio- si los países de América Latina y el Caribe son capaces de negociar un acuerdo que no los ate a una sola forma de democracia y a un solo modelo de desarrollo”. El economista venezolano agrega que la región latinoamericana debe tener su propia posición “que sirva de contrapeso a la tendencia casi natural, y en todo caso comprensible, de de EEUU de reproducir en nuestras tierras sus propios modelos económicos, su legislación y sus normativas”.[1] 

En lo que sigue veremos si la evolución de las negociaciones en torno a ALCA desde 1994 han logrado honrar los cinco principios. Analizaremos la propuesta de ALCA, comenzando por su origen y el interés que tiene el gobierno de Panamá en este acuerdo hemisférico. Examinaremos los efectos que puede tener ALCA sobre áreas muy sensitivas como la salud. Abordaremos las reacciones que ha generado ALCA en diferentes sectores sociales de América latina y EEUU. En los dos últimos puntos estudiaremos la negociación en torno a los servicios (banca, seguros, salud, educación, construcción). También, el efecto de ALCA sobre el sector laboral y cómo pueden responder los trabajadores. Así mismo, se examinará el impacto que ALCA tendrá sobre el ambiente. Igualmente, se revisará la relación entre ALCA, el PPP y los proyectos de integración energética de Centroamérica y Panamá.

1. ALCA y sus antecedentes en Panamá

El ALCA nace como una propuesta del gobierno de EEUU, acogida por los presidentes de 34 países del hemisferio, reunidos en la primera cumbre de las Américas realizada en la ciudad de Miami en 1994. Según la declaración suscrita por el conjunto de gobiernos del hemisferio se destacan cinco principios:

1.                  Preservar y fortalecer la democracia,

2.                  Erradicar la pobreza y la discriminación,

3.                  Promover el desarrollo económico y sostenible,

4.                  Abrir las puertas a nuevos mercados y

5.                  Conservar el medio ambiente.

La República de Panamá formalizó su candidatura para ser sede de la Secretaría en abril de 1997. El gobierno nacional estableció una estrategia de promoción para lograr este objetivo, basada principalmente en el cabildeo a nivel hemisférico. En la Reunión de Ministros Responsables del Comercio del hemisferio realizada en San José de Costa Rica, en 1998, se acordó el establecimiento de una sede rotativa. La ciudad de Panamá es sede entre el 1° de marzo de 2001 hasta el 28 de febrero de 2003. La ciudad de México servirá de sede del 1° de marzo del 2003 hasta el 31 de diciembre del 2004.

Desde que el gobierno panameño adquirió este compromiso en marzo de 1998, el Ministerio de Comercio e Industrias emprendió un programa de trabajo con el fin de trasladar la Secretaría Administrativa a la ciudad de Panamá. Con este propósito creo una Comisión Interinstitucional con el fin de preparar la infraestructura y los servicios necesarios que garantizaran el proceso.[2]

Cuando se efectuó la instalación oficial de la Secretaría pro témpore del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en Panamá, la presidenta Mireya Moscoso, enfatizó siete puntos dignos de análisis:

-Panamá depende del resto del mundo porque aquellos son los compradores de los servicios que ofrecemos.
- El libre comercio crea riqueza y bienestar para todos.
- La política proteccionista e intervensionista quedó en el pasado, mientras que el presente y futuro corresponde a la apertura comercial.
- Se planteó que el Estado tiene que desempeñar un papel preponderante en el sector social, y la empresa privada en el desarrollo económico.
- Se avalan las privatizaciones ya efectuadas.
- Se instó a los sectores populares y económicos a que comprendan que hay que negociar en ALCA y, en comparación con la Organización Mundial del Comercio, señala que nuestro sacrificio hubiese sido menor, si hubiésemos ingresado antes.
- Las negociaciones deben darse con equidad y honestidad.

El discurso de la presidenta de la República pasa por alto cuatro de los cinco principios considerados estratégicos por los fundadores del proceso de ALCA. Se ignoran los puntos relativos a la democratización de la política, de la protección del ambiente, de la erradicación de la pobreza y el desarrollo económico.

