Feministas Globales, Liderazgos Plurales
http://alainet.org/publica/femlead/
Estrategias de liderazgo global para la conferencia mundial contra el racismo y el seguimiento
Introducción
El conjunto de las presentaciones y comentarios expresados en el marco de este intercambio tienen que ver directamente con diversas etapas del seguimiento, pues están relacionados tanto con la Conferencia Mundial y el Foro de ONGs a celebrarse en Sudáfrica, como con el desarrollo de iniciativas futuras. El encaminamiento y resultados de las ideas expuestas, son relativos a la incidencia que las propuestas feministas logren inscribir en estos eventos, con los propios resultados de la Conferencia Mundial y con la futura implementación de estos y de otros Instrumentos Internacionales.
Entre los elementos de estrategia enunciados figuran los mecanismos de presión y lobby que se diseñen para afianzar o motivar el compromiso de los gobiernos en el marco de la CMRX y sus etapas ulteriores; las expresiones de liderazgo feminista tanto en la propuesta como en las acciones; las intersecciones entre las propuestas de género y las problemáticas levantadas por la Conferencia, y otros.
También, es parte constitutiva de dichas estrategias la propia globalización del feminismo, en el sentido de una universalización inclusiva, de visiones y prácticas plurales, que confluyan a la vez en una agenda común.
Insertando el género en la agenda de la CMRX
Charlotte Bunch y Roxanna Carrillo
Prefacio
Nos gustaría empezar nuestras reflexiones sobre este tema bastante abrumador reafirmando lo que ha sido planteado en las dos primeras partes de esta discusión--es decir, los desafíos de la diversidad y particularmente de contrarrestar el racismo y otras formas de intolerancia, son temas cruciales para el liderazgo feminista, además de ser muy complejos. Aunque esta semana nos enfocaremos en aspectos más específicos de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Relacionadas de Intolerancia -CMRX- en sí, quisiéramos hacer un llamado a una discusión más concreta (tal vez en semanas adicionales de esta conferencia en línea o en otro formato) sobre los tipos de experiencias y acciones específicas (tanto locales como globales) que cada una de nosotras siente que ha respondido mejor a los desafíos aquí planteados. Por ejemplo, ¿en qué formas las mujeres han emprendido acciones exitosas en torno a la estrategia de "solidaridad" que McFadden describe tan bien y cómo podríamos mejorarlas? O siguiendo el llamado de Sunila Abeysekara de "diversidad para la unidad" y su identificación de temas críticos para las mujeres que enfrentan las divisiones étnicas, ¿en qué formas las mujeres han tenido éxito o no al tratar de hacer las cosas que ella propone en diversas situaciones y qué ha hecho que sea más posible o más difícil el hacerlas?
Aunque nosotras -especialmente Charlotte- hemos sido parte de tales discusiones sobre diversidad dentro de los EE.UU. por muchos años, sentimos que no hemos compartido lo suficiente sobre aspectos concretos de nuestras diversas experiencias y estrategias nacionales en torno a los temas en el movimiento global de mujeres, ni hemos discutido sobre nuestras experiencias con estos temas globalmente. Y, por cierto, parte de lo que hace que este tema sea tan complejo es que es a la vez muy local y muy global. En el ámbito local/nacional, las especificidades de los temas de diversidad a menudo son muy particulares a un país o región y cada una de las luchas en torno a estos temas toman formas distintas - Sri Lanka es diferente al Perú, los EE.UU, las Filipinas y Sudáfrica, por ejemplo. Sin embargo, tal como hemos aprendido en la organización feminista, también existen puntos en común en el hecho de que el racismo existe en todas partes y que la globalización (tanto en sus formas actuales como en formas previas, como el colonialismo) a menudo crean aspectos comunes a los problemas. Más aún, existe la complejidad de las diferencias Sur-Norte y la necesidad de desentrañar cuáles son los asuntos reales en cuestión - cuáles son los asuntos de raza, qué hay de la clase, qué hay de la ubicación geográfica y cuál es la interface entre ellos, y cómo abordamos "el Norte en el Sur" y "el Sur en el Norte", etc.
Finalmente, al trabajar hacia la CMRX y otras agendas, constantemente estamos buscando formas en que las feministas puedan conversar y abordar todas estas diferencias y temas, al mismo tiempo que tratamos de cruzar las líneas de la división patriarcal para dar forma a una agenda efectiva de las mujeres y defender los derechos humanos de las mujeres ante diversos ataques. O, usando las palabras de Sunila, ¿cómo ponemos en acción la "diversidad para la unidad" globalmente?
