“Mauro lucha por lo que nos arrebató Luksic”
- Opinión
Cristián Flores Tapia es vocero y dirigente de la comunidad maurina, que ha iniciado una lucha contra la Minera Los Pelambres, del grupo Luksic, una batalla por tierra, justicia y dignidad. Los habitantes de Mauro fueron despojados y engañados el año 2001, lanzados de su territorio por Andrónico Luksic, “el faraón de Chile”, a un éxodo que aún continúa.
Actualmente, donde se ubicaba el Fundo El Mauro, en la Región de Coquimbo, está emplazado el segundo tranque de relave más grande del mundo, de propiedad del grupo Luksic -a través de Antofagasta Minerals S.A., división minera del grupo Antofagasta plc-, y un consorcio de empresas japonesas compuesto por Nippon Mining & Metals, Mitsubishi Materials, Marubeni y Mitsubishi Corp. “Partimos la lucha aproximadamente hace 18 años, cuando nos expulsaron de Mauro para que la Minera Los Pelambres construyera su tranque. Por eso fuimos erradicados, expulsados y esparcidos por cualquier parte”, señala.
Mauro era un asentamiento campesino, una comunidad. Cuando los expulsaron vivían allí unas 200 personas de la agricultura, la ganadería, y el queso. “El queso y las cosechas, principalmente, eran nuestras fuentes de abastecimiento, y de eso subsistíamos. Éramos una comunidad cien por ciento autosustentable. Todo lo que consumíamos y de lo que vivíamos lo producíamos nosotros mismos”, dice Cristián Flores. Agrega que en Mauro se daba prácticamente de todo: porotos, lentejas, chícharos, maíz, hortalizas, queso y leche de cabra, de vaca: “Éramos crianceros, vivíamos de los animales, y en grandes cantidades, porque se podían criar bastantes, pues Mauro era un campo muy rico en agua, tenía vertientes con abundante agua”.