2. Modelos de integración

Las declaraciones de la presidenta Moscoso reflejan las contradicciones que emanan de los objetivos que persigue ALCA. Según los teóricos del comercio internacional “el debate económico tradicional sobre los modelos de integración ha dividido a la doctrina entre los defensores de un enfoque comercial neoliberal y los que apoyan un modele dirigista o intervensionista. Han existido modelos eclécticos que combinan políticas intervensionistas y comerciales, variando el carácter  de la mezcla según el proceso de integración”.

Los defensores de ALCA aseguran que el “libre comercio” puede incrementar las tasas de ganancias de los dueños de capital y, a la vez, mejorar los niveles de vida de los pueblos. En la difícil ecuación falta una premisa que tanto especuladores locales como regionales, así como la presidenta Moscoso, ignoran sospechosamente. Para promover el comercio es fundamental tener una política nacional de producción. En la actualidad, los gobiernos panameños de turno están desmontando la producción nacional. Los ministros de Economía celebran que la participación del sector industrial en el producto interno bruto del país cayó por debajo del 10 por ciento. El país tiene que poner a todos los trabajadores a producir, para lo cual requiere de una plan a mediano y largo plazos que invierta la actual dirección que lleva la economía. El éxito de cualquier ALCA depende de esta premisa sencilla pero necesaria.

3. ALCA y los sectores sociales

Las propuestas de ALCA preocupan a sectores muy amplios. Su preocupación se centra en los efectos de ALCA sobre la población más vulnerable como las mujeres, así como el impacto que tendrá sobre el trabajo en los hogares, el ambiente, las economías locales y la pobreza. Según las últimas estimaciones de la Cepal, la región tendrá este año una caída de 0.1 por ciento en su producto interno bruto (PIB), con reducciones más acentuadas en las economías de Argentina (-10%), Venezuela (-3%) y Uruguay (-4%) y un menor crecimiento en Chile (inferior a 2,5%) y Brasil (1.8%).

Según Elizabeth Peredo, [3] la globalización y el libre mercado, contra todas las promesas, en vez de resolver, aumenta las dificultades que tienen las mujeres en la sociedad. Las reglas de comercio que se están generalizando en el mundo tienen un efecto muy grande en la estructura y la forma del empleo. Peredo agrega que el fin fundamental de la producción no es la satisfacción de las necesidades de la sociedad sino la generación de ganancias aún a costa de la integridad de la población.

Las Naciones Unidas han estimado que el valor global del trabajo no remunerado de las mujeres en el mundo asciende a 11 mil millones de dólares anuales.

4.                  Un acuerdo entre desiguales

En la reunión de ministros de Quito de 2002 se trató la creciente inquietud existente en relación a las desigualdades extremas entre los países integrantes de ALCA. Según Eduardo Gudynas, “ALCA aparece como un acuerdo asimétrico, donde las naciones de América Latina y el Caribe deberán reducir sus aranceles y protecciones, de hecho ya muy bajas, sin saber cuáles serán las contrapartidas de EE UU y Canadá en rubros clave como el agroalimentario. La misma asimetría se repite en otras cuestiones, como la pretensión de Washington de mantener sus mecanismos de antidumping o de expandir sus exigencias en patentes”.[4]

Según Mayobre, el ALCA ofrece mayores posibilidades de obtener ventajas significativas si las negociaciones se efectúan en forma colectiva. “Se trata de una situación similar a la de Gulliver en el país de los enanos. Si los enanos se ponen de acuerdo, quizás puedan reunir una fuerza significativa para tratar con él. Lo anterior se aplica si consideramos al asunto desde una perspectiva de largo plazo. Porque en el corto plazo siempre se pueden obtener individualmente mendrugos, como recompensa por romper la unidad de los enanos”.

El gobierno brasileño saliente está proponiendo la creación de un fondo para financiar la adaptación de países con economías menos desarrolladas al ALCA. El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Sergio Amaral, señaló que “defenderemos la creación de un fondo integrado por los países del ALCA o de un mecanismo de financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con ese objetivo”.[5] Según el diario O Estado de Sao Paulo, “el objetivo pretendido por el MERCOSUR es similar a las iniciativas de la Unión Europea”.

5. ALCA y salud[6]

La declaración de la primera cumbre de 1994 en Miami propuso “el objetivo de lograr una mayor justicia social para todos nuestros pueblos... Nos comprometemos individual y colectivamente a mejorar el acceso a la educación de calidad y a la atención primaria en materia de salud, así como a erradicar la pobreza extrema y el analfabetismo. Instamos a la OEA y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que brinden asistencia a los países en el cumplimiento de dichos compromisos, apoyándose significativamente en la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), así como en los organismos subregionales de integración”.

