Ricaurte Soler

05/12/2016
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Pensador de la cuestión nacional, antiimperialista y crítico de la situación neocolonial (1)

 

En primero término queremos caracterizar la obra de Ricaurte Soler bajo un denominador común, proponemos caracterizarlo como un pensador de la cuestión nacional, antiimperialista y crítico de la situación neocolonial. Lo que sintetiza grosso modo su quehacer como uno de los intelectuales comprometidos con la batalla de las ideas más importantes del siglo XX. Sin ambages, es uno de los pocos pensadores nacionales que pensó históricamente con categorías analíticas capaz de articular un discurso crítico que explicitó los procesos políticos en curso, además de proyectar la historia de las ideas y la sociología del conocimiento, ámbitos del saber, hasta entonces, poco explorados en nuestro medio.

 

La obra de Soler se empezó a estudiar tempranamente, ya en 1987 Pedro Pineda presentó su trabajo de graduación: El problema de lo panameño en Ricaurte Soler: aproximación histórico – sociológico: 1954 – 1962. Lo que nos permite por un lado tener interpretaciones sustantivas de su obra, y a partir de ello, tener una caracterización que exprese su espíritu. Como hemos dicho, nuestra propuesta es: el pensador de la cuestión nacional, antiimperialista y crítico de la situación neocolonial. No podemos dejar de citar otras caracterizaciones, entre los cuales cabe destacar la de Montiel: “el principal teórico de la nacionalidad panameña en el siglo XX”[1] y la de Pulido Ritter: “un filósofo nacional romántico”[2].

 

A propósito de nuestra propuesta, consideramos oportuno señalar tres momentos que dibujan de manera singular su razón de ser. La cuestión nacional en primera instancia no se remite al país únicamente, sino a la noción genérica de nación: la nación panameña, la nación hispanoamericana, la nación latinoamericana. Soler siempre pensó históricamente la manifestación y formación de cada una de estas conceptualizaciones que se fraguaron al calor de procesos políticos en determinados momentos históricos. Nuestro pensador siempre amasó aquel ideal martiano de la unidad de nuestra América.

 

Desde sus obras tempranas Soler muestra su ingenio para abordar los temas en que se interesa, desde su Trabajo de Graduación Pensamiento panameño y concepción de la nacionalidad durante el siglo XIX muestra su interés por las “investigaciones históricas” y “las unidades de significación”. También exterioriza su interés por la fenomenología, por ese motivo Soler se atreve a proponer una “Fenomenología de lo histórico” para quedar entre la esencia de lo eidético fenomenológico y la ciencia de los hechos: la Historia, para encontrar en ello la singularidad de lo panameño.   

 

Otro aspecto notable en la obra soleriana es su ideal antiimperialista. Como es de esperarse en Soler, más en su etapa de madures, su análisis está imbricado por un riguroso examen de la evolución histórica de su objeto de estudio. Así, en su obra de 1982 Cuatro ensayos de Historia, estudia las etapas del pensamiento y acción antiimperialistas en Panamá, y cuando decíamos que Soler tiene un ideal antiimperialista entendemos que esto conlleva a una acción, en Soler está muy claro: la batalla de las ideas, esa era su trinchera, desde allí tenemos que entenderlo en las luchas emprendidas ante los vejámenes de Estados Unidos. A la última etapa de estas luchas antiimperialistas Soler ubica al general Omar Torrijos en una posición cimera hasta 1976 que comienza a erosionarse y ceder su “autonomismo” que fue su fortaleza ante los sectores oligárquicos. Aunque con el Tratado Torrijos – Carter de 1977 se reactivó la ofensiva al canalizar el sentimiento patriótico de las luchas generacionales por la recuperación del Canal y el fin del enclave colonial.

 

En nuestras luchas antiimperialistas los Tratados Torrijos – Carter constituyen un punto de llegada y de arranque[…]puntos de llegada puesto que se alcanzan nuevas escalas y puntos de arranque puesto que todavía la nación es tarea agónica (en el sentido de Unamuno) y aún no ha muerto el imperialismo”[3] (la cursiva es nuestra).

 

Para ir terminando con esta caracterización general de Soler como pensador de la cuestión nacional, antiimperialista y crítico de la situación neocolonial y siguiendo el mismo orden de ideas, otro aspecto que se desprende de las luchas antiimperialistas, es el análisis de la situación en que nos encontramos hoy, la cual es el resultado de los aspectos negativos principalmente de las enmiendas al Tratado que permiten a Estados Unidos intervenir en Panamá cuando esté en peligro la neutralidad. Esto se materializó sin precedentes con la invasión norteamericana en 1989, un año antes que se pusiera fin al enclave colonial. A partir de la fecha entramos en una nueva etapa: el neocolonialismo, caracterizada por  Soler con la desnacionalización y la enajenación. Al final del interesantísimo libro sobre la invasión[4] señala que este trágico acontecimiento aclaró la duda que Panamá tiene la tarea histórica de autodeterminarse por “vías” que teniendo en cuenta nuestra particularidad serían no menos que “inéditas”; aquí el gran dilema que tenemos como país.

 

Nota

  1. Conversatorio en torno a la obra de Ricaurte Soler. Universidad de Panamá,  jueves 1 de diciembre de 2016

 

Abdiel Rodríguez Reyes

Investigador en el Centro de Investigación de la Facultad de Humanidad de la Universidad de Panamá


 

[1] Montiel, M., 2013. Ricaurte Soler. La Cuestión de la Identidad Nacional y Latinoamérica. Panamá: EUPAN, p.15.

[2] Pulido Ritter, L., 2008. Ricaurte Soler. El ideal en la filosofía panameña. En: Filosofía de la nación romántica. Panamá: Colección Ricardo Miró, p. 27.

[3] Soler, R., 1982. Cuatro Ensayos de Historia. Sobre Panamá y nuestra América. Panamá: Premio Ensayo Colección Ricardo Miró, p. 56.

[4] Soler, R., 1991. La invasión de Estados Unidos a Panamá. Neocolonialismo en la posguerra fría. México: Siglo XXI/Tareas.

 

 

https://www.alainet.org/pt/node/182157
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