Asesinan por segunda vez al cimarrón Guillermo Ribas

09/11/2018
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En la época colonial de Venezuela, cuando se practicaba la bestial esclavitud física y corporal contra los africanos convertidos en esclavizad@s, unos de ellos, Guillermo Ribas y su esposa Manucha Algarin, se escaparon de la hacienda de cacao del español Marcos Ribas. De Capaya, hoy pueblo del Municipio Acevedo, huyeron hacia lo que se llama Mango de Ocoyta, primer pueblo de cimarrones libre en el Estado Miranda. Allí construyeron su espacio liberado denominado el Cumbe de Ocoyta, el cual se convirtió en un espacio de esperanza para muchos esclavizados y esclavizadas de la región de Barlovento. Desde 1768 hasta 1771, ese espacio libertario fue una referencia y pudieron, a través de su autodeterminación, sobrevivir con tres elementos claves: (1) autosostenimiento económico sobre la base de prácticas agrícolas sustentables (el Cumbre agroecológico), (2) Establecimiento de una rígida organización para la autodefensa y las reglas de convivencia, y (3) la coherencia espiritual ancestral que les acompañaba en sus faenas diarias y en los enfrentamientos contra sus enemigos.

 

Un día, 10 de noviembre de 1771, las tropas españolas con su poderío militar y un ejército bien pertrechado invaden el Cumbe asesinando a Guillermo Ribas y a su compañera Manucha Algarin, y a los otros cimarrones y cimarronas que agarraron vivos, posteriormente los ahorcaron y a otros los descuartizaron colocando sus manos y cabezas a la entrada de Panaquire, otros en Caucagua. Los colonialistas destruyeron más de treinta casas, fogones, chinchorros e instrumentos para la sostenibilidad económica, que estos cimarrones habían construido durante tres años.

 

Ocoyta hoy… el verdugo la segunda vez mata con el silencio

 

En 1987, iniciamos una investigación en el archivo general de la nación sobre el cimarrón Guillermo Ribas. El método fue interrogar los documentos del siglo XVIII y luego hacer una investigación de tradición oral en Ocoyta, para reconstruir rutas, espacios, entre otros elementos. Luego luchar para reivindicar Ocoyta como un espacio de la dignidad histórica.

 

El presidente Chávez, comenzando su periodo, visitó Ocoyta y fue claro al impulsar la planta procesadora de Cacao a la entrada de Ocoyta para que no siguiéramos siendo dadores de materias primas, sino transformar el cacao en productos para nuestro autoconsumo, y mencionó al cimarrón Guillermo Ribas, habló con los habitantes de ese pueblo.

 

Hoy el Mango de Ocoyta, apenas a una hora de Caracas, sufre del olvido por completo. Muchos son los llamados que han hecho los descendientes de Guillermo ante la situación de falta de atención oficial ante su problemática: agua potable contaminada, ausencia de asistencia médica, no hay ambulancia, el cacao no lo procesan, ahora lo exportan contradiciendo el mandato de Chávez. El cimarrón Guillermo Ribas, sus hazañas, sus contribuciones no aparecen en los textos escolares. Lo más triste de todo esto es que tenemos un gobernador de Barlovento y un Ministro de Educación también de esta región, que ambos con su falta de conciencia histórica están asesinando por segunda vez al cimarrón Guillermo Ribas.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/196438
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