Los ministros reunidos en Quito en 2002 dieron un paso atrás al señalar que “las cuestiones medioambientales y laborales no deberían ser invocadas como condicionamientos ni sometidas a disciplinas cuyo incumplimiento esté sujeto a restricciones o sanciones comerciales”.

En la actualidad, existen problemas para tener acceso a los medicamentos en América latina. El precio no es el único factor. Muchas veces las dificultades surgen de la manera en que se manipulan los patentes. Los patentes muchas veces contribuyen a monopolizar la producción y distribución, produciendo precios inflados. En noviembre de 2001, la cuarta conferencia de ministro de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Doha, Qatar, acordó darle un tratamiento especial a los medicamentos dentro de los Acuerdos relacionados con la Propiedad Intelectual (TRIPS). En cambio, en las reuniones de ALCA no se tratan estos problemas. Existe preocupación de que ALCA no se atenga a la misma política de la OMC.

Hace sólo varios años el costo promedio de un tratamiento anual triple antiretroviral podía costar entre US$10 y 15 mil. En la actualidad, el costo anual de tratamiento ha bajado a sólo $300. Esta reducción es consecuencia de la competencia internacional. La competencia es posible debido a que en países como Brasil e India no hay patentes controlados a escala trasnacional. Esta situación puede cambiar si las grandes trasnacionales suprimen esa capacidad productiva de estos países.

La propuesta de EEUU para el tratamiento de medicamentos en el marco de ALCA  contiene cinco puntos que pueden poner en peligro las bases mismas del libre comercio: 

1. Elimina las posibilidades de que existe competencia en el mercado de los medicamentos.

2. Extiende los patentes más allá de los 20 años contemplados por la OMC.

3. Sustituye las cortes ordinarias con autoridades comerciales.

4. Derechos exclusivos sobre información farmacéutica. Los acuerdos de la OMC sólo hacen referencia a la protección de información

6. Negociaciones en el sector servicios[7]

El sector servicios en las negociaciones de ALCA es el más delicado y, a la vez, el menos conocido. Generalmente se asocian los acuerdos comerciales con el intercambio de bienes y no pensamos en servicios. Se piensa en granos, acero y textiles. En cambio se tiende a ignorar el agua potable, servicios de teléfonos, educación o salud. En la actualidad, el sector servicios representa el 80 por ciento del PIB y absorbe el 70 por ciento del empleo en Panamá. 

Además, con sólo cambiar algunas normas en la manera de prestar servicios (desregulación) puede arrojar aún más ganancias. Estos cambios que benefician a unas pocas empresas pueden perjudicar a los trabajadores y al ambiente.

Las disputas dentro de ALCA serían dirimidas por comisiones cerradas al público con capacidad para cuestionar las leyes nacionales. Se está negociando actualmente en ALCA una cláusula que le permita a un gobierno o corporación presentar demandas contra otros gobiernos pasando por encima de las leyes locales o nacionales.

ALCA puede convertirse en un peligro potencial para el servicio de agua potable. El almacenamiento y la distribución de agua puede convertirse en un negocio muy rentable en perjuicio de los consumidores y comunidades enteras. En Cochabamba, Bolivia, la empresa que se ganó la licitación para la privatización de la distribución de agua potable cuadruplicó su tarifa. Las organizaciones sociales de la ciudad se sublevaron contra la política de precios de Bechtel y obligaron al gobierno a revisar su decisión.

7. ALCA y trabajo

Las reglas laborales también corren peligro. Según Trade & Investment in Services, ALCA impactaría en forma negativa a los trabajadores de dos maneras distintas. Por un lado, cuestiona todo el cuerpo legislativo laboral existente. Por el otro, perjudica a los trabajadores mediante la política de privatizaciones.

También corre peligro todo lo referente a las leyes de idoneidad y las exigencias profesionales. Estas leyes han sido  objeto de discusiones en el marco de ALCA. La legislación que regula la entrada de trabajadores puede ser cuestionada. Esta situación le crea un serio problema también al trabajador extranjero que se convierte en prisionero de su contratista.