CMRX: La Conferencia y Documentos Intergubernamentales
Las mujeres han realizado un trabajo considerable en los ámbitos regional e internacional para colocar las preocupaciones de las mujeres y la intersección de género con raza y otras intolerancias en la agenda de la CMRX. Tanto en la primera (mayo 2000) como en la segunda (mayo 2001) reunión internacional del comité preparatorio en Ginebra, las mujeres elaboraron declaraciones y trabajaron en una diversidad de sub-grupos sobre género/raza con relación a la globalización, migración, tráfico de personas, conflicto armado, refugiados/as, pueblos indígenas, africanos y descendientes africanos, minorías étnicas, casta, orientación sexual, y también buscaron una metodología para un abordaje interseccional a la conferencia y cómo éste podría ser incorporado a los mecanismos de derechos humanos. La mayoría de estos documentos de fundamentos están disponibles en inglés, y algunos en francés y castellano en la página Web: www.whrnet.org. Además, WhrNet está moderando dos foros en preparación a la reunión final del comité preparatorio que se llevará a cabo en Ginebra del 30 de julio al 10 de agosto y que culminará en la conferencia gubernamental en sí que se inicia el 31 de agosto. Uno de estos foros está abordando la redacción de lenguaje inclusivo de las mujeres para el texto propuesto del documento gubernamental y el otro está discutiendo estrategias de lobby.
Sin repetir aquí todos los temas surgidos en el proceso de redacción, uno de los principales puntos contensiosos, como sugiriera Phumi Mtetwa en esta conferencia en línea, se refiere al lenguaje que será empleado para enumerar las múltiples opresiones (incluyendo si habrá tal lista) y cómo se conectan e intersecan con el racismo. El Caucus de Mujeres en Ginebra redactó una útil descripción de la interseccionalidad y las opresiones múltiples que citamos a continuación: "La interseccionalidad es un abordaje integrado que aborda las formas de discriminación múltiple basados en el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia relacionada al intersecarse con el género, edad, orientación sexual, discapacidad, status migratorio, condición socioeconómica u otros status. La discriminación interseccional es una forma de racismo y discriminación racial que no equivale a la suma de raza mas otra forma de discriminación a ser abordada de manera separada, sino que es una experiencia distinta y particular de discriminación unificada en una persona o grupo; por lo tanto, sugerimos lo siguiente: En los casos donde se mencione, reemplazar "múltiples formas de discriminación" por "formas de discriminación múltiple" o "discriminación interseccional basada en la raza, trabajo y descendencia, color, idioma, origen nacional o étnico, género, edad, orientación sexual, discapacidad, status migratorio, condición socioeconómica u otro status."
Aquellas/os que realicen actividades de cabildeo a favor de este lenguaje, deben estar conscientes de que los temas más controvertidos en la lista, a los que los gobiernos tratarán de oponerse, son orientación sexual y descendencia (casta). En términos de realizar actividades de cabildeo con nuestros gobiernos para la CMRX, las mujeres debemos apuntar hacia una declaración inclusiva como la de arriba, así como hacia la incorporación de las perspectivas de las mujeres y de género respecto a todos los otros temas que ustedes o sus organizaciones estén trabajando. Aún existe considerable desacuerdo sobre el documento; ésta es la razón por la que se realizará una reunión adicional del comité preparatorio (PrepCom) empezando el 30 de julio. Entre los temas más controvertidos para los delegados está la cuestión de Palestina (ocupación militar) y el zionismo (como una forma de racismo), el reconocimiento de la casta como una forma de discriminación racial (sobre la base de descendencia u ocupación), y el reconocimiento de los continuos efectos y consecuencias de la esclavitud, el tráfico de esclavos y el colonialismo (en particular en lo relativo a medidas compensatorias, incluyendo reparaciones), y la conexión entre la globalización y el racismo.
Es posible que luego de esta PrepCom, la mayor parte del texto final esté concluido -- aunque posiblemente no lo referente a los temas más controvertidos. Por lo tanto, parte del trabajo de lobby para las etapas finales de la CMRX será en torno a la seriedad con que los gobiernos asuman esta conferencia (por ejemplo, cuántos funcionarios de alto nivel asistan a ella), la suma de voluntad política que pongan en ella y los recursos que destinen a su implementación y seguimiento.
El mayor desafío al liderazgo que las mujeres enfrentan en la mayoría de países es cómo lograr que nuestros gobiernos estén dispuestos a enfrentar los temas del racismo sobre los cuáles ellos tienen parte de la responsabilidad. Lo que se ha observado en este proceso es que casi todos los gobiernos están buscando escaparse de un escrutinio real de sus propios problemas raciales y otras formas de discriminación. Para los gobiernos del Norte, esto asume la forma, principalmente, de no querer enfrentar el legado de la esclavitud y el colonialismo o el racismo inherente a la globalización. Para los gobiernos del Sur, generalmente sucede lo opuesto -- el deseo de enmarcar los temas de la conferencia en términos de Norte-Sur, sin abordar los temas de racismo y discriminación en casa. El desafío feminista es demandar que todo lo de arriba sea abordado y no permitir que ningún gobierno se libre del aprieto, al mismo tiempo que trabajamos para la inclusión de lenguaje y soluciones que reflejen un abordaje interseccional.
