VII Congreso de la CLOC: reforma agraria, unidad y debate socialista

10/07/2019
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Plenaria final VII Congreso CLOC
Foto: ALAI
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“Enfrentar al agronegocio y la privatización de las semillas y avanzar hacia territorios libres de capital financiero, transgénicos y agrotóxicos, donde la producción agroecológica forje la Soberanía Alimentaria respetando a la madre tierra,” son elementos clave del Plan de Acción ratificado, en su Declaración final, por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – CLOC/La Vía Campesina, en su VII Congreso Continental, realizado en Cuba a fines de junio.  Para lograrlo, reconocen la importancia de “priorizar el trabajo de base y la organización popular, la formación política ideológica y el desarrollo de la comunicación popular”.

 

En el evento, que coincide con los 25 años de fundación de la Coordinadora, se celebró la adopción por las Naciones Unidas, en diciembre pasado, de la Declaración de los Derechos Campesinos, la cual se convierte “en una herramienta legal y estratégica para nuestras luchas”, junto con reconocer el rol desempeñado para su concreción por el presidente boliviano Evo Morales.

 

El Congreso, realizado en la comunidad campesina Güira de Melena, Artemisa, y en algunos lugares de La Habana, acogió a 300 delegadas y delegados de organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes, sin tierra, pescadores artesanales y trabajadores y trabajadoras agrícolas, provenientes de 30 países de las Américas, así como representantes de La Vía Campesina Internacional y 50 invitados internacionales.

 

Un contexto adverso

 

Los debates del Congreso partieron de un análisis del contexto político, regional y mundial, en el cual se identificó que EEUU arremete para retomar su dominación sobre el territorio latinoamericano, con una nueva etapa de la guerra cultural que busca naturalizar el odio fascista y la discriminación. Se señaló también la agudización de la ofensiva contra los gobiernos progresistas y la criminalización a los movimientos populares y sus líderes, con mecanismos coordinados desde sectores militares, judiciales y de los grandes medios de comunicación, en violación a los sistemas democráticos y los derechos humanos.

 

Con respecto a la situación en el campo, se señaló que, con la crisis del capital financiero, éste volvió su mirada a la explotación de los bienes materiales y naturales, como la tierra, el agua, la biodiversidad, las semillas y la extracción mineral, con violencia renovada, para asegurar sus ganancias.  Asimismo, se consolidan los grandes monopolios del agro, del agua, de los minerales, que son parte de este proceso; todo lo cual va a la par de la apropiación de la tierra por parte de empresas extranjeras y la intensificación del paquete tecnológico de agrotóxicos, transgénicos y mecanización, entre otros.

 

Esta ofensiva –se destacó- se traduce en la ocupación de los territorios campesinos e indígenas, en situaciones de guerra y genocidio en el campo, como en Colombia, en mayor concentración de la tierra, en la imposición del agronegocio, en la violencia contra la dirigencia de las organizaciones y el aumento de la pobreza.  La mecanización va acabando con el empleo en el campo, tanto para la agricultura campesina familiar como para los obreros agrícolas, desencadenando flujos masivos de emigración.  También impacta en la soberanía alimentaria y la calidad de los alimentos en cada país, muchas veces con repercusiones adversas en la salud de la población en general.

 

Frente a este contexto adverso, el Congreso debatió cómo se vive esta realidad en cada país, los problemas que se enfrentan y los desafíos y respuestas a aportar para el próximo periodo.

 

La experiencia cubana

 

La realización del Congreso en Cuba, coincidiendo con los 60 años de la Revolución y de la Reforma Agraria, fue vista como un ejemplo e inspiración para los procesos campesinos en otros países.  Como señaló a ALAI la dirigenta argentina Deolinda Carrizo, de la Secretaría Executiva saliente de la CLOC: “Nos venimos planteando la construcción del socialismo: un socialismo con las miradas diversas de los territoritos, organizaciones y regiones; y como experiencia viva y concreta está la de Cuba. Entonces, justo ha sido el 60 aniversario y nos dejaba como un momento muy propicio para realizarlo aquí.  Lo más fuerte de todas estas jornadas ha sido la visita al campo, que nos recibieran las comunidades y poder conversar con la familia; y nos compartieron elementos y herramientas, para seguir nuestra lucha en países que viven la violencia, la criminalización institucional o el paramilitarismo”.