El dirigente obrero panameño, Pedro Frías, destaca cuatro fallas principales del ALCA desde la perspectiva de los trabajadores. En primer lugar, no contempla el desafío social ni expresa la voluntad política de los pueblos de la región. Además, es una propuesta neo-liberal basado en la posición fundamentalista del mercado de capitales. En tercer lugar, impulsa una llamada “carrera hacia el fondo” perjudicando a los trabajadores, des-regulando los servicios públicos y destruyendo el ambiente. Por último, el dirigente sindical destaca la falta de transparencia del ALCA ya que su negociación está en manos de minúsculas elites, excluyendo a los congresos elegidos, a la sociedad civil y trabajadores.[8]

8. ALCA y el ambiente

La declaración de la primera cumbre de Miami planteaba que el comercio libre contribuye a proteger el ambiente. La afirmación es tajante, precisa y sin condiciones. A la vez, hace énfasis en la necesidad de ejecutar una “gestión racional” del ambiente. La declaración señalaba que los miembros de ALCA “fomentaremos el bienestar social y la prosperidad económica en formas que tomen plenamente en cuenta el impacto que producimos sobre el medio ambiente”.

En abril de 1998 la segunda cumbre, los mandatarios “subrayaron la importancia de trabajar en conjunto para avanzar en el cumplimiento del acuerdo alcanzado en la Conferencia de Kyoto, Japón, y promover su ratificación en nuestros países”.

En 2001, durante la cumbre de ALCA en Québec, se introdujo dos cambios importantes. Por un lado, abandonó su compromiso con el Convenio de Kyoto después que el presidente de EEUU, George Bush, lo denunciara en su Congreso. Al mismo tiempo, la tercera cumbre introdujo un elemento desconocido hasta ese momento. La declaración subrayó “la importancia de la energía como una de las bases fundamentales para el desarrollo económico, la prosperidad de la región y el mejoramiento de la calidad de vida”.

Según Gudynas, “muchos interesados en temas ecológicos suponen que un acuerdo comercial tiene poco que ver con los problemas ambientales continentales. La realidad es otra: buena parte de los impactos ambientales se deben a la extracción de recursos naturales para la exportación. Alrededor del 75 por ciento de las ventas Latinoamericanas son recursos naturales sin procesar o con poco procesamiento, tales como minerales, petróleo, y productos agroalimentarios. A su vez, esas exportaciones representan un promedio del 20 por ciento del PBI regional, dejando en claro el peso determinante que tienen dentro de las economías nacionales”.

Un grupo de activistas mexicano advierte que “el modelo de crecimiento de las exportaciones promovido por los tratados de libre comercio ha destruido los ecosistemas alrededor del mundo. Bajo este sistema insostenible, muchos países talan sus bosques, sobre explotan sus aguas y los recursos naturales para ganar dinero en el mercado internacional”.[9]

9. ALCA y PPP. La conexión eléctrica[10]

Según la Coordinadora Regional de Alto Chiapas, la iniciativa de ALCA es acompañada de otros proyectos subregionales. Uno de ellos es el Plan Pueblo Panamá (PPP). “El ALCA sería como un enorme rompecabezas conformado por distintas piezas regionales. A la cabeza, y como referente base, está el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN o NAFTA). Posteriormente, el PPP, el Plan Colombia, la Iniciativa Regional Andina y el Plan Dignidad”.[11]

La Coordinadora Regional de Alto Chiapas plantea que el PPP se mueve sobre dos ejes. El primero plantea la construcción de “una moderna y costosa infraestructura de comunicaciones... integrada por varios corredores logísticos intermodales, a base de super-autopistas y ferrocarriles, que se interconecten con otros similares hacia EEUU. Además, por tres canales interoceánicos secos (en México, Honduras y Nicaragua) que funcionarían igual que los corredores antes mencionados. Igualmente, otros dos canales de agua (en Nicaragua y en Panamá), y un tercero en Colombia”.

La Coordinadora de Alto Chiapas identifica cinco proyectos que conforman el PPP. En primera instancia el Corredor Biológico Mesoamericano que tiene como objetivo “privatizar el segundo banco genético más importante del mundo”.

El segundo proyecto se refiere a un Plan Energético de las Américas que implica “la construcción de un oleoducto que iría desde Panamá hasta el sur de Veracruz, en México; para de ahí conectarse con en EEUU.