Más aún, existe una agenda inconclusa que las activistas feministas delinearon en la conferencia de Beijing y su revisión 5 años después, y gran parte de ella es relevante para los temas de la CMRX. Sugeriríamos que en las pocas semanas que quedan por delante, las mujeres involucradas en este proceso pongan particular atención en asegurarse que el documento que resulte de esta conferencia incluya mecanismos y arreglos institucionales tanto en el ámbito internacional como nacional, así como puntos de referencia, objetivos, plazos de tiempo, indicadores y recursos necesarios para implementar las elevadas recomendaciones que los gobiernos probablemente acuerden. Trabajemos juntas para asegurar que el marco que surja de Durban sea uno que nos ayude a avanzar nuestras discusiones sobre diversidad y liderazgo feminista y sea una reafirmación de nuestro compromiso con la realización de todos los derechos humanos para todas y todos en todas nuestras diversidades.
La CMRX y los Derechos Humanos: Creando Redes y Documentando la Interseccionalidad
Por supuesto que la CMRX es sólo un momento global en un proceso más amplio y gran parte de la estrategia feminista en ella debería centrarse en cómo usar este momento para atraer más atención a los temas en una forma continua. Para ello, el Foro de ONGs que se realizará en Durban del 28 al 31 de agosto será una ocasión para que las mujeres que abogan por derechos intercambien estrategias y aprendan unas de otras. Además, habrán 24 comisiones oficiales de las ONGs que se reunirán dos veces durante el Foro de ONGs. Una de ellas es la Comisión de Género que decidirá sobre recomendaciones adicionales a la Declaración y el Programa de Acción de las ONGs (elaborados por el Comité Directivo de ONGs CMRX y disponible en la página Web del Foro de ONGs: www.racism.org.za) que serán presentados desde las ONGs a la conferencia inter-gubernamental. Este es un lugar donde se puede hacer lobby e incorporar una perspectiva de género más amplia y profunda.
Una de las preocupaciones que será abordada a través de varias actividades durante el Foro de ONGs de diversas maneras es cuál es la mejor manera de documentar la interseccionalidad de género, raza y otras opresiones y cómo diseñar estrategias y remedios para abordar las múltiples opresiones. Las ONGs compartirán trabajos realizados en torno a ello, al mismo tiempo que realizan actividades de cabildeo para que los gobiernos se comprometan con este abordaje en sus planes de acción nacionales. Una lista de actividades de ONGs relacionadas a los derechos humanos de las mujeres para el Foro de ONGs también están enumeradas en www.whrnet.org así como en sitios Web individuales como www.apwld.org. Información sobre el Foro de ONGs por los organizadores en Sudáfrica puede ser encontrada en www.racism.org.za
Formando parte de este esfuerzo, el Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres (CWGL, por sus siglas en inglés) en asociación con un número de organizaciones estará organizando una audiencia sobre los derechos humanos de las mujeres durante el Foro de ONGs para dar voz y visibilidad a la multiplicidad de experiencias de las mujeres respecto a discriminaciones entrelazadas. En el pasado, hemos observado que dichas audiencias demuestran en términos de vidas reales lo que las mujeres claman y, así, esperamos hacer de la interseccionalidad una realidad concreta a través de historias de vida de las mujeres. Esta audiencia también presentará estrategias que las mujeres están empleando para abordar las opresiones que se intersecan y lo que nos dicen sobre qué forma se necesita dar al trabajo en torno a los derechos humanos y los remedios gubernamentales. Para mayor información sobre la audiencia y los testimonios a ser presentados, dirigirse a: www.cwgl.rutgers.edu. En la página Web del CWGL también podrán encontrar una ponencia ante a la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer por Elmira Nazombe que resume la discusión del caucus de derechos humanos de las mujeres sobre una metodología interseccional para abordar el género, raza y otras formas de discriminación; también hay un artículo por Charlotte sobre por qué la CMRX es importante para el trabajo de cabildeo sobre los derechos humanos de las mujeres, el cual discute los temas de universalidad y diversidad, así como conecta la interseccionalidad con el concepto de indivisibilidad de los derechos humanos.
Seguimiento de la CMRX
Otro esfuerzo que viene siendo realizado por las mujeres es el de usar la CMRX para aumentar la atención sobre la interseccionalidad entre la comunidad internacional de derechos humanos, en general, y en el trabajo y en los organismos y mecanismos de tratados de derechos humanos, en particular. Así, las mujeres han empezado a trabajar tanto con el CEDAW - el Comité que supervisa la implementación de la convención de las mujeres y el CERD - el Comité para la Convención sobre la Eliminación de la Discriminación Racial, respecto a cómo ambos pueden abordar la intersección entre raza y género de manera más efectiva. Para una ponencia muy útil sobre lo que ello significa, contactar a María Herminia Graterol m_graterol@hotmail.com y pedirle una copia de "Presentation to the CEDAW Committee by Women's Human Rights Groups: The Intersection of Race, Ethnicity and Gender in the Context of Temporary Special Measures". Aunque el impulso para este trabajo proviene de la CMRX, el trabajo real estará en el seguimiento que se lleve a cabo después de la conferencia con estos y otros grupos. Un componente clave de esta estrategia es lograr que los organismos de tratados de derechos humanos de la ONU y otros mecanismos como los relatores especiales reciban más documentación sobre cómo las múltiples opresiones se intersecan en las vidas de las mujeres. Este trabajo también debe realizarse en el ámbito local y la discusión sobre la metodología interseccional debe ser llevada a la organización local de las mujeres.
