Plataformas y bancos digitales:

Nuevos instrumentos financieros de concesión de crédito

La pandemia les ha caído como anillo al dedo a bancos que trabajan de forma digital al 100% pues su modalidad de trabajo estaba previamente consoldidada.

12/01/2021
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Ante la actual contingencia sanitaria, los avances en la tecnología digital han funcionado como herramienta para el sostén de la economía incluyendo en la economía doméstica donde se ha dado presencia en la compra del mandado y artículos para el hogar por medio de aplicaciones móviles y páginas web de las propias tiendas o de quienes ofrecen los productos. Por otro lado, los servicios financieros se han dinamizado por medio de la implementación de cajeros automáticos y de aplicaciones móviles que ofrecen las instituciones. Previo a la crisis sanitaria del SARS-COV2, la tendencia a la digitalización de los instrumentos financieros, así como de servicios bancarios ha sido una realidad fugaz. Tanto los bancos más conocidos como los que comienzan a tener presencia gracias a su modalidad totalmente digital – es decir, de nuevos bancos que no requieren de construcciones físicas, gran cantidad de trabajadores y de maquinaria, así como de equipo para llevar a cabo sus actividades – ha sido tendencia y se ha posicionado como una herramienta indispensable durante los últimos meses de confinamiento.

 

El sector bancario suele comportarse de forma oligopólica, donde un reducido grupo de grandes bancos son los dragones acumuladores de la mayor parte de activos, cuentas bancarias en el mercado y en general mayor actividad, cerrando así –al menos en la teoría – las puertas a la mayor parte de pequeños bancos y de nuevos actores que intentan entrar al negocio. Los nuevos personajes del sector bancario, y principalmente del Fintech, dedicados al financiamiento doméstico y a sectores no bancarizados de la población, entran al sector bancario y financiero mediante un esquema de trabajo en gran parte digital, siendo ésta una de sus ventajas competitivas en el área y una innovación a la cual, los anteriores actores han tenido que adaptarse. Esta nueva banca digital se centra en las generaciones más jóvenes, a quienes se les ha cerrado o puesto trabas a la hora de abrir cuentas y adquirir tarjetas de crédito. De este modo, la banca digital brinda apertura de una cuenta al alcance de un clic.

 

Tomando en cuenta que tanto la generación millenial con GenZ han crecido y nacido – según el caso – junto a la última revolución tecnológica que incluye a la nueva era digital, la alternativa y viabilidad de ahorro de tiempo y desgaste físico para la apertura de cuentas bancarias funge como la herramienta perfecta para los nuevos potenciales consumidores, por lo que, si perteneces a alguna de éstas dos generaciones, la elección entre un mar de papeleo y un par de clicks es obvia. Así hemos crecido, comido, estudiado y trabajado desde que el mundo se volvió más digital que análogo.

 

Dentro de los servicios del fintech se pueden encontrar desde los más básicos como el manejo de cuenta, pagos electrónicos y transferencias hasta la concesión de crédito o crowdlending, transacciones internacionales, intercambio de divisas e incluso, a raíz de la crisis financiera, también surgió el crowdfunding inmobiliario. Ahora bien, la mayor parte de estos términos parecen confusos – como tradicionalmente la banca y el mercado financiero se han encargado por complejizar conceptos para el entendimiento nulo de la población –, por lo que es importante ponerle nombre y apellido a este tipo de actividades.

 

Tomando en cuenta la apertura de la nueva banca digital y de sus facilidades para la entrada de clientes, plataformas como Nubank han tenido una aceptación positiva por la población latinoamericana. Este banco surgió de la necesidad de un colombiano por abrir una cuenta en Brasil y al encontrarse con el “No” de la banca brasileña ante su necesidad, decidió crear su propio banco con un bosquejo digital de trabajo y operación. En su website ilustran con un bonito color morado el gran tamaño de su mercado al ser el número uno en banca digital en América Latina, brindando servicios en Brasil, Colombia, Argentina y recientemente con entrada a México. Este banco se ha posicionado fuertemente gracias a la tecnología que han creado y manejan, brindando así seguridad digital, como ellos mismos lo denominan en su página de internet. Dentro de los servicios que ofrece se puede destacar que no cobran anualidad ni comisiones por el uso de sus tarjetas de crédito que tienen convenio de trabajo con mastercard gold y apertura de cuentas que de igual modo no generan comisiones por manejo.

 

En la siguiente gráfica se puede apreciar que durante el 2020 el aumento del ingreso de este banco digital tan solo en Brasil fue significativo por lo que en 2019 sus ingresos totales representaron 191,355 MDD pasando a 390, 522 MDD en el presente año. El aumento de número de cuentas, uso de sus tarjetas de crédito, inversión en títulos, valores y derivados se ve reflejado en el aumento de sus ingresos. Buena parte de este incremento se debe a su popularidad y uso durante el confinamiento. Los clientes del gigante brasileño han ido optando por la banca digital para la inversión en activos y para su uso por medio de la compra con tarjeta de crédito. De este modo, la pandemia les ha caído como anillo al dedo a bancos que trabajan de forma digital al 100% pues su modalidad de trabajo estaba previamente consolidada y estructurada a comparación del proceso hacia la digitalización de la banca tradicional que ha sido lenta durante los últimos años.

 

 

La banca tradicional se ha ido renovando incluso previo a la crisis del COVID con aplicaciones móviles por medio de las cuales cada quien puede realizar operaciones básicas como por ejemplo el manejo de cuenta y transferencias electrónicas – sustituyendo los depósitos bancarios y en buena parte la actividad física llevada a cabo por empleados – con ello, buscan su lugar dentro de la nueva banca digital. Sin embargo, han mostrado debilidades en protección a sus cuentas habientes provocados por fraudes telefónicos y por medio de mensajes de texto. Recientemente han salido a la luz noticias de clientes de distintos bancos conocidos en México, a quienes se les ha robado sumas de dinero y en las que las entidades bancarias no siempre han encontrado una solución en beneficio de sus clientes. Un problema que ha devenido junto a la digitalización, y que no es exclusivo de la vieja guardia, la vulnerabilidad de la información de los clientes.

 

¿Será éste el fin de la banca tradicional? En realidad, no lo sabemos, quizá sea un gran paso la digitalización de los servicios bancarios y financieros, sin embargo, es uno muy pequeño tomando en cuenta la ferviente y constante transformación de este mercado y las lentas leyes que lo regulan, pero la historia de la liebre y la tortuga es para otro día.

 

- Carlos Chablé es estudiante de décimo semestre de la Facultad de Economía –UNAM. Contacto CarAdriCHM@outlook.es

 

https://www.alainet.org/es/articulo/210478
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