El tercer proyecto, Sistema de Integración Eléctrica para los Países de América Central (SIEPAC), es financiado, en parte, por el gobierno de España y tiene como principal beneficiaria a la trasnacional española Endesa.

El cuarto proyecto aprovecharía la posición geoestratégica de la región, única en todo el planeta por su situación interoceánica, y la precaria legislación laboral y ambiental, para invadir el área con múltiples corredores de plantas maquiladoras transnacionales.

La coordinadora agrega un quinto proyecto que consiste en crear “un filtro para evitar la migración indocumentada proveniente de los países de Centroamérica hacia los dos colosos del norte. Una última propuesta de PPP es impulsar un proyecto militar denominado Operación Nuevos Horizontes. “EEUU tiene la clara intención de resguardarlos directamente para sí, mediante sus propias fuerzas armadas”.

Un estudio del Sistema de Interconexión Eléctrica para Centroamérica (SIEPAC)  indica que los proyectos de “carreteras y electricidad han sido la prioridad para arrancar el PPP”. El estudio agrega que “para las grandes corporaciones transnacionales es necesario arrancarle (la producción de electricidad) a los gobiernos quienes la han producido, distribuido y reglamentado como bien público desde hace un siglo”. En forma resumida “el objetivo del PPP es crear una sola ley sobre electricidad para toda la región, un solo administrador, una sola empresa, una sola red integrada y encaminada hacia Estados Unidos”.

10.Resistencia contra ALCA
En todos los países y entre los diferentes sectores productivos se ha levantado un movimiento de resistencia contra ALCA. La oposición proviene de trabajadores y grupos consumidores. También se han sumado a la resistencia los industriales y agricultores. Incluso, hay políticos de diferentes partidos que se han sumado a la resistencia. Hay muchas organizaciones de EEUU y Canadá, así como de los países de Centro y Sur América, que están formando redes para oponerse a ALCA.
El Encuentro de Parlamentarios sobre ALCA que se efectuó a fines de octubre de 2002, en Quito, rechazó ALCA y exhortó a los gobiernos de la región a retirar de las rondas de negociación a sus equipos de negociadores, procurando el fortalecimiento de organismos y de acuerdos de integración latinoamericanos y caribeños, como son el MERCOSUR, CAN, CARICOM, entre otros.

En EEUU[12] una red denominada Campaña de Ciudadanos por el Comercio (Citizens Trade Campaign-CTC) propone otro conjunto de reglas para negociar acuerdos internacionales. El CTC reúne a sindicatos, granjeros, consumidores, organizaciones religiosas[13] y otros. El CTC propone seis principios:

·                     Garantizar el interés del público en materia ambiental, empleo y salud. 

·                     Consolidar los niveles de desarrollo alcanzados y evitar una competencia desgastadora.

·                     Elevar los niveles de vida en los países menos desarrollados. 

·                     Hay que priorizar las familias campesinas y lograr seguridad alimenticia. 

·                     Economías nacionales saludables son indispensables para que exista una economía mundial saludable..

·                     Una economía mundial demanda más democracia, transparencia y responsabilidad. 

CONCLUSION        

Según la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, dijo que “nuestro objetivo con el ALCA es garantizar a las empresas norteamericanas el control de un territorio que va del polo ártico hasta el Antártico, libre acceso, sin ningún obstáculo o dificultad, para nuestros productos, servicios, tecnología y capital en todo el hemisferio”.[14]

Un acuerdo de integración es saludable, siempre lo ha sido y lo será en el futuro. El secreto de su éxito es si las partes respetan a todos los integrantes. Si existe reciprocidad. Es saludable si un país como Panamá puede plantear los mismos objetivos que se plantea el secretario Powell para EEUU. El presidente electo de Brasil también planteó que negociará un acuerdo que beneficie a su país. En el caso de Panamá la integración tiene que partir del mismo supuesto que motiva a EEUU y Brasil: sacar beneficios de nuestras ventajas relativas. Estas son , primero, una población con niveles altos de educación, con un potencial productivo muy desarrollado y con fuertes componentes tecnológicos. Segundo, un capital acumulado que puede invertirse provechosamente en la región. Tercero, una posición geográfica privilegiada que incluye el Canal de Panamá.