El seguimiento en el ámbito local y nacional es, tal vez, el área más importante para asegurar que la CMRX tenga un impacto perdurable y no sea simplemente un asunto de un año. El borrador del documento de la CMRX llama a los gobiernos a desarrollar Planes de Acción Nacionales para trabajar hacia la eliminación del racismo, la xenofobia y la intolerancia relacionada. Las líderes feministas deben demandar acción de parte de sus gobiernos en torno a estos planes, así como usar este mandato para llamar la atención sobre temas que están siendo dejados de lado y hacer que sus gobiernos asuman responsabilidad y rindan cuentas sobre cualquier promesa que lleguen a hacer en Durban.
Al igual que otras conferencias mundiales, la CMRX ofrece una oportunidad para que las mujeres llamen la atención de medios de comunicación locales y otros a estos temas a menudo desatendidos, según se manifiestan en cada contexto. Las líderes feministas pueden lograr esto trabajando con otras ONGs de justicia social y derechos humanos involucradas en el proceso de la CMRX - apuntando a que incluyan una perspectiva de género en sus actividades - y/u organizando eventos específicamente sobre los temas de mujeres y diversidad. Hay muchas estrategias que las mujeres pueden haber usado para llevar Beijing a casa que sería útil considerar al pensar sobre el seguimiento a la CMRX. Lo más importante es que ésta es una oportunidad para avanzar una discusión urgente y continua que es de importancia crítica para el futuro del feminismo y el logro de derechos humanos para todas las mujeres.
Estrategias de Seguimiento a la CMRX: La trascendencia de la Comunicación
Sally Burch
Los acuerdos adoptados por los gobiernos en las Conferencias Mundiales de la ONU para producir cambios sociales y políticos que avancen el desarrollo y el respeto a los derechos humanos, frecuentemente son una respuesta a presiones, sea de su propia población o de otros países. A menudo, los compromisos asumidos en estas conferencias quedan como letra muerta en un documento, excepto cuando se mantiene suficiente presión para mover a las instituciones concernientes a emprender acciones.
Entre los desafíos post-conferencia para las organizaciones de la sociedad civil que se movilizan en torno a estos temas, se encuentran, por un lado, el de obtener y monitorear la implementación de los compromisos logrados, y demandar la rendición de cuentas a los gobiernos; y, por otro lado, continuar la movilización hacia el reconocimiento de las demandas que fueron desestimadas.
En gran medida, estos desafíos deben ser asumidos en el ámbito nacional, donde las estrategias que pueden ser aplicadas dependen de una variedad de factores sobre los cuáles no me alargaré aquí. Al mismo tiempo, será importante mantener niveles de coordinación internacional. Sin embargo, en casi cualquier estrategia de la sociedad civil, sea nacional o internacional, dos elementos claves son: en primer lugar, crear alianzas amplias para ejercer presión sobre los gobiernos e instituciones; y en segundo lugar, aumentar la conciencia y el apoyo de la opinión pública. En ambos casos, la comunicación es crucial. Las siguientes reflexiones dan una breve mirada a por qué es importante y a algunas de las implicancias particulares en el caso del seguimiento a esta conferencia mundial, y más específicamente, con respecto al liderazgo feminista.
La construcción de alianzas implica articular redes, concertar acciones, compartir información, todo lo cual requiere de mecanismos de comunicación. Los mecanismos efectivos de comunicación no surgen por generación espontánea. Requieren ser diseñados y facilitados en respuesta a necesidades y situaciones específicas. La creación de una lista de correo electrónico no genera en sí misma comunicación útil, como tampoco ambientar una sala de reuniones garantiza una reunión productiva. Ambos requieren planificación.
Entonces, necesitamos definir qué tipo de comunicación será necesario para el seguimiento a esta conferencia y, por lo tanto, qué mecanismos serán necesarios.
En los pasos previos a esta Conferencia Mundial no ha sido fácil lograr consensos entre las organizaciones de la sociedad civil en el ámbito global, incluso sobre algunos temas básicos. En parte, esto está relacionado al proceso necesario de construcción de movimientos. Aquellos movimientos que sólo recientemente se están interrelacionando en los ámbitos regionales o globales pueden requerir de más tiempo para construir sus propios procesos internos de consenso antes de buscar alianzas más amplias. Sin embargo, en ausencia de tales alianzas, es evidente que el sector gubernamental no se ha sentido presionado para encontrar un mínimo nivel de acuerdo sobre muchos temas claves.
Sin duda, un factor que ha incidido negativamente ha sido la falta de un canal efectivo de comunicación entre los diferentes grupos involucrados. Aunque se han creado diversos mecanismos de comunicación, cada uno de ellos está operando entre un grupo cerrado.
Una de las fortalezas que el movimiento de mujeres ha construido a lo largo de los años es su capacidad para formar consenso sobre muchos de los temas relativos a la discriminación de género y la desigualdad, sobreponiendo otros niveles de diferencias políticas, sociales y culturales. Las feministas también tienen una amplia experiencia en la conexión transversal entre diferentes movimientos en las que se encuentran presentes. Las iniciativas de liderazgo de inspiración feminista dentro de los diferentes movimientos emergentes en torno al racismo, la xenofobia y la intolerancia podrían ayudar a brindar el estímulo necesario para buscar el diálogo y construir alianzas entre grupos sociales. Parte de este proceso podría ser desarrollar mecanismos de comunicación que se extiendan a los diferentes grupos involucrados.
El segundo punto tiene que ver con influir en la opinión pública, que es especialmente fundamental respecto al racismo, la xenofobia y la intolerancia, dado que implica no sólo buscar apoyo para una causa, sino también cambiar actitudes racistas e intolerantes dentro y a través de los medios de difusión. El rol de los medios es obviamente crucial para la conscientización pública y diversas propuestas en ese sentido han sido encaminadas a la conferencia.
Por ejemplo, las propuestas del Foro de ONGs de las Américas que abordan estos temas incluyen (en resumen):
Urgir a los medios a reafirmar su función social como formadores de opinión, incluyendo expresiones y representaciones simbólicas de la diversidad y la inter-culturalidad, y asegurando el acceso a la expresión a los sectores sociales discriminados.
Hacer un llamado urgente a la democratización de todos los sistemas y medios de comunicación, su diversidad en todos los niveles y el acceso de toda la ciudadanía a recursos comunicacionales y al conocimiento.
Exigir a los medios de difusión y las industrias del turismo, mercadeo y publicidad que pongan fin a la explotación de imágenes culturales basadas en identidades, símbolos y costumbres y de estereotipos de género, orientación sexual, edad y condiciones de discapacidad.
Establecer mesas ciudadanas para monitorear el contenido de los medios masivos respecto a su tratamiento de la diversidad.
Promover campañas de boicoteo para presionar a los medios de comunicación a que eliminen programas que favorecen y alimentan, de manera constante, el racismo, la discriminación, la xenofobia y la intolerancia.
Aunque los gobiernos y los organismos de la ONU podrían apoyar algunas de estas propuestas, ésta es un área en la que no podemos depender principalmente de la acción gubernamental. Sea que en Durban los gobiernos acuerden o no colocar estas demandas en la agenda contra el racismo (y como aprendimos de Beijing +5, los gobiernos del Norte son altamente reticentes a tocar a los medios), la iniciativa principal respecto a los medios necesita provenir de la sociedad civil, dado que la intervención gubernamental a los medios probablemente sea rechazada como censura. Los medios de comunicación contribuyen a formar la opinión pública, pero también responden a la opinión pública, dado que las ventas y los ratings son su dios. Por lo tanto, uno de los desafíos es crear suficiente presión colectiva sobre los medios para lograr el cambio.
El movimiento de mujeres ha logrado algunos éxitos importantes, por ejemplo, en contrarrestar la violencia contra las mujeres en los medios. Estas experiencias podrían ser compartidas y ampliadas a la discriminación racial y otras formas de discriminación.
Pero además, uno de los avances importantes dentro del movimiento de mujeres ha sido mirar a los medios y a la comunicación no sólo desde el aspecto de contenidos, sino desde la perspectiva de los derechos humanos y la democracia, reconociendo que la comunicación es un derecho humanos básico y esencial, necesario al ejercicio de la mayoría de los demás derechos.
Citando un documento presentado por ALAI a la CMRX: "Las relaciones de poder que se generan en el espacio político, están definidas en mucho por el acceso a la información, cuya carencia cercena la participación y empoderamiento de los grupos y pueblos discriminados y limita la viabilidad de otras prácticas consubstanciales a la vigencia democrática, como son: la libertad de pensamiento y opinión, el libre albedrío y expresión, que sólo pueden realizarse cuando los flujos de información diversificada y plural permiten la conformación de espacios ciudadanos autónomos y de una opinión pública con ideas propias. Asimismo, el ejercicio de los derechos humanos, bien inalienable de la humanidad, sólo se hará realidad cuando la ciudadanía informada pueda apropiarse de ellos y reclamar las transformaciones societales y culturales que se imponen, para su cumplimiento".
Demandar el reconocimiento de la comunicación como un derecho humano implica desafiar el poder monopolístico de los medios comercializados, que está convirtiendo la información en una mercancía a ser vendida al mejor postor, en la que las mujeres son explotadas como objetos y los grupos sociales discriminados sólo son valorados como una mercancía exótica. Si vamos a cambiar las actitudes racistas y discriminatorias en la sociedad, la democratización de la comunicación es, por lo tanto, de capital importancia. Cualquier paso en esta dirección requerirá una alianza amplia, en la cual es importante resaltar las propuestas feministas - como aquellas formuladas con relación a un enfoque de género en la comunicación.
En el proceso de la Conferencia Mundial, ALAI ha estado trabajando en varios de estos aspectos, en colaboración con otras organizaciones que comparten las mismas preocupaciones, entre otros a través del caucus de comunicación. En la fase de seguimiento, esperamos poder juntar fuerzas con organizaciones feministas y otras interesadas en construir una estrategia de comunicación para combatir al racismo. Estamos convencidas de que el desarrollo del liderazgo feminista en este proceso sería una contribución significativa.
Las estrategias lanzadas por Charlote y Roxanna para impactar positivamente el proceso y el documento que saldrá de la Conferencia, además de la riqueza de las reflexiones previas - que posicionan las tareas y retos feministas frente a esta multidimensionalidad de realidades y exclusiones que contienen las formas de múltiple discriminación y la forma en que se alimentan y sustentan mutuamente - son un aporte sustantivo al proceso de capacidad de propuesta y de apropiación de la conferencia.
Me interesa en esta intervención más bien reflexionar sobre aquellas otras dinámicas y procesos en relación a lo que va a quedar como tareas futuras en los países y a nivel global después de la Conferencia, así como sobre las nuevas tendencias que desde los feminismos podrían servir de sustento para nuevas percepciones y prácticas alrededor de las formas de exclusión de los liderazgos y de la democracia en los feminismos y en los espacios donde actúa.
Indudablemente, es fundamental que se logre un buen documento como producto de la Conferencia pues nos servirá no sólo para mantener una actitud vigilante y exigir rendición de cuentas a los gobiernos para su cumplimiento; nos servirá también - y posiblemente, con mayor importancia- para posicionar las urgencias de intersección de estas formas de múltiple discriminación en las diversas expresiones feministas y en las mismas sociedades. Es decir, una agenda política compartida entre Estado y sociedad civil, es fundamental pero no agota, sin embargo, la acción ni las propuestas de las mujeres y sus movimientos. Esto, que es válido para todas las estrategias feministas, lo es más frente a dimensiones tan fundamentales como las de la Conferencia, en la medida que sólo fortaleciendo, desde los feminismos, liderazgos que expresen esta diversidad y liderazgos comprometidos con ella, las posibilidades de impactar las agendas de los gobiernos y lograr el cumplimiento de sus acuerdos serán mayores.
Otro de los procesos que impulsan las conferencias mundiales en general y ésta en particular, por las dimensiones que levanta, tiene que ver con la dimensión subjetiva del reconocimiento y la legitimidad. Y acá traigo a colación la experiencia de Beijing: en Beijing, hubo, por ejemplo, una clara y diferenciada presencia de mujeres indígenas, aunque sus reivindicaciones más especificas no fueron reflejadas totalmente en la Plataforma para la Acción resultante. Sin embargo, para las ciudadanías restringidas, el espacio global contiene potencialmente una doble virtud: la de visibilizar su imagen y sus propuestas, al mismo tiempo que devuelve o irradia la legitimidad propia del reconocimiento de las/los otros, legitimidad que no es fácilmente encontrada en los países de origen.
La existencia de redes de solidaridad, conocimiento, aprendizaje, así como los intercambios teóricos, políticos y vitales, ofrecen también un impulso para la ampliación de las ciudadanías subjetivas. Es el caso, por ejemplo, de los movimientos de mujeres indígenas en el proceso de Beijing, cuya ciudadanía subjetiva pudo modificarse y ampliarse a la luz de las interacciones y visibilidades legitimadoras que se dieron en el espacio global y que más bien era retaceada en sus países, tanto por los estados como por las sociedades civiles. El reconocer y asumir esa legitimidad y potenciarla, en los feminismos y en los países, es un reto fundamental.
Por ello, el proceso de la conferencia tiene también otros múltiples procesos a su interior: uno de ellos es justamente el levantar y visibilizar los nuevos liderazgos que hace ya un buen tiempo se están dando en los movimientos sociales de las mujeres o en los que las mujeres están inmersas - indígenas, homosexuales y lesbianas, jóvenes - y que están levantando una agenda impostergable para los feminismos. Muchas de ellas son feministas, otras no lo son, pero su sola presencia augura la posibilidad de interrogación a posiciones feministas ancladas en posiciones más bien conservadoras en relación a estas dimensiones, aunque tengan radicalidad de propuesta en muchas otras. Sin embargo, esa radicalidad no logra subvertir el orden discursivo simbólico de la exclusión de las mujeres al no abordar justamente aquello que impide una perspectiva de género en intersección.
Otro aspecto crucial desde los países tiene que ver con el hecho de que el fortalecimiento de estos nuevos liderazgos al interior de los feminismos y en la sociedad no pueden verse aislados de procesos más amplios de transformación y reforma de los estados así como de profundas transformaciones ético culturales. Es decir, la forma en que los feminismos también amplían sus liderazgos en relación con procesos de ampliación democrática. Una lucha en contra de formas de múltiple discriminación tiene también relación con la generación de espacios más autónomos de lucha y organización, donde se da el reconocimiento de nuevos actores que expresan las características multiculturales y plurietnicas de nuestras sociedades. Y ello sólo será posible si se logra confrontar los sentidos comunes tradicionales, racistas, sexistas, homofóbicos, excluyentes y la cultura política autoritaria común a América Latina. La articulación y reconocimiento de estas características de las formas de múltiple discriminación se verán altamente favorecidos desde el impulso a procesos democráticos de descentralización democrática y de reformas de los estados que puedan redistribuir el poder político, económico y cultural a lo largo y ancho de los países.
En este momento, siento que, en el conjunto de dinámicas, orientaciones y discursos en la pluralidad feminista hay nuevas tendencias que abren mayores posibilidades para asumir la diversidad. Una de ellas es la tendencia a la re-activación de dinámicas movimientistas, expresando un nuevo ciclo. Los feminismos, desde diferentes espacios y entradas, comienzan a recuperar los temas y miradas más subversivas y transgresoras, recuperando también una perspectiva autónoma y buscando posicionar una visión diferente de futuro, sustentada en las nuevas condiciones que presentan los cambios que trae un mundo globalizado. Hay un intento de responder a los nuevos riesgos, las nuevas exclusiones y los nuevos derechos que de allí emergen.
Otra tendencia prometedora es justamente el reconocimiento de la diversidad, no sólo en la vida de las mujeres sino en su estrecha relación con las características multiculturales y pluriétnicas de nuestras sociedades. Características que han estado, por siglos, teñidas de desigualdad, y cuyo compromiso feminista frente a ellas es ya ineludible. Como me dijo hace varios años Leila Gonzáles, feminista negra brasileña, los feminismos han sido racistas quizás no por acción pero sí por omisión.
Esta mirada a la diversidad y su característica de permanente exclusión ha llevado también al surgimiento de nuevos/as actores, expresando nuevos movimientos sociales como el de mujeres (y hombres) indígenas, los movimientos de homosexuales y lesbianas, los movimientos afro latino caribeños; todas estas expresiones buscando visibilidad y reconocimiento, confrontando las estructuras rígidas y antidemocráticas de las sociedades y de los estados. Y, cruzando todos ellos, incluyendo el feminismo, buscando reconocimiento y redistribución de poder, los movimientos de mujeres jóvenes, que comienzan a poblar toda la región. Este movimiento de jóvenes representa un reto también para los feminismos, y este reto implica comenzar a entender sus nuevos horizontes y nuevos parámetros de acción. Nuestros esfuerzos hasta hoy insuficientes- para conocer sus demandas y confluir con sus movilizaciones forman parte de una tarea pendiente para democratizar los feminismos y renovar los liderazgos.
Una creciente incursión en nuevos temas y dimensiones, buscan ampliarse a una perspectiva macro, especialmente con relación a las dinámicas macroeconómicas que sustentan la pobreza y la desigualdad y con relación a la gobernabilidad democrática, buscando estrategias que empoderen a las mujeres en esos ámbitos. Ello ha significado recuperar la agenda parcialmente olvidada, comenzando a cerrar la brecha entre la dimensión política, la dimensión social y la dimensión cultural de las ciudadanías femeninas.
Existe también una tendencia creciente a la recuperación de la subversión cultural y la subjetividad como estrategia de transformación de más largo aliento. Subversión que transgrede y modifica valores y sentidos comunes tradicionales, que cuestiona la cultura política autoritaria en nuestras sociedades y que da nuevos aires a las democracias. Esta mirada hacia lo político cultural ha impulsado nuevos interrogantes frente a nuestras luchas históricas, como la de violencia contra la mujer, que hoy por hoy parece encontrar su límite más claro justamente en esta cultura autoritaria desde el estado, así como también desde la misma sociedad civil. La ampliación de las estrategias frente a la violencia, incorporando estas múltiples dimensiones aparece como una tendencia también fundamental.
Estas nuevas orientaciones amplían el espectro de acción feminista y permite avanzar, desde las luchas por la democratización de las relaciones de género, a alimentar las luchas antirracistas, antihomofóbicas, por la justicia económica, por un planeta sano, por las transformaciones simbólico culturales, etc. como parte sustantiva de los horizontes de transformación feministas. Esta tendencia creciente a recuperar una perspectiva de transversalidad e intersección del género con las otras múltiples luchas democráticas, políticas y culturales que levantan no sólo las mujeres, sino también otros múltiples movimientos sociales, comienza a ser uno de los cambios más profundos, más complejos y difíciles...
