Concentración dictatorial del poder revela debilidad

25/01/2018
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Masiva presencia de las tropas militares mientras el Congreso intenta blindar a la clase política corrupta, días antes del intento de jura como nuevo presidente del 27 de enero

 

En las últimas semanas el ejército de Honduras ha salido de manera masiva a ocupar sitios estratégicos y ha arreciado la persecución, violencia y el asesinato de líderes comunitarios. Durante esta semana con motivo de la instalación del nuevo congreso nacional se ha militarizado todo el centro de Tegucigalpa. Como respuesta se ha reducido la presencia de la población que, además- debido a la situación de extrema pobreza- busca el pan de cada día – literalmente- y cuenta con escasos recursos para dedicar tiempo y esfuerzos a la lucha en las calles.  Estos son flujos y reflujos, mientras que amaina en Tegucigalpa, crece la protesta social en Occidente, el Sur y en la costa norte.  Honduras es un hervidero político a nivel de base, la población discute, crea nuevas formas de protesta y bloqueo de calles para evitar la fuerte represión con balas y gases lacrimógenos del ejército y la “policía militar”.

 

La MACCIH - entidad de investigación judicial con personal y fondos de la OEA- denunció ayer - con el apoyo de los grandes grupos empresariales aglutinados en el COHEP - el intento desesperado de la clase política corrupta del bipartidismo Nacionalista – Liberal de detener las investigaciones de corrupción de más de 60 diputados - incluyendo al presidente del Congreso Mauricio Olivia; y muchos otros casos de corrupción que actualmente se investigan.  Efectivamente, en la última sesión del Congreso 2014-2018 del 18 de enero se aprobó una cláusula adicional al decreto de presupuesto 2018 en el que se arrebató a la MACCIH y al aparato judicial las competencias de investigación de los casos de corrupción y se los delegó al Tribunal Superior de Cuentas (TSE) un ente de auditoría que depende directamente del presidente Hernández. Esto ha tenido incluso la condena de la vocera de la Embajada de EEUU – ante la falta de un Embajador (a) desde hace más de 6 meses en Honduras.

 

Arrebatado un espacio más de relativa independencia y contra peso- Juan Orlando Hernández concentra el control del Congreso, la Corte de Justicia, el Ministerio Público y los puestos de comandancia de las Fuerzas Armadas. Ante tal concentración dictatorial de poder institucional, la represión y las triquiñuelas legislativas reflejan la enorme debilidad e incuestionable falta de legitimidad de su liderazgo, el consenso nacional de pobladores, empresarios y cualquier actor social; sobre el mega fraude, la corrupción y la violencia que emana desde el dictadorzuelo.

 

La reacción de la MACCIH (OEA-EEUU), el empresariado (COHEP) y la Embajada de Estados Unidos mostrarían el alto nivel de contradicciones del poder fáctico en Honduras y la enorme debilidad del régimen. Salvador Nasralla y Manuel Zelaya de la Alianza de Oposición contra la Dictadura han redoblado la apuesta por un paro nacional insurreccional a partir de este viernes 26 de enero para evitar la toma de posesión de JOH. Al mismo tiempo, los diputados y diputadas electos de la oposición deberían ser congruentes con el pueblo y el llamado de Salvador Nasralla a la nulidad del proceso electoral en todos los niveles de elección.  Hoy es momento de arreciar la movilización, el bloqueo y el paro nacional de la oposición con sus líderes (as) y diputados(as) en las calles y no en el congreso.  Es necesario arrebatar cualquier espacio de legitimidad al gobierno dictatorial de JOH, con la renuncia de los diputados (as) de la oposición y la condena al Congreso circense, para evitar la toma de posesión de JOH. Todos y todas a la insurrección nacional. ¡Vamos pueblo!

 

25 de enero de 2018

 

https://www.alainet.org/es/articulo/190630
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