Si Panamá quiere integrarse a cualquier acuerdo de libre comercio hay que potencializar los niveles educativos alcanzados por la población panameña. En estos momentos, se negocia el sacrificio de los sectores profesionales del país. El país cuenta con un potencial productivo que no tienen los países vecinos o los países de la región. Los negociadores de ALCA están sacrificando estos recursos a cambio de ningún beneficio. Panamá cuenta con un centro bancario que ha sido sacrificado. Los negociadores panameños no aprovechan en sus reuniones las ventajas que presenta la posición geográfica de Panamá y sus múltiples recursos instalados.

El gobierno panameño planteó su interés en que la ciudad de Panamá sirviera como secretaría permanente de ALCA. El gobierno de EEUU ha planteado oficialmente que apoyará a Miami, ciudad en el extremo sur de la costa oriental de ese país. Es probable que Panamá no salga bien librada de este enfrentamiento diplomático-comercial.

Parece claro que las tres ventajas que tiene Panamá para negociar cualquier tratado de integración no se están aprovechando plenamente. En su lugar, el gobierno panameño negocia sobre la base de posiciones tradicionales con una base “transitista”. La pregunta de los negociadores istmeños ha sido en el pasado:¿qué podemos comprar? Hay que darle vuelta a esta pregunta y plantear en el presente: ¿qué podemos invertir? ¿Qué podemos vender?

En las manos de todos los panameños, de todos los sectores sociales, está el éxito o el fracaso de una integración.

mag06.10.02/14.11.02

Referencias

Rafael Berrocal, 2002, “Plan Puebla Panamá, inversiones imposibles, La Prensa, (Panamá), 20 de octubre de 2002.

Leonardo Boff, 2002, “Otra ALCA es posible”, Quito: ALAI-AMLATINA, 6 de septiembre.  

Juan Carlos Bow, 2001,Medio ambiente y derecho laboral, temas de discusión”, La Prensa, (Managua), 21 de abril.

José Briceño Ruiz, 2001, “El modelo TLCAN de integración y las negociaciones del ALCA”, Problemas del Desarrollo, N°126

Victor Bulmer-Thomas, 1998, “The Central American Common Market: From Closed to Open Regionalism”, World Development, vol.26, N°2 (Oxford, Pergamon Press, febrero).

Sally Burch, 2002, “ALCA versus desarrollo en el agro”, ALAI-AMLATINA, 30 de octubre.

Héctor Casanueva, 2002, “Apertura y diversificación”, La Prensa, 27 de octubre.

Diego Cevallos, 2001, “El ALCA se cocina sin condimento verde”, Servicio IPS, (tomado de internet).

Citizens Trade Campaign, 2002, “A Democratic and Forward-Looking Alternative to President Bush´s Fast Track Pinciples”.

Comisión de Asuntos Sociales, 2002, Vendiendo el futuro. Una reflexión sobre la relación entre inversionistas y estado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y su expansión al resto de América Latina, patrocinado por la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos (CCCB-CÉCC), el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB). Ponencia presentada en la Universidad Católica de América, Washington, D.C. , del  28 al 30 de enero de 2002.

Coordinadora Regional de los Altos de Chiapas de la Sociedad Civil en Resistencia, 2002, “Plan Puebla-Panamá: ¿Desarrollo o Neocolonización?”, ver Internet, 21 de octubre de 2002

Bob Fernandes, 2002, “Lula quiere negociar con EEUU sin despegarse de Argentina”, El País, 27 de octubre.

Pedro Frías, 2002, Panamá, los procesos de integración y su impacto sobre el desarrollo nacional, documento presentado en acto organizado por el IPEL, del M. de Trabajo, el 19 de septiembre de 2002 en el Hotel El Panamá.

Eduardo Gudynas, “Los desafios de ALCA”, (tomado de internet)

Osvaldo León, 2002, “Movilización continental contra el ALCA”,ALAI-AMLATINA, 24 de enero.

Eduardo Mayobre, 2002,  “Desafíos del ALCA para la integración de América Latina y el Caribe”, ponencia presentada el 13 de septiembre de 2002 en el Foro "Venezuela ante el ALCA: Riesgos y Oportunidades", organizado en Caracas por el gobierno venezolano.

Medecins sans Frontieres, 2002, Comment on the Draft Free Trade of the Americas Agreement, Panamá: Secretaría Pre-Témpore de ALCA. 