 

En efecto, de sus visitas a cooperativas agrícolas, los y las participantes destacaron aspectos como la obligación constitucional de cumplir con la función social de la tierra rural y el límite al tamaño de las propiedades, así como el apoyo estatal a los productores, que incluye la compra garantizada de gran parte de la producción a precios negociados, para proveer en prioridad a instituciones como hospitales y escuelas.  Apreciaron también el impulso, mediante políticas públicas y capacitación, para la transición hacia la agroecología y la ayuda estatal para conseguir los insumos agrícolas (no obstante las dificultades actuales, resultado de la imposición por parte de EEUU del Título III de la Ley Helms Burton).  También se valoraron las garantías de salud y seguro social para los trabajadores y trabajadoras del campo y la prioridad dada a las oportunidades de formación en carreras técnicas para que la juventud rural pueda seguir viviendo en el campo y aportar al desarrollo de su comunidad.

 

El socialismo fue justamente un tema central de los debates del Congreso, junto con la reforma agraria integral y popular y la unidad de los pueblos.  En efecto, la CLOC ha identificado, desde hace una década, que la reforma agraria popular y la soberanía alimentaria, que busca conquistar en la región, no son posibles bajo el sistema capitalista, y por lo tanto, su lucha es también en el plano de la disputa ideológica y por instaurar sociedades socialistas en la región.

 

En el Congreso se destacó la participación de mujeres (más de la mitad de los delegados/as) y de jóvenes, quienes previamente realizaron sus respectivas Asambleas, que realizaron aportes significativos al desarrollo del Congreso.

 

La Declaración de la VI Asamblea de Mujeres reafirma su apuesta por la construcción del feminismo campesino y popular: “En este proceso de construcción feminista que emerge desde los territorios y los pueblos del campo, el debate va unido a la acción y la lucha Basta de Violencia Contra las Mujeres del Campo, contra los agronegocios y los agrotóxicos. Es la lucha por la Vida; por la defensa de las Semillas que son Patrimonio de nuestros Pueblos al Servicio de la Humanidad; por el derecho igualitario a la tenencia de la tierra, contra la explotación, la violencia y el maltrato en el trabajo; y por salarios justos e igualitarios. La agroecología como sistema de producción ancestral que garantice la Soberanía Alimentaria es un aporte importante que las mujeres de la CLOC/LVC realizamos con la perspectiva de avanzar en la transformación de la sociedad…”  De allí, el lema de “Con Feminismo Construimos Socialismo” fue asumido por el Congreso de la CLOC.

 

Por su parte, bajo la consigna “juventud de los campos, juventud de las ciudades luchemos todxs juntxs por nuestros ideales”, la V Asamblea de Jóvenes reafirmó su compromiso con la agroecología, “con nuestras escuelas agroecológicas presentes en todas las regiones de la CLOC/LVC, como bandera de lucha para garantizar la soberanía alimentaria, por el enfriamiento del planeta, la defensa de nuestra madre tierra, el retorno y permanencia en nuestros territorios, conquistar y defender la reforma agraria integral y popular”.  Asimismo, llama a “las/los jóvenes que quieren la paz y sueñan con un mundo justo, a levantarse y luchar por ellos”, al reconocer la importancia de promover la unidad campo-ciudad y la integración regional, basada en un modelo de vida alternativo, sostenible, sustentable y solidario.  Y apela al fortalecimiento de sus procesos de formación política e ideológica, cultural, histórica, metodológica y popular.

 

Edgardo García, de la Asociación Trabajadores del Campo de Nicaragua y secretario entrante de la CLOC/LVC, señaló a ALAI que lo más importante del Congreso fue justamente “la discusión de fondo sobre la carga ideológica que es el arma fundamental de la juventud para el futuro. Entonces es una carga ideológica, política, científica sobre el socialismo como ruta frente al neoliberalismo”. Pero reconoce que esto también abre grandes desafíos: “Precisamente integrar a la juventud, lograr desarrollo del feminismo campesino y popular y articularnos con los pescadores, los creadores de bosques y los pueblos originarios. Y articularnos con los consumidores, con el mercado popular para desarrollar la economía campesina, la agroecología, la producción limpia”.

 

 

* Para más información sobre el proceso de la CLOC y los temas del Congreso ver la revista: “Por la tierra y derechos campesinos: CLOC 25 años” https://www.alainet.org/es/revistas/541

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/200912
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