Covid-19 y libre comercio

21/07/2020
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Foto: proceso.hn
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Las condiciones de política comercial y económica que exigen el FMI y el Banco Mundial para brindar asistencia financiera deben cambiar radicalmente. Esas condiciones deben basarse en el reconocimiento de que muchas de las políticas que se consideran malas de hecho no lo son y que no puede haber una política «idónea» que todos deben utilizar”.

Ha-Joon Chang

 

Una de las grandes mentiras del comercio libre, es que todos ganan. Ello se ha institucionalizado como una especie de ideología pública, ya que cada gobierno debe tener dentro de sus prioridades, incluso antes de alcanzar el poder, la liberalización del comercio. No importa si la relación comercial se establece entre desiguales, lo que importa es que no existan trabas al comercio de bienes y servicios entre los países y las empresas. Igual importa, que los productos que se comercien tengan o no incentivos fiscales del Estado, lo que importa es que alguien esté dispuesto a comprarlos, aunque a lo interno de los más pobres y desiguales los incentivos sean nulos.

 

El argumento de los librecambistas o neoliberales unilaterales es que los “tigres” asiáticos demostraron que se pueden aprovechar las ventajas del comercio y convertirse en países desarrollados, igual países ligados a la Zona del Euro, pero hacen poca alusión a las reformas estructurales (agraria, educación, gobernanza) ejecutadas y, sobre todo, a políticas selectivas de apertura comercial por sectores, rubros y servicios, y los costos de la mano de obra como principal incentivo a la atracción de inversión extranjera directa (IED).

 

El desataca economista Ha-Joon Chang apunta que los países que han alcanzado la categoría de desarrollado, no están dispuestos a permitir que otros países lo logren, por lo que le quitan la “escalera” para que puedan subir. Esto tiene que ver con las prohibiciones a la vigencia de controles internos a los productos importados de los países desarrollados, a efecto de no permitir que sigan una política de protección del mercado interno tal como sucedió con Japón después de la Guerra. En el caso de países como México y de la región centroamericana, ello se concretiza con la puesta en ejecución de políticas comerciales derivadas de los tratados de libre comercio.

 

En el caso de México, la fuerte inversión de empresas transnacionales “gringas” ha permitido, entro otras cosas, un déficit en la balanza comercial de EEUU con este país, y que, en 2018, alcanzó la cifra de 80,657 millones de dólares, por lo que el actual presidente Donald Trump, utiliza la amenaza tradicional de poner controles y restricciones a las importaciones desde México, si este no acepta modificaciones del Tratado y permite una reducción gradual del déficit, incluyendo el regreso de muchas empresas a suelo americano. Estas amenazas incluyen también la construcción del “Muro”, deportaciones masivas de mexicanos y la obligación que México sea el primer país seguro para los migrantes de la región, o sea un país de control “gringo” de ciudadanos de países como Ecuador, Honduras, Guatemala, que buscan el sueño americano.

 

La visita del presidente Andrés López Obrador a EEUU y la reunión con Donald Trump celebra la vigencia de un nuevo Tratado Comercial (T-MEC) menos favorable para México, pero también para avalar la política de control de la migración y el papel de México como gendarme de migrantes del gobierno norteamericano; en un momento donde las apuestas a la continuidad del gobierno de Trump son desfavorables, principalmente en lo que respecta a voto latino y de la población negra. En suma: Donald Trump utilizó una práctica contraria al libre comercio, amenaza de controles e impuestos arancelarios, y de tipo político, para evitar que México y las empresas transnacionales en este país siguieran en su fase “ascendente” en la escalera del crecimiento.

 

En el caso de los países de la región centroamericana, la liberalización unilateral del comercio está condicionada a los beneficios que puedan obtener las empresas extranjeras y locales en su relación con los EEUU y países europeos principalmente, siempre y cuando sirvan a propósitos e intereses políticos y militares del gobierno norteamericano. Un caso especial es, por un lado, la ilusión de los potenciales beneficios que ofrece el RD-CAFTA, al abrirse el mercado del norte a los productos locales; sin embargo, las restricciones al comercio aparecen como obstáculos (incluyendo las medidas de tipo fitosanitario), siendo evidentes en la producción y exportación de productos agrícolas como carnes y frutas. Se agrega el control sobre las patentes y el levantamiento de las restricciones a la inversión extranjera, como ejemplo las regulaciones ambientales y consultas a pobladores.

 

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL), acaba de publicar los estimados de la caída del PIB en 2020 en los países latinoamericanos como consecuencia del Covid-19 y la desaceleración de arrastre, donde destaca una caída de los países de América Latina de -9.4%, Centroamérica y México de -8.4% y solo la Región Centroamericana de -6.2%. Aunque los estimados son moderados si se toma en cuenta la caída de los servicios, incluyendo aquellos con clara orientación al mercado interno, caso de la economía de cuidados y el turismo, la desprotección comercial y dependencia de las economías de países de mayor tamaño, puede ser un factor que explique que los impactos negativos sean mayores.

 

La cadena alimenticia funciona en forma desigual, las grandes empresas de productos transgénicos y cadena de supermercados mayoristas han sido los más beneficiados, al captar un mayor ingreso del producto final que llega a la mesa de las familias consumidoras. Los pequeños, en especial unidades familiares campesinas, enfrentan además de la baja producción y deficiente servicios de apoyo, serios problemas para poder colocar el producto en los mercados por el confinamiento y costos excesivos en el transporte. La caída de precios como el maíz no puede ser compensada por estos productores, ya que a los agroindustriales y supermercados grandes les resulta mucho más barato importar a arancel “cero” mientras dure la pandemia, tal como ha sucedido con las importaciones de arroz en los países centroamericanos, particularmente Honduras.

 

Un dato curioso de los estimados de la CEPAL, es que países como Cuba (-8.0), Nicaragua (-8.3), Salvador ( -8.6%), con acercamientos a China, tendrán una caída mayor, aunque en términos de control de la pandemia no sean los peor calificados. A ellos se agrega México (-9.0), Argentina (-10.5%) y Venezuela (-26%), que tienen gobiernos de corte progresistas no muy afines a la política de Donald Trump de dependencia por despojo, para parafrasear a Vania Banbirra.

 

El Covid-19 hace visible estas falencias del libre comercio y globalización desigual y excluyente, en tanto los menos posesionados en las cadenas globales son los más afectados, aunque tengan menor número de contagiados y muertos, como es el caso particular de los países de la región centroamericana.

 

La apuesta de los gobiernos de estos países, es seguir profundizando las políticas de liberalización comercial, privatización de los bienes públicos y menor capacidad del Estado para gestionar el desarrollo, pero la evidencia demuestra que se necesitan nuevas políticas que potencian el mercado interno y estrategias de inserción selectiva en los mercados internacionales. Una tarea pendiente es la revisión del RD-CAFTA y del extractivismo, que muchos perjuicios han traído a los países y poblaciones. A ello se suma la revisión de los incentivos fiscales y comerciales otorgados a las industrias golondrinas, frente a aquellos que demanda las MiPymes y el mal llamado sector informal de las economías centroamericanas.

 

Podría pensarse que la libertad de mercado y del comercio, es benigno con la democracia, pero lo que ha sucedido es todo lo contrario. “La pérdida simultánea de confianza en el neoliberalismo y en la democracia no es coincidencia o mera correlación: el neoliberalismo lleva cuarenta años debilitando la democracia” (Joseph E. Stiglitz).

 

Tegucigalpa, 20 de julio de 2020

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/208001

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