César Neto y Fernando Villavicencio, 2002, “ALCA: La batalla final por la colonización de América Latina”, ALAI, América Latina en Movimiento, 15 de junio.

Elizabeth Peredo, 2002, Bolivia: Los impactos del ALCA en las mujeres, Primer Encuentro Nacional: Los Impactos del ALCA en Bolivia, Cochabamba. Tomado de ALAI, América Latina en Movimiento, 15 de mayo.

Adolfo Pérez Esquivel, 2002, “Jornadas de resistencia contra el ALCA”, Quito: ALAI-AMLATINA, 16 de julio.

Trade & Investment in Services, 2001, The Stakes for Workers and the Environment, octubre, The Alliance for Sustainable Jobs and the Environment, (1125 SE Madison,Portland, OR 97214503-736-9777. asje@asje.org).

Charla presentada en la Primera Jornada de Derecho Económico realizada el 15 de noviembre de 2002 en el Centro Regional Universitario de Veraguas (CRUV).



[1] Eduardo Mayobre, 2002,  “Desafíos del ALCA para la integración de América Latina y el Caribe”, ponencia presentada el 13 de septiembre de 2002 en el Foro "Venezuela ante el ALCA: Riesgos y Oportunidades", organizado en Caracas por el gobierno venezolano.

[2] La Comisión Interinstitucional cuenta con tres subcomisiones. La subcomisión de Foros y Eventos: Tiene como principal objetivo la organización de foros, seminarios y cursos de capacitación. La subcomisión de Servicios: Coordina los servicios y facilidades que prestará el país, tanto a los negociadores, como al personal administrativo de la Secretaría. La subcomisión de Promoción: Encargada de obtener el patrocinio de diferentes empresas que se encargarán de promover la sede del ALCA en Panamá.

[3] Tomaremos el trabajo de Elizabeth Peredo, Bolivia: Los impactos del ALCA en las mujeres, presentado al  Primer Encuentro Nacional: Los Impactos del ALCA en Bolivia, celebrado en Cochabamba, como base para los siguientes comentarios. 

[4] Eduardo Gudynas, “Los desafios de ALCA”, (tomado de internet)

[5] EFE, 2002, “Fondo para adaptarse al ALCA”, La Prensa, 27 de octubre.

[6] Medecins sans Frontieres, 2002, Comment on the Draft Free Trade of the Americas Agreement, Panamá: Secretaría Pre-Témpore de ALCA.   

[7] Análisis tomado de Trade & Investment in Services, 2001, The Stakes for Workers and the Environment, October 2001, The Alliance for Sustainable Jobs and the Environment, (1125 SE Madison,Portland, OR 97214503-736-9777. asje@asje.org).

[8] Pedro Frías, 2002, Panamá, los procesos de integración y su impacto sobre el desarrollo nacional, documento presentado en acto organizado por el IPEL, del M. de Trabajo, el 19 de septiembre de 2002 en el Hotel El Panamá.

[9] Ver página web de Global Exchange. www.globalexchange.org.

[10] Fuente: CIEPAC, A.C.    Enlace: www.ciepac.org

[11] Coordinadora Regional de los Altos de Chiapas de la Sociedad Civil en Resistencia, 2002, “Plan Puebla-Panamá: ¿Desarrollo o Neocolonización?”, ver Internet, 21 de octubre de 2002

[12] Citizens Trade Campaign, 2002, “A Democratic and Forward-Looking Alternative to President Bush's Fast Track Principles”

[13] Ver la posición conjunta de los obispos católicos de las Américas sobre el tema, en el documento preparado por la Comisión de Asuntos Sociales, 2002, Vendiendo el futuro. Una reflexión sobre la relación entre inversionistas y estado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y su expansión al resto de América Latina, patrocinado por la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos (CCCB-CÉCC), el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB). Ponencia presentada en la Universidad Católica de América, Washington, D.C. , del  28 al 30 de enero de 2002

[14]Osvaldo León, 2002, “Movilización continental contra el ALCA”, ALAI-AMLATINA, (24/01/2002). León cita una conferencia dictada por Colin Powell que fue publicada por The Wall Street Journal. Colin Powell, 2001, “Put Trade on the Fast Track”, The Wall Street Journal, (Ciudad de Nueva York), 16 de octubre.

https://www.alainet.org/en/node/106642
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