Retos feministas en un mundo globalizado
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Retos feministas para el Foro Social Mundial

Irma van Dueren^*
NOVIB

El número de participantes en el segundo Foro Social Mundial (FSM) sobrepasó todas las expectativas. Llegaron unas 50.000 personas de 119 países. Estuvieron presentes los principales sectores sociales y los temas discutidos fueron muy diversos. En talleres, conferencias y seminarios, en los lobby de los hoteles, en el campamento de jóvenes y en las calles, se analizaron las injusticias provenientes de la globalización impulsada por las corporaciones y el papel que juegan los Estados y las instituciones multilaterales. Se construyeron alianzas sobre alternativas justas al actual sistema económico global y sus estructuras.

La diversidad fue la palabra clave. Se enfatizó en cuán importante es construir puentes de entendimiento entre las diferentes visiones a fin de transformar el orden mundial. Varias opiniones coinciden en que el FSM puede contribuir a esta transformación con todas sus voces y perspectivas, la energía y esperanza que genera. Hay un acuerdo general de que este movimiento “por un mundo mejor”, como dice el lema del FSM, necesita ser inclusivo. Y para ello, es preciso garantizar igual participación, en particular del Sur, de mujeres, pueblos indígenas, personas del campo y trabajadore/as.

Para las feministas presentes en el FSM, el desafío no es nuevo. Las feministas siempre han tratado de influir en la agenda de los movimientos sociales y políticos progresistas para cambiar las perspectivas de estos movimientos. Sin embargo, sabemos que queda un largo camino por recorrer para que la inclusión de las perspectivas feministas sea una realidad. Las feministas tienen que abrirse el camino con fuerza y deben continuar haciéndose más visibles. Necesitamos entablar relaciones con activistas ambientalistas, de derechos humanos, sindicatos y partidos políticos.

No queremos que el Foro Social Mundial se convierta en un asunto dominado por los hombres: se necesita el liderazgo feminista y la construcción de alianzas. Al mismo tiempo, los grupos de activistas, movimientos y ONGs presentes en el FSM necesitan ser transformados desde adentro. Por lo tanto, las feministas deben estar omnipresentes y construir sobre las diversas experiencias vividas. El FSM nos brinda una gran oportunidad: aquí estamos todas juntas, así es que involucrémonos, tomemos el liderazgo y coloquemos la perspectiva feminista en la agenda de todos aquí y ahora.

Este desafío es complejo. No queremos una presencia nominal y estamos cansadas de referencias superficiales a los temas de género. En el seminario del FSM sobre “Feminismos Globales, Diversos y Plurales”, un grupo de líderes feministas se propusieron abordar algunos de estos desafíos a los que el feminismo está tratando de responder. La discusión fue rica e inspiradora. Y continuaremos enfocando el tema de cómo manejar temas sobre globalización dentro del mismo movimiento feminista.

Esto coloca la cuestión de la diversidad en el corazón de nuestro propio movimiento. ¿Qué es lo que queremos cuando hablamos de un mundo mejor? Este lema en sí es cuestionado. Representantes de las mujeres indígenas, por ejemplo, declaran que para ellas no significa nada: no quieren cambiar el mundo sino los sistemas que lo gobiernan. Cuando empezamos a discutir las principales interrogantes, encontramos todo tipo de diferencias cuyos fundamentos no son fáciles de abordar. En nuestro seminario acordamos que no debemos de evitar tales debates. La respuesta es que no necesitamos llegar a una postura única sobre qué es lo que queremos exactamente.

Debemos permitirnos ser diferentes, incluso dentro de nuestro propio movimiento. Debemos aprender a considerar esta abundancia de perspectivas feministas como algo constructivo, como un desafío y como una fortaleza. Esto implica incorporar la diversidad de manera significativa y no evitar los debates respecto a raza, clase, sexualidad, edad, Norte y Sur. Sólo cuando logremos colocar la diversidad al centro de nuestro propio movimiento y permitamos muchos discursos diferentes, seremos capaces de dialogar con otros/as en un “nuevo movimiento de globalización” basado en la solidaridad.

Notas: