La industria del software argentina ¿Valor agregado o líneas de código sojera?
- Opinión
En una economía global cada vez más fundada en la información y el conocimiento, con fuerte impacto cultural en la vida cotidiana, el software es una herramienta decisiva para el tratamiento de los datos y la producción de información. Incorpora tecnologías y soluciones para los tipos de problemas más variados en los sectores industriales, salud, educación, audiovisuales, etc.
La producción de software y servicios es además una actividad económica cada vez más relevante, capaz de crear empleos calificados y generar divisas con la exportación de productos y servicios a distancia. Los avances tecnológicos en las áreas de comunicaciones y arquitectura de sistemas de las dos últimas décadas, han hecho posible el notable avance de esta industria.
Con las nuevas posibilidades de conectividad y descentralización que ofrece la producción de software y servicios, las grandes empresas están diseminando sus bases operacionales para reducir costos y acceder a recursos humanos calificados fuera de sus países de origen. Este hecho debilita considerablemente el desarrollo de PyMEs con capital nacional que orientan sus productos al mercado local y regional.
En las últimas dos décadas, en los países de América Latina, se han realizado importantes inversiones en educación superior e infraestructura de comunicaciones. Las políticas públicas emprendidas en Argentina permitieron al sector del software el encuentro entre Universidades, PyMEs y sector Público un motor de crecimiento.
La relación entre el estado y el sector del Software y Servicios Informáticos (SSI) durante el período 2004 – 2015 estuvo signado por las políticas públicas implementadas orientadas al desarrollo productivo e industrial del sector.
Políticas para la promoción del sector software
La Ley Nº 25.922, conocida como Ley de Promoción de la industria del software (o simplemente Ley de software), fue sancionada el 18 de agosto de 2004i. Establece la creación de un régimen fiscal especial para el subsector software y servicios informáticos, así como de un fondo especial: el Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del Software (FONSOFT), orientado a financiar proyectos de I+D relacionados con la producción de software.
El fondo fiduciario creado a través del capítulo 13º de la Ley, el FONSOFT, tiene a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica como autoridad de aplicación, dependiente de la entonces Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (hoy ex MinCyT).
La normativa estipula que entre los posibles destinatarios del FONSOFT tendrán prioridad las universidades, los centros de investigación, los pequeños emprendimientos y las PyMEs. Las asignaciones las lleva a cabo la autoridad de aplicación, y las diferentes provincias podrán convenir el modo de su adhesión
Su antecedente inmediato es la Ley Nº 25.856, sancionada en 2003, que declara que la producción de software es asimilable a una actividad industrial. En consecuencia, la actividad puede gozar de los beneficios impositivos y crediticios que se aplican al conjunto de la industria argentina.
La Agenda Digital (AD) Argentina, creada mediante el Decreto N 512/09 en mayo de 2009, se definió como “una herramienta orientada al aprovechamiento de las posibilidades que ofrece la Sociedad de la Información y el Conocimiento”.
El artículo primero del mismo decreto, creó, en el ámbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros, el Grupo de Trabajo Multisectorial, que incluye representantes del sector público (Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial), del sector privado, del sector del trabajo, Organizaciones de la Sociedad Civil, del ámbito científico técnico y académico y Universidades, y que tiene por finalidad concertar e impulsar la estrategia de Agenda Digital argentina.
La AD apuntó a incluir al sector público, privado, a las organizaciones no gubernamentales y al sector académico, en términos genéricos, propiciando su interacción y acceso y utilización de TICs. En este sentido, el énfasis estuvo puesto en las empresas micro y medianas que puedan beneficiarse de las TICs, y no sólo a las que venden software y servicios informáticos. En efecto, no se menciona directamente al software, sino “contenidos y aplicaciones”.
Entre 2008 y 2010, a través del FONSOFT, se financiaron 1.031 proyectos vinculados a la producción local de software, lo que implicó una suma de 109.790.060 pesos. La cantidad de proyectos financiados llegó a duplicarse en ese período, pasando de 224 en 2008 a 462 en 2010. Por su parte, el monto total de los beneficios otorgados en 2010 ($54.606.733) es el triple del de 2008, que alcanzaba los $ 18.133.537.
Proyectos con mayor financiamiento (2008-2010)
Línea de financiamiento | Proyectos 2008 | Proyectos 2009 | Proyectos 2010 | Proyectos 2008-2010 | Adjudicados 2008-2010 |
ANR FONSOFT
(Aportes no reembolsables) | 99 | 234 | 220 | 553 | $63.450.090 |
EMPRENDEDORES | 121 | 89 | 216 | 426 | $40.715.100 |
En el año 2010, el FONSOFT realizó una convocatoria específica denominada “ANR TVD 2010”, con el objeto de financiar proyectos de desarrollo de productos de software destinados a crear una plataforma de televisión digital en la Argentina. También abrió una convocatoria específica para financiar parcialmente, mediante ANR, a las PyMEs del sector SSI que hayan aprobado la presentación del llamado a Cooperación en I+D Argentina – Israel.
Las consecuencias de estas políticas públicas, son el significativo crecimiento del sector evidenciado por la cantidad de empresas que surgieron y permanecieron activas: entre 2006 y 2015 (último dato actualizado por el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial del Ministerio de Trabajo) el número de empresas creció casi un 50%. Se consideran empresas del sector Software y Servicios Informáticos a aquellas organizaciones privadas con trabajadores activos en relación de dependencia y que hayan definido su actividad principal ante la AFIP como “Actividades de Informática”.
Fuente: Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial - MTEySS
El crecimiento más fuerte se observa en los primeros 5 años de la serie, con un 29% de empresas más en 2010 que en 2006 y un crecimiento anual acumulativo2 de 6,5%, habiéndose moderado entre 2011 y 2015 con un crecimiento anual acumulativo del 2,8%. La crisis de 2008-2009 habría sido un punto de inflexión, cuando la cantidad de empresas comenzó a crecer a “sólo” un dígito.
Como se observa en el gráfico siguiente, a 2015 un 73% de las empresas tenía menos de 10 trabajadores. Sin embargo, estas empresas agrupan menos del 20% del empleo del sector. El restante 80% se distribuye en forma más o menos equitativa entre las otras 3 categorías (entre un 25% y un 30% cada una).
La continuidad de la Ley de Promoción Software, es vital para más de las 400 empresas registradas. Durante el año 2016 y 2017 se incorporaron 200 empresas a través del Ministerio de Producción del gobierno de Cambiemos, revalidando la importancia de lo realizado.
Los empresarios consideran que sería negativo su discontinuidad; ya que la mayoría de las empresas (un 58%) espera caídas en su facturación para 2020, un 60% espera caídas en sus exportaciones, un 69% espera caídas en el empleo, un 74% caídas en las inversiones en I+D+i, y un 96% caída en sus márgenes neto de utilidad.
“Una ley como la de promoción del software es esencial para nuestro objetivo estratégico de lograr emplear 500.000 profesionales en software y superar los U$S 10.000 millones en exportaciones para 2030, y alcanzar así una mayor transformación digital de nuestra sociedad que nos lleve hacia la economía del futuro, la economía del conocimiento, para lograr mayor inclusión y progreso social” ii.
CESSI (Cámara de la Industria Argentina del Software y Servicios Informáticos), dio a conocer los resultados de la reciente (mayo/junio 2018) encuesta del Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos (OPSSI) de 2017, la cual arrojó que se alcanzaron los U$S 1.699 millones de dólares en exportaciones, un aumento promedio del empleo del 3,5% y un crecimiento en las ventas totales del 28,3% en pesos. El OPSSI informó que de acuerdo con la cuenta corriente de servicios que publica el INDEC en la Balanza de Pagos, el 2017 marcó un récord histórico en exportaciones de software con U$S 1.699 millones superando el máximo del año 2012 (U$S 1.533 millones).
La encuesta midió también las expectativas para el 2018 y reveló que los empresarios, si hubiera talento informático suficiente, aumentarían su plantel de profesionales hasta un 13,6% lo que implicaría la creación de más de 13.100 nuevos puestos de trabajo registrados. Al mismo tiempo, los empresarios de la industria del software esperan poder crecer en 2018 casi un 26% y aumentar las exportaciones en un 15%.
El mercado total de la industria del software alcanzó $ 64.494 millones de pesos, un 28,3% superior que el año pasado, con récord histórico en exportaciones compuestas por el 56,2% proveniente de Norteamérica (EE. UU., Canadá y México), 32.2% de Latinoamérica y América Central y un 11,6% del resto de los paísesiii.
El “Sojware” el valor agregado argentino del gobierno de Cambiemos
La cotización en permanente alza del dólar alteró los pronósticos para el sector del software argentino. Se trata de una industria integrada por unas 5.000 empresas, en su mayoría (el 73%) con menos de 10 trabajadores y altamente globalizadas. Apenas el 2% son consideradas “grandes”, con más de 200 empleados, entre las que sobresalen IBM, Accenture, Globant, Grupo Assa, Baufest y Neoris con amplio desarrollo global de capital extranjero. El año 2017, el sector exportó US$1.700 millones y prevén este 2018 superar ampliamente los US$2.100 millones, un récord.
La corrida cambiaria local posiciona al sector software como el cuarto rubro exportador del país, detrás del complejo agropecuario, el sector automotor y la minería.
El software evoluciona constantemente y recalienta la demanda de profesionales y expertos dentro y fuera del país, lo que repercute en los salarios y la necesidad de contar con profesionales para satisfacer la demanda.
La mano de obra está virtualmente globalizada; de Tandil, Córdoba, Mendoza o Rosario a California, Londres, París o Berlín, todos estamos trabajando en la red Internet. En este contexto el desarrollo de producto solo necesita conectividad y profesionales que formalicen en líneas de código (lenguajes de programación) las aplicaciones (APP) que implementan los algoritmos que conforman el producto basado en software.
El riesgo del encuentro de la suba del dólar y la discontinuidad de políticas públicas para la promoción del sector y tasas crediticias inalcanzables para PyMES dejan a los grandes la concentración del SSI.
El desarrollo global del sector impulsará a las empresas globales con asiento local volcar los esfuerzos a la programación básica y sin valor agregado, insumiendo talento formado como mano de obra barata en términos internacionales, es decir pasar de exportar productos de software a exportar líneas de código el “Sojware”.
La empresa alemana SAP, centraliza en el país el 30% de la facturación global. Leandro Estanga director de Operaciones. “SAP reforzó su plan de inversiones y ya reclutamos este 2018 100 personas, destinados principalmente a ofrecer servicios al exterior. Una devaluación deja ganadores y perdedores. Y es posible que pueda generarse un recalentamiento de la demanda de talento”. SAP hace consultoría y es la mayor desarrolladora de software de Europa.
El software es un intangible valioso y que se exporta por dos vías. Por un lado, están los productos y servicios asociados que se ofrecen como cualquier mercadería. Pero también se considera —y se computa como exportación— los llamados Centros de Servicios Compartidos de las multinacionales, como Accenture. La compañía tiene 411.000 empleados distribuidos en 120 países. Pero toda la gestión de Recursos Humanos se maneja desde la Argentina.
La exportación de líneas de código, el outsourcing, es la especialidad de muchos países de Europa del Este, Vietnam y sobre todo la India, con abundancia de personal técnico a disposición. A esa actividad se la define como “sojware”, y consiste en vender horas de programación a bajo costo, las horas de profesionales del software son la materia de prima de la industria. La hora de programación de “sojware” cotiza a nivel global entre 18 y US$33. Para un desarrollo más elaborado para el sector bancario, telecomunicaciones, agro, comercio electrónico y entretenimiento, el valor hora sube a US$60.
La Industria en números
E n 2013 se tenía conocimiento de 4,288 empresas activas en la industria de software. De estas, el 75% reportaron tener menos de 10 empleados, otro 20% entre 10 y 50 empleados, 4% entre 50 y 200 empleados, y solo el 1% reportó tener más de 200 empleados.
Fuente: OPSSI
En el 2014 hubo un crecimiento negativo en las ventas debido al ajuste en el tipo de cambio. La industria se ha mantenido creciendo, lo cual se refleja en el empleo, 5.4% más, comparado con una caída de 0.5% del empleo en la economía en general