Más de 200 líderes y organizaciones globales por la alimentación rechazan los “impulsores genéticos”

22/10/2018
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Nuevo informe denuncia cómo la controvertida tecnología de “forzamiento” genético se desarrolla para aplicaciones agrícolas.

 
 

Líderes y organizaciones globales que representan cientos de millones de campesinos, agricultores y trabajadores de la alimentación, establecieron su claro rechazo a los “impulsores genéticos”, una controvertida tecnología de “forzamiento” genético. Su llamado a detener esta tecnología acompaña el nuevo informe del Grupo ETC Forcing the Farm (próximamente en castellano) que expone cómo los impulsores genéticos podrían dañar la alimentación y los sistemas agrícolas.

 

Los impulsores genéticos son un instrumento de ingeniería genética que busca forzar artificialmente cambios genéticos en poblaciones completas de animales, insectos y plantas. A diferencia de los organismos transgénicos previos, los nuevos organismos equipados con impulsores genéticos están diseñados para esparcir deliberadamente contaminación genética como estrategia agrícola —por ejemplo, distribuyendo genes de “auto-extinción” para eliminar supuestas plagas.

 

Instituciones de investigación agrícola que desarrollan estos organismos de extinción incluyen el California Cherry Board, el Citrus Research Board de Estados Unidos y la empresa privada Agragene Inc., también de California. El mes próximo, el Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas se reunirá para discutir medidas de control de esta tecnología, incluso una posible moratoria.

 

“No hay lugar, en ningún sistema alimentario, para esos organismos deliberadamente contaminantes”, afirma Mariann Bassey, presidenta de la Alianza por la Soberanía Alimentaria en África, cuyas 34 organizaciones integrantes se encuentran entre los más de 200 grupos y personas que firman el llamado contra los impulsores genéticos. “Los impulsores genéticos pueden llevar especies a la extinción y erosionar la agricultura y la alimentación sostenibles y justos, expresó Mariann Bassey.

 

Quienes lanzaron el llamado a una moratoria sobre los impulsores genéticos en alimentación y agricultura incluyen todos los pasados relatores especiales de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación así como la relatora actual; la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM); la Unión Internacional de Asociaciones de Trabajadores de la Alimentación y la Agricultura (IUF) y La Vía Campesina, la mayor red de movimientos campesinos que representa 200 millones de campesinos en 81 países. Entre los firmantes se incluyen también reconocidos activistas en cuestiones de alimentación y agricultura como la especialista en semillas Vandana Shiva; el Dr. Hans Herren, Premio Mundial de la Alimentación; la Presidenta de Amigos de la Tierra Internacional, Karin Nansen; la activista y empresaria de la alimentación Nell Newman y el ambientalista y genetista David Suzuki.

 

“Aplicar los impulsores genéticos a los sistemas alimentarios es una amenaza enorme a los derechos de los agricultores y los derechos de los campesinos, consignados en los tratados internacionales”, explica el Dr. Olivier de Schutter, relator de Naciones Unidas por el Derecho a la Alimentación de 2008 a 2014. “Los impulsores genéticos obstaculizarían la realización de derechos humanos como el derecho a la alimentación y nutrición saludables, producidos ecológicamente y culturalmente adecuados.”

 

“La Vía Campesina se declara firme y totalmente contra la tecnología de impulsores genéticos. Es una amenaza a las economías campesinas, a la gente, a los países e incluso a la seguridad alimentaria mundial. Ponen en peligro la vida, la biodiversidad y los sistemas sociales”, expresó Genevieve Lalumiere, una joven agricultora canadiense miembro de La Vía Campesina. “Esta tecnología fuera de control puede contaminar nuestras semillas, animales y suelos; puede desestabilizar los ecosistemas y destruir nuestros recursos fundamentales.” Marciano Da Silvia, del Movimiento de Pequeños Agricultores, también miembro de La Vía Campesina, en Brasil, enfatizó: “la tecnología de impulsores genéticos es, fundamentalmente, una herramienta para patentar los rasgos nativos de nuestras semillas campesinas.”

 

El informe Forcing the Farm, elaborado por el Grupo ETC y la Fundación Henrich Boell, detalla ejemplos de cómo la tecnología se está desarrollando para aplicarse en la agricultura.

 

Forcing the Farm expone cómo los desarrolladores de los impulsores genéticos están ocultando deliberadamente sus posibles aplicaciones agrícolas al tiempo que intentan convencer al público de que se trata de proyectos loables, de alto perfil, para la salud y la conservación. Reportes de reuniones cerradas con un comité del ejército de Estados Unidos muestran que firmas de agronegocios del tamaño de Monsanto-Bayer y Cibus Bioscience se están involucrando en el desarrollo de impulsores genéticos.

 

“Aplicar impulsores genéticos a la alimentación y la agricultura da un giro total a las estrategias de la industria biotecnológica: antes, las empresas diseñaban cultivos transgénicos. Ahora que los consumidores rechazan la comida que se deriva de ellos, las compañías quieren volver transgénico el resto del sistema agrícola: las malezas, las plagas y los polinizadores”, explica Jim Thomas, Co-Director ejecutivo del Grupo ETC.

 

“Si se liberaran impulsores genéticos al ambiente, amenazarían abiertamente la existencia de la agricultura orgánica, libre de transgénicos y agroecológica,” explica Peggy Miars, presidenta de IFOAM —la organización paraguas de la agricultura orgánica global, con aproximadamente 800 afiliados en 117 países. “Cualquier gobierno que se preocupe por la protección de la agricultura y el mercado orgánicos debe movilizarse rápidamente ante esta amenaza.”

 

Impulsores genéticos y agricultura: seis ejemplos de Forcing the Farm:

 

  • Se están diseñando impulsores genéticos en moscas, insectos, gusanos y otras supuestas plagas para esparcir esterilidad como alternativa biológica a los pesticidas.
  • Investigadores proponen el uso de impulsores genéticos como herramienta de mejoramiento bovino para aumentar la producción cárnica.
  • Impulsores genéticos para “auto-extinción” se están diseñando en ratas, ratones y escarabajos que afectan los almacenamientos de granos.
  • Se está buscando patentar el diseño de impulsores genéticos en abejas melíforas para controlar patrones de polinización mediante iluminación dirigida.
  • Se está investigando el diseño de impulsores genéticos en las especies más comunes de malezas para volverlas más susceptibles a herbicidas como Roundup.
  • El análisis de dos patentes clave sobre impulsores genéticos muestra que cada patente hace referencia a entre 500 y 600 utilizaciones en agricultura, incluyendo su relación con 186 marcas de herbicidas, 46 plaguicidas, 310 insectos considerados pestes agrícolas, además de nematodos, ácaros, polillas y otros.

 

 

Roma, 16 de octubre de 2018 (Día Mundial de la Alimentación)

 

» Descargar el informe en inglés (PDF)
» Descargar la carta con firmas

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/196082
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