Estas nuevas estrategias y búsquedas nos acercan a la urgencia de construir una visión diferente de futuro y recuperar una de las características sustanciales que expresó el surgimiento de los feminismos del siglo XX: su convicción de que las luchas feministas auguraban la posibilidad de un mundo diferente, sustentado en el reconocimiento del otro/otra como semejante en su diferencia. Estas características son ahora compartidas y potenciadas por muy amplios sectores de las sociedades civiles democráticas, como lo demuestran las dos consignas más movilizadoras del Foro Social Mundial I realizado este año en Porto Alegre, Brasil: Otro mundo es posible, No al pensamiento único.
Finalmente, sólo unas palabras sobre las posibilidades que abre la globalización. Charlotte y Roxanna dicen acertadamente que la globalización a menudo crea aspectos comunes a los problemas, según entiendo, en la medida que los fenómenos de exclusión son también globales y que las políticas nacionales están de muchas formas predeterminadas por orientaciones similares que se definen a escala global. Hay, sin embargo, o por ello mismo, otras dimensiones de la globalización, aquellas que permiten justamente una producción de conocimiento global como la que está generando esta conferencia electrónica. Y es también a escala global donde se comienzan a dar las protestas y la posibilidad de elaborar propuestas que den contenido universal a las discriminaciones especificas que estamos enfrentando. La misma lógica de la globalización, que conecta localidades y luchas distantes y diferentes, permite potenciar, a su vez, las luchas nacionales y extender los procesos de democratización hacia lo global, apostando a gobernar la globalización desde las perspectivas ciudadanas nacionales y globales.
Se han presentado varias contribuciones excelentes, por lo que limitaré mis breves comentarios a lo que considero son algunos de los desafíos claves para el liderazgo feminista durante y después de la CMRX. Al pensar en desarrollar estrategias de liderazgo feminista en los ámbitos local y global, quisiera que nos tomemos el tiempo para reflexionar sobre el trabajo que necesita ser realizado dentro del propio movimiento feminista global en torno a estos temas. Charlotte y Roxanna señalan la necesidad de que continuemos las discusiones y el intercambio de experiencias y estrategias concretas. Por lo tanto, quisiera reafirmar un punto señalado por Pat McFadden en su presentación, y sugerir que creemos espacios para hablar sobre estos temas tal como se manifiestan dentro de nuestro movimiento. El movimiento feminista global ha tenido un impacto tremendo en la teoría y en la práctica del feminismo en casi todas las esferas de la vida a lo largo de las últimas dos décadas. En el proceso de realizar el trabajo difícil de construir nuestros puntos comunes, buscando la unidad en la diversidad y la diversidad para la unidad, no hemos tomado suficiente tiempo para consultarnos unas a otras para saber dónde estamos y cómo nos sentimos. ¿Cómo nos sentimos respecto a cómo estos temas nos afectan como movimiento feminista global? ¿Hemos resuelto nuestras propias contradicciones? Muchas de nosotras en este movimiento tenemos historias de heridas, traiciones y dolor provenientes de nuestras experiencias en la organización feminista global. Sin embargo, no abordamos estos temas porque no nos sentimos suficientemente seguras; por lo tanto, compartimos un proceso de negación.
En la ponencia de Charlotte y Roxanna, el comentario sobre la necesidad de que todos los gobiernos asuman su parte de responsabilidad es absolutamente crítica. El racismo apuntala la mayor parte de las relaciones que los gobiernos del Norte mantienen con los del Sur. Los gobiernos en el Sur, de otro lado, están felices de señalar acusatoriamente al otro lado del Atlántico/Pacífico mientras que oprimen y permiten que su propia gente se muera de hambre. También necesitamos extender este llamado de rendición de cuentas a las instituciones de la sociedad civil, organizaciones de justicia social y derechos humanos en todos estos países. La mayoría de ellas han estado liderando el proceso de la CMRX, y su capacidad para emplear un análisis interseccional es bastante limitada. El llamado para que nosotras utilicemos un análisis interseccional como pensadoras y activistas feministas también levanta la necesidad de que documentemos las experiencias de las mujeres de reconstrucción y re-creación de nuevas identidades.
Otro desafío que me llamó la atención al leer el artículo, fue la inmensa cantidad de trabajo que las feministas necesitamos realizar en todos los niveles. Esto podría ser algo que pensar después de la CMRX. ¿Quién exactamente va a hacer todo este trabajo de investigación, advocacy, campañas, movilizaciones? ¿Las feministas que están asediadas, agotadas, luchando para equilibrar las obligaciones familiares con las profesiones? ¿O las organizaciones feministas con presupuestos precarios, personal sobrecargado de trabajo y una falta general de recursos materiales, humanos y económicos? Creo que uno de los desafíos en estos momentos, es la necesidad de discusiones sobre el estado del liderazgo y la organización feministas, seis años después de Beijing. Los movimientos no se mueven simplemente. Las organizaciones no se organizan simplemente. Son las personas las que organizan y mueven. El trabajo necesita ser realizado, pero algunas veces suponemos que somos capaces de asumir todos estos desafíos y agendas. Revisemos el costo social del trabajo que realizamos como activistas feministas.