Uruguay y el triunfo del NO: victoria pírrica del gobierno

El resultado de ayer fue favorable al NO a la derogación de estos 135 artículos de la LUC. Fue una victoria del gobierno frente a la opción del SÍ impulsada por el movimiento popular.

28/03/2022
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Referendum Uruguay
Corte Electoral
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El pasado domingo 27 de marzo tuvo lugar el referéndum para derogar 135 artículos de un total de 476 que integran una ley enviada por el Poder Ejecutivo al inicio de su gobierno, asumido el 1/3/2020, al Poder Legislativo bajo el régimen de ley urgente consideración (LUC).

 

En un artículo anterior [1] indicábamos que antes de entrar a considerar los contenidos de la ley, ésta ya era inaceptable desde el punto de vista ético, al utilizar en forma abusiva una ley creada para tratar algún tema que por su carácter fuera considerado de urgencia, acotando los plazos para su consideración por parte del parlamento; pero no para introducir una “Ley ómnibus” con 15 temas referidos a un programa de gobierno.

 

Ni qué decir de sus contenidos de carácter regresivo en temas importantes como la seguridad, educación, alquileres de vivienda y algunas normas de carácter fiscal.

 

El resultado de ayer fue favorable al NO a la derogación de estos 135 artículos de la LUC. Fue una victoria del gobierno frente a la opción del SÍ impulsada por el movimiento popular. No puede haber dos lecturas al respecto.

 

La ley queda vigente en su totalidad y propiciará la consolidación y aceleración de las medidas de corte neoliberal de este gobierno de coalición de derechas.

 

Sin embargo, no entramos en contradicción al afirmar que finalmente resultó una victoria “a lo Pirro” para el gobierno. En primer lugar por el resultado de la consulta.

 

Escrutado en forma primaria el 100% de los circuitos por la Corte Electoral, se dio el siguiente resultado:

 

Papeletas por el NO – 1.087.557 = 49,86%

Papeletas por el SI -   1.065.001 =  48,82%

Votos en blanco -             28.747 =    1,32%

Votos anulados -              81.817       

 

No había precisamente euforia en la sede del comando del NO, ni sonrisa del Presidente en su conferencia de prensa cerca de la medianoche.

 

Y sí a pesar de la derrota, había satisfacción tanto en el comando del SÍ como en la militancia congregada en la principal avenida, en la explanada de la Intendencia Municipal. ¿Se debe a que se celebren derrotas, o se sea conformista? En absoluto. Por el contrario, tal como indica la declaración de la Comisión Nacional Votá Sí, se saluda a la militancia que con su esfuerzo hizo posible una vez más remontar condiciones adversas y estar a un paso de alcanzar el objetivo.

 

La misma militancia que a pesar de la pandemia, de los pocos recursos disponibles, salió a juntar las 673.000 firmas de la ciudadanía, necesarias de acuerdo a la ley, para hacer jugar el mecanismo del referéndum y obtuvo nada menos que 763.443.

 

Esa hazaña, junto al esfuerzo militante desplegado para este referéndum, son la prueba inequívoca de la recuperación anímica de las y los militantes del movimiento popular y de la izquierda luego de la derrota electoral del Frente Amplio del 2019, luego de 15 años consecutivos en el gobierno.

 

Fuerza anímica y organización que serán vitales para enfrentar la estrategia neoliberal privatizadora, clasista y excluyente que el gobierno seguirá llevando adelante; comenzando por una reforma retardataria de todas las políticas de protección social, incluyendo en particular la de las jubilaciones y pensiones.

 

Y aquí no caben medias tintas ni “terceras posiciones”.

 

Como la que proclaman muchos integrantes de las capas medias - que siendo en definitiva tan trabajadores como el que más - les gusta tomar distancia y sentirse miembros de la “clase alta”, para terminar votando al partido de sus verdugos.

 

Acá se trata de lucha de clases pura y dura.

 

Por un lado, un gobierno de coalición partidaria de derecha, respaldada por las cámaras empresariales, los latifundistas del agronegocio exportador y los grandes medios de comunicación masivos, siempre al servicio de la burguesía, y por otro el movimiento sindical nucleado en su central única, el PIT-CNT, junto a todas las expresiones del movimiento popular organizado y el Frente Amplio en tanto expresión política partidaria genuina y unitaria de la izquierda uruguaya.

 

No estaría demás continuar el trabajo coordinado de la Comisión Nacional Vota Sí, transformándola en una Comisión Nacional de Defensa del Patrimonio; para encarar de la mejor manera los duros tiempos que nos esperan.

 

28/03/22

 

- Carlos Flanagan, Ex miembro de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio. Ex embajador de Uruguay ante el Estado Plurinacional de Bolivia.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/215215
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